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josé da silva carvalho - DSpace CEU

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denuncia-o; é agarrado e mettido na prisáo de Almei<strong>da</strong>, onde muito soffreu<br />

durante os seis anuos do terror miguelista, até que seu irmáo libertando a patria<br />

O libertou tambem!<br />

No seu refugio de Santa Comba Dáo, José <strong>da</strong> Silva Carvalho, vendo que elle<br />

nao volta, soffrc horrivelmente. Comtudo, é necessario partir. Santa Clara chega ;<br />

traz-lhe o fato de um dos seus almocreves, conforme se combinara; Silva Carvalho<br />

disfarça-se, e parte, com o coracáo cheio de angustia e de sau<strong>da</strong>de!<br />

Os almocreves lá váo—os ver<strong>da</strong>deiros e o falso—condusindo urna recua<br />

de machos, earregados de vidros.<br />

Tinha Santa Clara por costume fazer alto em Alcobaça, na estalagem deum<br />

seu compadre—o José de Alcoentre. D'esta vez, o estalajadeiro, conhecedor do<br />

siempre la historia de España, marcando la diferencia de los antiguos á los nuevos<br />

tiempos. Y todo esto lo fué la desamortización.<br />

«Esta fué la señal de la trasformacion de España, trasformacion lleva<strong>da</strong> hasta<br />

tal punto, que la reacción fué desde entonces imposible, porque si al gima vez<br />

volviera á nuestra patria ja no conocerla el suelo que antes pisó. (Aprobación.)<br />

Los antiguos monasterios han ido desmoronándose poco i poco, sus materiales<br />

han servido para construir las casas de los antiguos mendigos que iban á recibir<br />

la limosna á sus puertas (Aprobación): con los hierros de sus grandes ventanas se<br />

han forjado las rejas que el labrador emplea: y en sus grandes silenciosos<br />

claustros se alberga hoy la agricultura y la industria. Y si acaso al contemplar<br />

uno de aquellos vastos, tristes monumentos que antes se encontraban en los<br />

campos, siente vuestro espíritu la tristeza que acompaña á la contemplación de<br />

las ruinas, y experimenta cierto dolor al mirar la torre cuartea<strong>da</strong>, los patios llenos<br />

de yerba y las ventanas abiertas al aire, dejando pasar el viento que silba en el<br />

sombrío corredor y en la desierta cel<strong>da</strong>; tornad la vista en derredor y veréis la<br />

tierra antes inculta cubierta de verdura, y el horizonte en que solo se dibujaban<br />

las montanas, salpicado de blancas casas y de alegres pueblos; y sentiréis 4 la<br />

vez consuelo y alegría, que aquella muerte es como la transformación necesaria<br />

para producir.la vi<strong>da</strong>; que ellos pesaban como piedra que impide nacer la vejetacion,<br />

y al desmoronarse han dejado libre paso á la producción y á la población.<br />

(Grandes aplausos.)<br />

Y si es ver<strong>da</strong>d que á la idea de la desamortización va uni<strong>da</strong> cierta violencia<br />

con cuyo recuerdo se pretende manchar aquella época, para juzgarla con exactitud<br />

recor<strong>da</strong>d los precedentes de la cuestión, la ardiente necesi<strong>da</strong>d de encontrar un<br />

suelo y un espacio, que sentían las generaciones que nacían y que hallaban<br />

ocupado el territorio por las órdenes religiosas, la resistencia de estas, la historia<br />

de sus adquisiciones, la vi<strong>da</strong> de privilegio que alcanzaban, y cuando pensando<br />

todo esto adquiráis la convicción de que España estaba encerra<strong>da</strong> en un sepulcro,<br />

& nadie sorprenderá que nuestros padres rompieran la losa para que sus hijos<br />

naciéramos á la vi<strong>da</strong>. (Aplauso».)<br />

•Tal fué la obra de Mendizabal. Por ella, y á pesar de la poca estabili<strong>da</strong>d de<br />

los tiempos que han seguido, ha crecido esta población casi cinco millones de<br />

habitantes, paga cuatrocientos treinta millones de contribución territorial y<br />

sostiene un presupuesto de dos mil quinientos millones.»<br />

(Moret, Estudios financieros, pag. 155-161.) ,

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