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Revista EA_n2

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Nº 2

Abril ’21

La revista cultural

para conquenses

inquietos

Ángela Santos


POESíA

La Hoz del Huécar

Abril’2021

Editorial

SUMARIO

Rayos de luz como aspas de un molino la penetran

y gime su hermosura

tan luminosa descubierta.

Una herida gigante

que tiene por sangre

agua helada cristalina.

Tormos, templos, fortalezas, escaleras;

dinosaurios, ventanos, escenarios;

grutas, falos, sendas, paredes;

osos, pájaros, dados, barrigas, cuevas:

Piedra vigilante.

Zigzag de lomas como días y noches verdes,

consteladas de colores.

Y el fuego: llamas esmeraldas, llamas, esqueletos de llamas.

La primavera es el ansia del verano

y el verano el que guarda la primavera.

Y en verano la hoz del Huécar

te abre una brecha de otoño

con un dolor de invierno en el corazón.

Mercedes Sierra

Han colaborado en este número dos:

pág. 1

pág. 2

pág. 4-5

pág. 6-7

pág. 8-9

pág. 10-11

pág. 12-13

pág. 14-15

pág. 16-17

pág. 18-19

pág. 20-21

pág. 22-23

pág. 24-25

pág. 26-27

pág. 28-29

pág. 30-31

pág. 32-33

pág. 34-35

Maquetación:

Jonatan López

Coordinación:

Eva Nuño

Ángela Santos

Mercedes Sierra

Monserrat Gascón Moreno

y Ricardo López Jaén

Esther Palenciano

Lola Porras Marrón

David Ventura Marquié

Gustavo Pitrau

Fizzy Soup

Jesús Huerta

Manuel Sánchez Ibáñez

José Ángel García

Juanra Fernández

Ana Amate Agra

Samir Delgado

Soledad Blume

Rafael Coronado

y Raúl Muñoz

Sheila Ponce

Reyes Martínez

eacontacta@gmail.com

* Está prohibida la reproducción parcial o total de la

publicación, sin previa autorización del autor o los autores.

En mayo de 2020, el año más recordado

de nuestras vidas, se publicaba el número

cero de la revista ¡EA! Casi un año después

aparece el número dos con el único

propósito de seguir difundiendo cultura, optimismo

y dar participación a toda persona que quiera

compartir palabras en ella. Seguimos con restricciones

para esta Semana Santa de 2021 y hemos

creído que este es un momento perfecto para que

aparezca de nuevo esta humilde publicación, sin

pretensiones ni ambiciones.

Este número no es tan extenso como los anteriores

ni tiene tantas secciones, aunque repiten varias

que creíamos interesantes. Tampoco se apoya en

formatos digitales nuevos ni en otras redes sociales

adicionales. Si te ha gustado su contenido solo

tienes que compartirlas como tú creas conveniente.

No sabemos qué deparará el futuro para este

proyecto que empezó hace un año, fruto de la inquietud

de sus impulsores, cómo evolucionará y en

qué se transformará. En esta época que nos ha tocado

vivir todo se mueve deprisa, a pasos agigantados,

y quizá sea bueno explorar otras formas de

comunicar que genere expectativas. En todo caso,

queremos agradecer la excelente aportación de todos

los colaboradores, desde el número cero a este

número dos, que han dejado su enorme talento en

estas páginas virtuales y a todos los que de alguna

manera u otra apostaron por un formato que agitó

en un momento determinado una nueva forma de

divulgar.

Seguro que volveremos a vernos de alguna forma,

pero hasta que eso suceda no queda otra que

confiar en las autoridades sanitarias –¡cuánto hay

que agradecer su paciencia y profesionalidad!– y

esperar a que los nuevos tiempos lleguen cuanto

antes. Hasta entonces, mascarilla, gel y precaución.

Deseamos que esta pesadilla se pase cuanto antes

y no falte nadie.

Hasta la vista. X

revista ¡EA!_

3



ARTÍCULO

Los apestados de Jaffa

Como Napoleón en su día, nuestros políticos

han hecho alarde de su entrega y

liderazgo en un año ya desde que se estableció

el estado de alarma en nuestro

país por la pandemia mundial de la Covid-19, con

grandes alaracas y fuegos fatuos.

A nivel internacional no les ha temblado la mano

si han tenido que sacrificar la verdad de los datos

estadísticos en pos de controlar a la masa, mayoritariamente

manipulable e ignorante, temerosa de

las dictaduras y protestona

y quejicosa en las democracias,

se supone, más avanzadas.

De los ya saqueados y

esquilmados países subdesarrollados

ni hablamos.

Decía Napoleón con mu-

Nunca seremos lo

suficientemente

conscientes de la Sanidad

que tenemos y de la

importancia de la Ciencia

cho cinismo y baño de masas ante su ejército temeroso

de contagiarse “la protección más segura

es el coraje”. Y al pie de la batalla, los de siempre,

los abnegados profesionales que cumplen, simplemente,

con su labor diaria. No por la pandemia,

sino por su propia vocación y dedicación en sectores

tan fundamentales para el bienestar de un país

como son la Sanidad y la Educación.

- Te imaginas un sitio que recorres a diario,

durante muchos años, y que hay momentos que

no reconoces, que realizas

un trayecto y, por unos segundos,

es como si te teletransportaras…

desorientada,

como si de una película

de terror te hubiera dejado

allí paralizada. Trabajado-

‘Visita de Napoleón a los apestados

de Jaffa’ (1804), del pintor francés

Antoine-Jean Gros. Óleo sobre lienzo

Museo del Louvre).

res uniformados con epis, buzos

que no reconoces, cuando, en

tiempos, éramos casi como una

gran familia de todos conocida…

En Sanidad, a través de los

medios de comunicación, hemos

sido testigos de su trabajo

valiente, abnegado, arrojado y

entregado a la primera línea de

la contienda contra la Covid-19.

¡Qué ejército tan distinguido y

cuán agradecidos estamos! A

pesar de que luego haya venido

el “y yo más” tan patrio y tan

propio de nuestra latitud meridional.

Además de la picaresca,

el fingimiento, el engaño, rasgamiento

de vestiduras, envidias,

vanidades, estulticias, malas artes…

(ERTES, políticos, incomprensión,

sabelotodos, tocanarices…).

- Recuerdo el caso de un matrimonio,

los dos ingresados en

la misma habitación, con diferente

pronóstico: ella podría

marcharse a casa porque se encontraba

mejor, no así su marido.

Pero decidió quedarse junto

a él, esperando el fatídico momento,

agarrados de la mano las

últimas horas de su vida, juntos.

Al día siguiente, la habitación

quedaba ocupada por otro enfermo

y así unos tras otros.

Con todo, nunca seremos lo

suficientemente conscientes de

la Sanidad que tenemos y de

la importancia de la Ciencia,

porque somos dados a olvidar

enseguida. Eso sí, el rencor, el

reproche, el insulto… a la orden

del día.

- Confinamientos domiciliarios

que todos hemos sufrido,

Démonos cuenta

de lo que nos dice

la Ciencia y

sigamos apoyando

la Sanidad y

la Educación...

pero en nuestras casas, mejor o

peor. Ahora bien, en una habitación,

que no es la nuestra, en

un medio hostil, sin control, profesionales

desconocidos, disfrazados,

cuasirobots -por mucho

que se esforzaran en sacar un

atisbo de humanidad- de incierto

desenlace: ucis, habitaciones

sin acompañantes, ataúdes sellados,

féretros sin comitiva, segadas

despedidas…

En Educación también se han

escrito ríos de tinta de todos

los gustos y colores. Los profesionales

se han visto igualmente

arrojados a la batalla frente a la

Covid-19 (como otros tantos sectores

y profesiones, por supuesto),

pero volvamos a la vocación

y al sencillo y llano “es nuestro

trabajo”. No hay más y no debería

haberlo, pero la maledicencia

de muchos, por desgracia, hace

que haya más y más ríos, mares

y océanos en este sentido. En resolución

-replicó don Quijote-,

como quiera que ello sea, esta

gente, aunque los llevan, van de

por fuerza y no de su voluntad.

