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Discursos e Mediações_Luisa Aires.pdf - Universidade Aberta

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<strong>Discursos</strong> e <strong>Mediações</strong> em<br />

Contexto de Educação de<br />

Adultos: A Televisão<br />

Luísa <strong>Aires</strong>


© 2012 Autora<br />

1ª Edição<br />

ISBN: 978-989-97582-0-9<br />

Impresso em Portugal / Printed in Portugal


Ao António<br />

À Ana


Índice<br />

PREFÁCIO .................................................................. 3<br />

INTRODUÇÃO ......................................................... 13<br />

Capítulo 1<br />

A TEORIA SOCIOCULTURAL DE VYGOTSKI..... 27<br />

Capítulo 2<br />

O EU E O OUTRO NOS DIÁLOGOS SOCIAIS<br />

EDUCATIVOS: A PERSPECTIVA DE MIKHAÏL<br />

BAKHTIN ................................................................ 119<br />

Capítulo 3<br />

A TELEVISÃO EM DEBATE, NA ESCOLA ........ 187<br />

Capítulo 4<br />

DA PRIVILEGIAÇÃO À REINTEGRAÇÃO DO<br />

DOCUMENTÁRIO TELEVISIVO: ESTUDO<br />

MICROGENÉTICO ................................................. 219<br />

REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................. 249<br />

1


PREFÁCIO<br />

El estudio de los procesos de enseñanza y<br />

aprendizaje en el marco curricular y la influencia<br />

mediadora que pueden tener en ellos los mass media y las<br />

tecnologías de la información y la comunicación (TIC) es<br />

un tema de investigación relevante para la educación. En<br />

este campo de estudio las principales teorías del<br />

aprendizaje humano aportan respuestas diferentes a la<br />

hora de explicar la manera en la que aprendemos. La<br />

perspectiva constructivista aporta algunas claves<br />

importantes, cuando habla de procesos de mediación en<br />

relación a las tecnologías. Este proceso se centra en<br />

favorecer la interacción entre la persona que aprende y el<br />

contenido presentado, creando un contexto de actividad,<br />

dando como resultado la reorganización de las funciones<br />

cognitivas. Se trata de un enfoque de interés, muy<br />

dinámico en sus aportaciones; de hecho ya hay autores<br />

que hablan de post-constructivismo 1 , para señalar los<br />

avances en el estudio de la mediación y el papel jugado<br />

por los lenguajes de los nuevos medios.<br />

A partir de la década de los sesenta del siglo pasado<br />

diferentes autores defendieron la tesis de que los cambios<br />

1<br />

El profesor Pier Giuseppe Rossi ha impartido una conferencia en<br />

las ‘XIX Jornadas Universitarias de Tecnología Educativa’ con el<br />

título: Post-constructivismo, lenguajes y ambientes de aprendizaje<br />

(Universidad de Sevilla, noviembre de 2011).<br />

3


tecnológicos han sido la causa de algunas<br />

reformulaciones fundamentales en la gestión del<br />

conocimiento y en las nuevas formas de organización<br />

social características del final de la centuria pasada y del<br />

comienzo del nuevo siglo. La tecnología supone<br />

fundamentalmente una aplicación práctica del<br />

conocimiento científico, de tal manera que ha<br />

posibilitado la recomposición de tareas haciendo cada<br />

parte del trabajo más granular y especializada<br />

(Kallinikos, 2006) 2 . A medida que las instituciones se<br />

vuelven más complejas y globales, crece la tendencia a<br />

analizar y reformular sus estructuras para convertirlas en<br />

más dinámicas, de modo que puedan responder más<br />

eficazmente a las necesidades y los cambios que deben<br />

afrontar.<br />

El concepto de herramienta tiene una relación<br />

directa con la tecnología ya que es un instrumento que<br />

tiene la capacidad de transformar algo, por ejemplo el<br />

uso de los aperos de labranza permiten convertir un<br />

terreno baldío en un campo agrícola. La capacidad para<br />

fabricar herramientas constituye un hito fundamental<br />

para explicar la evolución humana. Es una cuestión clave<br />

para entender nuestros orígenes como especie ya que la<br />

fabricación de utensilios implica una serie de aspectos<br />

como aprender a tomar decisiones, utilizar estrategias,<br />

resolver problemas, utilizar la inteligencia en suma. A su<br />

2 Kallinikos, J. (2006). The Consequences of Information:<br />

Institutional Implications of Technological Change. London: Elgar<br />

Publishers.<br />

4


vez, la inteligencia es la que nos ha permitido una rápida<br />

adaptación cultural, que nos ha llevado a evolucionar<br />

como especie hasta lo que somos hoy.<br />

Sin embargo, el concepto de herramienta puede<br />

ampliarse a otros ámbitos. Así, el gran psicólogo<br />

bielorruso Lev S. Vygotsky (1995) 3 desarrolló el<br />

concepto de herramienta cognitiva, como un elemento<br />

cultural (aprendido, no heredado) que nos permite<br />

desarrollar nuestro pensamiento. En este sentido, el<br />

lenguaje humano ha sido un instrumento clave para la<br />

evolución de nuestra especie, que le ha permitido ser<br />

dominante en el conjunto del planeta. Se trata de una<br />

herramienta “moderna”, incorporada al bagaje de<br />

nuestros antecesores en la evolución humana. Estudios<br />

realizados en la Sierra de Atapuerca (España) evidencian<br />

que el Homo antecessor, hace unos 800.000 años, ya<br />

tenía la capacidad, al menos en su aparato fonador, para<br />

emitir un lenguaje oral lo suficientemente articulado<br />

como para ser considerado simbólico.<br />

El lenguaje oral, es decir la codificación del<br />

pensamiento mediante la utilización de sonidos<br />

producidos por las cuerdas bucales y la laringe con una<br />

finalidad simbólica supuso sin duda, una gran revolución<br />

en la historia de la Humanidad. Permitía la referencia a<br />

objetos no presentes y expresar los estados internos de la<br />

conciencia. El habla "proporcionó una nueva dimensión a<br />

la interacción humana. El habla convirtió el pensamiento<br />

3<br />

Vygotsky, L. (1995). Historia del desarrollo de las funciones<br />

psicológicas superiores. En L. Vygotsky: Obras Escogidas. Volumen<br />

III. Madrid: Visor.<br />

5


en una mercancía social. Con el habla se hizo posible<br />

compartir la cognición humana.” (Ong, 1995) 4 .<br />

La segunda gran revolución fue la escritura, es<br />

decir la creación de signos gráficos para registrar el<br />

habla. Levinson (1990) 5 afirma que la fluidez y<br />

abstracción del habla creó la presión evolutiva necesaria<br />

para la comunicación más allá de los límites biológicos:<br />

la escritura. En todo caso, fue un proceso que duró miles<br />

de años. Los primeros signos de los que tenemos noticia<br />

datan del paleolítico superior (entre 30.000 y 10.000 años<br />

antes de nuestra era), pero fue solo 3.500 años antes de<br />

nuestra era cuando comenzaron a utilizarse para<br />

representar el habla, después de 500.000 años de cultura<br />

oral (Bosco, 1995) 6 . La escritura estabilizó y objetivó el<br />

conocimiento, reestructuró nuestra conciencia y creó el<br />

discurso autónomo, libre de un contexto concreto,<br />

independiente del hablante/autor. La literatura y, sobre<br />

todo, la ciencia se beneficiaron de la fiabilidad y<br />

sistematización que la escritura confirió al conocimiento<br />

y al pensamiento. La posibilidad de acumular el<br />

conocimiento, de transferirlo a la posteridad o de<br />

asociarlo a un objeto mueble que podía ser reproducido y<br />

4<br />

Ong, W. (1995). Oralidad y escritura. México: Fondo de Cultura<br />

Económica.<br />

5<br />

Levinson, P. (1990). “Computer Conferencing in the Context of the<br />

Evolutions of Media”. En Harasim, L.M. Online Education.<br />

Perspectives on a New Environment. New York: Praeger Press, pp.<br />

3-14.<br />

6<br />

Bosco, J. (1995). “Schooling and Learning in an Information<br />

Society”. En U.S. Congress, Oficce of Technology Assesment,<br />

Education and Technology: Future Visions, OTA,BP-EHR-169.<br />

Washington DC: US. Government Printing, pág. 31.<br />

6


transportado, hicieron de la escritura un desarrollo<br />

estratégico (De Pablos, 2009) 7 .<br />

La difusión de la escritura no fue rápida ni<br />

generalizada. De hecho, la escuela como institución es<br />

una consecuencia de la alfabetización. Las primeras<br />

escuelas conocidas datan de 2.000 años antes de Cristo,<br />

en Sumeria. Su objetivo era enseñar la escritura<br />

cuneiforme a una clase social privilegiada, a unos<br />

"especialistas": los escribas. Un uso político-económico<br />

del lenguaje escrito que también puede hallarse en China<br />

o Egipto. En las culturas orales, el aprendizaje era fruto<br />

de la experiencia obtenida mediante las actividades de la<br />

vida cotidiana. La aparición de la escritura impone la<br />

descontextualización o disociación entre las actividades<br />

de enseñanza/aprendizaje y las actividades de la vida<br />

diaria.<br />

La tercera revolución se debió a la aparición de la<br />

imprenta. La posibilidad de reproducir textos en grandes<br />

cantidades tuvo una influencia decisiva en el conjunto de<br />

transformaciones políticas, económicas y sociales que<br />

han configurado la modernidad y el mundo tal como es<br />

ahora. La imprenta significó la posibilidad de producir y<br />

distribuir textos en masa, restaurando en parte la<br />

interactividad del habla, perdida en el texto manuscrito.<br />

El mundo tal como lo conocemos es producto de la<br />

7 De Pablos, J. (2009). Tecnología Educativa. La formación del<br />

profesorado en la era de Internet. (Introducción general). Málaga:<br />

Aljibe.<br />

7


imprenta (Eisenstein, 1994) 8 . La estructura del libro<br />

(lineal, dividido en capítulos, cada uno de los cuales<br />

contiene un segmento coherente y unificado de la<br />

totalidad, su 'presencia física' y permanencia, etc.) se<br />

reproduce en la estructura de nuestro conocimiento,<br />

dividido en disciplinas cohesionadas, permanentes,<br />

acumulativas, ordenadas lógicamente, etc.<br />

La cuarta revolución, en la que están inmersa<br />

nuestras actuales generaciones, es la de los medios<br />

electrónicos y la digitalización, un nuevo código más<br />

abstracto y artificial (necesitamos aparatos para<br />

producirlo y descifrarlo) de representación de la<br />

información cuyas consecuencias ya hemos comenzado a<br />

experimentar. Las nuevas tecnologías en su continua<br />

evolución permiten opciones anteriormente inviables en<br />

cualquier campo, vinculadas al tratamiento de la<br />

información, su almacenamiento, clasificación,<br />

recuperación, reelaboración o manipulación. Comprender<br />

y sensibilizarnos sobre el impacto que las tecnologías de<br />

la información y la comunicación están teniendo ya en<br />

nuestras vidas, en el marco de la sociedad actual, requiere<br />

analizar detenidamente sus características y<br />

potencialidades.<br />

Dichos cambios vienen dados por la rapidez con<br />

que aparecen nuevos aparatos en el mercado mundial, y<br />

que obligan a un reciclaje continuo y acelerado de los<br />

simples usuarios y también de los expertos. El<br />

aprendizaje no acaba nunca. Esta dinámica, sin duda<br />

inducida por factores económicos vinculados al consumo,<br />

8<br />

Eisenstein, E. (1994). La revolución de la imprenta en la edad<br />

moderna europea. Madrid: Akal.<br />

8


nos sobrepasa. Se trata, por tanto, de no ser únicamente<br />

usuarios; dejar de ser pasivos tecnológicamente<br />

hablando, implica que debemos reflexionar sobre los<br />

usos y los objetivos de las nuevas tecnologías.<br />

Sin embargo, sobre la evolución de las tecnologías<br />

de la información y la comunicación suele aplicarse un<br />

fuerte determinismo tecnológico. Es decir, con frecuencia<br />

olvidamos que una tecnología es producto de las<br />

condiciones sociales y económicas de una época y país.<br />

El contexto histórico es un factor fundamental para<br />

explicar su éxito o fracaso. La sociedad actúa como<br />

propulsora decisiva no sólo de la innovación sino de la<br />

difusión y generalización de la tecnología. Como afirma<br />

Manuel Castells, "el cambio tecnológico tan sólo puede<br />

ser comprendido en el contexto de la estructura social<br />

dentro de la cual ocurre" (1995) 9 .<br />

Una importante consecuencia de los procesos de<br />

globalización antes mencionados es el aumento de la<br />

comunicación y el intercambio cultural. El estudio de la<br />

cultura ha sido planteado desde diferentes enfoques y<br />

bases teóricas muy diversas. Una perspectiva de gran<br />

interés es la que plantea el enfoque histórico-cultural,<br />

también denominado sociocultural. Dentro del conjunto<br />

de teorías que se agrupan bajo el enfoque citado, la teoría<br />

de la Actividad (Engeström, Miettinen y Punamäki,<br />

1999) 10 define la cultura como un sistema de personas y<br />

9<br />

Castells, M. (1995). La sociedad de la información: diez tesis.<br />

Temas para el debate, nº. 5, pp. 64- 68.<br />

10<br />

Engeström, Y., Miettinen, R. & Punamäki, R-L (1999).<br />

Perspectives on Activity Theory. Cambridge: Cambridge University<br />

Press.<br />

9


artefactos que se relacionan entre sí desde una<br />

perspectiva histórica y evolutiva. Esta relación<br />

habitualmente tiene un carácter mediado.<br />

Desde un punto de vista educativo podemos hablar<br />

de diferentes culturas en la educación; en cada una de<br />

ellas el rol a desempeñar por las tecnologías es diferente.<br />

Así, desde la perspectiva de la “ingeniería educativa” el<br />

aprendizaje es concebido como un proceso cerrado,<br />

manipulable y evaluable. En este modelo el profesorado<br />

asume toda la autoridad y responsabilidad y de la<br />

enseñanza. En cambio, desde una cultura educativa<br />

diferente como el “constructivismo” el aprendizaje se<br />

plantea como un proceso de construcción del<br />

conocimiento en el que la iniciativa y la autoridad están<br />

más compartidas entre docentes y estudiantes. Es<br />

evidente que los dos modelos anteriormente aludidos son<br />

incompatibles en la práctica y en consecuencia son dos<br />

referencias culturales que exigen usos distintos y<br />

diferenciados de las tecnologías. En las mismas claves, la<br />

cultura de las organizaciones, dentro de las cuales se<br />

llevan a cabo los desarrollos educativos, es igualmente<br />

sensible a los modelos organizativos que se apliquen, y a<br />

su vez estos determinan los tipos de usos a dar a las<br />

tecnologías.<br />

El trabajo al que este texto prologa y que lleva por<br />

título <strong>Discursos</strong> e mediações em contexto de educação<br />

de adultos: a televisão, escrito por la profesora Luísa<br />

<strong>Aires</strong> (<strong>Universidade</strong> <strong>Aberta</strong>) se vincula precisamente a la<br />

