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2 pideme lo que quieras ahora y siempre de megan maxwell

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Por la tarde, al llegar a Jerez, mi móvil no para de sonar.

Estoy por estrellarlo contra la pared.

Eric quiere hablar conmigo.

Apago el móvil. Llama al teléfono de mi padre y me niego a ponerme.

El domingo, cuando me levanto, mi hermana está plantada ante el televisor viendo

la telenovela mexicana que la tiene extasiada, «Soy tu dueña». ¡Menuda horterada!

Cuando entro en la cocina, hay un precioso ramo de rosas rojas de tallo largo. Al

verlas, maldigo; imagino quién las ha mandado.

—¡Cuchufleta, mira qué preciosidad has recibido! —dice Raquel detrás de mí.

Sin necesidad de preguntar, sé de quién son, y directamente las agarro y las tiro a la

basura. Mi hermana grita como una posesa.

—¡¿Qué haces?!

—Lo que me apetece.

Rápidamente, saca las rosas de la basura.

—¡Por el amor de Dios! Tirar esto es un sacrilegio. Han debido de costar un pastón.

—Por mí como si son del mercadillo. Me hacen el mismo efecto.

No quiero mirar mientras mi hermana vuelve a colocar las rosas en el jarrón.

—¿No vas a leer la notita? —insiste.

—No, y tú, tampoco —contesto, y se la arranco de las manos y la tiro a la basura.

De repente, aparecen mi cuñado y mi padre, y nos miran. Mi hermana impide que

me acerque de nuevo a las rosas.

—¿Os podéis creer que quiere tirar esta maravilla a la basura?

—Me lo creo —asevera mi padre.

Jesús sonríe, y acercándose a mi hermana, le da un beso en el cuello.

—Menos mal que estás tú para rescatarlas, pichoncita.

No respondo.

No los miro.

No estoy yo para escuchar eso de «pichoncita» y «pichoncito». ¿Cómo pueden ser

tan ñoños?

Me caliento un café en el microondas y, tras bebérmelo, oigo que suena la puerta.

Maldigo y me levanto, dispuesta a huir si es Eric. Mi padre, al ver mi gesto, va a abrir. Dos

segundos después, divertido, entra solo y deja algo sobre la mesa.

—Morenita, esto es para ti.

Todos me miran, a la espera de que abra la enorme caja blanca y dorada.

Finalmente, claudico y la abro. Cuando saco el envoltorio, mi sobrina, que entra en este

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