-Así es -dijo Sancho. -Pues desa

manera -dijo su amo-, aquí encaja

la ejecución de mi oficio, desfacer

fuerzas y socorrer y acudir a

los miserables.

Y a las miserias de la falta de

protección inicial, a la escasez de

recursos remitidos por la administración,

a la falta de logística…

se tuvo que hacer frente en

las escuelas y en los institutos.

Y triunfó la filantropía y el trato

humano y la presencialidad con

mascarilla, lavado de manos y

distanciamiento, que va venciendo

al virus, poco a poco, gracias

a la Educación y a la Sanidad, y

a todo lo que estamos aprendiendo

de una pandemia en una

contienda no conocida hasta la

fecha, aunque muchos sigan sin

querer aprender, quizá, simplemente,

por joder, por estar insatisfechos

con sus propias vidas

o vete a saber qué amargura de

negacionismo les envuelve o,

simplemente, es maldad (quejicosos,

gandules y perezosos,

que viven de la destrucción del

coraje de los demás).

La vida es un don, lo único

que tenemos, y la naturaleza, la

tierra, nuestra madre. Por favor,

démonos cuenta de lo que nos

dice la Ciencia y sigamos apoyando

la Sanidad y la Educación.

Y seamos más altruistas, que el

ser humano es social por naturaleza

y necesidad: “la protección

más segura es el coraje” y la vacunación.

Sigamos luchando. X

Montserrat Gascón Moreno

Ricardo López Jaén

4 revista ¡EA!

revista ¡EA!

5



FOTOGRAFÍA

6 revista ¡EA!

Esther Palenciano

revista ¡EA!

7



ARTE

Wilfredo Lam:

un cubano por Cuenca

El pintor cubano, de

extrañas formas, había

pasado épocas en esta

ciudad entre los años

1924 y 1927

cos acaecidos en su país le retiran la beca y comienza

a tener problemas económicos para continuar

con sus estudios y manutención.

En la pensión donde vive en Madrid conoce a

un joven estudiante de medicina, Fernando Rodríguez

Muñoz, quien lo ayudará e invitará a pasar

algunas temporadas en la casa de su familia en

Cuenca. Es así como Wifredo Lam, el artista cubano

llega a nuestra ciudad y, también, a la vecina

localidad de Villares del Saz donde iniciará algún

que otro romance, de los que queda constancia

en sus pinturas.

Después del regalo de la lámina

de Lam, una década posterior,

en 2004, el azar me trajo

a la ciudad de Cuenca y no es

hasta otra década más tarde, en

2014, cuando descubro que el

La Jungla, pintado en 1943, es una de sus mejores obras (arriba),

Femme Cheval (arriba a la derecha).

El pintor cubano, de joven,

posa ante uno de sus cuadros (derecha).

Esta historia comienza con un regalo que

me hicieron en la década de los 90, era

una lámina de Wifredo Lam, el título de

la obra: “Femme Cheval”, presentada en

una exposición en el “Centre Cultural. Barcelona,

1993” de un autor del que nunca había oído

hablar, pero esa pintura me encantaba, el color,

las formas, no sé, algo me atraía.

Wifredo Lam nace en Cuba en 1902; hijo de un

comerciante chino y una mujer de origen africano

y español. Estudia pintura de 1918 a 1923 y llega

a España ese mismo año (camino

de París) con una beca

para estudiar en Europa. En

Madrid inició sus estudios

visitando el museo arqueológico

y el Prado entre otros.

En 1925, por motivos polítipintor

cubano, de extrañas formas, había pasado

épocas en esta ciudad entre los años 1924 y 1927.

Lam retrató las calles del casco viejo, los rascacielos

de la calle Alfonso VIII, las gentes, las

iglesias y sobretodo sus paisajes, esas hoces inmensas,

el río Júcar, el otoño conquense lleno de

color, la piedra, el cielo, los colores de las casas y

de la naturaleza; todo aquello que yo llevaba años

saboreando, Wifredo Lam ya lo había plasmado

en su obra, me parecía una casualidad maravillosa.

A él, de alguna manera, fue el azar quien lo trajo

a esta ciudad manchega y a mí, de otra, también.

Cuenca en su pequeñez, nos brinda un sinfín

de posibilidades visuales; los amantes de la naturaleza

y el deporte lo tienen fácil para deleitarse

con semejantes paisajes, caminos que recorrer en

diferentes medios de transporte, sendas para caminar,

ríos donde bañarse, piedras inmensas que

escalar… Y los amantes de arte aún más, ya que

Cuenca cuenta con 15 focos culturales que hacen

de ella la primera capital de España en cultura

per cápita.

Además de dejar huella en la ciudad, Lam se

llevó una gran influencia de los numerosos artistas

que eran y se encontraban por Cuenca y otros que

posteriormente han formado parte del gran legado

de artistas de la ciudad a lo largo del tiempo

al mundo del arte, que por nombrar a algunos de

ellos: Pérez Compans, Marco Pérez, Luis Meigimolle,

Sierra Aleu, Fausto Culebras, Eduardo de

la Rica, Federico Muelas, Fernando Zóbel, Gustavo

Torner, etc…

Otra vez el azar haría de las suyas y Lam conocería

la vecina localidad de Villares del Saz, donde

tendría un estudio y donde conocería a Lucrecia,

su primer amor, a Ángeles Huete su musa y otras

mujeres que dibujaría en sus lienzos.

Una pequeña calle, en el barrio de los Tiradores,

conmemora a este gran pintor cubano, conocido

por muchas personas, pero desconocido por

muchas más. Desde estas líneas os invito a conocer

su magnífica y prolífica obra. X

Lola Porras Marrón

8 revista ¡EA!

revista ¡EA!

9



ARTÍCULO

Cuenca,

una isla

Una isla es una porción de tierra rodeada completamente

por agua, aunque una isla puede

ser también un estado mental, como todo el

mundo que tenga experiencia en estados mentales

sabrá. Una isla puede estar rodeada de agua pero

también puede estar rodeada de vacío o de silencio, o

simplemente de indiferencia. El aislamiento también

provoca una particular evolución de las especies residentes,

como Darwin ya comprobó en su momento. Los

residentes en islas son, por así decirlo, tipos peculiares.

Llegado a este punto debo hacer un inciso personal

para relatar cómo fue mi primera llegada/descubrimiento

de Cuenca. Será el aspecto menos interesante de este

artículo ya que lo que a mi me suceda no importa a nadie,

evidentemente, pero el prólogo se hace necesario: nací

en una gran ciudad de la península y por motivos personales

y laborales tuve que trasladarme a la isla de Ibiza.

Allí, pasada la treintena, me saqué el carnet de conducir

y, con éste en la mano, decidí cumplir uno de los sueños

de mi vida: conducir sin rumbo por carreteras secundarias

imitando a las road movies que siempre he adorado.

En estas circunstancias, con un coche de segunda

mano reventadísimo y las manos que todavía me temblaban

al agarrar el volante, estuve deambulando por lo

que ahora se denomina la España Vaciada, dando

tumbos por el Maestrazgo y Teruel hasta entrar en

la provincia de Cuenca por la carretera A-1704. Me

dio la bienvenida el maravilloso y aberrante monumento

brutalista-fascistoide del Nacimiento del

Río Tajo, seguí por la CM-2105, paré en Huélamo y

luego continué hasta que, bajo la luz del atardecer,

alcancé la ciudad de Cuenca. Fui una persona muy

afortunada. El primer contacto, la primera mirada,

es el primer impacto que recibe nuestro corazón y

el que nos puede derribar de un flechazo. La chispa

del enamoramiento se alimenta de estas primeras

impresiones, y no pude permanecer impasible ante

aquella vista de la ciudad encaramada entre el Júcar

y el Huécar, como una fortaleza encantada a la

que llegaba después de horas y horas girando por

carreteras solitarias. Si hubiera entrado por la ciudad

por la Nacional y la primera impresión hubiera

sido un conglomerado de polígonos industriales

y concesionarios de coches, ¿me habría gustado

la ciudad? Evidentemente que sí, pero no hubiera

sido lo mismo.