teoría sociocultural. Se trata de una investigación, la tesis<br />

10


doctoral de la autora, en la que apoyándose en el<br />

concepto de mediación, tal como aquí se ha formulado,<br />

analiza en profundidad las interacciones generadas en<br />

situaciones de enseñanza, apoyadas por el uso de un<br />

medio tecnológico, en este caso la televisión. El<br />

impecable proceso metodológico, coherente con la<br />

perspectiva teórica en la que se apoya, visibiliza bien la<br />

manera en la que se concibe el aprendizaje desde una<br />

perspectiva constructivista y explica la influencia de un<br />

contenido televisivo en dicho proceso.<br />

Por tanto, se trata de una obra de gran interés, que<br />

abre nuevas visiones sobre las concepciones educativas y<br />

el rol que juegan los medios, considerando el aprendizaje<br />

como un proceso dirigido a la construcción del<br />

conocimiento.<br />

11<br />

Juan de Pablos Pons<br />

<strong>Universidade</strong> de Sevilha


INTRODUÇÃO<br />

João de Araújo Correia, com a autenticidade que<br />

revela nas falas sociais em uso na região do Douro,<br />

relata-nos, a propósito das suas memórias de infância, um<br />

episódio sobre “Como se Faz uma Estrela” (1984).<br />

Conta-nos o escritor que, na Primavera, os garotos da sua<br />

rua costumavam fazer estrelas de papel. Eram feitas de<br />

jornal velho, tinham um rabo comprido de guita com<br />

farrapos amarrados. Vistas no chão eram um horror;<br />

vistas no ar eram estrelas! Um dia, o autor e seus<br />

companheiros, quando se preparavam para lançar uma<br />

destas estrelas, foram interrompidos pelo seu avô que era<br />

homem metódico:<br />

“ Meu avô era todo simetria, compasso, ordem. Não gostava<br />

de árvores porque as árvores infelizmente – infelizmente para<br />

o meu avô – não eram como ele queria: feitas à régua, sobre<br />

papel, com troncos quadriláteros e igual número de ramos à<br />

direita e à esquerda” (Correia, 1984:63).<br />

Como era impossível construir uma estrela<br />

geométrica sem compasso, o avô decidiu ensinar aos seus<br />

netos a técnica a preceito. No dia seguinte, depois de<br />

rigorosamente construírem uma nova estrela, foram<br />

lançá-la para o ar. A estrela não subiu. Diz-nos Araújo<br />

Correia que “lhe faltava o barbante, o grude e o génio do<br />

13


apazio da sua rua” (Correia, 1984:66). Nesta história,<br />

aparentemente simples, encontramos uma eterna<br />

realidade educativa: a heterogeneidade e a diversidade<br />

dos modos de conhecer e de intervir.<br />

As mudanças profundas nos modos de conhecer<br />

individuais e colectivos estão associadas a mudanças<br />

igualmente profundas nos paradigmas socioculturais<br />

presentes em determinados grupos ou sociedades. A<br />

análise da evolução do paradigma sociocultural da<br />

modernidade e pós-modernidade, enquanto projecto<br />

multifacetado, complexo e sujeito a desenvolvimentos<br />

contraditórios (Sousa Santos, 1996), revela-nos alguns<br />

elementos explicativos sobre a grande heterogeneidade<br />

de experiências que constituem a vida quotidiana na<br />

presente década.<br />

Se a concepção “moderna da racionalidade global<br />

da vida social acabou por se desintegrar numa miríade de<br />

mini-racionalidades ao serviço de uma irracionalidade<br />

global, inabarcável e incontrolável” (Sousa Santos,<br />

1996:91), na década de noventa do século XX, em plena<br />

pós-modernidade, reinventam-se mini-racionalidades,<br />

entendidas não como partes de um todo, mas como<br />

totalidades que estão presentes em partes múltiplas.<br />

Nestas mini-racionalidades o conhecimento constrói-se<br />

numa dinâmica recíproca entre as particularidades do<br />

individual e do social (Vygotski, 1990, 1993, 1995a,<br />

1995b, 1996), entre as vozes do eu e do outro (Bakhtin,<br />

1995), através de formas de saber partilhadas e<br />

negociadas numa relação constante entre momentos de<br />

ruptura e de continuidade caracterizadas, entre outros,<br />

14


pela descanonização, descentração, superficialidade,<br />

hibridação ou pela carnavalização, no sentido que lhes<br />

atribui Bakhtin (1987).<br />

Para Wertsch (1997), grande parte da produção<br />

científica das Ciências Humanas tem estado<br />

estreitamente limitada a uma concepção individualista do<br />

agente, privilegiando mais o indivíduo em si do que os<br />

instrumentos culturais que produz enquanto ser social.<br />

Nesta idade do copyright concebe-se o agente criador<br />

individual como a principal ou mesmo a única fonte de<br />

um texto ou de um objecto estético (Frye, 1957, cit.<br />

Wertsch, 1997). No entanto, sem rejeitar o papel do<br />

indivíduo na criação do objecto artístico, Frye considera<br />

que na idade do copyright corremos o risco de confundir<br />

o original com o aborígene, em que produzir algo de<br />

novo consiste num acto especial de criação ex nihilo. Do<br />

ponto de vista sociocultural, a ênfase no papel individual<br />

e na minimização do papel dos instrumentos mediadores<br />

justifica muitas das análises que consideram o acto<br />

psicológico uma invenção única. Lukes (1977), ao<br />

abordar esta questão, fala-nos de um “individualismo<br />

metodológico” que tem prevalecido em alguns sectores<br />

da sociologia, psicologia, economia e outras áreas das<br />

ciências humanas.<br />

Vygotski, Dewey, Burke, Bakhtin divergem desta<br />

perspectiva, fazendo a apologia da necessidade de<br />

ultrapassar a concepção de indivíduo isolado para<br />

compreendermos a acção humana, incluindo a acção<br />

comunicativa e a acção mental.<br />

15


A partir da década de oitenta, as Ciências Sociais,<br />

atentas à complexificação da vida hodierna e aos<br />

fenómenos socioculturais da mudança, lançam para o<br />

debate um tema frequentemente ausente: a Educação de<br />

Adultos e os processos de alfabetização e de literacia 11<br />

que lhe estão associados (Ramirez, 1995). Em Portugal,<br />

embora as academias, associações de instrução e<br />

bibliotecas existentes no país tenham desempenhado,<br />

desde o séc. XIX, importantes funções educativas junto<br />

da população adulta de meios populares (Salgado, 1996),<br />

nos últimos anos, e pese embora os investimentos<br />

registados nesta área, a necessidade de aprofundamento<br />

das dinâmicas de Educação de Adultos mantém-se.<br />

Directamente associado ao processo de Educação<br />

de Adultos encontra-se o fenómeno dos usos do media e,<br />

em particular, da Televisão e da Internet. Ser<br />

telespectador ou cibernauta, hoje em dia, constitui quase<br />

uma condição natural. Como afirma João Lopes, “não é<br />

possível ou, pelo menos, não é fácil conceber a nossa<br />

existência individual, no que ela tem de social, desligada<br />

da televisão, da sua presença, das suas mensagens. (…)<br />

Estar pela televisão, para a televisão ou contra a<br />

11<br />

Apesar da ambiguidade frequentemente associada a este conceito,<br />

Benavente et al. (1996) defendem que, enquanto o conceito de<br />

alfabetização “traduz o acto de ensinar e de aprender (a leitura, a<br />

escrita e o cálculo), um novo conceito - a literacia - traduz a<br />

capacidade de usar as competências (ensinadas e aprendidas) de<br />

leitura, de escrita e de cálculo. Tal capacidade de uso escapa, assim,<br />

a categorizações dicotómicas, como sejam “analfabeto” e<br />

“alfabetizado” “ (1996:4; itálico no original). No quadro da<br />

Sociedade Digital, o conceito de Literacia tem sido sujeito a fortes<br />

mutações, preconizando-se, hoje, o uso de termos como: Literacias<br />

Múltiplas ou Transliteracias.<br />

16


televisão podem ser, e são, modos correntes de<br />

identidade” (1995:9) 12 . Cinquenta e três anos após o<br />

aparecimento da televisão em Portugal (1957) 13 , e quase<br />

vinte anos (1992) depois do aparecimento do primeiro<br />

canal privado (a SIC), assistimos à galvanização<br />

repetitiva dos tempos livres pela imagem televisiva. No<br />

entanto, refugiadas no seu poder ancestral, as instituições<br />

educativas resistem em assumir publicamente a sua<br />

missão na criação de espaços de educação para e com os<br />

media, ignorando-se que a Educação para e com a<br />

Televisão, no contexto de Pessoas Adultas, constitui,<br />

antes de mais, um problema de Educação para a<br />

Cidadania.<br />

Os estudos sobre o desenvolvimento humano dão<br />

primazia à relação das actividades dos sujeitos com as<br />

características do meio, a partir de múltiplas perspectivas,<br />

enfatizando a sua dimensão individual 14 ou social. Ao<br />

longo das últimas décadas do séc. XX, reconheceu-se que<br />

os processos cognitivos podem variar consoante o<br />

domínio de pensamento e a especificidade do contexto<br />

em que se desenvolve a actividade. Mas os esforços<br />

12<br />

Sublinhado no original.<br />

13<br />

Para uma análise do contexto sociocultural e político associado à<br />

criação da RTP, consultar Rui Cádima (1996).<br />

14<br />

O destaque da dimensão individual caracterizou, durante décadas,<br />

o trabalho de investigadores, centrado no desenvolvimento infantil,<br />

no quociente intelectual, nas estratégias de memória e nas destrezas<br />

gramaticais. No estudo do desenvolvimento cognitivo do sujeito, as<br />

investigações de Piaget constituem marco obrigatório de referência,<br />

assinalando a importância das adaptações ao meio no<br />

desenvolvimento cognitivo do sujeito (incluindo o meio social) e<br />

dirigindo-se para o estudo sobre os processos seguidos pelo sujeito<br />

para dar sentido a um mundo “genérico” não explorado.<br />

17


individuais, as estruturas socioculturais e a participação<br />

nessas estruturas são inseparáveis; constituem objectos<br />

de interesse mutuamente enraizados e, também por esta<br />

razão, o contexto é percebido como algo que não pode<br />

ser abordado independentemente das acções humanas,<br />

seja em situações de conhecimento ou em qualquer outro<br />

tipo de actividades (Rogoff, 1994). Esta linha de análise<br />

reenvia-nos para uma abordagem do pensamento que<br />

privilegia a comunicação e as relações humanas. O saber<br />

e o pensamento não têm somente que ver com o “como”<br />

do pensamento do indivíduo, mas estão intrinsecamente<br />

ligados à sua dimensão social e cultural. Trata-se também<br />

de tomar consciência de que o conhecimento é partilhado<br />

mediante o discurso e a acção conjunta (Edwards &<br />

Mercer, 1994).<br />

Orientados pela procura de novos caminhos que<br />

nos permitam conhecer mais e melhor as mediações<br />

educativas, com a presente obra, pretendemos contribuir<br />

para o desenvolvimento de uma metodologia de análise<br />

dos media educativos, tendo como referente teórico<br />

básico a teoria histórico-cultural ou sociocultural de Lev<br />

S. Vygotski (1896-1934). Não pretendendo ocultar a<br />

importância de tradições da investigação educativa sobre<br />

os media, como a técnico/empírica, a<br />

mediacional/simbólica ou a curricular/contextualizadora<br />

(Área, 1991) que nos fornecem elementos sobre a<br />

evolução do conceito de medium 15 em contexto de ensino<br />

e de aprendizagem, detectamos a necessidade de procurar<br />

15 Étimo latino que significa meio e cuja forma plural é media (cf.<br />

Rocha Trindade, 1990).<br />

18


vias alternativas que nos permitam aprofundar as<br />

dimensões mediadoras sobre os artefactos pedagógicos.<br />

Neste contexto, consideramos que a perspectiva<br />

sociocultural permite uma aproximação às acções<br />

mediadas que transcende a concepção de que estes<br />

artefactos são meros suportes (De Pablos, 1995a, 1995b,<br />

1996). Em particular, se nos centrarmos nos modos como<br />

agentes particulares – Pessoas Adultas – usam um<br />

medium concreto, como é o caso da Televisão, em<br />

contextos específicos – os Educativos, a teoria<br />

sociocultural pode proporcionar-nos uma fecunda via de<br />

análise sobre os modos como estes agentes internalizam<br />

e se apropriam dos discursos televisivos, a partir de uma<br />

unidade de análise particular: a acção mediada<br />

(Zinchenko, 1985; Wertsch, 1993).<br />

Se transferirmos este último postulado para o<br />

estudo das vozes sobre a Televisão em contextos de<br />

Educação de Adultos, poderemos observar uma grande<br />

variedade de géneros discursivos (Bakhtin, 1995)<br />

favorecidos, entre outros, pelo nível de escolaridade,<br />

pelas experiencias histórico-culturais de indivíduos e<br />

grupos, pela especificidade do contexto escolar ou pelo<br />

contexto social comunitário dos agentes (Rebollo, 1999;<br />

2001; García Pérez, 2001).<br />

A Teoria Sociocultural<br />

A expressão “teoria sociocultural” ou “históricocultural”<br />

identifica um campo de investigação emergente<br />

no campo das Ciências Sociais. Do ponto de vista<br />

19


externo, o seu elemento epistemológico mais visível<br />

reside na vocação interdisciplinar. Ciências como a<br />

comunicação, a psicologia, a antropologia, a filosofia ou<br />

as ciências da educação integram-se em propostas que<br />

pretendem superar limites rígidos estritamente<br />

disciplinares (De Pablos, Rebollo & <strong>Aires</strong>, 1999). Mais<br />

do que uma “escola”, a perspectiva sociocultural orienta<br />

“a inquietude de diversas tendências científicas para<br />

abordar aspectos essenciais que nunca devem ser<br />

marginalizados ao investigar a construção do facto<br />

humano” (Del Río, Alvarez & Wertsch, 1994:12).<br />

No momento em que Vygotski desenvolveu a sua<br />

obra, interrompida pela morte prematura, a sua<br />

perspectiva foi interpretada como uma posição contrária<br />

às tendências dominantes da psicologia 16 . Rejeitando<br />

qualquer interpretação reducionista dos fenómenos<br />

psicológicos, o autor desenvolve três grandes temas que<br />

serão dominantes na sua teoria: 1) A origem social dos<br />

processos psicológicos superiores; 2) O papel central da<br />

mediação e dos instrumentos e signos nos processos<br />

psicológicos; 3) O método genético.<br />

Nas duas últimas décadas, a perspectiva de<br />

Vygotski sobre a dimensão social, histórica e contextual<br />

da linguagem tem sido enriquecida com a obra de<br />

Mikhaïl Bakhtin, linguista e crítico literário (Wertsch,<br />

1988, 1993; Silvestri, 1993). As ideias desenvolvidas<br />

16<br />

Quando a psicologia pavloviana dominava a psicologia, o autor<br />

bielorrusso propôs o conceito revolucionário de mediação cognitiva.<br />

O signo, possuidor de significado, é o eixo sobre o qual giram os<br />

processos de mediação.<br />

20


pelo Círculo de Bakhtin sobre a relação entre a filosofia<br />

da linguagem e a teoria literária contribuíram para a<br />

identificação de novas vias no estudo das dimensões<br />

social e individual do discurso na aprendizagem. Um dos<br />

conceitos que emerge na intersecção da obra destes<br />

autores é o de acção mediada, proposto por Zinchenko<br />

(1985) 17 .<br />

A partir da noção de dialogia, Bakhtin propõe-nos<br />

uma metodologia de compreensão da realidade<br />

intersubjectiva e hermenêutica que permite libertar o<br />

conteúdo do discurso e salienta o processo pelo qual os<br />

enunciados de um falante entram em contacto com os<br />

enunciados do outro, combinando-se no interior da<br />

consciência ou no mundo externo. Esta concepção<br />

cultural da linguagem parte da identificação de diferentes<br />

formas de uso por parte dos agentes para apresentar e<br />

representar mutuamente os significados culturais que<br />

marcam e definem determinado contexto sociocultural<br />

como, por exemplo, a escola. Assim, ao propor ou<br />

incentivar os alunos a usar determinados textos ou<br />

produções culturais em contexto escolar, criam-se zonas<br />

para o desenvolvimento de relações com esse meio.<br />

Privilegiando a teoria sociocultural e o seu objecto<br />

de análise – o vínculo entre as acções mediadas por<br />

17<br />

Salienta-se, no entanto, que outros autores tinham já formulado<br />

conceitos muito próximos desta noção, a saber: John Dewey, em<br />

1938, propôs a noção de “acção instrumental” relacionada com<br />

alguns dos aspectos essenciais da acção mediada; posteriormente,<br />

Kenneth Burke (1969) ao formular o conceito de “acção simbólica”<br />

situa-se, também, numa zona teórica muito próxima da noção de<br />

acção mediada (Wertsch, 1997).<br />

21


diversas produções culturais e os cenários socioculturais<br />

em que se verificam – a investigação sobre a acção<br />

educativa e o papel dos instrumentos mediadores nela<br />

integrados possibilita-nos a exploração de formas de<br />

acção mediada, apoiadas em produções culturais<br />

complexas, como é o caso da televisão, instrumento<br />

mediador central nesta obra.<br />

Actualmente, a dinâmica de investigação no campo<br />

da teoria sociocultural pode ser observada através das<br />

sociedades científicas vocacionadas para a dinamização<br />

desta corrente, da realização de congressos e da<br />

publicação de revistas e livros. Sem termos a pretensão<br />

de desenvolver o historial desta perspectiva de<br />

investigação, salientarmos o facto de, em 1982, se ter<br />

organizado pela primeira vez, em Espoo (Finlândia), uma<br />

Conferência Internacional sobre a aprendizagem e o<br />

ensino, tendo como referente a teoria da actividade –<br />

teoria de origem vygotskiana. Dois anos mais tarde, deuse<br />

a bifurcação do modelo geral em duas associações: a<br />

European Association on Research on Learning and<br />

Instruction (EARLI) e a International Society for<br />

Cultural Research and Activity Theory (ISCRAT). Em<br />

1992, surge uma nova associação – a Society of<br />

Sociocultural Research Conferences que integra<br />

investigadores como James Wertsch, Pablo del Río e<br />

Amélia Alvarez. Actualmente, a International Society for<br />

Cultural Activity Research (ISCAR) congrega uma<br />

significativa parte dos investigadores desta área.<br />

Outra dimensão que nos permite observar a<br />

vitalidade desta corrente reside nas publicações<br />

22


periódicas que promove, a saber: A Multidisciplinary<br />

Newsletter for Activity 18 , Mind, Culture and Activity,<br />

Mind, Culture and Psychology, Human Development<br />

entre outras.<br />

O objecto de estudo tratado na presente obra – as<br />

culturas televisivas presentes nos discursos de estudantes<br />

adultos do Ensino Básico e Secundário Recorrente e do<br />

Ensino Superior e, em particular, os modos de<br />

privilegiação e de reintegração colectiva e individual de<br />

uma proposta televisiva concreta – documentário –<br />

permite-nos o acesso a novas interpretações sobre os<br />

tipos de informação privilegiada e os modos como esta é<br />

reintegrada pelos estudantes adultos no contexto das<br />

actividades escolares.<br />

A análise da acção mediada, a partir da aplicação<br />

do método de grupos de discussão e da metodologia<br />

microgenética, abre vias para a exploração dos modos de<br />

apropriação de programas televisivos em actividades<br />

escolares. Com o método de grupos de discussão<br />

captamos as formas evolutivas dos discursos grupais<br />

(Rebollo, 2001). A partir da metodologia microgenética,<br />

proposta por Vygotski (1979), analisamos dinâmicas<br />

processuais de pensamento verbal registadas no contexto<br />

de uma actividade escolar – a resolução de problemas – e<br />

de um processo social básico – a díade investigadoraestudante.<br />

Se com o grupo de discussão acedemos à<br />

dimensão social dos processos psicológicos no contexto<br />

de actividades formais realizadas pela turma, com a<br />

18<br />

Revista criada em 1988, com publicação regular até 1994.<br />

23


metodologia microgenética privilegiamos a dimensão<br />

individual destes processos.<br />

Em suma, na presente obra, a nossa reflexão<br />

contempla as seguintes dimensões: 1) O papel mediador<br />

da televisão no contexto da Educação de Adultos, numa<br />

perspectiva sociocultural. 2) A relação entre acção<br />

discursiva e culturas grupais e individuais, em âmbito<br />

escolar. Se a acção é mediada por instrumentos materiais<br />

e simbólicos, os diferentes modos discursivos que<br />

organizam e interpretam esta acção proporcionam não só<br />

o contexto para a aprendizagem da linguagem e de outros<br />

sistemas semióticos, como orientam também os<br />

aprendentes para modos culturais de construção do<br />

sentido da experiência, por via da sua classificação, da<br />

relação meios-fins, de valores estéticos e éticos. A<br />

aprendizagem destes meios semióticos permite a<br />

apropriação de modos culturais dominantes de<br />

pensamento, reflexão e valor. Neste sentido, o ensino e a<br />

aprendizagem não se limitam a actividades que<br />

acontecem em tempos e lugares específicos; todas as<br />

interacções entre pessoas envolvem o uso, adaptação e<br />

domínio de instrumentos culturais. As funções<br />

psicológicas superiores não se desenvolvem somente em<br />

resultado da aprendizagem e crescimento individual, mas<br />

dependem do domínio de instrumentos semióticos<br />

culturais, como a linguagem, as representações artísticas<br />

ou os procedimentos científicos.<br />

A presente obra encontra-se organizada em duas<br />

partes. Na primeira parte, analisamos os fundamentos das<br />

teorias de Vygotski e de Bakhtin, no quadro das<br />

24


perspectivas educativas actuais. Na segunda parte,<br />

apresentamos dois estudos ancorados na teoria<br />

sociocultural. Considera-se que a relação dialógica entre<br />

a teoria e a prática facilita novas leituras sobre os<br />

contextos de aprendizagem conjunta, dando-se particular<br />

relevo aos instrumentos mediadores da acção educativa.<br />

Espera-se que este objectivo seja cumprido, através do<br />

aprofundamento de saberes sobre os processos de<br />

mediação das aprendizagens e da abertura a novas<br />

perspectivas de construção, uso e avaliação de<br />

instrumentos mediadores na Educação de Pessoas<br />

Adultas.<br />

25


Capítulo 1<br />

A TEORIA SOCIOCULTURAL DE<br />

VYGOTSKI<br />

A hipercomplexidade educativa cria a exigência de<br />

identificar boas respostas para as inúmeras questões<br />

educativas com que nos confrontamos. Que mundos vão<br />

encontrar os jovens no futuro? Quais são as melhores<br />

ideias disponíveis sobre a mente humana? O que<br />

sabemos, actualmente, sobre aprendizagem e<br />

desenvolvimento que as gerações anteriores não<br />

soubessem? Que perspectivas inovadoras nos trazem as<br />

tecnologias?<br />

A emergência de novos olhares sobre o valor do<br />

futuro e das ideias em Educação exigem a definição de<br />

novas metas educacionais. O tempo em que as escolas<br />

formavam os jovens para a sua integração em diferentes<br />

sectores sociais e profissionais já não é o que vivemos.<br />

Wells e Claxton (2002) defendem que, hoje, a educação<br />

deve privilegiar o desenvolvimento da mente para<br />

aprender, não deixando de ter presente que a mente não<br />

se desenvolve, exclusivamente, pela instrução didáctica,<br />

mas através de hábitos que se aprendem com os<br />

contextos que nos rodeiam. Neste sentido, a educação é,<br />

27


sobretudo, um processo cultural e de transformação e,<br />

neste domínio, as teorias de desenvolvimento humano<br />

têm algo a dizer.<br />

As culturas exercem um papel importante no<br />

desenvolvimento dos indivíduos e, reciprocamente, o<br />

pensamento e a acção dos indivíduos contribuem para a<br />

manutenção e transformação do milieu cultural.<br />

Podemos, então, afirmar que o desenvolvimento humano<br />

constitui o referente central da acção educativa.<br />

A perspectiva sociocultural, desenvolvida por<br />

Vygotski e reinterpretada por investigadores como Cole,<br />

Scribner, Wertsch, Engeström, entre outros, proporciona<br />

um vasto manancial de instrumentos teóricos e<br />

metodológicos para a identificação de vias que conciliam<br />

“o estudo da experiência culturalmente organizada com o<br />

estudo do conhecimento e desenvolvimento cognitivo”<br />

(Cole, 1985:5). O argumento vygotskiano de que a<br />

aprendizagem conduz ao desenvolvimento de<br />

instrumentos mentais e de atitudes tem profundas<br />

implicações na acção educativa. Com o suporte que<br />

obtemos em actividades conjuntas, ultrapassamos<br />

limitações individuais e expandimos o que somos<br />

capazes de aprender e de alcançar. Estas premissas<br />

vygotskianas serão tratadas no presente capítulo, pelo<br />

valor incontornável que podem representar para a<br />

definição de metas educacionais.<br />

28


A TEORIA DE VYGOTSKI<br />

“A vida de Vygotski apresenta uma notável e sugestiva<br />

qualidade literária que nos recorda com frequência a vida dos<br />

heróis literários de Thomas Mann, Hermann Hesse ou Boris<br />

Pasternak. É como se a mão invisível de um mestre tivesse<br />

recolhido os temas fundamentais da vida intelectual do século<br />

XX e os tivesse reunido na vida de um só homem, juntandolhes,<br />

para além disso, liberalmente os elementos de um drama<br />

histórico” (Kozulin, 1990:13).<br />

Breves notas biográficas<br />

A citação anterior, da autoria de Kozulin (1994),<br />

sintetiza o percurso do homem que vive a sua<br />

adolescência numa cidade de província, situada nos<br />

limites do império russo; de um jovem intelectual que<br />

participa, activamente, na vida cultural de Moscovo nas<br />

vésperas da Revolução Russa e do investigador que<br />

representa uma voz inovadora e imprevista no incipiente<br />

campo da psicologia soviética do início do século.<br />

Referimo-nos a Lev Semionovich Vygotski 19 , intelectual<br />

eminente que contribuiu para a criação de uma teoria do<br />

desenvolvimento psicológico e educacional, partindo do<br />

postulado de que a essência da vida é cultural.<br />

A obra de Vygotski reflecte-nos um espírito<br />

humanista e livre. O autor revela-se fundamentalmente<br />

um pensador e elege a psicologia como cenário por<br />

excelência para a representação das suas ideias (Kozulin,<br />

19<br />

Vygodski alterou o seu nome para Vygotski, no início dos anos<br />

vinte, porque achava que este último derivava do nome da cidade de<br />

Vygotovo, de onde era originária a sua família. As suas filhas<br />

mantiveram o “d” na composição do apelido (Wertsch, 1988:21).<br />

29


1994). A extraordinária versatilidade de recursos<br />

intelectuais e de áreas de actividade – vão da linguística<br />

de Humboldt aos estudos de Köhler sobre os monos<br />

antropóides ou da análise das tragédias de Shakespeare à<br />

reabilitação das crianças com necessidades especiais –<br />

fez com que, por um lado, o autor fosse mal<br />

compreendido pelos seus contemporâneos e, por outro<br />

lado, se prolongasse a vida póstuma das suas ideias<br />

(Kozulin, 1994). Para melhor compreendermos e<br />

analisarmos a obra de Vygotski, será necessário<br />

compreender o milieu em que viveu.<br />

Embora a informação sobre os primeiros anos de<br />

vida de Vygotski seja escassa, sabe-se que nasceu a 17 de<br />

Novembro de 1896 em Orsha, perto de Minsk, na<br />

Bielorrússia, e que passou a sua infância e juventude em<br />

Gomel. O seu pai era chefe de Departamento no Banco<br />

Unido de Gomel e representante de uma companhia de<br />

seguros e sua mãe era professora do ensino primário,<br />

tendo dedicado a maior parte da sua vida a cuidar dos<br />

seus oito filhos. Com a mãe, Vygotski aprendeu alemão e<br />

desenvolveu o seu amor pelo poeta Heine (Wertsch,<br />

1988; De Pablos, 1996).<br />

A infância de Vygotski foi, intelectualmente, muito<br />

estimulante, apesar de lhe terem sido limitados muitos<br />

dos seus direitos pela sua ascendência judia. Na Rússia<br />

Czarista, ser judeu significava viver em territórios<br />

restritos, estar sujeito a quotas limitadas no acesso à<br />

<strong>Universidade</strong>, ser excluído do exercício de determinadas<br />

profissões e sofrer muitas outras formas de<br />

discriminação. Por esta razão, Vygotski não frequentou a<br />

30


escola pública; fez o ensino primário com um tutor<br />

privado (Salomon Ashpiz) 20 e concluiu os estudos<br />

secundários num gymnasium judeu com medalha de<br />

ouro, em 1913.<br />

Aos quinze anos, era conhecido pelo “pequeno<br />

professor”, pois orientava discussões entre estudantes<br />

sobre diversos temas intelectuais. As suas áreas<br />

preferidas eram o teatro, a literatura e, sobretudo, a<br />

poesia. Mas as qualidades intelectuais que evidenciava<br />

não evitaram as fortes restrições, impostas pelo czarismo<br />

à comunidade judaica 21 , quando se candidatou à<br />

<strong>Universidade</strong>. Apesar das contrariedades, ingressou na<br />

<strong>Universidade</strong>, tendo frequentado um mês a faculdade de<br />

medicina para satisfazer a vontade de seus pais para,<br />

depois, se inscrever em “leis” por considerar que esta era<br />

uma das poucas profissões que lhe permitia viver à<br />

margem das restrições profissionais czaristas impostas<br />

aos judeus. Em 1917, graduou-se em leis pela<br />

<strong>Universidade</strong> de Moscovo, mas foi na <strong>Universidade</strong> de<br />

