01.01.2024 Views

Meditaciones MRco Aurelio

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

LIBRO XII 203

21. Quien no tiene un solo e idéntico objetivo en la vida,

es imposible que persista durante toda ella único e idéntico.

No basta lo dicho, si no añades eso: ¿Cuál debe ser ese

objetivo? Porque, del mismo modo que no es igual la opinión

relativa a todas las cosas que parecen, en cierto modo,

buenas al vulgo, sino únicamente acerca de algunas, como,

por ejemplo, las referentes a la comunidad, así también hay

que proponerse como objetivo el bien común y ciudadano.

Porque quien encauza todos sus impulsos particulares a ese

objetivo, corresponderá con acciones semejantes, y según

eso, siempre será el mismo.

22. El ratón del monte y el doméstico; su temor y su

turbación

23. Sócrates llamaba a las creencias del vulgo «Lamias»

espantajos de niños.

24. Los lacedemonios, en sus fiestas, solían colocar los

asientos para los extranjeros a la sombra, pero ellos se sentaban

en cualquier sitio.

25. Sócrates explica a Perdicas que el motivo de no ir a

su casa era: «para no perecer de la muerte más desgraciada»

es decir, por temor a no poder corresponder con los

mismos favores que le habría dispensado.

Alude a la fábula del ratón del campo y el de la ciudad. Cf. Babrio,

fáb. 108. Véase también FARQUIIARSON, O. C., t. I, pág. 417.

Monstruos fabulosos femeninos que pasaban por raptores y devoradores

de niños. Algo así como «el coco», fantasma con que se mete

miedo a los niños. Cf. EPICTI:TO, II 1.

Se confunde Perdicas con Arquelao, su hijo. Cf. ARISTÓTI:LI:S, Retórica

II 23.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!