11.12.2020 Views

A_Dos_Metros_de_Ti

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Me doy cuenta de que, mientras caminamos, estoy marcando el paso,

Camila y Mya lo siguen de cerca. Me hubiera desmoronado por caminar

tanto hace unos meses, pero ahora siento que podría seguir adelante.

—¡Todas juntas para una foto! —dice Mya cuando encontramos

nuestra puerta, levantando su teléfono mientras nos apretamos, sonriendo

para la cámara.

Después del destello, nos separamos y miro hacia mi teléfono para ver

una foto de mi mamá de mi papá desayunando, sus huevos y tocino en

forma de una cara triste con el título ¡YA TE EXTRAÑAMOS, STELL! ¡Envía

fotos!

Me río, empujando a Mya.

—Oye, asegúrate de enviarla a mis padres; ya han estado pidiendo sin

parar fotos de...

Mi voz se desvanece cuando veo que su boca está abierta en shock, y

está mirando a Camila.

—¿Qué? ¿Hice eso con mi cara otra vez? —pregunta Camila,

suspirando en voz alta—. No sé por qué sigo sonriendo así...

Mya levanta su mano para interrumpirla, sus ojos se mueven con

urgencia a un gran grupo de personas esperando para abordar su avión,

finalmente enfocándose en algo detrás de mí. Camila inhala fuertemente.

Me doy vuelta, siguiendo su mirada, los vellos en la parte de atrás de

mi cuello se ponen de punta mientras mis ojos viajan por la larga fila de

personas.

Mi corazón comienza a latir más rápido cuando mis ojos se posan en

Jason.

Y entonces lo sé. Sé que él está allí incluso antes de verlo.

Will.

Estoy de pie, congelada en el lugar mientras él mira hacia arriba y

nuestros ojos se encuentran, el azul familiar con el que he soñado durante

tanto tiempo casi me derriba. Todavía está enfermo, el oxígeno portátil

colgado sobre su hombro, su rostro demacrado y cansado. Es casi un dolor

físico verlo así, sentir cómo se me llenan los pulmones cuando él no puede.

Pero entonces su boca se convierte en esa sonrisa torcida y el mundo

se desvanece. Es Will. Es realmente él. Está enfermo, pero vivo. Ambos lo

estamos.

Respiro hondo, sin obstáculos, y camino hacia él, deteniéndome

exactamente a dos metros y medio de distancia de él. Sus ojos son cálidos

cuando me recibe. Sin oxígeno portátil, sin dificultad para respirar, sin

cánula nasal.

Soy prácticamente una Stella diferente.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!