20<br />

Salomon Ashpiz, matemático, tinha passado algum tempo exilado<br />

na Sibéria por participar em actividades revolucionárias, sendo esta<br />

uma experiência muito frequente entre os estudantes russos daquela<br />

época (Kozulin, 1994: 26-27). Ashpiz desenvolvia o processo<br />

educativo recorrendo a uma técnica baseada em engenhosos diálogos<br />

socráticos (Blanck, 1993:46).<br />

21<br />

Neste período, as <strong>Universidade</strong>s de Moscovo ou S. Petersburgo só<br />

podiam ter 3% de estudantes judeus.<br />

31


Shanyavskii 22 que adquiriu as bases da sua formação em<br />

filosofia, psicologia e literatura 23 .<br />

Depois da sua graduação, regressou a Gomel como<br />

professor de literatura e psicologia e criou um círculo<br />

cultural cuja actividade se centrava na promoção de<br />

discussões sobre temáticas diferenciadas. Desenvolveu<br />

actividades muito diversificadas: foi professor de<br />

literatura, estética, história de arte, fundador do<br />

laboratório de psicologia na escola de formação de<br />

professores de Gomel, editor de obras famosas da<br />

literatura. Em 1919, viria a contrair tuberculose e, em<br />

1920, decidiu retirar-se para um sanatório, pedindo a<br />

antigos alunos a publicação da sua obra, em caso de<br />

morte.<br />

Vygotski conseguiria sobreviver a esta fase da<br />

doença. Participou, pela primeira vez, no segundo<br />

congresso de psiconeurologia, em Leninegrado e, a partir<br />

de então, iniciou a segunda grande etapa da sua vida. A<br />

brilhante participação de Vygotski no referido congresso<br />

impressionou de tal modo o director do Instituto de<br />

Psicologia de Moscovo (K. N. Kornilov, considerado um<br />

“materialista”), que este decidiu convidar o “Mozart da<br />

psicologia” (Toulmin, 1978, cit. Wertsch, 1988:26) a<br />

unir-se ao seu grupo de trabalho para restruturação do<br />

Instituto. Mais tarde, em 1925, Vygotski conclui a sua<br />

22<br />

A maior parte dos estudantes e professores desta <strong>Universidade</strong><br />