Esa misma noche me alojé en una pensión bastante

baratilla y entré en el primer bar que encon-

tré -literalmente, fue el primer bar

que encontré-. Allí, como si de

una película se tratara, una mujer

me abordó y me preguntó por la

estrafalaria camiseta que llevaba,

después me presentó a sus amigos

y me invitó a que les acompañará

a un concierto en una sala llamada

Babylón. Ahí me presentaron

a más gente y saludé y conversé

con caras de quienes he olvidado

el nombre. Mi plan era marcharme

al día siguiente pero me quedé

dos noches más, conocí el Mesón

de las Pedrizas de Buenache y al

bueno de Fernando, consumí una

tarde de domingo en el estudio de

un pintor cuyo nombre también he

olvidado y en todo momento disfruté

de la compañía de una gente

que se comportaba como si me

conociera desde siempre. ¿Es necesario

que añada que fueron unos

días perfectos?

Desde entonces, siempre que

he vuelto a Cuenca he tenido la

misma sensación: estar en un lugar

exótico y a la vez familiar. Vivo en

una isla en el Mediterráneo y, evidentemente,

Cuenca es un paisaje

completamente opuesto al que me

acompaña en mi día a día. Vivo envuelto

de mar, y al mar en Cuenca

ni se le presiente. Vivo en una isla

cuya montaña más alta mide 450

metros. Si multiplicara por dos su

altura, no alcanzaría ni al nivel donde

se ubica la Catedral. Y, a pesar

de todo, los puntos en común son

muchísimos…

Por un lado los obvios: un casco

histórico en pendiente, bellísimo y

declarado Patrimonio de la Humanidad.

Y por otro, algo en la atmósfera

que se intuye más que se define:

por ejemplo, la gran cantidad

de tipos excéntricos y peculiares

que viven tanto en Cuenca como

en Ibiza; que a mediados del siglo

XX ambas ciudades se convirtieran

en un improbable foco de arte

abstracto; la presencia de gente

llegada de grandes ciudades que

deciden quedarse y convertir este

sitio alejado de todo en su particular

atalaya desde donde contemplar

el mundo. Las distancias respecto

a Madrid -ese agujero negro

que absorbe la población del país

y vacía los territorios vecinos- es

también la misma: entre que embarcas,

subes al avión, despegas y

llegas, de Ibiza a Madrid hay dos

horas, el mismo rato que desde

Cuenca yendo por carretera.

Y tras darle vueltas, cuando este

pasado otoño volvía a recorrer las

carreteras secundarias de la serranía

-la pandemia nos había dado

un breve respiro- , me di cuenta de

que la ciudad de Cuenca también

es una isla, que de la misma manera

que el ferry sortea las olas y surca el

mar, mi vehículo también sorteaba

riscos y colinas, que el panorama

ondulado del perfil de los montes

era también, a su manera, un mar,

un mar pardo y de piedra, con infinitos

matices de colores, como

infinitos son también los matices

del mediterráneo, y que si mi isla

está rodeada de abismos de agua

Cuenca estaba rodeada de vacío,

de despoblado, de ecos de voces.

Porque las islas aparecen donde

menos te las esperas, sólo se detectan

con la intuición y, al encontrarlas,

puedes sentirte extraño en

ellas o, por el contrario, las puedes

convertir en tu casa. X

David Ventura Marquié

10 revista ¡EA!

revista ¡EA! 11



RELATO

El lugar donde me gustaría

estar en este preciso momento

Pensé durante un tiempo

en cómo hacer el inicio de

este artículo y la verdad

es que no se me ocurría

nada elegante para empezarlo,

así que la opción mas fácil era la

de presentarme (aunque dije ¿a

quién le interesará? Pues bien,

eso no importó y así me presento):

Mi nombre es Gustavo Pitrau

y escribo desde la ciudad de Mar

del Plata (a unos 500 km de la

capital federal de Argentina) un

hermoso lugar, con mar y extensas

playas que se abarrotan de

personas en los veranos calientes

de mi país.

Si bien es donde resido hace

mas de 30 años, mi barrio natal

fue Remedios de Escalada una

pequeña localidad ferroviaria

de casas de estilo ingles que se

ubica en el sur del gran Buenos

Aires. Allí, en una de esas casas,

El slogan ‘radio libre’

hace y dice todo para

aquellos que ejercemos

la profesión del

micrófono

comienza mi pasion por el rock y

sus vertientes.

Recuerdo bien los primeros

discos que encontre en una batea

–bandeja– debajo de un giradiscos.

Fueron: Abbey Road

de los Beatles, una recopilacion

de The Hollies y el lado oscuro de

la luna de Pink Floyd. ¡Tremendo

debut para mis oídos! Y desde

ese día comencé a comprar vinilos

de los generos que me gustaban

y no paré más. (Algunos

de ustedes se preguntarán: ¿y

qué tiene que ver esta historia

con Cuenca? No os apresuréis…

que estoy inspirado y ya llegaré

a ese destino).

Con el paso de los años

mi pasion no expiró y cuando

vine a vivir a Mar del Plata

pense que sería bueno divulgar

ese material de alguna

forma. Creí conveniente que

lo mejor sería hacer un programa

de radio. Ya había

incursionado en una FM de

un pueblo cercano y me había

gustado la idea de tener

un programa propio, así que al

cabo de un tiempo me decidí y

nació ‘El viaje’, un programa de

rock 60/70 que ya lleva más de

25 años en el aire.

Si bien los primeros años

no me escuchaba mucha gente,

sabía que no necesitaba

de eso, con que lo escucharan

algunos locos interesados

por la música que pasaba,

me bastaba. Tengan en

cuenta que en aquellos años

no existía Internet y la informacion

de los discos solo se

obtenía de lo que viniera en los

sobres internos o en los libros

de los cds.

Pasó el tiempo y el programa

se hizo popular y se mantuvo

así durante 13 años aproximadamente.

Hasta que en

2020 llegó Mr. Covid y todo

cambio. Tuve que recluirme

en mi departamento ya sin

poder ir al estudio y al cabo

de unos meses dejé de hacer

‘El viaje’.

Mi geminiano impaciente

no pudo estar quieto y decidí

pergeniar un proyecto ambicioso

y solitario llamado ‘Radio

Under’, una radio online donde

se pudieran escuchar programas

de todo el mundo. No importaba

el idioma si la música era la

correcta. Entonces empecé a

contactarme con distintos con-

ductores de programas

de radio de Colombia,

Perú, México, España, etc.

Aunque no los conocía, la

pasion por la musica nos unía y

creo que no hay nada mas lindo

para alguien como yo que

hace radio con tanto sacrificio

y solo por amor al arte, que

contactar a otros para pedirles

que se sumaran a este

carrusel. Así fue como conocí

a ‘Caramuel’ un programa

de la hostia que se emite por

Radio Kolor (radiokolor.es)

y es conducido por Eva Lennon.

Principalmente me llamó la

atención la selección musical, la

temática, la info y, por supuesto,

el acento español que es una maravilla.

Buena música, voz sensual.

La combinacion perfecta

que invita a escucharlo relajadamente

con un buen whisky y

fumando algun cigarro.

Al escuchar por primera

vez en ‘Caramuel’ el spot que

decia ‘Radio Kolor, la radio libre

de Cuenca’ me atrapó en

ese instante. Quizás a alguno

no le parezca llamativo, pero el

slogan “radio libre” hace y dice

todo para aquellos que ejercemos

la profesion del micrófono.

Ese spot marca la diferencia

y se hace realidad al escuchar

los programas de la

grilla (o parrilla, como dicen

ustedes). Cuando busqué

la pagina de la radio no solo

estaba el buenazo de ‘Caramuel’,

sino otros tremendos

programas de rock y cultura.

Al esucharlos, sentí el compromiso

de la emisora con el

pueblo y todas sus actividades.

Nada mejor en estos tiempos

que tener una compañera en

tus oídos que te represente.

Gracias a ese contacto con

Eva pude descubrir la belleza de

Cuenca y saber un poco mas de

su gente, sus calles y personajes.

