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13.04.2013 Views

voluntad del dueño de la patente y el pago de una regalía. El Acuerdo TRIPS también permite las llamadas importaciones paralelas, es decir, la posibilidad de importar un producto, si ha sido puesto en el extranjero legítimamente en el mercado, aunque él esté ya patentado en el país. El Acuerdo permite la adopción de ciertas excepciones a los derechos exclusivos de los titulares. Tenemos un ejemplo en el campo de patentes, en el caso de la “excepción Bolar”, que da la posibilidad de iniciar trámites para la aprobación de productos farmacéuticos antes del vencimiento de la patente respectiva. El uso de las flexibilidades establecidas por el Acuerdo TRIPS es una facultad de los países miembros. Algunos las han usado, otros no. En Brasil, por ejemplo, en el caso de la Ley de Patentes tenemos una situación mixta, pues la legislación brasileña ha sido restrictiva en el caso de la importación paralela, aunque permite la licencia obligatoria de patentes. La importancia de estas flexibilidades es que incrementan el margen para la competencia. Cuanto más se usan las flexibilidades contempladas en el Acuerdo, es mayor la posibilidad de tener un ambiente favorable a la competencia, con el pleno respeto de la propiedad intelectual, que es el objetivo del Acuerdo. Como ya fue dicho antes, los países en desarrollo entraron con reticencia en la negociación del Acuerdo TRIPS. Fueron varias las preocupaciones que alentaban esta reticencia. Me voy a referir a algunas de estas preocupaciones, a tres de ellas en particular, y también a algunas expectativas que los países en desarrollo tuvieron en el momento de negociar el Acuerdo TRIPS. En cuanto a las preocupaciones, la primera, y quizás principal, partía de la extraordinaria asimetría en las capacidades de investigación y desarrollo del mundo industrializado y de los países en desarrollo. Piensen ustedes, que si bien los países en desarrollo dan cuenta de aproximadamente un 30% del comercio mundial – en gran parte mercaderías de poco valor agregado, como agricultura, minerales y otros, estos países tienen una proporción mucho menor de los gastos mundiales de investigación y desarrollo. Estos son los gastos que permiten la generación de ciencia y tecnología. Según las estadísticas disponibles, los países en desarrollo participan de entre un 6 a un 10% del total mundial de gastos en investigación y desarrollo; la participación mayor es de países como la China y la India. Como vemos, los países en desarrollo están en una gran desventaja con respecto a los países desarrollados, que concentran un 90% o más de la capacidad para generar ciencia y tecnología. En este marco tan asimétrico es lógicamente preocupante el fortalecimiento de la propiedad intelectual. Como dijo un diplomático, en el momento de negociación del Acuerdo TRIPS, este fortalecimiento de la propiedad intelectual generaba la amenaza de que las ventajas comparativas de los países industrializados quedaran congeladas. Es decir, ya no sería posible para nuevos países en desarrollo seguir los senderos de industrialización imitativa que habían podido realizar en su momento países como Japón, Corea del Sur, Taiwán y otros. En segundo lugar, otra preocupación que surgió fue el impacto que tendría el fortalecimiento de la propiedad intelectual en relación con los flujos de tecnología e inversión directa extranjera. Nuestros países generan menos tecnología que los industrializados y por eso son dependientes de las tecnologías extranjeras. Esos países se cuestionaron también si esta mayor protección a la propiedad intelectual tendría o no un impacto positivo en la innovación local. Los países industrializados afirmaron que esa mayor protección generaría mayores 8 6 6º Encontro de Propriedade Intelectual e Comercialização de Tecnologia

flujos de transferencia de tecnología hacia los países en desarrollo, y de inversión directa extranjera, y tendría un impacto positivo sobre la innovación. Lamentablemente, estas argumentaciones se hicieron en ausencia de toda evidencia empírica o teórica suficiente. Como he comentado antes, algunas experiencias concretas de los países en desarrollo, en los ú ltimos 20 ó 30 años, señalan que los mayores flujos de transferencia de tecnología y inversión directa extranjera estuvieron destinados a países con propiedad intelectual relativamente flexible. Dos casos notables son el de China y el de Brasil. En tercero lugar, los países en desarrollo se han preguntado cómo se repartirían los beneficios de esta mayor protección. En términos de la economía neoclásica, la protección de la propiedad intelectual puede justificarse sobre la base de la llamada eficiencia dinámica que ella genera. Eficiencia dinámica significa que la sociedad gana, al restringir hoy la difusión de innovación, porque como consecuencia de esta restricción se aumenta la capacidad de innovación en el futuro. Esto supone un sacrificio de la eficiencia estática, es decir, se sacrifica al consumidor de hoy que no puede acceder al producto – porque es costoso – como consecuencia de la aplicación de un derecho exclusivo. Se sacrifica la difusión de la innovación que no llega a todos aquellos que podrían utilizarla si hubiese un ambiente competitivo. Esto se hace a cambio de las innovaciones que podrán desarrollarse gracias a que el titular de propiedad intelectual podrá recuperar sus gastos de investigación y desarrollo, y reinvertir ese dinero para la generación de futuras innovaciones. En economía, la propiedad intelectual representa una tensión entre el sacrificio de acceso actual por parte del consumidor a los beneficios de la innovación, y la promesa del acceso a innovaciones futuras. El análisis que se puede hacer del juego de la eficiencia estática y dinámica en una economía cerrada – en donde hay una distribución del ingreso equitativo – es diferente del análisis que hacemos de ese juego cuando trasladamos el problema a una escala mundial, en donde existen fuertes diferencias en los ingresos, es decir, una fractura importante entre aquellos consumidores que tienen acceso al mercado y aquellos que no tienen posibilidad de acceder. Cuando se transfiere este análisis a la problemática a vastas poblaciones de gente pobre, el juego de la eficiencia estática y dinámica es totalmente distinto al que se da en una sociedad desarrollada en donde los ingresos tienen una distribución más equitativa. Ello porque la propiedad intelectual en países pobres puede significar la exclusión total del acceso a ciertos productos, en tanto estos excluídos nunca se beneficiarán, a medio o largo plazo, de las innovaciones que se generarán como consecuencia de la propia marginalidad social en que viven. La teoría de las eficiencias, por consiguiente, no tiene justificación suficiente en los sistemas en que existen grandes diferencias en los niveles de ingreso que pueden conducir a grandes desigualdades sociales. Ahora quiero comentarles qué expectativas tenían los países en desarrollo al negociar el Acuerdo de TRIPS. Son dos las fundamentales. En primer lugar, la conclusión del Acuerdo fue vista por muchos países en desarrollo, no como un beneficio en sí mismo, sino como el precio que debían pagar para obtener concesiones comerciales en otros terrenos –por ejemplo, la agricultura y el sector de textiles. Naturalmente, la expectativa fue tener, a medio plazo, mayor acceso a los mercados de los países industrializados. Infelizmente eso no se ha concretado, y en gran medida los países en desarrollo continúan siendo excluidos de estos mercados. 6º Encontro de Propriedade Intelectual e Comercialização de Tecnologia 8 7