tinham sido expulsos na sequência de uma revolta anti-czarista<br />

frustrada (Wertsch, 1988:24).<br />

23<br />

Embora não pudesse emitir certificados, a <strong>Universidade</strong> de<br />

Shanyavskii contava com um corpo docente de elevada qualidade<br />

(Kozulin, 1994)<br />

32


tese sobre “Psicologia da Arte” e, nos nove anos<br />

seguintes, promove uma intensa actividade científica<br />

orientada para o desenvolvimento da sua teoria, com<br />

particular ênfase na pedagogia e na “defectologia” 24 .<br />

Ao perspectivar a psicologia a partir de uma nova<br />

categoria, a cultura, Vygotski promoveu uma autêntica<br />

revolução no campo da psicologia científica da época<br />

(De Pablos, 1996:129). O caminho que, segundo o autor,<br />

conduziria a uma psicologia geral, passaria pela crítica<br />

metapsicológica das escolas existentes, como a<br />

psicologia mentalista tradicional, a reflexologia e a<br />

psicanálise, pois considerava que as diferenças entre<br />

estas correntes não residiam somente nas conclusões a<br />

que chegavam, mas também nos factos com que<br />

operavam.<br />

O encontro de Vygotski com os discípulos Luria<br />

(1902-1977) e Leontiev (1904-1979) conduziu à criação<br />

da “troika” da escola vygotskiana (Bronckart, 1985:7-<br />

20). Neste grupo, a pesquisa orienta-se,<br />

fundamentalmente, por dois objectivos: 1) reformular a<br />

psicologia, enquanto metateoria psicológica, a partir de<br />

uma perspectiva marxista 25 e 2) desenvolver formas<br />

24<br />

Defectologia era o termo usado na Rússia para definir a<br />

investigação num amplo leque de incapacidades (deficiências<br />

auditivas, visuais, mentais, etc.) (idem, p.29).<br />

25<br />

Vygotski distanciar-se-ia, mais tarde, do que viria a ser<br />

considerada a “psicologia marxista” por esta se afastar da concepção<br />

social e cultural da consciência humana que defendia. No seu<br />

argumento central considerava que a psicologia científica não tinha<br />

sido compreendida como uma teoria social e cultural e, por isso, se<br />

identificava ainda com a ciência natural. Vygotski dirigiu algumas<br />

críticas a alguns dos seus colegas, nomeadamente Kornilov (seu<br />

33


concretas de abordagem de problemas práticos com que a<br />

Rússia se enfrentava, através da psicologia da educação e<br />

da psicologia terapêutica. O seu interesse pela neurologia<br />

levou-o a frequentar algumas aulas na faculdade de<br />

Medicina.<br />

Em 1931, alguns dos elementos do seu grupo<br />

(Luria, Leontiev, Boshovich, Zaporozhets) transferiramse<br />

para o departamento de psicologia do Instituto<br />

Psiconeurológico Ucraniano. O afastamento físico dos<br />

investigadores obrigaria Vygotski a viagens frequentes,<br />

para manter o contacto com este posto avançado de<br />

investigação. Neste período, além do seu trabalho em<br />

Jarkov, o autor desenvolveu várias actividades em<br />

Moscovo com Levina, Slavina e Menshiscaya.<br />

Leccionou, também, no Departamento de Ciências<br />

Sociais da <strong>Universidade</strong> Estatal de Moscovo, na<br />

Academia de Educação Comunista N. K. Kruspskaya, no<br />

Instituto para a Saúde Infantil e Adolescente, no<br />

chefe), por considerarem que a psicologia marxista era uma<br />

alternativa viável tanto para a psicologia científico-natural como para<br />

a psicologia fenomenológica. Vygotski não estava de acordo com a<br />

forma como estes autores se apropriavam do marxismo porque não<br />

inseriam esta teoria onde ela era necessária; ridiculariza o método<br />

comum de seleccionar citações fortuitas das obras de Marx e Engels<br />

para justificar uma posição marxista da “psicologia marxista” de<br />

então e recordava que nem Marx nem os seus discípulos possuiam<br />

qualquer noção do método psicológico ou da teoria psicológica. Para<br />

Vygotski os “psicólogos marxistas” procuravam o “material” errado<br />

porque, em vez de construírem uma teoria, o que pretendiam era uma<br />

fórmula já confeccionada. Por último, o autor considerava que as<br />

ideias marxistas eram utilizadas de forma errónea porque aquela<br />

versão da “psicologia marxista” adoptava uma postura autoritária e<br />

impedia a livre procura da verdade científica (Kozulin, 1994:103-<br />

104).<br />

34


Departamento de Pedagogia do Conservatório de<br />

Moscovo, no Instituto Pedagógico-Industrial K.<br />

Libknekht e no Instituto Pedagógico de Leninegrado A. I.<br />

Herzen. Além da actividade docente, orientava trabalhos<br />

clínicos e dinamizava actividades de investigação<br />

(Wertsch, 1988).<br />

Neste período, agravou-se a sua doença. Embora<br />

tentasse concretizar o maior número de objectivos que<br />

definira, na primavera de 1934, a sua saúde degradou-se<br />

de tal modo que foi aconselhado a um internamento<br />

hospitalar. Como pretendia concluir as tarefas do ano<br />

lectivo em curso, Vygotski recusou o internamento e<br />

faleceu no dia onze de Junho de 1934. Depois da sua<br />

morte, foram, ainda, publicados vários artigos. No<br />

entanto, por motivos políticos, a sua obra foi proibida<br />

durante vinte anos – um decreto do Partido Comunista<br />

rejeitou a paidologia. A este facto acrescentaram-se<br />

outros que terão conduzido à marginalização da teoria<br />

sociocultural, a saber: o conflito entre alguns dos seus<br />

argumentos e os de Estaline, apresentados num ensaio<br />

sobre linguística, em 1950; a expansão, em finais dos<br />

anos quarenta, de uma forma de dogmatismo pavloviano<br />

(Tucker, 1971), hoje conhecido por “materialismo<br />

vulgar” (Wertsch, 1988:32). Alguns anos mais tarde, em<br />

1956, o livro “Pensamento e Linguagem” deixou de ser<br />

proibido e voltou a ser reeditado em russo, marcando-se,<br />

assim, o reinício da publicação das obras de Vygotski. A<br />

partir de então, iniciou-se um novo ciclo de divulgação<br />

que se prolongou até aos dias de hoje, através da edição<br />

das Obras Completas e de inúmeros artigos e livros.<br />

35


A diversidade de contextos socioculturais na obra de<br />

Vygotski<br />

Para melhor compreendermos o desenvolvimento<br />

intelectual de Vygotski, é necessário ter presente a<br />

singularidade de que se revestiu a intelligentsia russa, na<br />

procura de novas formas de pensamento e artísticas 26 .<br />

Para Kozulin (1994) esta intelligentsia era constituída por<br />

um coeso grupo apoiado em valores culturais comuns,<br />

um elevado sentido de justiça social e um forte desejo de<br />

intervenção para uma sociedade melhor. Esta concedia<br />

uma grande importância aos trabalhos literários porque<br />

constituíam não só a “encarnação última da cultura, como<br />

também a forma mais concentrada da vida” 1994:33). A<br />

inovação no campo das letras era considerada um<br />

elemento fundamental na descoberta de um novo<br />

caminho histórico.<br />

Quando Vygotski iniciou a sua participação na vida<br />

cultural de Moscovo, o mundo parecia dividido em duas<br />

partes: o mundo dos “arcaístas”, ligados aos cânones<br />

estabelecidos e enraizados culturalmente, e o mundo dos<br />

“inovadores”, protagonistas do movimento de vanguarda<br />

da mudança. Na Rússia, esta fronteira entre arcaístas e<br />

inovadores recaía sobre a última escola poética do séc.<br />

XIX, o simbolismo, e a nova escola de intelectuais<br />

literários, mais tarde designada por “formalismo russo”.<br />

A luta entre simbolistas e formalistas 27 inseria-se num<br />

26<br />

O abstraccionismo, o existencialismo e a hermenêutica são fruto<br />

desta época.<br />

27<br />

Os críticos formalistas pretendiam demonstrar que o valor estético<br />

da literatura tradicional não deriva do seu “realismo” ou da sua<br />

36


movimento generalizado em que viriam a destacar-se<br />

figuras como Picasso, Arnold Schöenberg 28 ou o poeta<br />

Jlebnikov (cit. Kozulin, 1994:34). No centro desta<br />

polémica estava a discussão sobre a concepção de obra<br />

de arte e a objectivação-desobjectivação 29 , termos<br />

vinculados à filosofia hegeliana. Estas correntes<br />

literárias, musicais e artísticas influenciaram a postura de<br />

Vygotski na delimitação do objecto da investigação<br />

psicológica. A facilidade com que o autor lia alemão,<br />

hebreu, francês, inglês, latim, grego e esperanto<br />

possibilitou-lhe o acesso a um vasto leque de obras<br />

históricas, literárias, teatrais ou filosóficas. Além de<br />

Hegel, provavelmente um dos amores intelectuais da sua<br />

juventude, autores tão diversos como Bacon, Descartes,<br />

Spinoza, Feuerbach, Marx, Engels ou Dostoievski,<br />

Tolstoi, Tyutchev, Blok, Bunin, Landelstam, Gumilyov e<br />

Pasternak (Blanck, 1993) influenciaram também a sua<br />

teoria. As suas primeiras leituras em psicologia passaram<br />

“utilidade social”, mas das subtis técnicas empregues por autores<br />

como Gogol ou Tolstoi. Boris Eichenbaum, formalista, defendia que<br />

o seu âmbito de estudo não consistia em “como estudar a literatura”,<br />

mas em analisar qual é realmente “o objecto do estudo literário”.<br />

Roman Jakobson, por sua vez, considerava que “o objecto do estudo<br />

literário não é a literatura, mas a literariedade, ou seja, aquilo que faz<br />

de determinada obra literária” (cit. Kozulin, 1994:39).<br />

28<br />

Schönberg desenvolveu a teoria da música dodecafónica.<br />

29<br />

Na sua essência, a desobjectivação consiste no problema de captar<br />

o pensamento e a vida na sua forma dinâmica e “aberta”. O<br />

procedimento de desobjectivação aplicado ao pensamento humano<br />

faz parte da essência da dialéctica socrática (nos diálogos socráticos,<br />

a dialéctica utiliza-se como instrumento para converter proposições<br />

de sentido comum em problemas ao revelar a sua natureza<br />

contraditória). Na filosofia hegeliana, o método dialéctico revela-nos<br />

como o pensamento pode converter-se no seu oposto, para depois,<br />

“retornar” enriquecido (Kozulin, 1994:34).<br />

37


por Freud e James para, depois, explorar Pavlov e outros<br />

representantes das principais escolas da época (Dobkin,<br />

1982, cit. Blanck, 1993). De Pablos (1996) refere-nos,<br />

também, com base numa citação de William Sahakian<br />

(1982) que Vygotski teve acesso a uma série de autores<br />

ocidentais que nos dão referências sobre a evolução do<br />

seu pensamento. De entre esses autores, encontram-se<br />

Oswald Külpe (1862-1915), criador da escola do<br />

pensamento sem imagens de Würzburg, influenciado pela<br />

fenomenologia de Husserl; Claparéde (1873-1940),<br />

investigador suíço, fundador da psicologia infantil no seu<br />

país; Pierre Janet (1859-1947), fundador da escola da<br />

dissociação em Psicopatologia; Robert Mearns Yerkes<br />

(1876-1956), psicólogo comparativo da <strong>Universidade</strong> de<br />

Yale.<br />

A ênfase de Hegel na natureza histórica do ser<br />

humano alimentou a ideia de Vygotski de que a<br />

psicologia é a ciência do homem histórico e não a ciência<br />

do homem abstracto. Por outro lado, a noção vygotskiana<br />

de “instrumentos psicológicos” enraíza-se na concepção<br />

hegeliana de que o trabalho, juntamente com a<br />

transformação do mundo das coisas, altera a consciência<br />

humana (Kozulin, 1994). Vygotski chegou mesmo a<br />

reconhecer explicitamente a sua dependência do sistema<br />

hegeliano, pelo menos, em dois momentos diferentes.<br />

Quando analisou o problema dos instrumentos<br />

psicológicos e seu papel mediador, referiu que Hegel<br />

considerava a mediação (Vermittlung) uma característica<br />

38


fundamental da razão humana 30 : “Hegel atribuía com<br />

toda a razão um significado mais geral ao conceito de<br />

mediação, considerando-o a propriedade mais<br />

característica da razão” (Vygotski, 1995b:93). E, noutra<br />

altura, Vygotski aceitou a sua proximidade da dialéctica<br />

hegeliana do desenvolvimento histórico, plasmada na<br />

interacção amo-escravo. A dialéctica da transformação e<br />

do devir influenciou o autor no estudo do<br />

desenvolvimento e da formação dos processos mentais.<br />

A segunda grande influência exercida sobre o<br />

jovem Vygotski foi o livro "Pensamento e Linguagem",<br />

escrito por Alexander Potebnya no sec.XIX. Num<br />

período de expansão do positivismo, Potebnya divulgou<br />

as ideias filológicas e humanísticas do grande pensador<br />

alemão Wilhelm Humboldt. Nesta obra, Vygotski<br />

confrontou-se pela primeira vez com a complexa relação<br />

entre a linguagem e o pensamento. Tradicionalmente,<br />

esta relação concebeu-se em três perspectivas: 1) o<br />

pensamento coincide com a linguagem; 2) a linguagem<br />

serve de invólucro externo ao pensamento; 3) o<br />

pensamento alcança o seu ser na linguagem. Esta última<br />

perspectiva foi adoptada por Humboldt 31 e Potebnya.<br />

Jakubinsky, outro contemporâneo de Vygotski, na<br />

sua obra “A linguagem do diálogo”, avançou mais um<br />

passo na que seria a futura posição de Vygotski sobre<br />

30<br />

A noção de mediação é fundamental na dialéctica hegeliana<br />

porque concebe todas as interacções necessariamente mediadas por<br />

uma das partes envolvidas no processo.<br />

31<br />

Segundo Humboldt, o homem só se conhece a si próprio depois<br />

de ter testado as suas palavras com os outros.<br />

39


esta problemática. Para Jakubinsky, a oposição entre<br />

linguagem poética e linguagem quotidiana não é mais do<br />

que uma de entre muitas contraposições que constituem<br />

as características funcionais da linguagem. A<br />

contraposição mais importante na obra de Jakubinsky foi<br />

a do diálogo face ao monólogo (Kozulin, 1994),<br />

considerando que o diálogo é uma forma natural de<br />

comunicação e o monólogo, pelo contrário, uma forma<br />

artística, puramente verbal, que se encontra mais afastada<br />

da forma natural de resposta; trata-se de uma forma<br />

indirecta de comunicação que exige um pouco de<br />

planificação. A forma linguística ocupa aqui o primeiro<br />

plano porque o falante dispõe de mais tempo para<br />

elaborar o conteúdo e a forma da sua mensagem.<br />

As descobertas e dúvidas dos formalistas estavam<br />

destinadas a converter-se numa espécie de estufa<br />

intelectual para Vygotski. Embora o autor nunca tenha<br />

sido um defensor dos formalistas, nem se limitasse ao<br />

discurso poético, identificou nesta escola as bases para<br />

uma ampla reflexão teórica sobre o estudo da linguagem,<br />

enquanto instrumento de actividades humanas tão<br />

diversificadas como a redacção de uma novela ou o<br />

intercâmbio de interjeições entre duas pessoas 32 .<br />

Para a análise do comportamento genuinamente<br />

humano, problema central da sua actividade de reflexão,<br />

Vygotski considerou que enquanto os animais se adaptam<br />

32<br />

Na sua primeira obra, “A Psicologia da Arte”, Vygotski mostrava<br />

um profundo interesse pelo objecto e pelo método da investigação<br />

psicológica. Parafraseando os formalistas, negava-se abordar o<br />

estudo psicológico sem ter discutido o objecto de estudo da<br />

psicologia.<br />

40


ao seu ambiente, o ser humano adapta activamente o<br />

ambiente a si próprio pelo uso de instrumentos<br />

mediadores. Para fundamentar a dupla natureza do<br />

comportamento humano que integra uma dimensão<br />

mental interna e uma dimensão externa, recorreu a<br />

William James, Freud, Paul Natorp e Charles<br />

Sherrington. No entanto, a sua concepção sobre a<br />

natureza social do comportamento estava possivelmente<br />

mais próxima de G. H. Mead. Apesar de Vygotski nunca<br />

se ter referido a George Herbert Mead (1862/3-1931) e<br />

de a afinidade entre estes autores ter passado<br />

despercebida durante quarenta anos, verifica-se uma forte<br />

proximidade em algumas das suas ideias. Wertsch<br />

(1988:76), citando Bruner (1962), refere que podem<br />

identificar-se semelhanças, na seguinte tese de Mead,<br />

com a perspectiva vygotskiana sobre os processos<br />

sociais:<br />

“(…) o acto social é uma pré-condição da consciência. O<br />

mecanismo do acto social pode traçar-se sem ser introduzido<br />

na concepção da consciência como um elemento separado<br />

dentro do acto; desta forma, o acto social, na sua forma ou<br />

estádio mais elementar, é possível sem, ou à margem de,<br />

qualquer forma de consciência” (Mead, 1934:18, cit. Wertsch,<br />

1988:76).<br />

A posição de Mead aborda-nos um dos temas<br />

presentes na crítica vygotskiana à psicologia da sua<br />

época: a rejeição do reducionismo psicológico individual<br />

e a proposta de que “os princípios explicativos dos<br />

processos sociais não podem reduzir-se a princípios<br />

explicativos dos processos psicológicos” (Wertsch,<br />

1988:76). A partir das relações sociais, Mead<br />

desenvolveu conceitos como o “eu social”, o “outro<br />

generalizado” ou o “gesto vocal”. O “eu” é interpretado,<br />

41


por Mead, como consequência dos processos sociais; o<br />

“outro” compreende a representação da sociedade<br />

“dentro do indivíduo” (grupo de referência) e a mente, tal<br />

como em Vygotski, é consequência de um processo<br />

social (De Pablos, 1996:131-132).<br />

Em Vygotski, a caracterização e consolidação de<br />

uma psicologia geral passarão pela crítica<br />

metapsicológica às escolas de psicologia existentes. O<br />

ponto de partida da psicologia “mentalista” tradicional<br />

residia na noção de estados psicológicos subjectivos aos<br />

quais só pode aceder o próprio indivíduo; a reflexologia<br />

privilegiava a noção de reflexo para explicar a totalidade<br />

do comportamento humano; por sua vez, a psicanálise<br />

afirmava que a psicologia geral deve basear-se nos<br />

fundamentos proporcionados pelos impulsos<br />

inconscientes. As diferenças entre estas correntes não<br />

residiam somente nas conclusões a que chegam, mas<br />

também nos factos com que operavam:<br />

“Ao contrário da velha psicologia para a qual o processo de<br />

estruturação das formas complexas do comportamento era um<br />

processo de soma mecânica de elementos isolados, a nova<br />

psicologia centra o seu estudo no todo e nas suas propriedades<br />

que não podem deduzir-se da soma das partes” (Vygotski,<br />

1995b:121).<br />

Nos anos vinte do século passado, quando todas as<br />

escolas de psicologia pretendiam integrar-se na corrente<br />

empírica defendendo uma lógica empirista e<br />

marginalizando atitudes de reflexão sobre as posições<br />

teóricas, Vygotski defendeu que os factos psicológicos<br />

estão repletos de teoria e evidenciou o vazio existente na<br />

pretensão estritamente empírica dessas escolas. O autor<br />

42


considerava que as componentes prática e epistemológica<br />

da crise da psicologia não constituíam problemas<br />

isolados e que a procura de um método geral da<br />

psicologia conduziria inevitavelmente ao problema da<br />

prática. A procura de uma psicologia unitária, mas não<br />

única, passaria em Vygotski por uma concepção<br />

dialéctica das relações entre as vertentes fisiológica ou<br />

mecânica e mental, entre o social e o individual (Pozo,<br />

1993:192).<br />

A teoria de Vygotski atribui particular ênfase à<br />

consciência e à cultura. Se à primeira vista nada de<br />

original parece encontrar-se nesta perspectiva, um olhar<br />

mais atento revela-nos o retorno aos temas pós-clássicos,<br />

pela integração de materiais não-tradicionais. A aceitação<br />

da cultura, base do pensamento discursivo adquirido<br />

através da educação europeia tradicional, não esgotava as<br />

possibilidades de identificação dos mecanismos<br />

culturalmente específicos do conhecimento, num mundo<br />

que “já não era eurocêntrico e em que a lógica já não<br />

ocupava necessariamente o lugar de honra” (Kozulin,<br />

1994:16). Se esta análise fora já feita por Husserl e<br />

Heidegger, também é certo que, até então, nenhum<br />

psicólogo tinha sido sensível a esta perspectiva filosófica.<br />

O método genético de Vygotski<br />

Foi referido antes que, da análise da obra de<br />

Vygotski (1934, 1978, 1981a, 1981b, 1981c, 1982a,<br />

1982b, 1984a, 1990, 1993, 1995b, 1996), emergem três<br />

temas básicos: 1) a análise genética ou evolutiva; 2) a<br />

43


afirmação de que as funções psicológicas superiores<br />

derivam da vida social; 3) o princípio de que a acção<br />

humana, nos planos individual ou social, é mediada por<br />

instrumentos e signos (Wertsch, 1988, 1993; Kozulin,<br />

1994; Ramirez, 1995; De Pablos, 1996). Se ordenarmos<br />

estes temas em função da sua primazia analítica no<br />

contexto teórico geral, facilmente concluímos que o<br />

terceiro tema - a mediação de signos e instrumentos - é<br />

analiticamente superior aos dois primeiros. Uma<br />

explicação possível deste facto reside na “autonomia”<br />

dos argumentos apresentados por Vygotski sobre o tema<br />

da mediação, não se verificando o mesmo nos outros dois<br />

temas em que muitas das questões importantes suscitadas<br />

só podem ser cabalmente entendidas a partir da posição<br />

do autor sobre mediação (Wertsch, 1988). Apesar da<br />

análise genética no estudo da mente e de alguns<br />

argumentos sobre a origem social da actividade mental<br />

terem sido apresentados anteriormente por outros autores<br />

como Wundt, os psicólogos da Gestalt ou pela Escola da<br />

Sociologia Francesa (Cole, 1988), na obra de Vygotski<br />

essas ideias são redefinidas e ampliadas com a noção de<br />

mediação com recurso aos instrumentos e aos signos<br />

(Wertsch, 1988).<br />

Se a concepção de acção mediada se apoia em<br />

instrumentos mediadores que detêm um papel<br />

fundamental na análise da linguagem e das palavras<br />

como factores-chave do pensamento, aquele conceito<br />

revela-se, hoje, extraordinariamente importante na<br />

análise das peculiaridades de novos mediadores que<br />

caracterizam a nossa contemporaneidade (De Pablos,<br />

1996).<br />

44


No que se refere à análise genética, o seu papel<br />

nesta teoria é justificado pela suposição de que só é<br />

possível compreender alguns aspectos das funções<br />

mentais se conhecermos a origem e as transições por que<br />

passam. Esta perspectiva retira sentido às análises<br />

estáticas do desenvolvimento, considerando-se que estas<br />

conduzem a formas “fossilizadas” de comportamento e<br />

proporcionam explicações fenotípicas aos fenómenos que<br />

só poderiam ser correctamente compreendidos através da<br />

análise genotípica, ou seja, proporcionam descrições dos<br />

fenómenos em vez de explicações sobre os mesmos 33 . A<br />

propósito deste tema, Vygotski afirmou:<br />

“A análise (...) descritiva toma o fenómeno tal como é<br />

externamente e supõe com toda a ingenuidade que o aspecto<br />

exterior ou a aparência do objecto coincide com o nexo real,<br />

dinâmico-causal que constitui a sua base. A análise genéticocondicional<br />

inicia-se realçando as relações efectivas que se<br />

ocultam atrás da aparência externa de algum processo. Neste<br />

sentido e seguindo Lewin, em psicologia poderiam distinguirse<br />

o ponto de vista fenotípico do genético.” (Vygotski,<br />

1995b:103)<br />

Vygotski considerava que cada domínio é<br />

governado por um conjunto único de princípios mas<br />

exclui qualquer forma de recapitulacionismo 34 ,<br />

33<br />

Inspirando-se em Lewin, Vygotski (1978) considerava que<br />

podemos utilizar a distinção entre a perspectiva fenotípica<br />

(descritiva) e a genotípica (explicativa) e demarcou o seu modelo<br />

genético de outros modelos que tentavam analisar os fenómenos<br />

psicológicos sem contemplar o seu papel no desenvolvimento.<br />

34<br />

A “lei da recapitulação”, proposta por Ernst Haeckel (1874),<br />

afirma que o desenvolvimento do indivíduo recapitula o<br />

desenvolvimento da espécie. Sobre este tema, Werner (1984) definiu<br />

o “princípio do paralelismo” que rejeita o recapitulacionismo,<br />

reconhecendo as diferenças qualitativas que distinguem, por<br />

45


enfatizando mais as diferenças do que as semelhanças<br />

entre domínios (Wertsch, 1993). O autor caracteriza o<br />

seu método genético do seguinte modo:<br />

“O nosso método poderia denominar-se experimentalevolutivo,<br />

no sentido de que cria ou provoca artificialmente<br />

um processo psicológico. Esta aproximação é igualmente<br />

válida para o objectivo básico da análise dinâmica. Se<br />

substituirmos a análise do objecto pela análise do processo,<br />

então a tarefa básica de pesquisa converte-se numa<br />

reconstrução de cada estádio no desenvolvimento do<br />

processo: este deve ser devolvido ao seu estádio inicial”<br />

(Vygotski, 1978: 61-62).<br />

Embora o autor tenha centrado a maior parte da sua<br />

investigação empírica no desenvolvimento do indivíduo<br />

(isto é, sobre a ontogénese), em particular na infância<br />

(Wertsch & Youniss, 1987), a sua análise é aplicável a<br />

outros domínios genéticos como a filogénese, a história<br />