Desde la distancia, Cuenca es el

lugar donde me gustaría estar

en este preciso momento. X

Gustavo Pitrau

12 revista ¡EA!

revista ¡EA! 13



MÚSICA

La Playlist de...

FIZZY SOUP

5

6

1

2

3

La síntesis O’ Konor -

EL MATÓ A UN POLICÍA MOTORIZADO

De regreso a casa tras girar por festivales en

Ourense y Burgos, habiendo perdido la maleta,

vistiendo con la ropa que compramos en carretera

y exhaustos del tour, Sonia llevó a Javi a el día del

Watusi, fiesta con banderines celebrada en León.

Fue allí donde este grupo nos levantó del césped

para flipar con su directo, no pudimos resistir a

comprarles a ellos mismos el dísco, que es una

maravilla.

4

Sirens - WILSEN

Les conocimos por los videos en directo de

Wild Honey Pie y nos encandilaron canción a

canción, saben crear paisajes mágicos y sumergirte

en ellos. Sonia consiguió el disco desde

EEUU y desde entonces nos acompañó siempre

en la furgo.

You are free - CAT POWER

Una referencia para nuestra música desde hace mucho

tiempo. Nos gusta de Cat Power que es poderosa e inconfundible,

además de la libertad con la que hace su música.

7

Dreams are gone - JULIÁN MAESO

Gran referente de la escena nacional. Su música acaricia

y duele al mismo tiempo. Los padres de Javi se compraron

el vinilo y Javi se lo robó para escucharlo. Nunca se

lo devolvimos.

Micah P. Hinson and the red empire orchestra

- MICAH P. HINSON

Este disco calma cualquier mal. Es muy especial

por la desnudez de sus canciones. Suena a folk

pero no, a indie pero tampoco. Es como el chirimiri,

que te cala sin que te des cuenta.

8

Kulturkatzenjammer -

PAJARO SUNRISE

Descubrimos a Pájaro durante un viaje, el presentaba

este disco en la radio, cuanto más sonaba,

más increíble nos parecía. Al regreso, compramos

el disco y apareció nuestro gato perdido.

9

10

Sound & Colour - ALABAMA SHAKES

Compramos este disco por la portada, sin haber

oído nada antes y probablemente es de los

discos que más hemos rallado y cantado en la

furgoneta. Tiene mucha –y buena- energía.

If should go before you -

CITY AND COLOUR

Fue otra de esas elecciones a ciegas que se

convirtieron en flechazo. La música de Dallas

Green es profunda y sincera. Perfecta para

reconciliarse con el universo

Sonia García y Javier Corroto

fizzysoup.es

No wow - THE KILLS

Les descubrimos hace un año y siempre lamentaremos

no haberlo hecho antes, aunque la encerrona en casa nos

sirvió para recuperar el tiempo perdido. Salvajes, honestos

e inquietos, se han convertido en una referencia de

cabecera.

A Wasteland Companion - M. WARD

Este señor hace lo que le da la gana y siempre

suena a él. Su voz, su estilo y su sonido nos hacen

flotar y querer ser sus amigos. Consigue que el

sol caliente mejor y la lluvia brille más mientras lo

escuchas.

14 revista ¡EA!

revista ¡EA! 15



RELATO

Donde habita el Olvido

Donde habita el olvido está el balón que

botó en la línea y no llegó a entrar.

Donde habita el olvido tienen una finca

los próceres que no han sido absueltos

por la historia. Donde habita el olvido el suelo

está cubierto de billetes de avión. Donde habita

el olvido nos espían a escondidas las oportunidades

que tuvimos. Donde habita el olvido todo

es sala de espera hasta donde alcanza la vista.

Donde habita el olvido no se malgasta el tiempo

en despedidas.

Donde habita el olvido han sido desterradas

las miradas furtivas en el metro, los pensamientos

que nos avergüenzan, las peleas con los amigos y

enemigos. Donde habita el olvido residen nuestros

primeros maestros, nuestros primeros amo-

res y nuestros primeros muertos. Donde habita

el olvido los rencores se exhiben en un museo y

los perdones brotan de las ramas de los árboles.

Donde habita el olvido todas las cosas perdidas

están en su sitio.

Donde habita el olvido hay un buzón con cartas

que empezaste a quemar y un cementerio de llamadas

perdidas. Donde habita el olvido hay versos

que se extraviaron por no tener a mano una

libreta. Donde habita el olvido canta mi voz interior,

la que no desafina, ni calla, ni otorga. Donde

habita el olvido las malas lenguas se confiesan

en el templo y alardean en la cantina de ser unos

profesionales del sexo oral. Donde habita el olvido

suenan en el hilo musical las canciones que no

eres capaz de borrar de tu cabeza. Donde habita

el olvido está Cernuda esperando

a Sabina para tomar la penúltima.

Donde habita el olvido están

los tragos de Martini que sentaban

mal, el mareo de la primera

calada de un canuto de hachís y

el semen de las poluciones adolescentes.

Donde habita el olvido

se esconde el vicio proscrito

y arden las recetas prescritas por

el endocrino. Donde habita el olvido

hay lágrimas embotelladas en frascos de perfume.

Donde habita el olvido cumplen condena los jueces que

dictaron sentencia contra nosotros. Donde habita el olvido

hay un horno crematorio donde nuestra indecencia

se convierte en ceniza.

Donde habita el olvido estás tú, repasando olvidos en

un álbum de fotos desordenado; estoy yo, lamentándome

de haber dejado el tabaco que me ayudaba a rememorar;

y están esos chicos y chicas de dientes perfectos

Donde habita el olvido

se esconde el vicio

proscrito y arden

las recetas prescritas

por el endocrino

que nos provocaban tantos

celos. Donde habita el olvido

hay una fiesta donde se

divierten todas las personas

a las que no invitamos

a la boda. Donde habita el

olvido los amores de toda

una vida caben en un bolsillo.

Donde habita el olvido

hay alguien que nos estaba

esperando y no es capaz

de identificarnos, porque

hemos cambiado tanto que ya no hay dios

que nos reconozca. Donde habita el olvido

todas las paredes son espejos.

Donde habita el olvido...

Parecía que estaba tan lejos y resulta

que ya estamos llegando. X

Jesús Huerta

16 revista ¡EA!

revista ¡EA!

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ARTÍCULO

Quién nos iba a decir

Quién se iba a imaginar esa noche la

que nos caería encima un par de

semanas después…...

La noche del último día de febrero

de 2020 presentamos en concierto el primer disco

del grupo. Y lo hacíamos en uno de nuestros locales

favoritos de Cuenca. Como era previsible para

un sábado normal (cuando la normalidad era normal

y corriente), no siendo además una sala grande,

se llenó enseguida. Aquello se petó de amigos,

de conocidos, de desconocidos, todos hablando

a gritos, cerquita, contacto físico….vamos lo normal….impensable

hoy en día……que gustico oiga y

que bien lo pasamos…Tal y como nos enteramos

poco después, es muy probable que aquel sábado

ya circulara el virus en Cuenca, muy cerca de nosotros.

Pero todavía no lo sabíamos.

Tuvimos suerte; ni nosotros ni la gente conocida

que fue al concierto se contagió esa noche. Y

es que hubo unos tiempos, sobre todo al principio,

en los que contagiarte era, una cuestión de

suerte; quiero decir, de mala suerte,….. de haber

estado o no en el sitio y en el momento equivocados…como

por azar….

Pero eso pronto debería haber empezado a

cambiar con la llegada de la información. La información

lo empezó a inundar todo (qué es, como

se contagia, cómo me protejo, cómo protejo a

los demás, …). Si bien es cierto que, en lo que se

refiere a causas de contagio y medidas de control,

a veces la información no ha sido demasiado

clara y es posible que no haya permitido que las

decisiones individuales y colectivas sobre prevención

fueran las más acertadas (acordaros de

la reticencia de la OMS, durante meses, a admitir

la transmisión por aerosoles, que muchos científicos

llevaban tiempo anunciando como uno de

los mecanismos más importantes de contagio),

lo que es indudable es que ha

habido mucha información, y

que el conjunto de la comunidad

ha tenido acceso a ella.

