Meditaciones MRco Aurelio
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
LIBRO VII 125
Mi ciudad y mi patria, en tanto que Antonino, es Roma,
pero en tanto que hombre, el mundo. En consecuencia, lo
que beneficia a estas ciudades es mi único bien.
45. Cuanto acontece a cada uno, importa al conjunto.
Esto debería bastar. Pero además, en general, verás, si te has
fijado atentamente, que lo que es útil a un hombre, lo es
también a otros hombres. Tómese ahora «la utilidad» en la
acepción más común, aplicada a las cosas indiferentes.
46. Así como los juegos del anfiteatro y de lugares semejantes
te inspiran repugnancia, por el hecho de que siempre
se ven las mismas cosas, y la unifonnidad hace el espectáculo
fastidioso, así también ocurre al considerar la vida
en su conjunto; porque todas las cosas, de airiba abajo, son
las mismas y proceden de las mismas. ¿Hasta cuándo, pues?
47. Medita sin cesar en la muerte de hombres de todas
clases, de todo tipo de profesiones y de toda suerte de razas.
De manera que puedes descender en esta enumeración hasta
Filistión, Febo y Origanión'^l Pasa ahora a los otros tipos de
gente. Es preciso, pues, que nos desplacemos allá donde se
encuentran tan gran número de hábiles oradores, tantos filósofos
y venerables: Heráclito, Pitágoras, Sócrates, tantos héroes
con anterioridad, y, después, tantos generales, tiranos.
Y, además de éstos, Eudoxo^'^, Hiparco, Arquímedes, otras
Filistión, Febo y Origanión son nombres difíciles de identificar.
M. Meunier anota que el primero es un médico, o un poeta cómico de la
época de Sócrates. A. I. Trannoy cree que estos nombres han sufrido alteraciones.
Eudoxo de Cnido, médico, matemático, astrónomo y geógrafo.
Discípulo de Platón. En el Timeo es posible que influyera con sus teorías.
Hiparco de Nicea, que vivió en la época de los Ptolomeos, astrónomo y