sociocultural e a microgénese (Wertsch, 1985c). Em<br />

relação a esta questão, salienta-se que, quando Vygotski<br />

se refere ao carácter “evolutivo” do seu modelo teórico,<br />

este não deve ser confundido com uma teoria sobre o<br />

desenvolvimento infantil. Como afirma Wertsch (1988),<br />

citando Cole e Scribner, “do ponto de vista vygotskiano,<br />

o método evolutivo é o método central da ciência<br />

psicológica” (1987:7, cit. Wertsch, 1988:37).<br />

Antes de passarmos à apresentação dos domínios<br />

genéticos, importa referir que a perspectiva do autor se<br />

apoia em cinco princípios básicos: 1) os processos<br />

psicológicos humanos devem estudar-se, recorrendo a<br />

exemplo, o pensamento da criança nas sociedades modernas e o do<br />

adulto nas sociedades tradicionais (Wertsch, 1993:41).<br />

46


uma análise genética que examine as origens e transições<br />

destes processos; 2) a génese dos processos psicológicos<br />

humanos implica mudanças qualitativamente<br />

revolucionárias assim como mudanças evolutivas; 3) a<br />

progressão e as mudanças genéticas definem-se em<br />

termos de instrumentos de mediação; 4) a análise de<br />

alguns âmbitos genéticos (filogénese, história<br />

sociocultural, ontogénese e microgénese) conduz-nos à<br />

elaboração de uma relação completa e pormenorizada do<br />

processo mental humano; 5) as diferentes forças do<br />

desenvolvimento, cada uma com os seus princípios<br />

explicativos, operam nos diferentes domínios genéticos<br />

(Wertsch, 1988:72).<br />

Filogénese<br />

A investigação no domínio da filogénese era<br />

considerada uma ferramenta útil para o estudo do<br />

desenvolvimento do ser humano e não um espelho desse<br />

mesmo desenvolvimento. Se, na ontogénese, o<br />

desenvolvimento humano é entendido como a síntese<br />

produzida pela confluência de duas ordens genéticas<br />

diferentes – a maduração orgânica e a história cultural -<br />

na filogénese, o processo de maduração biológica<br />

constitui um processo independente do desenvolvimento<br />

histórico-cultural (Rivière, 1985).<br />

Esta aproximação de Vygotski à filogénese apoiase,<br />

em parte, nas produções de outros teóricos, em<br />

especial Darwin e Engels, evidenciando-se na aceitação<br />

básica dos princípios darwinianos sobre a evolução e o<br />

seu enorme interesse na transição do mono para o<br />

47


homem. Ao analisar as investigações de Köhler (1921a,<br />

1921b, 1925, cit. Cole, 1988:139) sobre a acção mediada<br />

nos chimpanzés e gorilas, o autor desenvolveu algumas<br />

ideias sobre as possibilidades de comparação da acção<br />

nos monos e no ser humano (Vygotski, 1979). A partir<br />

destes estudos, Vygotski concluiu que enquanto os<br />

macacos são escravos da situação, os seres humanos<br />

possuem meios representacionais para ultrapassar essas<br />

limitações. Seguindo esta perspectiva, um discípulo seu –<br />

Luria – inicia, em 1928, um artículo com a seguinte<br />

frase: “ O homem difere dos animais porque é capaz de<br />

fazer e de usar ferramentas” (cit. Cole, 1988:139).<br />

Vygotski rejeitou a ideia de que as diferenças que<br />

separam o funcionamento dos símios dos seres humanos<br />

poderiam ser explicadas através da mudança filogenética,<br />

considerando que o problema da relação “animal - ser<br />

humano” não poderia ser resolvido a partir da teoria da<br />

evolução. Esta teoria seria apenas um ponto de partida<br />

possível para a construção da psicologia científica.<br />

As formas de mediação e as mudanças associadas à<br />

vida social e psicológica constituem outra perspectiva<br />

implícita na concepção de filogénese. Na “História do<br />

desenvolvimento das funções psicológicas superiores”,<br />

Vygotski afirma o seguinte:<br />

48


“Para a adaptação do homem tem especial importância a<br />

transformação activa da natureza do homem, que constitui a<br />

base de toda a história humana e pressupõe também uma<br />

mudança activa do comportamento do homem. Ao actuar<br />

sobre a natureza externa ..., ao modificá-la, o homem<br />

modifica ao mesmo tempo a sua própria natureza - afirma<br />

Marx (C. Marx, F. Engels, Obras, tomo 23, pp.188-189,<br />

ed.russa)” (Vygotski,1995b:83-84).<br />

Apesar dos argumentos que o autor propõe, sobre o<br />

papel da linguagem e dos instrumentos mediadores no<br />

desenvolvimento do trabalho, remontarem aos textos<br />

marxistas, especialmente aos de Engels 35 , a importância<br />

atribuída aos fenómenos semióticos, quando comparada<br />

com o pensamento marxista, é superior na obra de<br />

Vygotski. Se Marx considera o aparecimento do trabalho<br />

e da produção organizados socialmente elementos-chave<br />

na distinção entre o ser humano do animal, Vygotski<br />

desloca esta distinção para o aparecimento da fala<br />

(Wertsch, 1988).<br />

Algumas das posições de Vygotski sobre a<br />

filogénese foram sendo questionadas com a evolução de<br />

disciplinas como a primatologia e a antropologia física e<br />

cultural, nomeadamente no que se refere à “compreensão<br />

da relação entre a evolução filogenética e o amanhecer da<br />

cultura” (idem). O argumento de que a evolução orgânica<br />

se desenvolve até ao momento em que aparece a cultura,<br />

cessando a partir de então o desenvolvimento, exclui a<br />

possibilidade de algum tipo de sobreposição entre ambos<br />

os processos de génese. Geertz analisa esta questão, em<br />

35<br />

Segundo Wertsch (1988), Engels defende que o trabalho é o factor<br />

básico da transformação dos símios em seres humanos; é a condição<br />

básica da existência humana.<br />

49


particular, a “teoria de ponto crítico” 36 e defende que as<br />

descobertas recentes da antropologia física tornam<br />

insustentáveis estas teorias. Para este autor, alguns<br />

vestígios demonstram que a transição do primata ao<br />

homem aconteceu ao longo de um período muito mais<br />

longo do que se pensava inicialmente (quatro milhões de<br />

anos) e revelam, também, que as origens da cultura<br />

remontam a períodos anteriores ao momento em que<br />

cessou a evolução orgânica (Geertz, 1977).<br />

O reconhecimento de que o desenvolvimento<br />

cultural e biológico não aconteceu separadamente sugere<br />

que o fundamento biológico dos processos mentais<br />

poderá encontrar-se nas influências sociais. A este<br />

propósito e baseando-se em Geertz, Wertsch (1988)<br />

recorda a necessidade de rever a posição de Vygotski<br />

sobre a evolução no domínio filogenético e propõe que,<br />

em vez de se considerar a evolução orgânica e o<br />

desenvolvimento sociocultural como processos<br />

independentes em que o último só aconteceria depois de<br />

o primeiro estar concluído, é essencial considerar a forma<br />

como a evolução orgânica pode ter sido influenciada<br />

pelas primeiras formas de cultura. Esta explicação,<br />

embora não debilite a estrutura geral da argumentação de<br />

Vygotski sobre a alteração da natureza do<br />

desenvolvimento com o aparecimento da actividade<br />

sociocultural, deve merecer particular atenção no quadro<br />

da reinterpretação a que está a ser sujeita a obra de<br />

Vygotski.<br />

36<br />

A “teoria de ponto crítico” considera o aparecimento da<br />

capacidade de adquirir cultura como um acontecimento de tipo “tudo<br />

ou nada” repentino, na filogenia dos primatas.<br />

50


História sociocultural<br />

Em Vygotski, as relações entre os planos<br />

ontogenético e microgenético só serão devidamente<br />

compreendidas se contemplarmos o domínio cultural e<br />

histórico. Com a abordagem deste domínio genético,<br />

Vygotski pretende descobrir as alterações produzidas nos<br />

processos mentais, na sequência do aparecimento de<br />

mudanças na organização social e cultural. O autor<br />

defendeu a existência de um conjunto particular de<br />

princípios explicativos que se aplicava à história<br />

sociocultural e salientou a diferença entre este domínio e<br />

a filogénese.<br />

A perspectiva de Vygotski sobre a história<br />

sociocultural teve um papel de tal modo relevante na<br />

formulação da sua teoria que, na ex-União Soviética, a<br />

sua obra é conhecida por modelo “sócio-histórico” ou<br />

“sociocultural” do estudo da mente (Smirnov, 1975;<br />

Luria, 1971). O interesse do autor pela história<br />

sociocultural foi motivado, em parte, pelos textos<br />

marxistas (Lee, 1985), ultrapassando, no entanto, o<br />

espectro desta teoria. Enquanto a teoria de Marx se centra<br />

na economia política, Vygotski amplia estas ideias<br />

ocupando-se especificamente de fenómenos de natureza<br />

psicológica, do problema metodológico dominante na<br />

psicologia soviética da sua época. O pensamento de<br />

Vygotski reflecte também as influências de Lévy-Bruhl<br />

(1919,1923), cujo interesse se centrava na distinção entre<br />

as funções mentais dos homens “primitivos” e as funções<br />

mentais dos indivíduos das sociedades modernas.<br />

51


Em conjunto com outros investigadores<br />

(psicólogos, semiólogos e filósofos), o autor pretendia<br />

descobrir os mecanismos e princípios de uma teoria<br />

explicativa sobre a evolução sociocultural, elemento<br />

básico para o êxito de qualquer tentativa de explicação<br />

dos processos psicológicos humanos. Wertsch recorda<br />

que uma das tentativas levadas a efeito está presente na<br />

seguinte afirmação de Leontiev:<br />

“A evolução da espécie homo sapiens... levou-se a cabo<br />

numa esfera diferente da esfera biológica, acumulando-se as<br />

características da espécie, não sob a forma de alterações<br />

morfológicas, mas sob uma outra forma. Trata-se da esfera da<br />

vida social humana, uma forma de fixação dos logros das<br />

actividades humanas na experiência histórica e social da<br />

humanidade” (1970: 123-124, cit. Wertsch, 1988:48).<br />

Para compreender as influências da evolução<br />

sociocultural nos processos psicológicos, é necessário<br />

observar a distinção vygotskiana entre funções<br />

psicológicas “rudimentares” e “superiores”. Esta<br />

dicotomia não pretende distinguir as funções<br />

psicológicas elementares das superiores, mas constitui<br />

uma distinção entre níveis de desenvolvimento dentro<br />

das funções psicológicas superiores. A abordagem do<br />

mecanismo que assegura a evolução dentro desta função<br />

psicológica introduz, de novo, o tema dos instrumentos<br />

mediadores.<br />

A avaliação da história sociocultural, em Vygotski,<br />

parte do aparecimento e evolução das ferramentas<br />

psicológicas como unidade básica. Na sua concepção<br />

sobre a história dos signos e na explicação que apresenta<br />

sobre as relações entre pensamento e linguagem,<br />

52


concebeu o chamado princípio de descontextualização<br />

dos instrumentos de mediação. Este princípio é o<br />

requisito fundamental da análise genética e, por esta<br />

razão, a descontextualização dos instrumentos de<br />

mediação é um conceito recorrente ao longo da sua obra.<br />

Com o florescer da cultura, este princípio substituiria o<br />

princípio darwiniano de evolução.<br />

Wertsch define o princípio da descontextualização<br />

do seguinte modo:<br />

“A descontextualização dos instrumentos de mediação é o<br />

processo mediante o qual o significado dos signos se torna<br />

cada vez menos dependente do contexto espácio-temporal em<br />

que são utilizados. (...) para Vygotski aquela cumpria o<br />

requisito fundamental da sua análise genética em que os<br />

princípios explicativos diferentes operam sobre fases de<br />

desenvolvimento separadas por mudanças qualitativas”<br />

(Wertsch, 1988:50).<br />

A investigação que Vygotski realizou em<br />

colaboração com Luria, na Ásia Central Soviética,<br />

durante os anos trinta, sobre a descontextualização dos<br />

instrumentos de mediação na história sociocultural 37 ,<br />

constitui um marco de referência. A partir de resultados<br />

empíricos, Luria (1975b) concluiu que existiam<br />

diferenças importantes entre sujeitos alfabetizados e nãoalfabetizados<br />

no processo de raciocínio abstracto,<br />

37<br />

No Ocidente, esta investigação seria considerada intercultural. No<br />

entanto, na perspectiva vygotskiana, seria mais adequado considerála<br />

inter-histórica já que Luria e Vygotski se encontravam mais<br />

interessados na influência das instituições socioculturais de uma<br />

época histórica sobre a actividade cognitiva dos sujeitos cuja<br />

educação tinha ocorrido no seio de instituições de outra época<br />

(Wertsch, 1988).<br />

53


descontextualizado. Olson (1977, 1980) e Scinto (1985)<br />

chegariam, mais tarde, a conclusões semelhantes.<br />

Luria considerava que os indivíduos com<br />

experiência em determinados contextos educativos<br />

formais eram capazes de utilizar instrumentos de<br />

mediação descontextualizados (concretamente a<br />

linguagem), enquanto os indivíduos sem esse tipo de<br />

experiências revelavam dificuldades superiores em<br />

actividades desta natureza. Os sujeitos alfabetizados<br />

demonstraram uma capacidade de operar com objectos<br />

linguísticos e com uma realidade criada linguisticamente:<br />

categorizavam objectos, aceitavam premissas e extraíam<br />

conclusões, baseando-se exclusivamente em instrumentos<br />

linguísticos. Os sujeitos sem formação não mostraram<br />

esta tendência: invocavam experiências práticas, nãolinguísticas,<br />

nos seus raciocínios (Wertsch, 1988). No<br />

entanto, para Luria, não parece óbvia a conclusão de que<br />

a capacidade de ler e de escrever, só por si (a capacidade<br />

de codificar e descodificar um texto escrito), ou a<br />

existência de um novo marco sócio-institucional geral,<br />

seriam responsáveis pelo aparecimento de novas formas<br />

de pensamento. Estes aspectos parecem estar<br />

interligados, já que, normalmente, a leitura e a escrita<br />

aprendem-se em contexto institucional - a escolarização<br />

formal. Mas, como afirma Mehan (1979), para além deste<br />

argumento, o aluno encontra-se imerso na aprendizagem<br />

de um conjunto de complicadas relações de papéis,<br />

técnicas cognitivas gerais, de formas de abordagem dos<br />

problemas, entre outros, e, portanto, a questão central<br />

reside em reflectir se é possível separar a influência da<br />

54


alfabetização da influência da escolarização formal<br />

(Wertsch, 1988).<br />

Estas novas relações entre sujeito e meio que irão<br />

caracterizar o “método cultural de pensamento” associam<br />

o papel central da cultura à emergência de uma nova<br />

estrutura qualitativa dos processos psicológicos,<br />

características definidoras do Homo Sapiens. Se a cultura<br />

e o comportamento mediado surgem como um processo<br />

de hominização, a dimensão histórica da teoria relacionase<br />

directamente com a especificação da mediação<br />

cultural, enquanto característica básica dos processos<br />

psicológicos humanos (Cole, 1988).<br />

Nas últimas décadas, Cole e seus colaboradores<br />

desenvolveram um conjunto de investigações próximas<br />

da teoria vygotskiana, reeintegrando novos contributos<br />

científicos do campo da antropologia e da psicologia,<br />

com o objectivo de clarificarem esta questão (Cole &<br />

Scribner, 1974; Scribner, 1977; Scribner & Cole, 1981;<br />

Goody, 1985). Estas investigações têm em comum o<br />

facto de examinarem um dos argumentos implícitos na<br />

teoria vygotskiana: o desenvolvimento da alfabetização<br />

produz automaticamente uma progressiva<br />

descontextualização dos instrumentos de mediação. Mas<br />

o facto de, na investigação inicial de Vygotski, não<br />

figurarem diferentes níveis e propriedades da<br />

alfabetização, assim como as possíveis formas de<br />

abstracção que dela se poderiam derivar, mereceu de<br />

Cole e seus colaboradores algumas reflexões.<br />

55


Vygotski e seus colaboradores assumiram que a<br />

alfabetização é um fenómeno homogéneo com um<br />

impacto uniforme nos diferentes aspectos do<br />

funcionamento psicológico superior. Esta perspectiva foi<br />

questionada por Cole e Scribner (Cole, 1988), a partir de<br />

dois argumentos básicos sobre a perspectiva vygotskiana<br />

das relações entre alfabetização, descontextualização e<br />

funções psicológicas superiores. Em primeiro lugar,<br />

questionam a identificação dos conceitos de alfabetização<br />

e de escolarização. Embora a alfabetização e a<br />

escolarização estejam relacionadas em determinados<br />

cenários socioculturais, os autores defendem que esta<br />

realidade não pode ser generalizada. Em segundo lugar,<br />

Cole e Scribner analisaram a possibilidade de distinguir<br />

formas diferentes de alfabetização, a partir dos critérios<br />

de papéis funcionais que desempenham na vida dos<br />

indivíduos. Estes argumentos alertam para algumas<br />

fragilidades nos argumentos vygotskianos sobre a relação<br />

entre alfabetização e descontextualização de instrumentos<br />

mediadores e entre descontextualização e instrumentos<br />

psicológicos superiores, ao considerarem que não é<br />

possível estabelecer uma dicotomia única entre sujeitos<br />

alfabetizados, escolarizados, por um lado, e sujeitos nãoalfabetizados<br />

e não-escolarizados, por outro. Cole e<br />

Scribner argumentam, ainda, que uma explicação prática<br />

da alfabetização pode oferecer-nos uma perspectiva mais<br />

adequada das relações entre estes conceitos. Em suma, as<br />

meta-análises realizadas sobre a alfabetização em<br />

Vygotski permitiram concluir que as diferenças na<br />

cognição residem mais nos contextos em que esses<br />

processos se desenvolvem do que na existência ou<br />

56


ausência de um processo particular em culturas<br />

determinadas (Cole, 1988).<br />

Ontogénese<br />

A análise ontogenética contempla as dimensões<br />

biológica e histórico-cultural do indivíduo (Tudge,<br />

Putnam & Valsiner, 1994). A maior parte do trabalho<br />

teórico e empírico de Vygotski foi desenvolvido no<br />

campo da ontogénese, apesar de o autor considerar que<br />

uma análise completa dos processos psicológicos<br />

humanos deveria integrar todos os domínios.<br />

Para distinguir a ontogénese dos outros domínios<br />

referidos, o autor baseou-se no princípio de que a<br />

ontogénese supõe a presença de mais do que uma força<br />

do desenvolvimento, ou seja, constitui-se pela<br />

conjugação de uma linha natural e de outra linha social<br />

ou cultural de desenvolvimento.<br />

A distinção vygotskiana entre linha de<br />

desenvolvimento natural e cultural encontra-se ligada à<br />

distinção entre funções psicológicas elementares e<br />

superiores. O desenvolvimento natural explica-se<br />

basicamente a partir de princípios biológicos, enquanto o<br />

desenvolvimento cultural se atribui a princípios<br />

associados aos instrumentos de mediação, nomeadamente<br />

ao de descontextualização. A conjugação destas duas<br />

forças não é interpretada como um processo de simples<br />

sobreposição, mas como perspectiva explicativa<br />

qualitativamente unitária (Wertsch, 1988). A explicação<br />

vygotskiana sobre a ontogénese apoia-se na suposição de<br />

que o percurso natural do desenvolvimento opera num<br />

57


elativo isolamento na primeira infância para,<br />

posteriormente, se integrar como linha cultural de<br />

desenvolvimento num processo de interaccionismo<br />

emergente. No entanto, se teoricamente a integração das<br />

duas linhas de desenvolvimento é clara, no campo<br />

empírico as investigações de Vygotski desviam-se deste<br />

princípio, ou seja, tendem a conceber o trajecto natural<br />

do desenvolvimento como campo de “matérias-primas”<br />

que depois serão transformadas pelas forças culturais.<br />

Esta constatação conduziu a diversos comentários<br />

críticos de entre os quais se destaca o que distingue<br />

“Vygotski, metodólogo” de “Vygotski, psicólogo”,<br />

formulado por Davydov e Radzikhovskii (Wertsch<br />

&Youniss, 1987).<br />

As críticas dirigidas à perspectiva de Vygotski<br />

sobre o desenvolvimento natural inserem-se nos<br />

argumentos de que a noção de “linha de desenvolvimento<br />

natural” não está clara na obra do autor e, ainda, de que a<br />

ênfase extremada do desenvolvimento cultural dá origem<br />

a um sistema explicativo em que os processos naturais<br />

têm um papel muito reduzido.<br />

As investigações actuais sobre a relação entre as<br />

linhas de desenvolvimento natural e cultural, em<br />

Vygotski, parecem não ser totalmente coincidentes. Moll<br />

(1988) chama a atenção para o facto de os estudos que<br />

recentemente se realizaram não valorizarem<br />

adequadamente a sua posição sobre a linha natural de<br />

desenvolvimento. Em contrapartida, Wertsch (1994)<br />

defende que, em Vygotski, os discursos sobre a<br />

concepção de linha natural estão longe de serem<br />

58


encerrados, por considerar problemática a associação<br />

entre esta linha de desenvolvimento e os processos<br />

“materiais”.<br />

Microgénese<br />

A par da filogénese, da história sociocultural e da<br />

ontogénese, a microgénese constitui um domínio<br />

marcante do método genético de Vygotski. Este domínio<br />

reenvia-nos para a análise do indivíduo em situação, ou<br />

seja, para a análise da interacção, momento a momento,<br />

dando ênfase às representações, nos seus formatos e tipos<br />

de conhecimento disponíveis (Blanchet, 1994; Bideaud &<br />

Houdé, 1991). Para Vygotski, alguns estudos sobre a<br />

aprendizagem, ao ignorarem esta forma básica de<br />

transição genética, não contemplam a fonte mais<br />

importante de informação que possuem.<br />

A concepção de Vygotski sobre a microgénese<br />

apoia-se em procedimentos experimentais no campo da<br />

psicologia. Wertsch (1988, 1993) defende que, embora<br />

não tenha exposto uma perspectiva minuciosa sobre esta<br />

questão, o autor propunha a existência de dois tipos de<br />

microgénese. O primeiro associa-se à formação de<br />

processos psicológicos a curto prazo; requer a observação<br />

das acções repetidas dos indivíduos na procura da<br />

resolução de determinada tarefa, e constitui uma análise<br />

longitudinal a curto prazo (Wertsch, 1988). O segundo<br />

tipo de microgénese consiste, genericamente, na<br />

descoberta perceptiva ou conceptual, quase automática e<br />

de muito curta duração, para poder analisar o processo<br />

psicológico em que esta descoberta se baseia. Vygotski<br />

59


ecorre a este tipo de microgénese para explicar as<br />

produções de fala e as transformações implicadas na<br />

passagem do pensamento à oralidade (idem).<br />

Tudge, Putnam e Valsiner (1994) sustentam que,<br />

no domínio microgenético, estão em jogo as relações<br />

entre factores ontogenéticos, contextos específicos em<br />

que se desenvolve a acção, relações interpessoais e<br />

razões que levam os sujeitos a interagir. Se esta<br />

metodologia pode proporcionar informação relevante<br />

sobre a dimensão interpsicológica do indivíduo, a sua<br />

aplicação revela-se pertinente, sobretudo, na análise do<br />

plano psicológico ou intrapsicológico, do indivíduo.<br />

Embora o método microgenético seja pouco divulgado, a<br />

sua utilização não é recente. Vygotski referia já esta<br />

metodologia quando analisava as investigações de<br />

Werner, em 1925, e Piaget referiu-se, também, à<br />

microgénese, a propósito dos estudos sobre o estádio<br />

sensoriomotor (De Pablos, 1995).<br />

Saada-Robert (1994) identifica três tendências<br />

actuais no uso desta metodologia. A primeira integra a<br />

microgénese na psicologia do desenvolvimento e abrange<br />

os estudos desenvolvidos por Siegler e Crowley (1991); a<br />

segunda tendência insere-se na metodologia<br />

microgenética tal como foi concebida por Vygotski,<br />

situando-se nesta linha as investigações desenvolvidas<br />

por Wertsch e Hickmann; a terceira centra-se no estudo<br />

da representação cognitiva a partir da psicologia<br />

piagetiana.<br />

60


Assumindo uma perspectiva mais genérica, Lacasa<br />

(1994) propõe duas perspectivas bem diferenciadas: uma<br />

primeira abordagem, influenciada pela ciência cognitiva,<br />

centra-se nas estratégias individuais de resolução de um<br />

problema e uma segunda perspectiva, inserida na teoria<br />

de Vygotski, valoriza as dimensões sociais que entram<br />

em jogo nos processos de resolução de tarefas. Seja num<br />

caso ou no outro, o método microgenético tem vindo a<br />

ser aplicado no contexto de resolução de problemas<br />

privilegiando metas, sub-metas e intenções.<br />

O destaque dos processos de relação interpessoal<br />

enraíza-se na explicação dos mecanismos que<br />

transformam o social (interpsicológico) em individual<br />

(intrapsicológico). Neste domínio, Vygotski afirmava que<br />

as propriedades dos processos sociais não são<br />

simplesmente transferidas para o indivíduo, pois a<br />