Información sobre lo que tengo

que hacer, como individuo,

para no contagiarme y para no

contagiar a nadie. Medidas de

salud pública aplicadas a nivel

individual para conseguir un inmediato

beneficio colectivo.

Bueno, qué bien. Tenemos

la información……y la información

es poder. Controlar la epidemia

está en nuestras manos.

Es nuestra responsabilidad.

En este momento contagiar o

contagiarse ya deja de ser una

cuestión de azar para convertirse

en un asunto de sensatez, de

prudencia, de respeto. Esto lo

tenemos ganado, con lo sensatos

y responsables que somos….

no problem.

No es insensato ni imprudente,

así en principio, creer

en la especie humana. Claro,

que pronto las evidencias nos

revelan que de responsables y

respetuosos, muy poquito. Las

cifras de enfermos, hospitalizados

y fallecidos en la tercera

ola han servido para cuantificar

la falta de respeto que nos tenemos

a nosotros mismos, y, lo

que es peor, a nuestros convivientes,

familiares, amigos, vecinos,

compañeros de trabajo….

En el momento de escribir

estas líneas, ahora que se empieza

a controlar la tercera ola,

y antes de que venga la cuarta

en unos días, me pregunto de

dónde sale tanta irresponsabilidad….

No sé cuánto nos queda de

epidemia, espero que no mucho,

aunque seguro que todavía

contagiar o contagiarse

ya deja de ser una

cuestión de azar

para convertirse

en un asunto de

sensatez, de

prudencia,

de respeto

no ha dicho su última palabra.

Pero, en cualquier caso, cuando

todo pase, nada será igual. Las

heridas que están dejando en la

sociedad los comportamientos

irresponsables no son más que

otra seña de nuestro incansable

afán de autodestrucción.

Somos incapaces de cuidarnos

como especie…..….. que pena

penita pena…... X

Manuel Sánchez Ibáñez

18 revista ¡EA!

revista ¡EA!

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LITERATURA

La Estantería de...

JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

20.000 leguas de viaje submarino

JULIO VERNE

(Editorial Miguel Armany Barcelona, 1955)

El periplo submarino del Nautilus del capitán

Nemo, junto a los azarosos afanes de Los Hijos

del Capitán Grant al rescate de su progenitor

y la lucha por la supervivencia de los náufragos

de La isla misteriosa aunados en

este volumen triple abocaron a mis

siete años a dejarse atrapar por

el plural narrar verniano y desde

él hacer mío el caleidoscopio de

países, ambientes y culturas en el

que se movían sus protagonistas.

Ficciones

JORGE LUIS BORGES

(Ediciones Sur. Buenos Aires. 1944)

Poemas proféticos y prosas

WILLIAM BLAKE

(Barral Editores. Ediciones de Bolsillo. 1971)

Otro aldabonazo en mi proceso como lector

de poesía y poco después como temerario

practicante de su escritura. Aunque en

esta ocasión fuera a través de tan sólo

la traducción de Cristóbal Sierra, en

este libro iba a descubrir el fascinante

y heterodoxo universo mítico del, en palabras

de Harold Bloom, “más profundo teórico

de la imaginación que ha habido jamás”.

Borges: otro flechazo. En especial su magnético

El jardín de senderos que se bifurcan. Su sobria

exquisitez narrativa; su aparentemente

tradicional y sin embargo tan en el fondo

subversivo contar; su juego intelectual

con el lector y casi se diría que consigo

mismo; su magistral uso de la

hipertextualidad...

Ulises

JAMES JOYCE

(Bruguera, Libro amigo, Lumen. 1979)

Revelación esencial para mi desarrollo como lector fue

también el Ulises de Joyce, atlas de toda narración

posible, primero en la tan peculiar traducción de J.

Salas Subirat para la bonaerense editorial Santiago

Rueda, que leí en su quinta edición, la de 1966, y años

después –1983–en la mucho más ortodoxa versión de

José María Valverde para Bruguera-Lumen.

Poetas ingleses metafísicos

del siglo XVII

MAURICE Y BLANCA MOLHO

(Barral Editores, Poesía, Libros de

Enlace, 1970)

Dentro de ese avanzar en mi personal acercamiento

al hacer poético revestiría especial importancia

esta otra antología bilingüe que me

iba a llevar especialmente al descubrimiento

de la inmensa valía de esa obra de John Donne

donde, como señalaban los autores de la

recopilación, “Vida y Creación, poesía-experiencia

y poesía-ejercicio, se confunden”.

José Ángel García

La isla del tesoro

ROBERT LOUIS STEVENSON

(Colección Corinto Bruguera, 1959)

Más que Miguel Strogoff llevando el mensaje del Zar a Irkutsk, más

que Ivanhoe acudiendo en auxilio de la judía Rebeca, fui –y de alguna

manera, en algún pliegue de mi propio ser, he seguido, sigo siendo–

Jim Hawkins agazapado en el fondo del barril de manzanas en la

cubierta de la Hispaniola temiendo ser descubierto por los piratas que

traman el plan de su motín.

Las mil mejores poesías de la lengua castellana

JOSÉ BERGUA

(Ediciones Ibéricas Novena edición, 1944)

Mil también veces leída y releída, esta

antología, junto a las selecciones

de poemas de autores españoles

y extranjeros que

publicaba en sus páginas

finales el diario ABC, iba a

resultar fundamental para mi

acercamiento la escritura poética

y, dentro de ella, al rico acervo de

nuestra tradición lírica.

La Trilogía de Nueva York

PAUL AUSTER

(Anagrama, Panorama de narrativas,

1988)

Sin duda uno de los grandes novelistas contemporáneos.

Ciudad de cristal, Fantasmas, y La

habitación cerrada fueron las puertas de entrada

a un corpus narrativo que me he obligado a seguir,

título a título, a despecho de que alguno de

ellos no alcanzaran en mi ánimo lector la misma

fascinación que esos tres que me provocaron tan

permanente adicción.

Todos los fuegos, el fuego

JULIO CORTÁZAR

(Editorial Suramericana, 1966)

Sin duda uno de los mejores cuentistas

de todos los tiempos, ese género

que, usando sus propias palabras, en

vez de ganar a los puntos como hace

la novela, debe hacerlo por knock-out. Y

vaya si los suyos -sus cuentos- no lo hacen.

Eso además de ser ejemplos vivos de cómo,

cual también dejó dicho, ellos, los cuentos, en

última instancia, se mueven en ese plano del

hombre donde la vida y la expresión escrita de esa

vida libran una batalla fraternal, una batalla que es el

cuento mismo.

Lírica de una Atlántida

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

(Galaxia Gutemberg. Círculo de Lectores, 1999)

Del inicial enamoramiento de la poesía de Antonio

Machado pasé a la admirada inmersión

en el insondable universo

del genio de Moguer, en especial

en el que, a la vez enigmático y

diáfano, luminosa paradoja, palpita

en sus últimos títulos Dios deseado y

amante o De ríos que se van, cimas

absolutas de uno de los decires poéticos

más asombrosos de la lírica hispana.

20 revista ¡EA!

revista ¡EA!

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RELATO

La noche que

Puskás

derrotó a

El Cid

Un año después de haber pisado el hombre

la luna, los Estados Unidos se proponían

llegar al sol lanzando al espacio

el Pioner 5, mientras los soviéticos

ponían en órbita dos nuevos Sputnik, incluyendo

en uno de ellos como pasaje a dos perros, cuarenta

ratones y un par de ratas. En el continente

africano la independencia del colonialismo europeo

se propagaba como una plaga de un país a

otro y en el Festival de Berlín un joven cineasta

francés, Jean-Luc Godard, se alzaba con el Oso

de Oro a la mejor dirección por su ‘Al final de la

escapada’. Mientras tanto Hollywood descubría

los magníficos escenarios naturales de España

para sus producciones épicas.

En la primavera de ese año, la localidad conquense

de Belmonte, se había convertido en plató

cinematográfico. Los camiones cargados de

focos, cables y decorados de cartón piedra habían

invadido el pueblo, llenándolo de forasteros

y vistiendo a los lugareños de súbditos

feudales del medievo.

