04.12.2020 Views

2 pideme lo que quieras ahora y siempre de megan maxwell

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

sudadera azul puesta.

Al ver que todavía no me he quitado la ropa húmeda, me desnuda mientras suena la

sensual canción Turn me on de Norah Jones ¡Dios, me encanta esa canción!

Eric no me quita ojo. Mimosa, le tiento con mi mirada y mi cuerpo. Le deseo.

Desnuda ante él, mete por mi cabeza su enorme sudadera gris.

—Baila conmigo —le pido cuando ya tengo la prenda puesta.

Sin tacones y sin bragas, me agarro al hombre que adoro y le hago bailar conmigo.

Acaramelados y sintiéndome totalmente protegida por él, bailamos esa bonita y romántica

canción de amor sobre la mullida alfombra frente a la chimenea.

Like a flower waiting to bloom

Like a lightbulb in a dark room

I’m just sitting here waiting for you

To come on home and turn me on

Disfruto de él entre sus brazos. Sé que disfruta de mí entre mis brazos. Mientras,

nuestros pies se mueven lentamente sobre la alfombra y nuestras respiraciones se funden

hasta convertirse en una sola. Bailamos en silencio. No podemos hablar. Sólo necesitamos

abrazarnos y seguir bailando.

Una vez que termina la canción, nos miramos a los ojos, y Eric, agachándose, me da

un dulce beso en los labios.

—Acaba de vestirte, Jud —dice con la voz cargada de sensualidad.

Divertida por las mil emociones que él me hace ver y sentir, sonrío, y más aún

cuando veo que me ha traído unos calzoncillos.

—¡Vaya..., me encantan! Y encima, de Armani. ¡Sexy!

Eric sonríe, y tras darme una cachetada cariñosa en el trasero, me entrega unos

mullidos calcetines blancos.

—Vístete y no me provoques más, ¡provocadora! Vamos, siéntate ante la chimenea.

Iré a la cocina y traeré algo de comida para ti.

—No hace falta, Eric..., de verdad.

—¡Oh, sí!, cariño —insiste—. Sí hace falta. Siéntate y espera a que regrese.

Encantada por su felicidad y la mía, hago lo que me pide. Me da un beso y se

marcha. Cuando me quedo sola en el despacho, miro a mi alrededor mientras la música de

la fantástica Norah Jones me envuelve. Cojo mi húmeda mochila, saco un peine, me siento

en la alfombra y comienzo a desenredar mi empapado pelo. Estoy peleándome con él

cuando Eric entra con una bandeja. Al verme, la deja sobre la mesa de su despacho y se

acerca a mí.

—Dame el peine. Yo te lo desenredaré.

Como una niña chica, asiento y dejo que me peine. Sentir sus manos

desenredándome el pelo con mimo me enloquece. Me pone la carne de gallina. Es tan

tierno en ocasiones que me resulta imposible creer que yo pueda discutir con él. Una vez

que acaba, me da un beso en la coronilla.

—Solucionado lo de tu precioso pelo. Ahora toca comer.

Se levanta, coge la bandeja de la mesa y la deja sobre la alfombra. Acto seguido, se

sienta a mi lado y me besa con cariño en el cuello.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!