josé da silva carvalho - DSpace CEU

ponen el Ministerio,—y que su marcha retrógrada á los aconteci­
mientos de la Granja nos tiene, hoy que murió el Rey, en una
situación delicada y de la cual no puede asegurarse su éxito, sin
que se resientan los fundamentos del orden público y sin que los
partidos se hagan adelante.
Murió pues el 29 á las 3 l
/i el Rey que estaba hace mucho tiempo
cadavérico. El testamento, publicado en la Gaceta de hoy, al dejar,
según las leyes, á la Reyna madre Gobernadora, instituye un consejo
de Gobierno meramente consultivo. La primera providencia de S. M.
la Gobernadora fué confirmar á los ministros, á los que repugna la
opinión pública, y aunque tenemos esperanzas de que serán relevados,
pasados los 9 dias, tememos sin embargo que el astuto Zea Bermudez,
agente del partido Apostólico Europeo, con sus ardides aterre el
ánimo de la invicta Cristina, que nos dio en la Granja pruebas de
querer cicatrizar las llagas del pais, y á quien este Ministerio quitó
el Gobierno en Enero último, y deshizo, en cuanto ha podido, la
marcha trazada entonces por los hombres que en su socorro alli
acudimos. Yo estube 10 años cerca de sus abuelos y de sus Padres,
y la profesé un afecto decidido, y si bien por no ser desterrado hace
meses no la veo, sé que es buena, amable, justa y bienhechora, y
que tiene intenciones benéficas; y también que no puede sostenerse
su Gobierno, sin que los agentes del partido Apostólico dejen de
presidir sus Consejos. Estamos en espectacion, y me prometo que se
persuadirá de la necesidad de reconocer á la Reina D. María II y de
contribuir á la pacificación de Portugal, haciendo, si necesario fuese,
la guerra á D. Miguel, que sostiene alli á D. Carlos, situado hoy en
Almeida, y á todos los partidarios de los Gobiernos absolutos. Sobre
este punto se trabaja, y, como yo, mis amigos y personas de la mas
alta categoría estamos unidos en estos sentimientos y muy contentos
con la llegada del nuevo ministro inglez Mr. Villiers, hay esperanzas
fundadas de que mejore la posición de la Península, y que podamos
entendernos los unos con los otros. Conviene por tanto que S. W.
Russell inste para la caida de Zea Bermudez, pues la Inglaterra puede
tener un gran peso en esta cuestión, tanto mas cuanto le es hostil el
actual Ministerio Español, que no vé mas que revoic ^lones y revo­
lucionarios.
Basta, mi buen amigo, para los límites de una carta que hubiera
querido escribirle desde que Azevedo vino de Oporto en Enero último.
Yo aprovecharé las oportunidades que se presenten para escribir lo
que vaya ocurriendo. El amigo Lima me escribe desde Bilbao adonde
le confinó este Gobierno, y por su conduto podré recibir las respuestas,
asi como por el dador de esta, que es Roldan, nuestro antiguo V. Cónsul