Una noche, tras una larga jornada

de rodaje, en una pequeña

tasca de la plaza principal de Belmonte,

que se anunciaba con un

cartel pintado en un madero como

‘Bar con televisor’, dos comensales

conversaban en inglés al tiempo que

disfrutaban de los platos típicos del

lugar. No había nadie más en el interior,

tan solo el camarero que les

servía y la cocinera, que entre

frito y frito, se asomaba tímidamente

desde la cortina

que la separaba del improvisado

salón comedor para

curiosear por la reacción al

banquete de los dos americanos.

Los dos ilustres clientes

eran el director de cine, Anthony

Mann, y la estrella hollywoodiense

del momento,

Charlton Heston. Ambos

compartían sus opiniones

sobre el desarrollo de las

escenas rodadas ese mismo

En la pantalla, la

estrella del Real

Madrid, Ferenc

Puskás, con un

fuerte cañonazo

colocaba el balón

entre las redes del

Fráncfort

día. Heston estaba orgulloso de

como estaba dando vida a Rodrigo

Díaz de Vivar y Mann auguraba

que su Cid iba a arrasar

en taquilla. Los dos estaban muy

animados por el rico vino que,

servido en jarras de barro, rellenaba

una y otra vez sus copas.

En uno de los brindis, Heston,

observó a un nutrido grupo de

belmonteños que se asomaban

apretujados por los ventanales

del bar. El americano miró a su

compañero y apuntó: ‘vaya gente

más respetuosa, esperan a

que terminemos de cenar para

pedirme los autógrafos’. Mann

apuró su copa y concluyó: ‘quizá

es mejor no hacerles esperar

más…’.

Los dos forasteros se levantaron

de sus sillas y se dirigieron

a la puerta. Heston la abrió

decidido, como si retomase su

papel de Moisés y se dispusiera

a separar las aguas del Mar

Rojo. Al hacerlo, los lugareños

lo bordearon e, ignorando su

estirada e imponente figura, se

acercaron a la base del televisor

colgado en una balda de la pared

y uno de ellos estiró su brazo

y apretó el botón de encendido.

Los dos americanos observaron

la paciencia de los belmonteños

esperando a que el aparato se

calentase y finalmente apareciese

la imagen en blanco y negro.

En la pantalla, la estrella del Real

Madrid, Ferenc Puskás, con un

fuerte cañonazo de zurda colocaba

el balón entre las redes del

Fráncfort. Los forofos futboleros

que habían invadido el bar

gritaron al unísono de alegría,

sobresaltando al mismísimo Cid.

El Madrid ganaba otra copa de

Europa y poder verlo en directo

por la pequeña televisión en

blanco y negro era el gran acontecimiento

del momento. No

obstante, por petición del propietario

del bar, habían esperado

a que los americanos terminasen

de cenar.

Heston salió de la tasca ofendido,

el deportista búlgaro le

había vencido.

Esa noche cualquier joven

del pueblo hubiese dado lo que

fuera por un autógrafo del zurdo

‘Cañoncito pum’ y nadie se

preocupó por solicitar la firma

de la estrella de Hollywood. X

Juanra Fernández

22 revista ¡EA!

revista ¡EA!

23



HISTORIA

Leonor de Plantagenet,

el poder de la mujer de Castilla

La Historia nos ha entregado

multitud de mujeres extraordinarias.

Algunas de ellas las

conocemos bien, quizá por su

cercanía en el tiempo o por la impronta

que nos han dejado. Este es el caso de

Clara Campoamor, Rosalía de Castro o

Frida Khalo. Otras, como Doña Urraca,

Leonor de Plantagenet o Blanca de

Castilla, parece que se han diluido en el

tiempo, dejando solo pequeñas reminiscencias

en la mentalidad popular y en la

toponimia de sus ciudades.

Este ostracismo ha

jeres que se abrieron paso

y fueron protagonistas de

una época preparada para

los hombres.

Cuenca es un claro ejemplo de ello. Contamos con múltiples

referencias a Leonor de Aquitania y a Leonor de Plantagenet,

hasta contamos con representaciones de las que es protagonista

en fiestas como San Julián, pero pocos son los que conocen

realmente el poder y la personalidad equilibrada de una reina

que seguro se enamoró de la ciudad y de sus gentes. Una reina

que desde el mismo momento en que pisó Tarazona, con tan

solo nueve años, y conoció al que sería su marido, fue honrada,

amada y respetada, consiguiendo más

poder y autoridad del que ninguna

Su vida empezó un 13 de

septiembre de 1161 en

Normandía

Alfonso VIII y Leonro en Uclés. Tumbo menor

de Castilla ‘Orden de Santiago. Convento de

Santiago de Uclés’.

(Archivo Histórico Nacional).

reina peninsular había gozado hasta

entonces. Se convirtió en el pilar tanto

del reino como de su linaje y, junto

a Alfonso, afrontó un reinado largo

y sobresaliente, con un matrimonio

Trasladó a Castilla toda

la vanguardia que había

vivido en su niñez

lanzado a la oscuridad a

mujeres que deberíamos

tomar como ejemplo

de fuerza y orgullo, de

poder y autoridad; muverdaderamente

afortunado.

El fallecimiento de ambos en

el mismo mes de octubre de

1214 y la unión de sus sarcófagos

en el Monasterio de las Huelgas, evidencia tanto el amor y el respeto

que se tenían, como la política de cogobernabilidad que desarrollaron

durante su reinado.

Su vida empezó un 13 de septiembre de 1161 en Normandía. Su madre,

Leonor de Aquitania, fue una de las mujeres más excepcionales, fuertes

y con carácter de la Historia. Quizá como apunta el historiador y cronista

de Cuenca, Miguel Romero, es posible que ser la hija la gran Ellionor ensombreciera

de algún modo el recuerdo de su memoria y asentara la idea

de su papel como mera acompañante de Alfonso, cuando realmente fue

protagonista de su reinado. Su padre fue el gran Enrique II de Plantagenet,

rey de Inglaterra. Sus hermanos los legendarios y desafortunados

Ricardo Corazón de León y Juan sin Tierra. Fue madre de reinas tan fuertes

y orgullosas como Berenguela, quien bien merece un artículo aparte,

y tan excepcionales como Blanca de Castilla, reina y madre del rey San

Luis de Francia.

Es innegable pensar que la educación de su madre y su niñez en la

corte más moderna de la época fueron determinantes en su vida y obra.

Leonor representaba la mezcla perfecta entre la fortaleza, el orgullo y la

eficacia política de su madre; y el valor y la habilidad de su padre para

los enfrentamientos y la negociación. Además, como su propio bisnieto

Alfonso X apuntaría, todos estos atributos se

complementarían con una dulzura, piedad,

prudencia y sensibilidad inigualables.

Si por algo se conoce a nuestra reina Leonor

es por su gran mecenazgo. Criada en una

de las cortes más cultas de su tiempo, trasladó

a la austera Castilla toda la vanguardia que

había vivido en su niñez. En su corte abundaron

juglares y trovadores, así como

maestros canteros, músicos, constructores,

pintores e iluminadores. La gran

devoción que la reina sentía hacia Camino

de Santiago, en parte heredada

por su abuelo Guillermo X, quién

falleció a los pies del Apóstol, y su

consiguiente impulso y cuidado como

benefactora del mismo, propiciaron

la entrada de las nuevas preferencias

artísticas cistercienses y góticas en la

península. Estas tendencias podemos

observarlas en el patronazgo que la

reina ostentó en vida y que derivó en

la fundación, entre otros, del nuevo

mausoleo real castellano, el Monasterio

de las Huelgas en Burgos, en

la creación del Hospital del Rey

–u Ospital de la Regina- en plena

ruta jacobea, o en la primera

catedral gótica de la península

en la recién conquistada Cuenca.

Con todo ello, no cabe duda

que el papel que Leonor jugó en

el nacimiento de un nuevo arte,

que aunara la tradicional identidad

castellana con las influencias

neogóticas, fue verdaderamente

sobresaliente.

