Boletim SBH Setembro/2013 - Sociedade Brasileira de Hepatologia

| Seção Veia Porta |É OMEURIO!CONVIDADOSESTRANGEIROSFALAM SOBREO RIO DEJANEIROUn sueño sin escapatoriaHenry Cohen e Pablo Cohen (URU)Por un lado, me han pedido que explicara,a mi manera, cómo aprovechar Ríode Janeiro. Por otro, cómo es esta ciudadpara los extranjeros.Hacer lo primero es relativamente fácil,aunque para ello tenga que recurrir a lasemociones, que siempre nos perturbanmás que la mente. Tan profundo, nobley peligroso es el corazón que tenemosmiedo de adentrarnos en él. Pero si nolo hacemos para hablar de Río, ¿cuándolo vamos a hacer?Lo primero que quiero afirmar es queel Río de los extranjeros solo puede serdefinido como una entelequia, un lugarcomún destinado a morir, pese a susreferencias de obligada visita, en folletinesturísticos.Así que diré, modestamente, qué significaRío para mí. Si una persona es ununiverso, por más equivocada que esté,habré aportado algo a la pequeña misiónque me han encomendado.Voy a ser breve, aunque contundente. Laciudad me obliga a serlo, porque, precisamente,para mí Río es un sueño, unasucesión de eventos y de sitios mágicos,pero un sueño sin escapatoria. Dada subelleza, no afirmaré que es una pesadilla,pero sí que inquieta. ¿Por qué? Porqueinquieta que el ser humano haya sidocapaz de crear una ciudad como esta.Como científicos, debemos ser racionalesy basarnos en la evidencia. Pero elCorcovado, la arena de Copacabana, lamúsica de Paulinho da Viola y de ZecaPagodinho, el encanto de Botafogo,de los clubes de Lapa y del agua deIpanema nos hacen preguntarnos si enverdad estamos ante una ciudad enteramentehumana.La respuesta, me temo, es decepcionante.Así que tengo para ustedes una noticiabuena y otra mala. Empecemos por lamala: Dios no es brasileño, sino de todala humanidad. Pero, como dije antes,también hay una buena: el profeta judíoque los observa desde cada punto de laciudad, que disfruta el carnaval tantocomo los turistas y que llora las dolorosasdesigualdades que siguen carcomiendoeste punto del universo, nos estápidiendo a gritos que nos demos cuentade algo. Y eso es algo trascendente quetiene que ver con la creación.Lamentablemente, aquí la gente quedapor fuera. Si un ser superior, y olvídensede los dogmas, creó al ser humano,le dio libre albedrío y también creó lanaturaleza, no duden un instante en queestuvo especialmente inspirado cuandofundó Río de Janeiro.¿Alguien ha visto el mar en Arraial doCabo y no se ha detenido a pensar enque es imposible que haya sido productodel big Bang? ¿Alguien ha viajado a IlhaGrande convencido de que todo lo quehay allí es enteramente humano? ¿Algúnpaulista, de esos que detestan a Río conuna furia tremenda, puede explicarpor qué aquí nacieron Chico Buarquey Tom Jobim y por qué aquí, además,dejó estampados versos inolvidables unbahiano de primer nivel mundial comoDorival Caymmi? Él sabía mejor quenadie lo que era un sábado en Copacabana.Y, gracias a Caymmi y a esta ciudad, yohe vivido, como James Taylor cuandoviajó a Brasil y le pidió, inspirado, unaguitarra prestada a su colega GilbertoGil, un sueño en Río. Nada más y nadamenos.Pero como dije antes, no cualquiersueño: un sueño sin escapatoria quetermina, si es que eso es posible, conestos preciosos versos que nos ha legadoel cantautor estadounidense: “It’s alright/You can stay asleep/ You can close your eyes/You can trust the people of paradise/ To callyour keeper/ And tender your goodbyes”.8 | Boletim SBHBoletim SBH | 9