privilegiação levada a cabo implica um processo de<br />

transformação activa.<br />

Em contextos de ensino-aprendizagem, a<br />

compreensão não se reveste de uma mera acumulação de<br />

conhecimentos mas, pelo contrário, implica<br />

transformações qualitativas de actividades sociais. Por<br />

esta razão, De Pablos (1995), situando-se numa<br />

perspectiva vygotskiana, realça a importância da<br />

colaboração ou da tutorização no processo de<br />

aprendizagem: a ajuda, a correcção de erros, a definição<br />

de orientações, a definição e clarificação de metas<br />

(Forman & Cazden, 1985, cit. De Pablos, 1995:25). A<br />

análise do papel dos processos interactivos no<br />

desenvolvimento do indivíduo não se dissocia da<br />

61


linguagem e do seu papel mediador nos processos de<br />

regulação da aprendizagem.<br />

A metodologia microgenética permite-nos a<br />

definição de amplas categorias de modo sequencial. É a<br />

utilização destas categorias que nos vai permitir a<br />

definição das trajectórias típicas dos sujeitos em estudo.<br />

Estas trajectórias podem ser lineares, ramificadas ou<br />

podem constituir-se em diferentes níveis de progressão.<br />

São estas trajectórias que nos dão elementos sobre as<br />

diferenças individuais no funcionamento cognitivo, a<br />

partir das trajectórias observadas no conteúdo das<br />

representações activadas. Como podemos observar no<br />

esquema de Saada-Robert, a explicação destas sequências<br />

centra-se no processo e no resultado final da situação<br />

problemática apresentada.<br />

Quadro1: Transformações microgenéticas dos procedimentos<br />

cognitivos (Saada-Robert, 1994:58).<br />

62


Em síntese, podemos considerar que a investigação<br />

microgenética permite a exploração do conceito de<br />

conhecimento em diferentes dimensões, procedimentos e<br />

finalidades (Blanchet, 1994). A partir desta metodologia,<br />

acedemos ao estudo da interacção sujeito-objecto<br />

(problema) entendida como a construção microgenética<br />

de representações situadas. A metodologia encontra-se<br />

mais próxima da análise das representações do que das<br />

suas acções, execuções (comportamento ou linguagem) e<br />

tem por finalidade a compreensão de roteiros seguidos<br />

pelo indivíduo na construção de conhecimento, em<br />

contexto, a partir de diversas perspectivas. Por via da<br />

sequenciação dos procedimentos relacionados com as<br />

metas e significados dos sujeitos, enfatizam-se os<br />

mecanismos de internalização (Saada-Robert, 1994).<br />

Os processos psicológicos superiores<br />

As funções mentais superiores não se desenvolvem<br />

como um processo natural ou de maturação, a partir da<br />

sua correspondente biológica, mas surgem no<br />

intercâmbio e na interacção social. Mais do que a simples<br />

extensão de um processo natural de origem biológica, o<br />

processo mental superior constitui uma função da<br />

actividade socialmente significativa. Enquanto o<br />

substrato individual contém um conjunto de funções<br />

mentais básicas de origem psico-biológica, como a<br />

memória, a atenção e a inteligência, as funções mentais<br />

superiores como o pensamento verbal, a memória lógica<br />

63


ou a atenção selectiva, estão baseadas na vida social e<br />

diferem qualitativamente dos processos naturais (De<br />

Pablos, 1996). Se na ontogénese ambos os tipos de<br />

funções se encontram estreitamente interligadas, criando<br />

em alguns investigadores a ilusão de que as funções<br />

mentais superiores são uma extensão directa das<br />

inferiores, Vygotski contraria esta concepção ao afirmar<br />

que a função mental superior não se desenvolve<br />

directamente da sua correspondente função elementar,<br />

mas constitui um novo tipo de formação psicológica<br />

(Kozulin, 1994; Wertsch, 1988).<br />

A informação sobre as perspectivas que terão<br />

influenciado Vygotski não reúne consenso (Wertsch,<br />

1993; Kozulin, 1994). Wertsch defende que o princípio<br />

reflecte influências directas de Marx e de Pierre Janet. Da<br />

concepção defendida por Marx na “Sexta tese de<br />

Feuerbach”, Vygotski ter-se-á apropriado da ideia de que<br />

para compreender a natureza psíquica do indivíduo é<br />

necessário compreender as relações sociais em que este<br />

se insere. Depois de interiorizadas, estas relações virão a<br />

converter-se em funções e estrutura do indivíduo. De<br />

Pierre Janet, psicólogo e psiquiatra francês, Vygotski terse-á<br />

apropriado da “lei genética do desenvolvimento<br />

cultural”. De acordo com esta lei, o estudo dos<br />

precursores das funções intrapsicológicas 38 e<br />

38<br />

O tradutor castelhano da obra “Voices of mind” chama-nos a<br />

atenção para o facto de, no texto original, Wertsch traduzir as<br />

palavras interpsijicheski e intrapsijichseki por intermental e<br />

intramental, respectivamente. À semelhança da tradução castelhana,<br />

em vez das palavras intermental e intramental, propomos as palavras<br />

interpsicológico e intrapsicológico, pois para alguns tradutores<br />

(Zanón & Cortez) a raiz da palavra (psicológico) está mais próxima<br />

64


interpsicológicas constitui a chave para a compreensão<br />

das funções mentais do indivíduo. Associado à definição<br />

geral de Vygotski sobre a origem social das funções<br />

mentais superiores encontramos, também, o argumento<br />

de que a noção de função mental pode aplicar-se<br />

adequadamente a formas de actividade tanto individuais<br />

como sociais (Wertsch, 1988). Assim, termos como<br />

“recordar” ou “pensar” podem referir-se a díades ou a<br />

grupos mais amplos. Baseando-se em afirmações de<br />

David Meddleton (1987), Wertsch (1993) refere que, na<br />

mesma época, F.C. Bartlett (1932) desenvolvia também<br />

esta ideia em Inglaterra. Actualmente, este princípio foi<br />

recuperado por autores como Hutchins (cit. Wertsch,<br />

1993) que investigou sobre a “memória social” e a<br />

“cognição socialmente distribuída”.<br />

Wertsch e Kozulin (1994) diferem na interpretação<br />

que apresentam sobre este tema. Alex Kozulin considera<br />

insustentável a hipótese de que a teoria marxista tenha<br />

definido as directrizes intelectuais de Vygotski sobre a<br />

origem, orientação e conteúdo social das funções<br />

mentais. Para fundamentar a sua posição, retoma os<br />

argumentos de Vygotski no artigo “O significado<br />

histórico da crise em Psicologia”, segundo as quais a<br />

teoria marxista, nos anos vinte, não teria conseguido<br />

desenvolver nenhum dos conceitos necessários ao estudo<br />

psicológico do comportamento humano. Kozulin sustenta<br />

a sua argumentação referindo que, naquela época, “a<br />

única teoria suficientemente desenvolvida sobre a<br />

do psikhichieskii de Vygotski, enquanto, para outros (Silvestri), o<br />

“interpsicológico e intrapsicológico” evitam as conotações por vezes<br />

associadas a palavras como “intermental”.<br />

65


determinação social do conhecimento humano era a da<br />

escola francesa de sociologia de Émile Durkheim,<br />

analisada nas obras de Lucién Lévy-Bruhl, Charles<br />

Blondel e Maurice Halbwachs” (1994:122). Através da<br />

noção de representações colectivas – conceito ou<br />

categoria de pensamento defendida de modo semelhante<br />

por um grupo de sujeitos para potenciar a eficácia<br />

comunicativa, a escola francesa terá contribuído para a<br />

desnaturalização radical da noção de conhecimento<br />

humano.<br />

A primeira tentativa de aplicação da noção<br />

durkheimiana de representações colectivas foi levada a<br />

efeito por Halbwachs no estudo sobre memória colectiva<br />

“Les cadres de la mémoire”, publicado em 1925. Nesta<br />

obra, Halbwachs mostra uma grande aproximação com<br />

Vygotski em relação à importância da experiência do<br />

grupo na reconstituição de um acontecimento, ou seja, na<br />

memória. Kozulin e, também, De Pablos (1996), a<br />

propósito das investigações desenvolvidas por Vygotski e<br />

Luria sobre esta temática, consideram que a influência de<br />

Durkheim foi decisiva e referem, ainda, que estes estudos<br />

constituíram uma resposta ao desafio lançado por<br />

Durkheim e Lévy-Bruhl, nomeadamente ao estudo sobre<br />

o totemismo 39 . Para Kozulin, uma das ideias mais<br />

importantes do grupo de Vygotski consistiu na<br />

descoberta de formas intermédias, situadas entre os<br />

39<br />

Para Durkheim, o totem é o espírito do clã representado por um<br />

animal ou planta, ou seja, não é mais do que “o próprio clã tomado<br />

na sua forma hipostática como deidade. O culto de um animal<br />

totémico constitui uma afirmação de pertença do indivíduo ao<br />

mesmo clã” (Kozulin, 1994:126).<br />

66


processos mentais superiores e as funções naturais. Estas<br />

formas dão conta da natureza dinâmica do<br />

desenvolvimento e traduzem-se no postulado de que os<br />

processos mentais superiores não se adquirem nem<br />

mediante um processo de compreensão súbita num<br />

momento dado, nem mediante uma cópia do<br />

comportamento adulto.<br />

A proposta de Vygotski sobre os processos<br />

psicológicos superiores parece, assim, dominada por duas<br />

questões fundamentais: a noção de mediação, tal como se<br />

formula no sistema hegeliano, e a ideia de natureza social<br />

do conhecimento humano desenvolvida na escola<br />

sociológica francesa de Émile Durkheim. Finalmente e,<br />

ainda, segundo Kozulin, é relevante sublinhar que a<br />

ênfase dada ao aspecto generativo da actividade é<br />

significativa do ponto de vista teórico porque estabelece<br />

diferenças entre a posição de Vygotski e a dos<br />

“substancialistas” que consideram a substância material<br />

do cérebro ou a substância espiritual da mente como<br />

verdadeira sede das funções mentais. A posição oposta<br />

sustentada por Vygotski era a de que a função mental<br />

superior se cria na actividade; a fórmula tradicional<br />

racionalista “do pensamento à acção” vê-se assim<br />

invertida pela proposta: “da acção ao pensamento”<br />

(Kozulin, 1994:114).<br />

67


Zona de Desenvolvimento Próximo<br />

O posicionamento de Vygotski sobre a origem<br />

social das funções mentais superiores aparece de modo<br />

mais explícito no conceito de “zona de desenvolvimento<br />

próximo”. Este conceito encontra-se, fundamentalmente,<br />

em duas obras: o livro “Pensamento e Linguagem” e o<br />

ensaio sobre “A Interacção entre Aprendizagem e<br />

Desenvolvimento”, integrado numa colecção (de ensaios)<br />

com o título “O Desenvolvimento Mental da Criança e o<br />

Processo de Aprendizagem”, reimpresso, em 1978, na<br />

obra “Mente em Sociedade” 40 (Newman, Griffin & Cole,<br />

1991).<br />

A Zona de Desenvolvimento Próximo (ZDP) foi<br />

definida como a diferença entre o nível de dificuldade<br />

com que a criança se depara quando resolve uma situação<br />

problemática de forma autónoma e a dificuldade que esta<br />

enfrenta quando resolve a mesma tarefa com a ajuda dos<br />

adultos. De Pablos (1996) recupera do autor bielorrusso a<br />

seguinte definição do conceito:<br />

“(…) a distância entre o nível real de desenvolvimento,<br />

determinado pela capacidade de resolver independentemente<br />

um problema, e o nível de desenvolvimento potencial,<br />

determinado através da resolução de um problema guiado por<br />

um adulto ou em colaboração com companheiros mais<br />

capazes” (Vygotski, 1979:133).<br />

40<br />

Tradução castelhana: “El desarrollo de los procesos psicologicos<br />

superiores”. Barcelona: Crítica, 1979.<br />

68


Para Newman, Griffin e Cole (1991), o conceito de<br />

ZDP 41 desenvolveu-se no seio de uma teoria que atribui<br />

origens socioculturais às funções psicológicas superiores<br />

caracteristicamente humanas. Quando se produz uma<br />

mudança cognitiva identifica-se como função psicológica<br />

independente o que os participantes realizam entre si e a<br />

forma como o realizam. A interacção entre as pessoas<br />

que se encontram na zona mediada pela cultura é<br />

interiorizada, convertendo-se numa nova função do<br />

indivíduo. A dimensão interpsicológica converte-se em<br />

intrapsicológica 42 .<br />

A ZDP cria sólidas bases para a investigação<br />

sociocognitiva e, particularmente, para o estudo da<br />

representação enquanto “cognição situada” em que a<br />

internalização interactiva é analisada pela activação do<br />

conhecimento prévio em relação às características e<br />

estruturas da situação. O construto ZDP revela uma<br />

grande importância em contextos educativos porque está<br />

originalmente vinculado à evolução da inteligência e à<br />

organização da educação. A este propósito, Vygotski<br />

defendeu que conhecer o nível de desenvolvimento<br />

potencial, do ponto de vista qualitativo, é tão importante<br />

como conhecer o nível de desenvolvimento efectivo<br />

(Pozo, 1993:198).<br />

41<br />

ZDP - Modo abreviado para nos referirmos à Zona de<br />

Desenvolvimento Próximo.<br />

42<br />

Newman, Griffin e Cole (1991) recordam-nos que a noção de<br />

objecto cognitivo interpsicológico pode parecer algo misteriosa aos<br />

investigadores cognitivos que só se preocupam com as<br />

representações internas, mas numa ZDP os objectos não são<br />

susceptíveis de uma única análise.<br />

69


A análise microgenética aparece como o principal<br />

instrumento teórico e metodológico para operacionalizar<br />

o conceito vygotskiano de ZDP. Este conceito torna<br />

patente uma nova perspectiva de análise quando os<br />

investigadores escolhem como foco as representações<br />

cognitivas e sociocognitivas. Estas constituem, de facto,<br />

o exemplo da interiorização interactiva e o lugar onde o<br />

conhecimento prévio (estruturas fundamentais e<br />

conhecimento específico) se activa em relação às<br />

situações físicas e sociais estruturadas.<br />

No que se refere à organização da educação,<br />

Vygotski considerou que esta deveria vincular-se mais ao<br />

nível de desenvolvimento potencial do que efectivo. A<br />

relação entre os níveis de desenvolvimento potencial e<br />

efectivo reenvia-nos, uma vez mais, para os planos<br />

interpsicológico e intrapsicológico das funções mentais,<br />

propostos por Vygotski na sua lei genética geral de<br />

desenvolvimento cultural. Apoiando-se em Palácios<br />

(1987), De Pablos recorda que um ensino orientado para<br />

aspectos já atingidos do desenvolvimento é ineficaz do<br />

ponto de vista do aprendente, porque não actua como<br />

guia deste processo. O ensino deve situar-se numa<br />

“posição avançada” face ao desenvolvimento real do<br />

aluno. Assim, o conceito de ZDP apresenta grandes<br />

potencialidades educativas quando perspectivado como<br />

“zona de construção” facilitadora da negociação de<br />

propostas, actividades e contextos formativos partilhados<br />

(Newman, Griffin & Cole, 1991).<br />

Del Rio e Alvarez (2007) interpretam este conceito<br />

à luz do contexto científico contemporâneo de Vygotski,<br />

70


numa perspectiva ecofuncional. Os autores consideram<br />

que a leitura ecológica e funcional da teoria vygotskiana<br />

permite diluir barreiras entre os organismos e o seu meio,<br />

abrindo espaço para uma ecologia cultural que se<br />

desenvolve a partir de uma ecologia da mente e permite<br />

uma nova interpretação da ZDP associando a esta<br />

categoria um conceito central para a investigação e<br />

intervenção educativas. A ZDP emerge como uma zona<br />

de desenvolvimento humano, território de fronteira onde<br />

se encontram ligações entre a situated-embodied mind e a<br />

mente cognitiva, a mente individual e social, o<br />

desenvolvimento atingido e o desenvolvimento em devir.<br />

Neste quadro interpretativo, a ZDP representa uma zona<br />

de representação sincrética, um método para uma<br />

epistemologia. Para Del Rio e Alvarez (2007), a<br />

operacionalização da ZDP exige o desenvolvimento de<br />

uma engenharia prática da mente. A acção diagnóstica e<br />

educativa na ZDP requer a abordagem conjunta dos<br />

processos e representações internos e externos, para<br />

melhor compreendermos como modificar os processos<br />

externos e, através destes, alterar os internos. A análise<br />

ecológica das operações presentes na vida quotidiana<br />

obriga à redefinição da imagem do indivíduo autosuficiente,<br />

em favor do indivíduo que usa e elimina<br />

operações e operadores externos ao longo do seu<br />

percurso de vida.<br />

A ZDP e a educação não devem ser interpretadas<br />

como scaffoldings; devem ser integradas numa ecologia<br />

da mente onde existem sujeitos mentais não-individuais<br />

(comunidades, instituições, culturas). A ZDP deve criar<br />

novas vias e estratégias para melhor compreender a<br />

71


acção, através de novas relações com o meio externo. A<br />

concepção geral de Vygotski sobre a modificação dos<br />

sistemas funcionais humanos converte a ZDP num<br />

mecanismo diagnóstico das transformações psicológicas<br />

históricas e perspectiva esta categoria como um<br />

instrumento para uma “epistemologia da mente humana<br />

em permanente evolução histórica” (Del Rio & Alvarez,<br />

2007:302).<br />

A internalização<br />

O processo mais importante da formação de uma<br />

função mental é o processo de internalização. Vygotski<br />

chamava internalização à reconstrução interna da<br />

actividade externa. Este conceito baseia-se nos princípios<br />

seguintes: a) uma actividade, que inicialmente representa<br />

uma actividade externa, é reconstruída e passa a existir<br />

internamente; b) um processo interpessoal transforma-se<br />

num processo intrapessoal; c) a transformação de um<br />

processo interpessoal em intrapessoal é o resultado de um<br />

longo desenrolar de acontecimentos (Vygotski, 1978:56-<br />

57). A internalização implica a reorganização das<br />

actividades psicológicas baseada em operações com<br />

signos e supõe o desenvolvimento do sujeito a partir da<br />

incorporação da cultura, em simultâneo com a<br />

reestruturação das actividades reflexas do organismo<br />

(Rivière, 1985). À semelhança de autores como Piaget,<br />

Vygotski defendia que a internalização consiste num<br />

processo em que aspectos particulares da estrutura da<br />

actividade realizada no plano externo passam a executar-<br />

72


se no plano interno. No entanto, ao contrário de outros<br />

autores, considerava “a actividade externa em termos de<br />

processos sociais mediatizados semioticamente e<br />

argumentava que as propriedades desses processos<br />

proporcionam a chave para entender o aparecimento do<br />

funcionamento interno” (Wertsch, 1988:78).<br />

Qualquer função mental superior foi externa porque<br />

foi social antes de se converter numa função interna,<br />

verdadeiramente mental. Este é o problema central da<br />

conduta externa e interna. Kozulin (1994) considera que<br />

também é possível relacionar-se a noção de<br />

internalização com a ideia psicanalítica de internalização<br />

das acções, com os outros significados e suas imagens e,<br />

ainda, com a internalização dos esquemas sensóriomotores<br />

de Piaget; em Vygotski, a internalização era<br />

somente aplicável ao desenvolvimento das funções<br />

psicológicas superiores (ou seja, especificamente<br />

humanas). De Pablos (1996) realça, por sua vez, a<br />

importância do cruzamento das perspectivas de Vygotski<br />

e Mead sobre a interpretação da consciência numa<br />

perspectiva que hoje denominaríamos sócio-genética:<br />

parece plausível que estes tenham inspirado em autores<br />

comuns como é o caso de William James. Se Mead<br />

resiste ao introspeccionismo e Vygotski à reflexologia,<br />

ambos se opunham a correntes individualistas do estudo<br />

da mente. Além de James, também o filósofo Josian<br />

Royce (1855-1916) e o psicólogo James Baldwin foram<br />

autores “partilhados” por Mead e Vygotski (idem).<br />

A dimensão mais original do modelo de Vygotski<br />

consiste na enunciação da dimensão social de uma<br />

73


função “externa” e sua conservação depois de<br />

internalizada. A internalização consiste num processo<br />

implicado na transformação dos fenómenos sociais em<br />

fenómenos psicológicos, atribuindo-se à realidade social<br />

um papel determinante na natureza do funcionamento<br />

intrapsicológico interno. No entanto, notamos que, em<br />

Vygotski, as propriedades dos processos externos não são<br />

simplesmente transferidas do plano interpsicológico<br />

(externo) para o intrapsicológico (interno). Vygotski não<br />

concebia os processos psicológicos como meras cópias<br />

dos processos externos interpsicológicos (Wertsch,<br />

1988). O autor defendia a existência de uma relação entre<br />

a actividade externa e interna, sob a forma de relação<br />

genética, em que a questão central consiste em interpretar<br />

a génese dos processos psicológicos internos, em<br />

resultado da exposição do indivíduo a formas e<br />

dinâmicas culturais consolidadas (idem).<br />

A internalização de uma função superior como, por<br />

exemplo, a dos processos mnemónicos baseados em<br />

ajudas externas da memória, produz as seguintes<br />

alterações: a) o processo mnemónico natural vê-se<br />

substituído por uma forma mediada de armazenamento e<br />

recuperação; b) o processo natural não desaparece, mas<br />

deixa de ser o centro da actividade convertendo-se em<br />

seu elemento subordinado; c) as formas superiores de<br />

actividade mnemónica representam mais um sistema<br />

funcional do que uma só função. O processo de<br />

internalização não é automático, mas adaptativo<br />

(Kozulin, 1994).<br />

74


Leontiev (1981) associou o processo de<br />

internalização a um tema mais vasto: a consciência.<br />

Apesar das importantes diferenças entre Vygotski e<br />

Leontiev, em particular, na mediação semiótica (Wertsch,<br />

1981), a concepção do Leontiev sobre internalização<br />

proporciona um meio para compreender e clarificar os<br />

comentários vygotskiano sobre este tema (Wertsch,<br />

1988).<br />

Quando os signos de natureza cultural são<br />

internalizados mediante processos de natureza<br />

psicológica inicia-se uma nova fase de desenvolvimento.<br />

A mediação assegurada por estes instrumentos contribui<br />

para a transformação dos processos cognitivos<br />

elementares, dando origem aos processos mentais<br />

superiores. O motor deste processo situa-se nas relações<br />

sociais que o sujeito estabelece com o seu meio.<br />

O problema da internalização está fortemente<br />

associado à análise semiótica em Vygotski. Os sujeitos<br />

interagem com outros indivíduos e não com entidades<br />

culturais abstractas. Desta relação deriva a internalização<br />

dos procedimentos semióticos próprios. Ignorar esta<br />

perspectiva de análise envolve o risco de “coisificar” a<br />

noção de cultura, menosprezando-se o papel de contextos<br />

específicos, como é o caso da família ou da escola (De<br />

Pablos, 1996).<br />

75


A mediação<br />

A mediação é um tema que atravessa a obra de<br />

Vygotski (Wertsch, 2007). A par do conceito de funções<br />

mentais superiores abordado anteriormente, a mediação<br />

surge-nos como outro pilar central da sua teoria<br />

(Ramirez, 1988). Partindo do princípio de que a<br />

actividade é socialmente mediada no quadro do<br />

desenvolvimento dos processos mentais superiores, o<br />

autor associa a fonte desta mediação a instrumentos<br />

materiais, sistemas de símbolos ou ao comportamento de<br />

indivíduos (Kozulin, 1994) 43 . De entre a grande<br />

diversidade de instrumentos que medeiam a nossa relação<br />

com o mundo, Vygotski atribui particular relevância aos<br />

mediadores semióticos que actuam como instrumentos<br />

psicológicos e integram desde simples signos a sistemas<br />

semióticos complexos.<br />

A noção de mediação fundamenta, também, outra<br />

meta teórica importante do autor: a ligação entre os<br />

processos sociais e históricos e os processos mentais do<br />

indivíduo. Vygotski considerava que as conquistas da<br />

natureza e do comportamento estão mutuamente<br />

relacionadas porque, quando o homem transforma a<br />

natureza, transforma-se também a si próprio. Esta noção<br />

43<br />

Para Kozulin, a analogia entre as ferramentas materiais e<br />

simbólicas não constitui uma opção defensável uma vez que o único<br />

instrumento fiável desta analogia reside na natureza mediadora da<br />

acção instrumental e da acção simbólica. Enquanto na acção<br />

instrumental os instrumentos medeiam a acção humana na sua<br />

relação com a natureza, no acto simbólico os instrumentos<br />

psicológicos medeiam os processos psicológicos do indivíduo.<br />

76


não é apresentada de um modo uniforme; pelo contrário,<br />

sofre variações ao longo da sua obra (Wertsch, 2007).<br />

O autor ampliou o seu leque de formas de<br />

mediação à mediação pessoal baseando-se em Pierre<br />