Junto a ello no hay que olvidar

que ella sentó las bases de

la futura hegemonía naval castellana.

Fue Leonor la que, por su

naturaleza inglesa y normanda,

aconsejó y convenció a su marido

sobre la importancia de crear una

armada castellana fuerte que sirviera

tanto de defensa como de

ataque si así se necesitara. Así, las

villas y gentes cántabras se beneficiaron

de unos generosos fueros

que convirtieron estas tierras

en el astillero de Castilla.

Y esta fue, a grandes rasgos,

la gran reina Leonor. Una

de las más trascendentales

de nuestra historia y

también una de las más olvidadas.

Una reina que fue

esencial en la consolidación

política y territorial castellana,

que junto a su marido

Alfonso hizo de Castilla la

potencia más importante

al sur de los Pirineos, y cuyo

testimonio en la labor diplomática

y cultural de la Europa

del siglo XII y principios del XIII,

fue ejemplo de una habilidad,

poder y autoridad como nunca

antes se había podido vislumbrar,

no solo en la península,

sino también en toda la Europa

medieval. X

Ana Amate Agra

24 revista ¡EA!

revista ¡EA!

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ARTÍCULO

El autor Samir Delgado residió

en Cuenca entre 2013 y 2015, fue

fundador del proyecto Tren de los

poetas y ha publicado libros de

poesía dedicados a pintores

del Museo Abstracto

“Escribir sobre pintura abstracta es

una reivindicación de los imaginarios”

Cuenca es una ciudad abstracta, desde su

condición interior de provincia de Castilla-La

Mancha atesora un valor primordial

para la cultura y destaca en el devenir histórico

de la modernidad por haber representado

el lugar de la excepción, el espacio de resistencia

creativa en el proceso de transición democrática

dentro de la historia del arte contemporáneo. Yo

he visto los museos de muchas ciudades europeas,

me he paseado por el Guggenheim de Nueva York

en estos años de residencia en México, y sigo convencido

de que los museos

de Cuenca son un espacio

de evocación y de ensueño.

Tras mi marcha de la ciudad

tomé la determinación de

dedicar una serie poética a

sus artistas, es un modo de

La editorial Bala Perdida,

de Madrid, publicó en 2019

el libro “Jardín seco” que

fue presentado en 20

ciudades españolas

permanecer en ella y de prolongar el contacto con

sus otros paisajes, los de la pintura.

La fundación del Museo de Arte Abstracto Español

de Cuenca fue un hito que permanece como

referente de trascendencia para los imaginarios

creativos y la libertad de expresión. Cuando llegué

a Cuenca en 2013 entendí que debía radicalizar mi

modo de mirar el arte a través de la escritura poética,

debido a la vivencia excepcional que supuso el

contacto directo con las arpilleras de Millares, tomé

conciencia del valor íntimo de la experiencia que

supone mirar un cuadro y recrear

su potencial liberador y de toma

de conciencia de la condición humana

por medio de un diálogo

creativo con las pinturas del museo,

de este modo surgió el libro

“Las geografías circundantes”, un

tributo al artista canario que fue escrito en meses

de nieve, en plena residencia en la parte alta de la

ciudad, iba a ver las arpilleras todos los días a la Fundación

Antonio Pérez bajo el influjo de su delirio.

Antes ya había dedicado otra serie poética a artistas

de las islas y a pintores extranjeros que formaron

parte de la importante colección de arte del

Museo Eduardo Westerdahl en Tenerife, durante mi

proceso de maduración expresiva encontré en el

arte el canal de escritura para solventar la presión

deshumanizadora que el turismo de masas está generando

en el archipiélago y en mi generación nacida

en las ciudades hoteleras del atlántico. De algún

modo encontré la hipótesis personal de que se pueden

salvar los paisajes del deterioro terminal de la

mirada bajo la lógica del consumismo a través de lo

poético y de la pintura, especialmente vista como

“segunda naturaleza”, es una idea que sostiene toda

mi cosmovisión, hay en los cuadros más realidad que

en la propia realidad cotidiana de todos los días, son

las pinturas una reliquia del tiempo de la vida que se

conserva a pesar del impacto de la virtualidad y de

las pantallas, por eso escribir sobre Millares, César

Manrique o Zóbel ha sido un medio de profundizar

en el diálogo creativo con el devenir del arte, de los

paisajes y de la vida misma. Es como tocar en sueños

el agua del Júcar o visitar un volcán. Escribir sobre

pintura abstracta es una reivindicación de los imaginarios,

del derecho a la utopía y de la belleza.

Más tarde, ya residiendo en México, dediqué un

año entero a la escritura desde la distancia sobre los

cuadros de Fernando Zóbel, la editorial madrileña

Bala perdida, dirigida por Lorena Carbajo, publicó

el libro con un prólogo bellísimo del crítico de arte

Alfonso de la Torre, y se cumplió el sueño. La pintura

de Zóbel es un paradigma del arte de nuestros

días, su procedencia como creador hispano-filipino

y su papel como coleccionista fue providencial para

la generación de la abstracción, en sus pinturas hay

un vestigio latente de la belleza y de la experiencia

del paisaje que va más allá de la contemplación del

Júcar, más bien universaliza el río y funda su eternidad.

Por eso mismo el libro “Jardín seco” es un diálogo

con su pintura y con la ciudad desde un plano

cosmopolita y experimental, cada poema aspira a

un regreso primordial a la esencia de la luz y de la

naturaleza, al lugar de su contemplación fuera de la

historia, casi se puede decir que los cuadros fueron

anteriores al río, por eso yo escribí el río en la pintura

de Zóbel con la vocación de un compromiso ético,

la búsqueda de una imagen moral del paisaje castellano

en su pintura para trascender así la pérdida

del aura y de su visualidad originaria. De hecho, ya

la mayoría de los visitantes de los museos miran los

cuadros a través de sus cámaras de móvil, la pérdida

del aura es eso mismo, un alejamiento de la posibilidad

entrañable de ver la vida a través del arte.

Y ahora toca dedicar un libro a la pintura de Antonio

Saura, por eso regreso a Cuenca de visita, para

afrontar un nuevo episodio de la escritura poética

sobre la abstracción, la ciudad de Cuenca siempre

será mi casa, es un delirio que durará toda la vida. X

Samir Delgado

26 revista ¡EA!

revista ¡EA!

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RELATO

Menos seso

que un mosquito

Cuando alguien te espeta, así a las bravas: “Tienes

menos seso que un mosquito”, no sé bien si lo que

quiere es herirte, aludiendo al tamaño de tu cerebro,

o llamarte directamente tonto por tu cortedad

de mente.

Sea como fuere, yo no estoy de acuerdo con eso. Yo creo

que, para tontas tontas, las moscas, aunque su cerebro sea

más grande.

A ver, de momento, un mosquito es puro sigilo. ¿Quién se

ha enterado alguna vez, de cuándo un mosquito le ha picado?

Pues nadie.

A ver, ¿quién puede contestar sinceramente a la pregunta?:

“Vaya haba gorda que tienes, ¿cuándo te ha picado el mosquito?”.

Pues nadie. Que no tienes ni idea, que a lo mejor dices tú:

“Anoche”, pero para salir del paso y no dar la impresión de que

andabas en Babia como siempre…

Que mis despreocupadas

acrobacias me llevaran

a un lugar

engañosamente

amable, en el que

me quedase

absurdamente

atrapada...

El mosquito demuestra

que es pura cautela y supervivencia.

Y para eso, tienes

que ser bastante listo.

Una mosca en cambio es

mucho más lela. Siempre

sabes dónde está y lo que

hace. Y lo que hace básicamente

es molestar, yendo

de un lado a otro sin parar.

De la pierna al brazo…, de

las sardinas a las chuletas…,

o posándose sobre el casquillo

de una bombilla…, o

petardeando contra un cristal…,

o embobándose en un

espejo…

Eso sí, tienen una gran

ventaja: son rápidas, porque

si no lo fueran, ya no quedaría

ni una…

A mí no me gusta la violencia,

así que cuando alguna

vuela por mi casa como si fuera por la suya, antes de liquidarla,

intento convencerla para que se vaya; primero agitando los brazos y

haciendo ruidos con la boca, tipo “sschhhhh…”, y luego ya, persiguiéndola

con saña, con el paño del polvo.

