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A_Dos_Metros_de_Ti

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—En ese momento nada más me importaba. Nada. Excepto tu vida.

Él también presiona más fuerte, su voz tiembla mientras continúa.

—Lo único que quiero es estar contigo. Pero necesito que estés a salvo.

A salvo de mí.

Lucha para continuar, las lágrimas corren por su rostro.

—No quiero dejarte, pero te quiero demasiado para quedarme. —Se ríe

a través de sus lágrimas, sacudiendo la cabeza—. Dios, las benditas

películas estaban en lo cierto.

Apoya su cabeza contra la ventana donde descansa mi mano. Puedo

sentirlo, incluso a través del cristal. Puedo sentirlo.

—Te amaré por siempre —dice, levantando la vista para que estemos

cara a cara, los dos en silencio viendo el mismo dolor en los ojos del otro. Mi

corazón se quiebra lentamente bajo la nueva cicatriz.

Mi aliento empaña el vidrio, y una vez más levanto un dedo tembloroso,

dibujando un corazón.

—¿Podrías por favor cerrar los ojos? —pregunta, con la voz quebrada—

. No podré alejarme de ti si me estás mirando.

Pero me niego. Él levanta la mirada, viendo el desafío en mi cara. Pero

la certeza en la suya me sorprende.

—No te preocupes por mí —dice, sonriendo a través de las lágrimas—.

Si dejo de respirar mañana, debes saber que no cambiaría nada.

Lo amo. Y él está a punto de dejar mi vida para siempre para que pueda

tener una vida que vivir.

ir.

—Por favor cierra los ojos —suplica, apretando la mandíbula—. Déjame

Me tomo un momento para memorizar su rostro, cada centímetro, y

finalmente me obligo a cerrar los ojos mientras los sollozos atormentan mi

cuerpo, luchando con el ventilador.

Él se está yendo

Will se va.

Cuando abra los ojos, se habrá ido.

Las lágrimas caen por mi cara cuando lo siento alejarse, mucho más

allá de los dos metros que acordamos. Eso fue siempre entre nosotros.

Abro los ojos lentamente, una parte de mí aún con la esperanza de que

esté al otro lado del cristal. Pero todo lo que veo son las luces parpadeantes

en el patio y un auto de la ciudad en la distancia, desapareciendo en la

noche.

Mis dedos se levantan, temblando, mientras toco la impresión de sus

labios en la ventana. Su último beso de despedida.

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