Meditaciones MRco Aurelio
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versal, y también que la falta es ajena, y, además, que todo
lo que está sucediendo, así siempre sucedía y sucederá, y
ahora por doquier sucede. Cuánto es el parentesco del hombre
con todo el género humano; que no procede el parentesco
de sangre o germen, sino de la comunidad de inteligencia.
Y olvidaste asimismo que la inteligencia de cada uno es
un dios y dimana de la divinidad. Que nada es patrimonio
particular de nadie; antes bien, que hijos, cueφo y también
la misma alma han venido de Dios. Olvidaste también que
todo es opinión; que cada uno vive únicamente el momento
presente, y eso es lo que pierde.
27. Rememora sin cesar a los que se indignaron en exceso
por algún motivo, a los que alcanzaron la plenitud de la
fama, de las desgracias, de los odios o de los azares de toda
índole. Seguidamente, haz un alto en el camino y pregúntate:
«¿Dónde está ahora todo aquello?» Humo, ceniza, leyenda
o ni siquiera leyenda. Acudan al mismo tiempo a tu
espíritu todas las cosas semejantes, así por ejemplo, cual fue
Fabio Catulino'^^ en la campaña, Lucio Lupo en sus jardines,
Estertinio en Bayas, Tiberio en Capri, Velio Rufo y, en
suma, la superioridad presuntuosa en cualquier asunto. ¡Cuán
ruin era todo el objetivo de su esfuerzo y cuánto más propio
de sabio es el ser justo, moderado, el ofrecerse simplemente
sumiso a los dioses en la materia concedida! Porque la vanidad
que se exalta bajo capa de modestia es la más insoportable
de todas.
28. A los que preguntan: «¿Dónde has visto a los dioses,
o de dónde has llegado a la conclusión de que existen,
Nombres casi todos desconocidos; Fabio Catulino fue cónsul en
tiempos de Adriano; Estertinio fue general bajo Tiberio o tal vez se trata
del rico físico mencionado por Plinio.