Meditaciones MRco Aurelio
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
LIBRO VII 121
casa, por ejemplo, para su lecho, para su vestido, para, su
alimentación, para su servicio; y cómo era diligente y animoso;
y capaz de aguantar en la misma tarea hasta el atardecer,
gracias a su dieta frugal, sin tener necesidad de evacuar
los residuos fuera de la hora acostumbrada; y su
firmeza y uniformidad en la amistad; y su capacidad de soportar
a los que se oponían sinceramente a sus opiniones y
de alegrarse, si alguien le mostraba algo mejor; y cómo era
respetuoso con los dioses sin superstición, para que así te
soφrenda, como a él, la última hora con buena conciencia.
31. Vuelve en ti y reanímate, y una vez que hayas salido de
tu sueño y hayas comprendido que te turbaban pesadillas, nuevamente
despierto, mira esas cosas como mirabas aquéllas.
32. Soy un compuesto de alma y cueφo. Por tanto, para
el cueφo todo es indiferente, pues no es capaz de distinguir;
pero al espíritu le son indiferentes cuantas actividades no le
son propias, y, en cambio, cuantas actividades le son propias,
todas ellas están bajo su dominio. Y, a pesar de esto,
sólo la actividad presente le preocupa, pues sus actividades
futuras y pasadas le son también, desde este momento, indiferentes.
33. No es contrario a la naturaleza ni el trabajo de la
mano ni tampoco el del pie, en tanto el pie cumpla la tarea
propia del pie, y la mano, la de la mano. Del mismo modo,
pues, tampoco es contrario a la naturaleza el trabajo del
hombre, como hombre, en tanto cumpla la tarea propia
del hombre. Y, si no es contrario a su naturaleza, tampoco le
envilece.
34. ¡Qué clase de placeres han disfrutado bandidos, lascivos,
parricidas, tiranos!