voluntad del dueño de la patente y el pago de una regalía. El Acuerdo TRIPS<br />

también permite las llamadas importaciones paralelas, es decir, la posibilidad de<br />

importar un producto, si ha sido puesto en el extranjero legítimamente en el mercado,<br />

aunque él esté ya patentado en el país. El Acuerdo permite la adopción de<br />

ciertas excepciones a los derechos exclusivos de los titulares. Tenemos un ejemplo<br />

en el campo de patentes, en el caso de la “excepción Bolar”, que da la posibilidad<br />

de iniciar trámites para la aprobación de productos farmacéuticos antes del<br />

vencimiento de la patente respectiva.<br />

El uso de las flexibilidades establecidas por el Acuerdo TRIPS es una<br />

facultad de los países miembros. Algunos las han usado, otros no. En Brasil, por<br />

ejemplo, en el caso de la Ley de Patentes tenemos una situación mixta, pues la<br />

legislación brasileña ha sido restrictiva en el caso de la importación paralela,<br />

aunque permite la licencia obligatoria de patentes. La importancia de estas flexibilidades<br />

es que incrementan el margen para la competencia. Cuanto más se<br />

usan las flexibilidades contempladas en el Acuerdo, es mayor la posibilidad de<br />

tener un ambiente favorable a la competencia, con el pleno respeto de la propiedad<br />

intelectual, que es el objetivo del Acuerdo.<br />

Como ya fue dicho antes, los países en desarrollo entraron con reticencia<br />

en la negociación del Acuerdo TRIPS. Fueron varias las preocupaciones que<br />

alentaban esta reticencia. Me voy a referir a algunas de estas preocupaciones, a<br />

tres de ellas en particular, y también a algunas expectativas que los países en<br />

desarrollo tuvieron en el momento de negociar el Acuerdo TRIPS.<br />

En cuanto a las preocupaciones, la primera, y quizás principal, partía de la<br />

extraordinaria asimetría en las capacidades de investigación y desarrollo del mundo<br />

industrializado y de los países en desarrollo. Piensen ustedes, que si bien los<br />

países en desarrollo dan cuenta de aproximadamente un 30% del comercio mundial<br />

– en gran parte mercaderías de poco valor agregado, como agricultura, minerales<br />

y otros, estos países tienen una proporción mucho menor de los gastos mundiales<br />

de investigación y desarrollo. Estos son los gastos que permiten la generación de<br />

ciencia y tecnología. Según las estadísticas disponibles, los países en desarrollo<br />

participan de entre un 6 a un 10% del total mundial de gastos en investigación y<br />

desarrollo; la participación mayor es de países como la China y la India. Como<br />

vemos, los países en desarrollo están en una gran desventaja con respecto a los<br />

países desarrollados, que concentran un 90% o más de la capacidad para generar<br />

ciencia y tecnología. En este marco tan asimétrico es lógicamente preocupante el<br />

fortalecimiento de la propiedad intelectual. Como dijo un diplomático, en el momento<br />

de negociación del Acuerdo TRIPS, este fortalecimiento de la propiedad intelectual<br />

generaba la amenaza de que las ventajas comparativas de los países industrializados<br />

quedaran congeladas. Es decir, ya no sería posible para nuevos países en<br />

desarrollo seguir los senderos de industrialización imitativa que habían podido<br />

realizar en su momento países como Japón, Corea del Sur, Taiwán y otros.<br />

En segundo lugar, otra preocupación que surgió fue el impacto que tendría<br />

el fortalecimiento de la propiedad intelectual en relación con los flujos de tecnología<br />

e inversión directa extranjera. Nuestros países generan menos tecnología que los<br />

industrializados y por eso son dependientes de las tecnologías extranjeras.<br />

Esos países se cuestionaron también si esta mayor protección a la<br />

propiedad intelectual tendría o no un impacto positivo en la innovación local. Los<br />

países industrializados afirmaron que esa mayor protección generaría mayores<br />

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