11.12.2020 Views

A_Dos_Metros_de_Ti

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—¿No puedes practicar un poco de disciplina? ¿Adherirte a tu régimen?

¿Ni siquiera para salvar tu propia vida?

Me detengo en seco, mirándola. Ella no lo entiende.

—Nada va a salvar mi vida, Stella. O la tuya. —Sigo andando por el

pasillo, gritando por encima de mi hombro—: Todos en este mundo respiran

aire prestado.

Empujo la puerta para abrirla y estoy a punto de irme cuando su voz

suena detrás de mí.

—Ugh, ¡bien!

Me doy vuelta, sorprendido, la puerta se cierra con un clic.

—Pero nada de desnudos —añade. Se ha quitado la mascarilla y puedo

ver sus labios contraerse en una sonrisa. La primera que me ha dado. Ella

está haciendo una broma.

Stella Grant está haciendo una broma.

Me río, sacudiendo la cabeza.

—Ah, debería haber sabido que encontrarías una forma de quitarle toda

la diversión.

—No voy a posar durante horas y horas —dice, mirando al bebé

prematuro, con la cara repentinamente seria—. Y tu régimen. Lo hacemos a

mi manera.

—Trato —le digo, sabiendo que hacerlo a su manera quiere decir que

será un gigantesco dolor en el culo—. Yo diría que lo sacudiéramos, pero...

—Divertido —dice, mirándome y luego asintiendo hacia la puerta—. Lo

primero que tienes que hacer es conseguir un carrito de medicina en tu

habitación.

Hago un saludo militar.

—En eso. Carro médico en mi habitación.

Empujo la puerta para abrirla, dándole una gran sonrisa que me dura

hasta el ascensor. Sacando mi teléfono, le envío un mensaje de texto rápido

a Jason: Entiende esto, amigo: una tregua con esa chica de la que te hablé.

Él ha estado disfrutando mucho de las historias que le he contado

sobre ella. Lloró de tanto reírse ante el incidente de la alarma de la puerta

ayer.

Mi teléfono vibra con su respuesta cuando el ascensor se detiene

lentamente en el tercer piso: debe ser por tu buena apariencia. Claramente

no será por tu encantadora personalidad.

Me guardo el teléfono en el bolsillo y miro a la vuelta de la esquina para

comprobar que el puesto de enfermeras todavía estaba vacío antes de salir

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!