Programa e Resumos - I Congresso Ibérico de Ciência do Solo 2004

I Congresso Ibérico da Ciência do Solo – 15 a 18 de Junho de 2004, Bragança, Portugal
Evolución y lavado del contenido de metales depositados en un suelo por
el vertido producido por la rotura de la balsa de lodos de la mina de
Aznalcóllar.
R. Ordóñez 1 , J.V. Giráldez 3 , K. Vanderlinden 2 & P. González 1
1 Dpto. de Suelos y Riegos, CIFA Alameda del Obispo, Apdo. 3092, 14080 Córdoba.
(rafaela.ordonez.ext@juntadeandalucia.es)
2 Grupo de Trabajo Rules, Universidad de Granada, Instituto Andaluz del Agua, Carrera del
Darro s/n, 28071 Granada.
3 Dpto. de Agronomía, Universidad de Córdoba, Apdo. 3048, 14080 Córdoba.
Resumo
Comunicação: Painel
La rotura de la balsa minera de Aznalcóllar (Sevilla-España) provocó la avenida de
aguas tóxicas y lodos piríticos sobre los suelos de la zona de Guadiamar que
incrementaron notablemente su concentración en metales pesados como consecuencia
del depósito y de la infiltración directa.
La primera decisión tomada para remediar la contaminación fue la retirada de los lodos
de la superficie del suelo. Operación que hubo de repetirse porque la primera limpieza
fue insuficiente. Con posteridad se realizaron, en los suelos afectados, enmiendas
orgánicas y calizas con el objetivo de retener los metales en el suelo y evitar su
desplazamiento en el perfil. A pesar de ello aún existen efectos residuales.
Se han seleccionado varios puntos en la parcela de estudio en los que persiste el pH
ácido, falta de vegetación y visualmente se aprecia lodo remanente. En estos puntos,
cuya granulometría se ha determinado, se está controlando la evolución de los metales,
Fe, Cu, Mn y Zn, el pH y la fracción oxidable a lo largo del perfil.
El objetivo del trabajo es mostrar la concentración remanente en el suelo de algunos
metales presentes mayoritariamente en el lodo pirítico y su desplazamiento a través del
perfil cinco años después de producido el accidente.
Los resultados obtenidos, hasta el momento, indican un lavado del contaminante hacia
capas más profundas, encontrándonos a los 75 cm del perfil de suelo valores de pH de
3,5 y concentraciones de Fe y Mn disponibles muy elevadas en aquellos puntos en los
que predomina el porcentaje de arena.
No obstante, en superficie persisten pHs de 2,5 y unos contenidos de Fe extractable
superiores a las 4000 ppm, lo que da idea de que la situción no sólo no está controlada
sino que sus efectos a largo plazo podrían condicionar la calidad de las aguas de los
acuíferos subterráneos.
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