Janet e justificou a sua proposta com o princípio de que a<br />

criança começa a usar, em relação a si própria, formas de<br />

comportamento que inicialmente observou no contacto<br />

com os outros (Vygotski, 1995b). Na formulação da lei<br />

genética geral do desenvolvimento cultural, qualquer<br />

função do desenvolvimento cultural da criança aparece<br />

em dois planos: primeiro, aparece no plano social como<br />

categoria interpsicológica; depois, aparece no plano<br />

psicológico, ou seja, surge no indivíduo como categoria<br />

intrapsicológica.<br />

Kozulin identifica neste construto vygotskiano a<br />

presença de Mead, Marx e Engels (Kozulin, 1990). Para<br />

Marx e Engels, a actividade laboral era crucial no<br />

processo de criação da consciência humana pois,<br />

consideram os autores, fazemo-nos humanos quando nos<br />

comprometemos no processo de trabalho. Embora tenha<br />

aceite esta afirmação, Vygotski deu especial destaque ao<br />

papel dos instrumentos neste processo e ampliou a noção<br />

de Engels sobre a mediação instrumental aplicando-a às<br />

“ferramentas psicológicas”, bem como às “ferramentas<br />

técnicas de produção”. Se o autor aceitava a semelhança<br />

geral entre signos e instrumentos, advertia, no entanto,<br />

que esta analogia contém os seus limites e, portanto<br />

consequência, não é extensível a todas as características<br />

destes conceitos.<br />

77


Wertsch (2007), na análise sobre a mediação<br />

defende que esta é uma categoria central para a<br />

compreensão global da obra de Vygotski. Nesta análise,<br />

Wertsch considera que o autor ora identifica a mediação<br />

como uma questão de meios-estímulos, ora formula a<br />

categoria em termos de significado, sentido e outros<br />

construtos semióticos. No primeiro caso, parece<br />

fundamentar a sua análise numa “linguagem social da<br />

psicologia do seu tempo” e, no segundo, faz apelo a uma<br />

linguagem social próxima da tradição semiótica<br />

delineada por “Shpet, Husserl e Humboldt” (2007:191).<br />

Nesta sua obra, Wertsch distingue, também, dois tipos<br />

básicos de mediação: a mediação explícita e a mediação<br />

implícita. A primeira é explícita na medida em que é<br />

intencional e abertamente integrada na actividade de<br />

resolução do problema; a segunda é implícita quando<br />

invoca a linguagem falada com uma materialidade<br />

transitória e efémera. Estas duas categorias devem ser<br />

interpretadas como partes de um amplo quadro teórico,<br />

nomeadamente, under the general dictum that sign<br />

meaning develops (idem). Este dictum reside na<br />

separação entre a forma material do signo e do seu<br />

insight semiótico. Para Wertsch, o desenvolvimento da<br />

acção mediada supõe a transição dinâmica de uma<br />

apreciação mínima do significado de um signo para<br />

níveis de sofisticação mais elevados.<br />

78


Cultura e Mediação<br />

Vygotski conferiu um papel particular à cultura no<br />

desenvolvimento dos processos psicológicos. No entanto,<br />

na linha de Cole e Gajdamaschko (2007), qualquer<br />

tentativa para identificar um texto do autor com a<br />

apresentação explícita da sua perspectiva sobre cultura e<br />

natureza humana depara-se com grandes dificuldades.<br />

Numa análise mais aprofundada sobre esta<br />

temática, Cole identifica, na obra de Vygotski, a presença<br />

da categoria de cultura em três formas diferenciadas. A<br />

primeira está presente em publicações como a<br />

“Psicologia da Arte” e associa esta categoria a produtos<br />

artísticos e processos de criação. A segunda encontra-se<br />

nos textos mais conhecidos sobre funções psicológicas<br />

superiores e vincula-se a expressões como “históricocultural”<br />

e “desenvolvimento cultural” que reenviam para<br />

a mediação da acção, através da cultura. A terceira<br />

identifica-se em expressões como “pessoas culturais” ao<br />

referir-se ao termo de pessoas “primitivas”, reflectindo a<br />

tendência da época sobre a forte interligação entre cultura<br />

e pensamento (Cole & Gajdamaschko, 2007:193) e<br />

revelando, também, as fragilidades desta tendência. Esta<br />

categoria encontra-se directamente vinculada ao conceito<br />

de mediação (Cole, 1996), abrindo caminho ao<br />

desenvolvimento de uma “explicação não-determinista”<br />

em que os mediadores aparecem como meios através dos<br />

quais o indivíduo recebe a “acção de factores sociais,<br />

culturais e históricos e actuando sobre eles” (Daniels,<br />

2003: 31). Estas variantes da noção de cultura devem, no<br />

entanto, enquadrar-se numa teoria da cultura e do<br />

79


desenvolvimento da mente que se inicia com a<br />

organização das acções mediadas na vida quotidiana.<br />

Neste domínio, Daniels (2003) assinala também<br />

que existem diferentes concepções de cultura e de meios,<br />

na investigação pós-vygotskiana. Enquanto Wertsch<br />

(1993; 1996) privilegia a abordagem dos meios<br />

semióticos, Engeström (1990) centra-se na actividade em<br />

si mesma. Por sua vez, Cole (1996) aprofunda<br />

conceptualmente o conceito de meios, partindo da<br />

categoria de artefacto, cujo significado se concretiza no<br />

âmbito de acção do indivíduo. Esta concepção tem<br />

afinidades com Dewey, Hegel, Marx, Ilyenkov; os<br />

artefactos fazem parte do mundo material e são<br />

modificados ao longo da história da sua incorporação na<br />

acção humana, orientada por metas (Cole, 2005).<br />

Segundo Cole (2005), a noção de artefacto é a<br />

peça-chave da mediação cultural. Os artefactos são<br />

simultaneamente ideais (conceptuais) e materiais e<br />

incorporam quer os instrumentos simbólicos quer os<br />

instrumentos materiais da cultura. Esta abordagem<br />

ultrapassa a concepção de cultura focalizada<br />

exclusivamente na dimensão ideal e subjectiva do<br />

indivíduo e pretende fazer a ponte entre a psicologia<br />

histórico-cultural e as concepções antropológicas actuais<br />

da cultura da mente.<br />

A investigação histórico-cultural recorreu a um<br />

triângulo para ilustrar a relação do indivíduo com o seu<br />

contexto, mediado por artefactos:<br />

80


S<br />

Sujeito<br />

M<br />

Artefacto<br />

Figura 1:Triângulo Mediacional de Vygotski (Cole, 1996)<br />

As funções “naturais” (ou “não-mediadas”)<br />

encontram-se na base do triângulo; as funções “culturais”<br />

“mediadas” referem-se à relação entre sujeito e contexto<br />

(sujeito e objecto, resposta e estímulo, etc.) e estão<br />

ligadas pelos vértices do triângulo (artefactos), ou seja,<br />

sujeito e objecto estão não só ligadas directamente como<br />

indirectamente através de um meio constituído por<br />

artefactos: a cultura (Cole, 1996). Artefactos e acções<br />

estão interligados e na sua relação com os mundos sociais<br />

formam uma vasta rede de interconexões.<br />

Para o aprofundamento da noção de artefacto, Cole<br />

(1996) retoma a perspectiva de Wartofksy e propõe-nos<br />

uma tipologia com três níveis. Nos artefactos primários,<br />

incorpora os objectos materiais transformados pela<br />

actividade humana (agulhas, alguidares, varas, etc.). Nos<br />

artefactos secundários integram-se as representações e os<br />

usos dos artefactos primários (receitas, crenças, normas,<br />

esquemas, scriptos), com um papel fundamental na<br />

transmissão de modos de acção e de crenças. Este<br />

segundo nível incorpora as dimensões materiais e ideais<br />

dos artefactos e são componentes essenciais do “kit<br />

81<br />

O<br />

Objecto


cultural” (Cole, 1996). Os artefactos terciários assumem<br />

uma relativa autonomia em relação ao “mundo” e<br />

abrangem, por exemplo, as obras de arte. Estes artefactos<br />

imaginativos podem modificar a praxis.<br />

A abordagem “interna” e “externa” da cultura<br />

aplicada à identificação da estrutura no meio cultural é<br />

ultrapassada pela proposta histórico-cultural, articulando<br />

ambos os lados da cultura e dos artefactos. A mediação<br />

cultural envolve uma mudança na qual as actividades de<br />

gerações anteriores são acumuladas no presente e<br />

representam a parte especificamente humana do<br />

ambiente. Esta forma de desenvolvimento devolve ao<br />

mundo social uma particular relevância no<br />

desenvolvimento humano (Cole, 2005).<br />

A análise semiótica em Vygotski<br />

A noção de ferramenta psicológica evoluiu ao<br />

longo da investigação de Vygotski 44 , demonstrando de<br />

modo crescente o valor de significado e comunicação dos<br />

signos. Depois dos anos trinta, observa-se a importância<br />

crescente da interpretação semiótica de ferramentas<br />

psicológicas, em parte, por influência de Radzikovskii<br />

(1979) e do seu interesse pelos estudos literários e<br />

filológicos. A propósito da análise vygotskiana sobre o<br />

significado do signo, Wertsch (1988: 95) recupera a<br />

seguinte afirmação, extraída do caderno de notas do<br />

44<br />

Esta evolução pode comprovar-se pela variedade de termos usados<br />

para se referir aos instrumentos psicológicos (Wertsch, 1988:94).<br />

82


autor: “o único método adequado para analisar a<br />

consciência humana”. Esta interpretação semiótica<br />

orientou a sua investigação sobre a palavra, a fala interna<br />

e outras ferramentas psicológicas.<br />

Para tentar compreender a explicação de Vygotski<br />

sobre os processos psicológicos é necessário ter em conta<br />

algumas propriedades fundamentais das ferramentas<br />

psicológicas. O autor considerava que a introdução de um<br />

instrumento psicológico (por exemplo, a linguagem)<br />

numa função psicológica (como a memória) causava uma<br />

transformação fundamental desta função. Assim, os<br />

instrumentos psicológicos não são meios auxiliares que<br />

simplesmente facilitam uma função psicológica<br />

deixando-a intacta mas, pelo contrário, possuem a<br />

capacidade de transformar o funcionamento mental. Esta<br />

característica tem um papel central nas análises genéticas<br />

desenvolvidas pelo autor.<br />

Uma segunda característica da concepção de<br />

mediação em Vygotski consiste no facto de os<br />

instrumentos psicológicos serem, por natureza, sociais e<br />

não orgânicos ou individuais. Esta dimensão social<br />

atribuída aos instrumentos tem dois sentidos. Por um<br />

lado, considera que os instrumentos psicológicos como a<br />

linguagem, diversos sistemas para contar, técnicas<br />

mnemónicas, sistemas de signos algebraicos, entre<br />

outros, são sociais porque são produto da evolução<br />

sociocultural. Por outro lado, defende que o carácter<br />

social das ferramentas psicológicas se associa a um<br />

fenómeno social mais “localizado” da comunicação facea-face<br />

e da interacção social.<br />

83


A concepção da natureza social dos instrumentos<br />

psicológicos é um aspecto chave para compreender o<br />

significado dos signos e têm importantes consequências<br />

na teoria dos processos psicológicos. Se estes<br />

instrumentos representam um papel importante na<br />

configuração dos processos psicológicos do indivíduo, é<br />

também defensável que estes mesmos processos se<br />

configuram indirectamente, a partir das forças que se<br />

originam nas dinâmicas de comunicação (Wertsch,<br />

1988).<br />

Relações entre signos e instrumentos<br />

Nas funções da linguagem definidas por Vygotski<br />

encontramos a maioria dos construtos que influenciaram<br />

a sua perspectiva sobre processos psicológicos. Estas<br />

funções podem categorizar-se em quatro pares de<br />

opostos:<br />

1. Função de sinalização versus função significativa<br />

2. Função social versus função individual<br />

3. Função comunicativa versus função intelectual<br />

4. Função indicativa ou versus função simbólica<br />

Estas oposições têm protagonismos diferenciados<br />

na análise semiótica de Vygotski. Wertsch (1988) propõe<br />

a sua divisão em dois grupos. As três primeiras abordam<br />

a mediação dos processos psicológicos e sociais,<br />

situando-se num plano geral e adiantando pouco em<br />

relação aos signos implicados. Pelo contrário, as últimas<br />

- funções indicativa e simbólica, definem-se em termos<br />

84


de relações específicas entre os signos e a realidade<br />

extralinguística e entre signos e outros signos.<br />

A diferença entre sinalização e significação baseiase<br />

na distinção entre o primeiro e o segundo sistema de<br />

sinais de Pavlov. Embora Vygotski tenha ido além da<br />

formulação original de Pavlov, integrando esta distinção<br />

num conjunto mais amplo de problemas originados numa<br />

teoria da consciência, as ideias básicas acerca dos<br />

mecanismos neuropsicológicos implicados inspiram-se<br />

integralmente em Pavlov (Wertsch, 1988). A formulação<br />

clara destas noções foi publicada em 1935:<br />

“Para um animal a realidade assinala-se quase exclusivamente<br />

mediante estímulos... os quais convergem directamente nas<br />

células especiais dos receptores visuais, auditivos, etc. do<br />

organismo. Isto é o que possuímos sob a forma de impressões,<br />

sensações e concepções do meio envolvente... Este primeiro<br />

sistema de sinalização da realidade é o mesmo no nosso caso<br />

e nos animais. Mas as palavras construíram um segundo<br />

sistema para assinalar a realidade, que nos caracteriza, e que é<br />

um sinal dos sinais primários. Por um lado, os numerosos<br />

estímulos que recebemos mediante cada palavra afastaramnos<br />

da realidade, facto que devemos recordar sempre para não<br />

entendermos erroneamente a nossa atitude perante a<br />

realidade. Por outro lado, as palavras são o que nos tornou<br />

humanos. No entanto, não há dúvida de que as leis especiais<br />

que governam o funcionamento do primeiro sistema de sinais<br />

regulam também necessariamente o segundo, visto que<br />

funcionam mediante o mesmo tecido nervoso.” (1941:179,<br />

cit. Wertsch, 1988:105).<br />

A noção de que a linguagem nos afastou da<br />

realidade e a de que, no primeiro e segundo sistema de<br />

sinais, estão implicadas as mesmas leis fisiológicas<br />

encontram-se presentes na obra de Vygotski. No entanto,<br />

85


ao propor a distinção entre sinalização e significação,<br />

Vygotski aceitou e ampliou a proposta de Pavlov. A<br />

perspectiva da “criação e uso de signos” recupera<br />

questões semióticas não abordadas por Pavlov.<br />

Na sua proposta sobre sinalização e significação,<br />

Vygotski refere que a emergência da significação está<br />

associada a um novo princípio que regula o<br />

comportamento. O facto de o ser humano poder criar<br />

estímulos, para regular as suas atitudes (em vez de estar<br />

controlado unicamente por estímulos do meio<br />

envolvente), é um elemento de crucial importância para a<br />

caracterização dos processos psicológicos superiores.<br />

Esta perspectiva proporciona mais uma via para<br />

distinguir as propostas vygotskianas das perspectivas de<br />

Pavlov.<br />

Vygotski tratou a influência externa como um<br />

aspecto da relação entre processos sociais e individuais.<br />

A comparação das funções social e individual da fala<br />

conduziu à formulação mais ampla das suas propostas<br />

sobre a dimensão social dos signos, por influência, como<br />

já foi referido anteriormente, do psiquiatra francês P.<br />

Janet (Wertsch, 1988; Kozulin, 1994).<br />

Genericamente, a distinção entre as funções social<br />

e individual da fala reenvia para a diferenciação entre<br />

instrumentos de mediação das funções inter e<br />

intrapsicológicas, respectivamente. Para compreender o<br />

papel da mediação verbal no funcionamento<br />

intrapsicológico devemos examinar a fala no plano<br />

interpsicológico. Na noção de fala, Vygotski foi ainda<br />

86


influenciado pela obra de outros autores como Charlotte<br />

Buhler (1927). Segundo Wertsch, verificam-se, ainda,<br />

proximidades com a função fática da linguagem de<br />

Malinovsky (1960). Para Malinovsky, a função fática é<br />

uma forma de interacção que serve para estabelecer<br />

vínculos de união entre pessoais, pela simples<br />

necessidade de companheirismo e não com a finalidade<br />

de comunicar ideias (Wertsch, 1988).<br />

Vygotski não mencionou pormenores sobre as<br />

funções de contacto social e de descarga emocional da<br />

fala, mas partiu de explicações já existentes e abordou-as<br />

para empreender uma discussão sobre a perspectiva que<br />

mais lhe interessava: o desenvolvimento sociocultural.<br />

As funções de descarga emocional e de contacto social da<br />

fala seriam, mais tarde, substituídas pelas noções de<br />

função comunicativa e intelectual da fala.<br />

As funções da fala mencionadas até ao momento<br />

não especificam as propriedades concretas que<br />

fundamentam as potencialidades de mediação dos signos<br />

e, por esta razão, devem ser consideradas unicamente no<br />

contexto da análise semiótica. O quadro seguinte,<br />

Ramirez (1992) apresenta-nos uma perspectiva global<br />

sobre as funções do signo na teoria vygotskiana:<br />

87


Quadro 2: Funções do signo (Ramirez, 1992:97, in De Pablos,<br />

1996:141)<br />

É possível construir uma explicação adequada das<br />

funções psicológicas superiores se compreendermos os<br />

vínculos e as transições genéticas entre o funcionamento<br />

inter e intrapsicológico. As funções atribuídas à<br />

linguagem, enquanto instrumento mediador, permitemnos<br />

analisar outros instrumentos culturais disponíveis<br />

actualmente. A diversidade de instrumentos disponíveis<br />

no quotidiano do adulto (família, trabalho, grupo de<br />

amigos, etc.) revela-se de extrema importância no seu<br />

desenvolvimento cultural. Deste modo, os projectos<br />

educativos devem reduzir ou eliminar a distância entre a<br />

mediação simbólica presente nos contextos culturais do<br />

quotidiano e a função que tradicionalmente se verifica<br />

em contextos institucionais escolares (De Pablos, 1996).<br />

88


Mecanismos semióticos concretos na mediação<br />

A explicação de Vygotski sobre os instrumentos<br />

linguísticos usados na mediação semiótica parte de duas<br />

tendências opostas quanto à organização da linguagem.<br />

Uma das tendências lembra que a linguagem tem o<br />

potencial de ser usada na reflexão abstracta,<br />

descontextualizada (esta premissa está subjacente à<br />

análise sobre o desenvolvimento conceptual, a<br />

categorização ou o silogismo). A este propósito,<br />

Vygotski destacou o potencial da linguagem na<br />

descontextualização, especialmente na<br />

descontextualização do significado. Na segunda<br />

tendência, defende que uma parte da organização<br />

linguística tem as suas raízes na contextualização. Nesta<br />

última tendência, o autor introduziu a função indicativa<br />

da fala e estudou a forma como a estrutura e<br />

interpretação de signos linguísticos depende das suas<br />

relações com o contexto em que estes aparecem. Este<br />

aspecto da sua análise semiótica proporciona os<br />

fundamentos para a explicação da fala interna, baseandose<br />

na noção de sentido (Wertsch, 1988).<br />

Os pressupostos antes mencionados parecem<br />

contraditórios, numa primeira abordagem pois<br />

descontextualização é, afinal, o oposto de<br />

contextualização. Não obstante, embora estas duas<br />

tendências sejam opostas, actuam simultaneamente na<br />

determinação da estrutura e interpretação da fala. A<br />

organização de produções específicas pode estar<br />

dominada por uma destas forças, mas a outra está,<br />

frequentemente, reflectida nesse processo. Esta<br />

89


explicação sobre os instrumentos semióticos<br />

descontextualizados e a função simbólica da fala<br />

aproxima-se de Sapir (Lee, 1985; Wertsch, 1988). O<br />

enraizamento da interacção social genuína na<br />

generalização vincula os estádios de desenvolvimento da<br />

generalização aos estádios do desenvolvimento da<br />

interacção social.<br />

Desenvolvendo a sua reflexão sobre este tema,<br />

Wertsch (1988) considera que as funções indicativa e<br />

simbólica da fala fazem parte da análise genética sobre a<br />

generalização. O papel destas funções da fala é crucial<br />

porque, na sua ausência, o investigador acede a uma<br />

explicação da ontogénese em que a generalização aparece<br />

súbita e misteriosamente. Ainda segundo Wertsch,<br />

Vygotski criticou especificamente Stern (1928) e outros<br />

investigadores que não previram este problema,<br />

baseando-se no argumento de que os primeiros níveis de<br />

generalização e a correspondência entre níveis de<br />

desenvolvimento na interacção social baseiam-se na<br />

função indicativa da fala, enquanto os níveis mais<br />

avançados são possíveis graças à função simbólica da<br />

mesma. O autor identificou e relacionou estas duas<br />

funções opostas na linguagem.<br />

Na análise de Vygotski sobre a regulação da<br />

atenção podemos encontrar a descrição mais completa da<br />

noção de função indicativa da fala. Segundo o autor,<br />

durante as primeiras fases do desenvolvimento da<br />

atenção, uma palavra do adulto não serve para<br />

categorizar os objectos ou características abstractas<br />

particulares destes sujeitos, mas para dirigir a atenção da<br />

90


criança para o objecto. Em diversos artigos em que<br />

abordou a função indicativa da fala, o autor relacionou-a<br />

com a noção de resposta orientativa de Pavlov. Ao<br />

referir-se às funções da fala considerava que a função<br />

indicativa pura é a primeira a aparecer. Em<br />

contraposição, a função simbólica da fala implica a<br />

classificação de acontecimentos e objectos em categorias<br />

generalizadas e, finalmente, a formação de relações entre<br />

categorias. Sobre esta temática Wertsch afirma:<br />

“Para explicar a complexa relação entre funções indicativa e<br />

simbólica, tal como Vygotski as concebeu, devem examinarse<br />

algumas das propriedades da explicação de Vygotski sobre<br />

o signo linguístico, especialmente a palavra” (Wertsch,<br />

1988:111-112).<br />

Para a análise da relação do último par de funções<br />

da linguagem, Wertsch considera fundamental estudar o<br />

significado da palavra a partir da distinção entre<br />

significado e referência. Inspirando-se em Husserl<br />

(1900), Vygotski propôs a distinção entre o significado<br />

de uma palavra (ou expressão) e o seu referente, ou seja,<br />

os objectos indicados pela palavra ou expressão -<br />

podemos estar perante um significado e vários objectos<br />

ou, pelo contrário, vários significados e um só objecto.<br />

Esta distinção era importante para a compreensão do<br />

desenvolvimento da consciência humana 45 .<br />

45<br />

A explicação de Vygotski sobre a função indicativa das palavras<br />

revela que tinha em mente um tipo de signo similar ao índice de<br />

Peirce (1931-1935). Wertsch afirma mesmo que em alguns casos,<br />

coincide inclusive a terminologia: “Por exemplo, Vygotski (1934)<br />

comentou que em muitas línguas o termo para o instrumento<br />

91


Se, nas propostas de Vygotski, a função original da<br />

fala é a função indicativa (lexical), importa reflectir sobre<br />

a sua relação com a função simbólica (Wertsch, 1988).<br />

Esta questão reenvia-nos para uma outra, mais ampla,<br />

sobre a descontextualização dos instrumentos de<br />

mediação. Por um lado, observa-se que algumas das<br />

funções do signo reflectem o vínculo da organização<br />

linguística ao contexto, ou seja, a relação entre signos<br />

veiculantes e os contextos em que estes aparecem. Mas,<br />

por outro lado, verifica-se que algumas destas funções do<br />

signo reflectem a dimensão descontextualizada da<br />

organização da linguagem porque alguns aspectos da<br />

organização da linguagem podem actuar<br />

independentemente do contexto em que aparecem os<br />

signos veiculantes (idem).<br />

O desenvolvimento do significado da palavra<br />

Apesar de ser tentador afirmar que as crianças<br />

compreendem completamente o significado da palavra<br />

quando começam a usá-la de um modo apropriado, o<br />

autor defendia que o aparecimento de palavras novas<br />

marca somente o princípio do desenvolvimento do<br />

significado. A análise genética do significado da palavra<br />

constituiu uma via alternativa à afirmação de Stern e<br />

Stern (1928, cit. Wertsch, 1988:113) de que as crianças,<br />

em vez de passarem por uma sequência de estádios que<br />

culmina com a forma madura de categorização e de<br />

generalização, descobrem a natureza do significado da<br />

palavra.<br />

primário de indicar deriva da sua função; daí o dedo indicador…”<br />

(Wertsch, 1988:112)<br />

92


Ao esboçar uma proposta contrária à de Stern e<br />

Stern, Vygotski (1993) traçou a progressão ontogenética<br />

de compilações não organizadas a complexos e<br />

posteriormente a conceitos, a partir de uma tarefa de<br />

separação de blocos e classificação (Wertsch, 1988).<br />

Wertsch afirma que Vygotski, em colaboração com<br />

