Santillana 6º

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La l¡teratura y los géneros literarios
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ANTES dE IEET
El periodismo es un elemento influyente
en la literatura. Las noticias que
leemos a diario han alimentado la imaginación
de muchos escritores, que, a
su vez, han producido obras comPletamente
novedosas por su lenSuaje y
SU estruCtUrA.
* Lee el tÍtulo y responde. ¿Cuál crees
que es el contenido del texto?
a señora Ada Tormenti, viuda de Lulli, fue a pasar unos días al campo,
invitada por sus primos los Premoli. Por el pueblo iba y venía mucha
gente. Como era verano, la sobremesa de 1a noche se hacía en el jardín,
charlando hasta la una o las dos. Una noche 1a conversación se refirió a
5 las casas de la ciudad . Había alL un ta1 Imbastaro, tipo inteligente, pero
antipático. Decía:
-siempre que dejo mi casa de Nápoles, sucede a1go, 'rie, je! -continuaba,
riendo así, sin motivo; ¿o el motir,'o era, en cambio, hacer daño al prójimo?-.
Salgo, por decirlo así, ni siquiera recorro dos kilómetros, y se sale
1O el agua del lavadero o se incendia 1a biblicteca por haber olvidado una colilla
encendida, o se meten ratas de los barcos y devoran hasta las piedras.
¡|e, je!, o en la portería,la única persona que soporta allí el verano, recibe
un golpe seco y por la mañana se la encuentra preparadita para el entierro,
con cie"ios, el sacerdote y e1 ataúd. ;No es así la vida?
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-No
siempre -drjo
con gravedad Tormenti-, por forruna.
-No siempre, es verdad. Pero usted, señota, por ejemplo, ¿podría jurar haber
dejado su casa en perfecto orden, no haberse olvidado nada? Piénselo
bien, piénselo bien. ¿Exactamente en ordeni
A estas palabras Ada se puso de1 color de 1os muertos; de repente tuYo un
20 horrendo pensamiento. Para poder ir a casa de los Premoli había llevado
a su hija de cuatro años a casa de una tía. O mejor dicho, había decidido
l1evar1a. Porque ahora, al voiver a pensar en e11o, con todo y estar segura de
haberlo hecho, no consequía recordar cómo r- cuándo había llevado a Luisel1a
a casa de su tía. ;Qré ertrañol No recordaba ni cuándo habían salido
25 de casa juntas, ni el camino recorrido. ni las despedidas en casa de su tía.
Como si en su memoria se hubiese abierto un agujero.
En resumen, la duda era 1a siguiente : que e11a, Ada, se había olvidado de
llevar a la niña a casa de su tía \- sin adr-ertirlo, a1 irse, la había encerrado en
casa. Era una sospecha absurda; pero la imaginación fabrica a veces cosas
30 muy extrañas. Insensato, de 1oco, pero bastaba, no obstante)pata helarle la
sangre en las venas. Con sorpresa 1a rieron ponerse bruscamente de pie y
abandonar la compañía de todos
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