Mulheres_na_Antiguidade

MULHERES NA ANTIGUIDADE - NEA/UERJ
El parto parece evocar con los distintos elementos que lo
constituyen, gritos, gemidos, dolores, imágenes de ese mundo salvaje,
bestial, natural, no civilizado aún; imágenes de un topos otro que es
precisamente el que Artemisa permite abandonar, posibilitando la
entrada a otro territorio sobrecargado de gesto cultural.
La llegada del recién nacido aleja ese mundo y pone al niño en el
umbral del topos civilizado, en el inicio de una vida atravesada por la
cultura, aunque, en un primer momento, él mismo evoca la imagen de un
indefenso animal. Tal como sostiene Vernant a propósito de la mujer
parturienta, es precisamente ella la que
[…] expresa a los ojos de los griegos el aspecto
salvaje y animal de la femineidad en el preciso
momento cuando la esposa, al entregar un futuro
ciudadano a la ciudad -reproduciéndola- parece
más integrada que nunca al mundo de la cultura 310 .
Si Artemisa cumple una función socio-política, marcada en el
presente trabajo más de una vez, es ahora la mujer la que, desde su rol
subordinado en un universo viril por excelencia, despliega una función
socio-política brindando los hijos que la polis requiere para su
conservación como estructura organizada.
Artemisa ha demostrado vocación por los cuidados y la
observancia. El parto es el momento oportuno, el nuevo kairos para que
la diosa ejerza su función de gendarmería. Su contacto con la animalidad,
el riesgo que el propio momento conlleva la pone en una actitud atenta y
vigilante para que ese tránsito hacia la vida sea satisfactorio, para que ese
tránsito quede perfectamente vigilado en su funcionalidad específica y
los topoi heterogéneos que el mismo entraña queden cuidadosamente
preservados.
D. 4. La dimensión de la guerra y la batalla
La guerra constituye un nuevo kairos para una diosa acostumbrada
a la conducción, una nueva oportunidad para entrar en escena y
310 Vernant, J.P. La muerte en los ojos. p. 29.
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