A veces pierdo la paciencia y les atizo un mamporro. “Perdisteis

vuestra oportunidad”, les digo…

Aunque en realidad, creo que las liquido porque no las comprendo.

Por ejemplo, no las comprendo cuando una ventana está entreabierta

y en lugar de salir por el hueco abierto, se empeñan en golpearse

contra el cristal de la hoja cerrada… mira que lo tienen al lado, pues

nada, como si estuvieran tontas… Y así las ves angustiadas trepando

sin parar por el cristal cerrado, en vertical…, en diagonal…, hacia la derecha…,

hacia la izquierda…, venga pa arriba…, venga pa abajo…

Sorprendida las miro y me pregunto qué pensarán en esos momentos,

cuando no logran superar esa barrera invisible que las separa de

la libertad…

Luego vas al rato y claro, están patas arriba, totalmente exhaustas

por el esfuerzo, o muertas por el estrés de no encontrar la salida.

En ocasiones pienso, que los humanos tenemos comportamientos

de mosca.

Hombres y mujeres vamos por igual, de la mano a la rodilla ajena,

del cuello a la espalda del otro, buscando una piel que nos guste más,

que sea más dulce o más salada o que al menos, tenga buen sabor…

Otras veces nos enamoramos torpemente de nuestra propia imagen,

reflejada en un espejo…

O nos deslumbramos con luces dañinas que nos chamuscan y nos

lanzan al suelo, después de un

breve chisporroteo...

Pero con todo y con eso, no

me importaría ser mosca por

una temporada…

Me encantaría volar al tuntun

sin un objetivo claro. Hacer

vuelos rasantes y petardear

ruidosamente… Ir de plato en

copa por puro placer… Planear

de piel en piel, por lujuria o por

indecisión, o simplemente porque

me diera la gana…

Incluso no me importaría

como Ícaro, caer al mar, si mis

alas transparentes se derritieran

por haberme acercado demasiado

al Sol…

Pero si mi cerebro es miles

de veces mayor que el de una

mosca, sería esperable que mi

proceder fuera más inteligente…

¿o no…? La verdad es que

no estoy tan segura de que así

sea. No estoy tan segura de

que mis prestadas alas fueran lo

único que me asemejaran a una

mosca…

Por eso me inquieta pensar

que, en algún momento de mi

vida, mi cerebro se abotargase

y no me diera cuenta de ese aire

fresco que entra por una hoja

abierta… ni de la libertad, que

está ahí, a un solo vuelo…

Que mis despreocupadas

acrobacias me llevaran a un lugar

engañosamente amable,

en el que me quedase absurdamente

atrapada...

Que mi inteligencia fuera

entonces, tan corta como la de

una mosca, y me quedara obstinada

y exhausta, pegada tras

los sucios cristales de una ventana

equivocada… X

Soledad Blume

28 revista ¡EA!

revista ¡EA!

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POESÍA

Poemas de... RAFAEL CORONADO

Quevedo

A Lucio Mochales

Afán premonitorio tuvo su nacimiento,

pues dos días después –ya casi destetado

y escribiendo-, en Argel sería liberado

el cautivo Cervantes, ¡Feliz advenimiento!

Burlóse de lo habido, sin pausa o desaliento:

de la muerte, del necio; del amor del cornado,

mas, era su interior el punto más cuidado,

se rió de Quevedo, sus negros pensamientos.

Estudioso en bullangas, brillante estudiante;

previo conocedor del placer al amor;

misógino escritor, mujeriego y galante.

La muerte, patizamba, lo buscó con temor;

en la celda, en la corte; al poeta, al amante,

al Doctor de las Letras, mas, dio espada y valor.

(*Nota del autor. Fuente: El Buscón,

Colección RTB del Salvat)

Abril

“En el principio o en el fin

abril suele ser ruin”

(popular campesino).

Abril, río de sombras saturnales

que afluye al turbio mar del sentimiento,

las olas me devuelven pensamientos

atroces como peces abisales.

Tus flores enfermizas y espectrales

han hecho de mi alma su alimento,

tornándola en Jardín del Excremento,

vertedero de sueños e ideales.

De gárgola el perfil, la sombra mía,

maldita como un gato tabernario,

te escancia sus más negras letanías.

A fuerza de arruinar mi calendario,

esplende esa florida nombradía

que oculta tu revés patibulario.

Cara de otro

(minimal blues)

Al “bottle neck”, a la “slide guitar”

Mucho tango en este blues,

banda sonora siniestra,

entre el sudor de la música

suena el blues de la reyerta.

El callejón se encabrona:

plata de facas abiertas,

tipos con cara de palo

con juramentos se retan.

En rumor de maldiciones

truena el blues de la reyerta,

y el acero pide sangre,

las navajas centellean.

(...)

Sujetándose las tripas,

“el largo” dobla las piernas,

y el taimado “cara de otro”

vuelve al amor de la orquesta.

El callejón se desangra

con el blues de la reyerta,

mientras la “slide” se lamenta,

mientras la “slide” centellea...

30 revista ¡EA! Rafael Coronado Raúl Muñoz www.raulmunoz.es

revista ¡EA! 31



CINE

Las 10 películas favoritas de...

Es muy difícil decantarse solo por diez

títulos, pero voy a intentar confiar en mi

memoria inmediata y en mi subconsciente

para elaborar una lista rápida, ya que si me

SHEILA PONCE

detuviese demasiado a pensarlo la selección casi se

haría infinita.

También debería añadir como anexo Para Elisa

y Rocambola… pero eso, si queréis, para la próxima

selección. X

MERRY CHRISTMAS MR. LAWRENCE

de Nagisa Öshima. A parte de la excelente banda

sonora compuesta por Ryüichi Sakamoto, la presencia

de David Bowie como protagonista convierte a esta

película en necesaria dentro de mi selección.

BLUE VELVET

de David Lynch. Lynch y solo Lynch, su nombre ya es

razón suficiente para que este título figure en esta lista.

GHOSTBUSTERS

(CAZAFANTASMAS)

La de 1984, dirigida por Ivan Reitman, porque es una

película que he redescubierto gracias a mi hijo, Germán.

SOME LIKE IT HOT

(CON FALDAS Y A LO LOCO)

de Billy Wilder. Siempre he admirado a Marilyn

Monroe, y en esta comedia sublime, lleva la ingenuidad

y la sensualidad hasta puntos que ninguna otra

actriz ha logrado interpretar nunca.

IN THE MOOD FOR LOVE

de Wong Kar-Wai. La gracilidad interpretativa y la

dulzura fotográfica, son la combinación perfecta para

describir sutilmente el deseo de amar.

JAWS (TIBURÓN)

de Steven Spielberg. Nadie ha logrado hasta la fecha

hacernos pasar tanto miedo con una realidad posible

en nuestras vacaciones.

VIDEODROME

de David Cronenberg. Otro de mis mitos femeninos es

Debbie Harry. Su papel psicosexual en la cinta demostró

que no sólo era una gran cantante.

ROCK AND ROLL HIGH SCHOOL

de Allan Arkush y Joe Dante. Esta comedia adolescente

con canciones y aparición de los Ramones, rodada

en plena eclosión del Punk, se ha convertido en una

cinta de culto para los fans de la banda newyorkina.

Sheila Ponce

SPRING BREAKERS

de Harmony Korine. Otras vacaciones distintas de playa,

con otro tipo de tiburones. Esta obra de perversión,

violencia y música me enloquece.

THE FLORIDA PROJECT

de Sean Baker. Quizá porque es la más reciente de

las mencionadas y la que tengo más presente. Una

película que nos introduce en una inocente historia

infantil y que después nos desgarra con una realidad

adulta terrible.

32 revista ¡EA!

revista ¡EA! 33



revista ¡EA!

34 revista ¡EA! Reyes Martínez

35



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