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En segundo lugar, los países en desarrollo que habían sufrido amenazas
unilaterales y sanciones comerciales, en materia de propiedad intelectual, como
por ejemplo de los E.E. U.U., tenían la expectativa de que al adoptar un convenio
de esta naturaleza, habría una cierta pacificación. Ya se había alcanzado un techo
de protección y, por lo tanto, se esperaba que se redujeran las tensiones que esta
materia venía generando. El Acuerdo de TRIPS promueve, según su preámbulo,
la reducción de las tensiones en las relaciones internacionales que la propiedad
intelectual pueda provocar.
A pocos años de la adopción del Acuerdo de TRIPS, lo que podemos
observar es que muchas de las preocupaciones de los países en desarrollo han
sido confirmadas. Esto se ve en particular en el campo social, ¿Qué implicaciones
puede tener la propiedad intelectual en el acceso inmediato a los productos de la
innovación?
El ejemplo más dramático es tal vez el del acceso a los medicamentos
relacionados con el SIDA. En Brasil ha habido una acción concreta por parte del
gobierno, en relación al uso posible de licencias obligatorias para disminuir el
precio de esos medicamentos y poder suministrarlo a los enfermos. En el caso de
África, se llegó a una situación de fuerte tensión, debido a que el cóctel de los
medicamentos para atender a los enfermos de SIDA costaba más de US$ 10,000
anuales por persona. Es impensable que los pobres o los gobiernos de países en
desarrollo puedan hacer frente a este costo.
El gobierno de Sudáfrica, basándose en el Acuerdo TRIPS, optó por
instrumentar algunas de las llamadas “flexibilidades”, incluyendo las
importaciones paralelas y las licencias obligatorias para abaratar el costo de esos
medicamentos para sus enfermos. Debido a estas medidas, el gobierno de
Sudáfrica sufrió grandes presiones. Fue incluso excluido de la ayuda económica
por una ley en los E.E. U.U.. 29 empresas farmacéuticas iniciaron un proceso
judicial ante la Corte Suprema de Sudáfrica, para impedir que esas medidas
fueran aplicadas. Mientras tanto productores de la India podían ofrecer un
tratamiento para el SIDA por el precio de más o menos US$ 350 anuales. Ese
ataque a la política de Sudáfrica, generó un fuerte impacto en la comunidad
internacional, prensa, organismos no gubernamentales. Finalmente las empresas
que habían iniciado el proceso judicial retiraron el caso.
Algo similar sucedió en Brasil. Aquí la ley prevé, como sabemos, las licencias
obligatorias. Los E.E. U.U. iniciaron un caso contra Brasil por la presencia, en
la ley, de una disposición que permite otorgar licencias obligatorias. Este caso fue,
sin embargo, también retirado por el gobierno de los E.E. U.U. a partir de un
acuerdo bilateral alcanzado con el gobierno brasileño.
Esto significa que si bien los países en desarrollo lograron, en alguna
medida, que el Acuerdo TRIPS contuviera ciertas flexibilidades para generar un
marco má s pro competitivo, aun respectando la propiedad intelectual, muchos de
estos países fueron negados en la práctica de la posibilidad de utilizar esas
flexibilidades, como lo muestra tantos casos de Sudáfrica, así como muchos otros
que no menciono por falta de tiempo, como Tailandia, Argentina y otros.
De lado de las expectativas, como he mencionado, los países en desarrollo
se han beneficiado poco de la abertura de mercado en los sectores de agricultura
y textiles Y por otra parte, la adopción del Acuerdo de TRIPS no significó un techo
en materia de propiedad intelectual. Aunque este tratado ya contiene elevados
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