Sakharov, Kotelova e Pashkovskaya (1930), usou esta<br />

tarefa numa série de estudos sobre a formação de<br />

conceitos. Estes estudos implicaram mais de 300 sujeitos,<br />

incluindo crianças, adolescentes, adultos e indivíduos<br />

com alterações patológicas da actividade intelectual e<br />

verbal. O principal resultado a que chegou, ao analisar as<br />

sequências na selecção de blocos, foi o de que os critérios<br />

e operações utilizados nestas selecções mudam durante a<br />

ontogénese. Um dos principais contributos a extrair desta<br />

linha de investigação consiste em demonstrar que o<br />

desenvolvimento não se limita unicamente à passagem de<br />

uma selecção ao acaso para uma selecção baseada em<br />

critérios estáveis, mas na proposta de uma explicação<br />

genética capaz de identificar os estádios que conduzem<br />

ao funcionamento estável dos adultos.<br />

Nesta linha de argumentação, a actividade<br />

educativa é uma força importante que regula o<br />

desenvolvimento de conceitos genuínos e culmina na<br />

distinção entre os conceitos científicos ou genuínos<br />

aprendidos como resultado da escolaridade, e os<br />

conceitos espontâneos ou quotidianos que a criança<br />

aprende em qualquer outro lugar. Além da escolarização,<br />

Vygotski usou outro critério para diferenciar os conceitos<br />

científicos dos quotidianos. Se a relevância dos conceitos<br />

científicos reside no seu carácter consciente e deliberado,<br />

93


a pertinência dos conceitos espontâneos enraíza-se na sua<br />

dimensão empírica, pratica. No caso dos conceitos<br />

espontâneos, a atenção da criança centra-se no objecto<br />

representado e não no acto de pensamento que o regista.<br />

Pelo contrário, os conceitos científicos relacionam-se de<br />

um modo diferente com o objecto: estão mediatizados<br />

por outros conceitos graças ao seu sistema hierárquico<br />

interno de inter-relações (Wertsch, 1993).<br />

Ao falar de sistematicidade, Vygotski dava um<br />

importante passo em frente no argumento sobre<br />

generalização, mecanismos semióticos e significação da<br />

palavra. Enquanto as referências à generalização, até<br />

agora analisadas, implicam uma relação entre signos e<br />

contexto não linguístico em que estes se manifestam, ao<br />

falar de sistemas de conceitos o autor introduz-nos na<br />

relação dos signos com outros signos. Nos últimos níveis<br />

de desenvolvimento devem ser tidas em conta ambas as<br />

relações para proporcionar uma explicação mais<br />

adequada do significado da palavra e, nesta lógica, ao<br />

falar das formas mais avançadas de generalização,<br />

encontradas nos conceitos científicos, defendeu que o<br />

conceito implica simultaneamente uma relação com o<br />

objecto e uma relação com outro conceito (idem).<br />

Assumindo a perspectiva de Wertsch, importa<br />

assinalar que o desenvolvimento dos conceitos<br />

científicos tem um significado especial na evolução dos<br />

processos psicológicos superiores porque aqueles<br />

conceitos implicam a sua realização de maneira<br />

consciente. Contrariamente às formas iniciais<br />

dependentes do contexto que caracterizam os conceitos<br />

94


espontâneos, a descontextualização intrínseca aos<br />

conceitos científicos conduz-nos às propriedades dos<br />

processos psicológicos superiores. Wertsch defende que,<br />

na explicação de Vygotski sobre as funções psicológicas<br />

superiores, os conceitos científicos permitem aos<br />

indivíduos realizar a actividade mental com a máxima<br />

independência do contexto concreto; estas representam a<br />

recta final da descontextualização dos instrumentos de<br />

mediação, passando a fonte de regulação inteiramente<br />

para o sujeito. Ao salientar que a fonte de regulação se<br />

situa totalmente no indivíduo, pretende sublinhar que o<br />

sujeito é capaz de operar com o significado das palavras<br />

e com as relações sistémicas, independentemente da<br />

relação dos signos com o seu contexto. Estamos, assim,<br />

perante instrumentos de mediação completamente<br />

descontextualizados. A distinção entre significado e<br />

referência em Vygotski proporciona-nos a chave para<br />

interpretar as suas propostas em relação ao<br />

desenvolvimento: a interacção social é a força<br />

motivadora para passar do nível de pensamento em<br />

complexos e pseudoconceitos ao pensamento em<br />

conceitos.<br />

Falas: social, egocêntrica e interna<br />

A explicação sobre o desenvolvimento conceptual<br />

na teoria de Vygotski parte da organização linguística<br />

descontextualizada, ou seja, do potencial da linguagem<br />

na reflexão abstracta. Por outro lado, a explicação sobre o<br />

desenvolvimento da fala egocêntrica e interna<br />

caracteriza-se pelo aumento de contextualização.<br />

Aparentemente, a ênfase na contextualização parece<br />

95


contradizer os pressupostos gerais de Vygotski quando<br />

salienta que o desenvolvimento na sociogénese e na<br />

ontogénese se produz através da descontextualização dos<br />

instrumentos de mediação. Para tal, será necessário<br />

distinguir-se contexto extralinguístico de contexto<br />

intralinguístico (Wertsch, 1988). Wertsch aplica o<br />

contexto extralinguístico à relação entre signo veiculante<br />

e contexto, sendo este contexto formado por objectos<br />

extralinguísticos não-linguísticos, acções,<br />

acontecimentos, entre outros, espacial e temporalmente<br />

co-presentes com um signo dado. Pelo contrário, o<br />

contexto intralinguístico, ou simplesmente linguístico,<br />

tem um papel central na explicação da organização e<br />

interpretação das produções verbais. A linguagem cria,<br />

com frequência, o seu próprio contexto como é o caso<br />

das relações signo-signo presentes na explicação dos<br />

conceitos genuínos.<br />

O tipo de relações descontextualizadas que<br />

Wertsch apresenta sobre o desenvolvimento conceptual e<br />

o tipo de relações proporcionadas pelo contexto<br />

linguístico são semelhantes porque ambas permitem<br />

processos psicológicos que não dependem directamente<br />

do contexto extralinguístico. Ambas se inserem na<br />

mediação semiótica que, como foi referido antes,<br />

desempenha um papel central na explicação do<br />

funcionamento psicológico humano e ambas implicam<br />

relações signo-signo. Não obstante, diferenciam-se pelo<br />

facto das relações signo-signo, observadas nos conceitos<br />

genuínos, permanecerem constantes nas diferentes<br />

produções de fala, enquanto as relações signo-signo<br />

implicadas na fala, em curso, são únicas para<br />

96


determinadas produções (Wertsch, 1988).<br />

Quadro 3: Formas de uso do signo na explicação da mediação<br />

semiótica proposta por Vygotski (Wertsch, 1988:123)<br />

A descontextualização dos instrumentos de<br />

mediação não pode ser o único princípio explicativo da<br />

ontogénese. Esta questão afecta o processo mais geral da<br />

emergência das relações signo-signo, contextualizadas ~e<br />

descontextualizadas. O processo em questão reflecte a<br />

mudança no lugar de controlo do funcionamento<br />

psicológico superior de uma realidade externa não<br />

mediada para os sistemas semióticos. Para Vygotski, a<br />

fala interna permite aos seres humanos planificar e<br />

regular a sua actividade e resulta da prévia participação<br />

na interacção social verbal.<br />

A afirmação do autor de que a emergência da fala<br />

transforma as acções práticas da criança fica ilustrada na<br />

sua análise sobre a designação, um uso da fala mais<br />

complexo do que a função puramente indicativa, mas<br />

com um nível de desenvolvimento inferior ao da<br />

97


categorização estável encontrada na função comunicativa<br />

madura. Vygotski defendia que a designação, que<br />

aparece em primeiro lugar para servir a interacção social,<br />

é um instrumento ao serviço da remodelação da<br />

percepção da criança. Uma indicação sobre o modo como<br />

Vygotski entendeu a relação da fala reguladora,<br />

observada no plano interpsicológico, com a natureza<br />

dialogada da fala, observada no plano interpsicológico,<br />

pode identificar-se no uso da noção de abreviação.<br />

A abreviação constitui uma propriedade do diálogo<br />

identificada por Vygotski. À semelhança de Yakubinskii,<br />

considerou que a abreviação era possível graças ao facto<br />

de os interlocutores no diálogo partilharem o objecto, a<br />

intencionalidade e o contexto percebido. Poder-se-ia<br />

afirmar que a possibilidade de uma realidade comum e,<br />

portanto, da abreviação deriva do uso do signo<br />

contextualizado. Neste domínio, o contexto linguístico é<br />

de extrema importância uma vez que, no diálogo, o<br />

discurso prévio (do falante ou do interlocutor)<br />

proporciona uma boa parte do contexto a partir do qual se<br />

interpretam e podem ser abreviadas as produções<br />

subsequentes. Yakubinskii usou as noções de “massa<br />

percebida” e de “abreviação” principalmente para<br />

abordar as situações comunicativas em que está<br />

implicado mais do que um interlocutor. Wertsch (1998)<br />

defende que, em contrapartida, Vygotski usou estas<br />

noções fundamentais para caracterizar a fala egocêntrica<br />

e a fala interna, permitindo-lhe demonstrar como a<br />

mediação semiótica, no plano interpsicológico, reflecte<br />

as estruturas e os processos desta mediação no plano<br />

intrapsicológico.<br />

98


Na introdução ao livro de Piaget sobre “A<br />

linguagem e o pensamento na criança”, Vygotski inclui o<br />

tratamento mais completo da fala egocêntrica, tendo este<br />

texto dado origem, posteriormente, ao segundo capítulo<br />

da obra “Pensamento e Fala”. No entanto, Wertsch<br />

defende que foi Piaget o primeiro investigador a<br />

identificar a forma de fala que viria a desempenhar um<br />

papel tão importante na investigação teórica e empírica<br />

da regulação verbal realizada por Vygotski. 46<br />

Dado o seu interesse por questões semióticas,<br />

Vygotski desenvolveu a reflexão sobre as formas de fala<br />

e afirmou que a função, origem e destino da fala<br />

egocêntrica indicam que aquela culmina na fala interna.<br />

Defendia, ainda, que o estudo das propriedades<br />

específicas da fala social e egocêntrica pode proporcionar<br />

alguns elementos caracterizadores das propriedades da<br />

46<br />

Sobre as relações entre Piaget e Vygotski, Van der Veer (1996)<br />

refere-nos que o diálogo crítico genuíno entre os dois falhou porque<br />

Piaget manifestou alguma renitência em responder ao criticismo de<br />

Vygotski. Por outro lado, Cole e Wertsch (1996) alertam-nos para a<br />

importância de não nos fixarmos exclusivamente na ZDP quando se<br />

trata de distinguir estes dois autores. Uma via mais adequada para<br />

distinguir as teorias desenvolvidas por Vygotski e Piaget será a de<br />

analisar o papel que cada um deles atribuiu à mediação cultural e<br />

justificam a sua posição defendendo que se a mediação cultural<br />

assegurada por artefactos culturais tem um papel relevante na obra<br />

de Vygotski já o mesmo não acontece na teoria de Piaget. Por fim,<br />

Bruner (1997) recorda-nos que ao contrastarmos a ênfase no<br />

invariante lógico do desenvolvimento de Piaget com a centralidade<br />

do diálogo modelado culturalmente no desenvolvimento em<br />

Vygotski, concluímos que as diferenças entre as duas perspectivas<br />

são incomensuráveis. Esta incomensurabilidade advém de dois<br />

modos diferentes de conhecer: enquanto um procura “explicar”, o<br />

outro procura “compreender”.<br />

99


fala interna. O seu interesse pela criação de uma<br />

psicologia objectiva e científica levou-o a rejeitar o uso<br />

de relatos introspectivos e outras técnicas subjectivas<br />

para a análise da fala interna, propondo as propriedades<br />

objectivas e as tendências evolutivas da fala egocêntrica<br />

servirem como fonte principal de informação. A fala<br />

egocêntrica é interpretada como um estádio de<br />

desenvolvimento que precede a fala interna; ambas<br />

desempenham funções intelectuais e as suas estruturas<br />

são semelhantes. Na idade escolar a fala egocêntrica<br />

desaparece quando a fala interna começa a desenvolverse.<br />

Wertsch (1988) recorda-nos que, ao revermos as<br />

conclusões a que chega Vygotski sobre as características<br />

da fala interna, devemos considerar que, praticamente,<br />

não são facultados exemplos concretos sobre o modo<br />

como estas características se manifestam na fala<br />

egocêntrica. Pelo contrário, na teoria vygotskiana,<br />

encontram-se referências às características da fala<br />

interna, a partir das teorias semióticas e poéticas e com<br />

recurso a textos quotidianos e artísticos.<br />

Vygotski identificou duas grandes categorias na<br />

fala interna: sintáctica e semântica. A primeira e mais<br />

importante propriedade da fala interna é a sua sintaxe<br />

abreviada, pela sua natureza fragmentária e abreviada<br />

quando comparada com a fala externa. Na análise da fala<br />

egocêntrica, conclui que a abreviação adopta uma forma<br />

específica que é descrita em termos de predicação<br />

(predikatinost´).<br />

100


“À medida que evolui, a fala egocêntrica não manifesta uma<br />

simples tendência para a abreviação e a omissão de palavras;<br />

não manifesta uma simples transição para um estilo<br />

telegráfico. Mostra, antes, uma tendência única para abreviar<br />

sintagmas e orações preservando o predicado e as partes da<br />

oração associadas a este à custa da eliminação de um sujeito e<br />

das suas palavras associadas” (Vygotski, 1993:321).<br />

As noções de sujeito e de predicado não se referem<br />

a uma análise formal do tipo da oração, mas a um nível<br />

de análise que trata as produções no seu contexto<br />

(Wertsch, 1988). Embora estes níveis de análise não<br />

estivessem claramente elaborados no momento em que<br />

Vygotski (1993) desenvolveu esta problemática,<br />

aparentemente, percepcionou esta distinção, como se<br />

evidencia em alguns dos seus comentários sobre a<br />

diferença entre sujeito gramatical e predicado e entre<br />

sujeito psicológico e predicado. O autor dava prioridade<br />

ao sujeito psicológico, entidade que ocupa um lugar<br />

central na consciência do indivíduo (idem).<br />

A primeira característica geral da fala interna que<br />

torna possível a sua abreviação é a dimensão sintáctica<br />

(funcional) da predicação. A segunda característica geral<br />

é de natureza semântica. Para a caracterização semântica<br />

da fala interna identificou três propriedades<br />

interdependentes: o predomínio do sentido sobre o<br />

significado, a tendência para a aglutinação e o fluxo de<br />

sentido numa palavra. A chave para compreendermos<br />

todas estas propriedades está na distinção entre<br />

significado e sentido. Vygotski delineou esta distinção da<br />

seguinte forma:<br />

101


“ Segundo ele (Frederic Paulhan), o sentido de uma palavra é<br />

o agregado de todos os factos psicológicos emergentes na<br />

nossa consciência devido a esta palavra. Portanto, o sentido<br />

desta palavra acaba por ser uma formação dinâmica, em<br />

curso, complexa, que tem diferentes zonas de estabilidade. O<br />

significado é somente uma das zonas do sentido que uma<br />

palavra adquire no contexto da fala. Além disso, é a zona<br />

mais estável, mais unificada e precisa. Como sabemos, uma<br />

palavra muda de sentido em vários contextos.<br />

Contrariamente, o seu significado é esse ponto fixo,<br />

invariável, que se mantém estável durante todas as mudanças<br />

de sentido em vários contextos. Esta mudança no sentido de<br />

uma palavra é um facto básico que deve explicar-se mediante<br />

a análise semântica da fala. O significado real de uma palavra<br />

não é constante. Numa operação, uma palavra emerge com<br />

um significado e noutra com outro significado. Este<br />

dinamismo do significado conduz-nos aos problemas de<br />

Paulhan, o problema da relação entre significado e sentido. A<br />

palavra considerada isoladamente e no léxico tem unicamente<br />

um significado. Mas, este significado não é mais do que um<br />

potencial que se realiza na fala viva. Nesta, o significado é só<br />

uma pedra no edifício do sentido” (1993:333).<br />

Para Wertsch (1988), a questão do sentido não é<br />

um problema de ambiguidade lexical ou de distinção do<br />

significado que se mantém constante em diferentes<br />

contextos de fala. Pelo contrário, a noção de sentido<br />

associa-se à dimensão contextualizada da significação e<br />

da organização linguística. Esta é uma das justificações<br />

para o facto de o autor se ter interessado pelo processo<br />

segundo o qual a mediação semiótica das funções<br />

mentais superiores pode utilizar o potencial da vertente<br />

contextualizada da organização linguística e da<br />

interpretação. Nesta linha argumentativa, Wertsch realça<br />

a concepção de Vygotski sobre as propriedades<br />

semânticas da fala interna. A primeira e mais importante<br />

destas propriedades semânticas é o predomínio do<br />

102


sentido de uma palavra sobre o seu significado. Os<br />

aspectos indexicais, específicos do contexto, da<br />

significação, predominam sobre os aspectos estáveis nos<br />

diferentes contextos; a significação da palavra é mais<br />

uma função do fluir da consciência e do contexto<br />

intralinguístico em que aparece uma função de um<br />

sistema de significados estáveis entre contextos<br />

diferentes. Deste postulado, aparece uma reflexão<br />

importante sobre o modo como, frequentemente,<br />

empregamos a comunicação interpsicológica pois, para<br />

Vygotski, a interacção social está necessariamente<br />

vinculada aos significados estáveis generalizados. A<br />

função comunicativa da fala baseia-se mais em aspectos<br />

estáveis da organização linguística do que na função<br />

auto-regulativa. A aceitação deste princípio não<br />

pressupõe, no entanto, que a emergência da fala interna<br />

destrua a capacidade de utilizar o pensamento conceptual<br />

tal como é usado na comunicação e se abrevia nos<br />

aspectos científicos. Vygotski afirmou somente que<br />

diferentes aspectos da significação predominam em<br />

diferentes tipos de funcionamento semiótico (Wertsch,<br />

1988).<br />

O autor (1934) e seus discípulos 47 propuseram uma<br />

explicação sobre as relações entre sentido e significado,<br />

no trabalho que desenvolveram sobre produção da fala. A<br />

afirmação de que o predomínio do sentido sobre o<br />

significado é a propriedade semântica mais importante e<br />

fundamental da fala interna fica reflectida no facto de, da<br />

47 Como, por exemplo, Akhutina (1975,1978), Luria (1975a, 1981,<br />

cit. Wertsch, 1988).<br />

103


última, derivarem as duas propriedades restantes. Esta<br />

propriedade semântica é mais do que uma analogia da<br />

noção de aglutinação, tal como foi proposta nos estudos<br />

tipológicos da linguagem. Vygotski afirmou que<br />

características semelhantes às das línguas aglutinantes<br />

caracterizam a fala interna e aparecem pela primeira vez<br />

na fala egocêntrica.<br />

Em síntese, as propostas de Vygotski sobre a fala<br />

social, egocêntrica e interna incluem seis grandes<br />

princípios. Em primeiro lugar, a fala egocêntrica e a fala<br />

interna controlam e regulam a actividade humana; em<br />

segundo lugar, a análise genética da regulação semiótica<br />

deve iniciar-se pela fala social, ou seja, não deve iniciarse<br />

pelas formas intrapsicológicas de regulação verbal,<br />

como a fala egocêntrica e a fala interna; em terceiro<br />

lugar, as formas intrapsicológicas de regulação verbal<br />

reflectem as propriedades estruturais e funcionais (como<br />

a possibilidade de diálogo); em quarto lugar, e ao<br />

contrário de Piaget, a fala egocêntrica não reflecte<br />

simplesmente um pensamento egocêntrico, mas<br />

desempenha um papel importante na planificação e na<br />

regulação da acção; em quinto lugar, e ainda ao contrário<br />

de Piaget, as origens da fala egocêntrica encontram-se na<br />

fala social (por via da diferenciação de funções da fala),<br />

sendo que o destino da fala egocêntrica é a fala interna;<br />

em sexto e último lugar, é possível identificar<br />

características estruturais e funcionais específicas da fala<br />

interna, a partir do estudo da fala egocêntrica (Wertsch,<br />

1988).<br />

104


Importa, ainda, sublinhar que a proposta de<br />

Vygotski sobre a mediação semiótica se desenvolve num<br />

meio intelectual diferente do actual. Nesta diferença, há<br />

que ter em conta o papel das discussões dos formalistas<br />

russos na diferenciação de funções da fala e as<br />

correspondentes propriedades formais funcionalmente<br />

específicas da linguagem. Este cenário facilitou o<br />

desenvolvimento das relações entre funções da fala e<br />

mediação semiótica das funções psicológicas superiores.<br />

A relação entre os mecanismos semióticos e a lei<br />

do desenvolvimento cultural emerge da perspectiva<br />

apresentada sobre fala egocêntrica, fala interna e o papel<br />

das formas de mediação semiótica na transição do<br />

funcionamento interpsicológico para o intrapsicológico.<br />

Wertsch (1984) sustenta que, para analisar o<br />

funcionamento interpsicológico, é necessário recorrer à<br />

noção de definição de situação, ou seja, à forma como se<br />

representam ou definem os objectos e acontecimentos<br />

numa situação dada. Esta noção permite caracterizar a<br />

possibilidade de os interlocutores poderem definir e<br />

mudar as suas representações sobre o mesmo conjunto de<br />

objectos e de acontecimentos, tratando-se, assim, de um<br />

elemento teórico especialmente importante para a<br />

caracterização de um tipo de funcionamento<br />

interpsicológico que mais interessava a Vygotski: a<br />

interacção adulto-criança na zona de desenvolvimento<br />

próximo (ZDP). Quando dois interlocutores abordam a<br />

ZDP com diferentes definições da situação, dificilmente<br />

se compreende como se comunicam porque ambos<br />

representam múltiplas dimensões dessa situação de modo<br />

105


diferenciado. Para compreender esta questão é<br />

fundamental recorrer-se à noção de intersubjectividade.<br />

A intersubjectividade dá-se quando os<br />

interlocutores partilham algo das suas definições de<br />

situação. Esta coincidência pode produzir-se em<br />

diferentes planos dos quais resultam diferentes níveis de<br />

intersubjectividade. O grau de intersubjectividade que se<br />

cria, mantém e estabelece entre adulto-criança, ou entre<br />

adulto-adulto, aproxima-se da perspectiva de<br />

Rommetveit (1979) sobre o estudo da comunicação<br />

humana (Wertsch, 1988) – a comunicação transcende os<br />

mundos privados dos participantes; determina estados de<br />

intersubjectividade. As propostas de Rommetveit<br />

contrastam com as perspectivas contemporâneas que<br />

partiam, implícita ou explicitamente, da afirmação de que<br />

quando os interlocutores iniciam uma situação de fala<br />

partilham um conhecimento de base que proporciona os<br />

fundamentos comuns para a comunicação. Estes<br />

pressupostos levaram muitos investigadores a minimizar<br />

os modos como um comportamento comunicativo cria e<br />

transforma uma situação. Wertsch realça, ainda, em<br />

Rommetveit, o argumento de que qualquer situação,<br />

acontecimento ou objecto tem muitas interpretações<br />

possíveis e a fala serve para impor uma determinada<br />

interpretação e para criar uma realidade social<br />

temporalmente partilhada:<br />

“ O problema básico da intersubjectividade humana<br />

converte-se ... na questão sobre que sentido e sob que<br />

condições duas pessoas que iniciam um diálogo podem<br />

exceder os seus diferentes mundos privados. E manterei que<br />

as bases linguísticas desta proposta não constituem um<br />

106


eportório fixo de significados “literais” partilhados, mas uns<br />

rascunhos contratuais, de carácter muito geral e parcialmente<br />

negociados, que concernem à categorização e atribuição<br />

inerente na linguagem habitual” (Rommetveit, 1979d:7, cit.<br />

Wertsch, 1988:171).<br />

O que determinado observador percebe numa<br />

situação particular é uma questão completamente<br />

privada:<br />

“(…) podemos referir-nos a ela situação e, em consequência<br />

- pelo menos sob certas condições e em determinado sentido -<br />

constituir uma realidade social temporalmente partilhada. O<br />

observador solitário pode, assim, tentar transformar a sua<br />

“própria” perspectiva da situação numa realidade social,<br />

simplesmente falando dela a outra pessoa. Uma vez que a<br />

outra pessoa aceita o convite de escutar e participa no<br />

diálogo, deixa para trás as preocupações que tem nesse<br />

momento em que o “silêncio se transformou em fala”<br />

(Merleau-Ponty,1962:182). A partir desse momento, ambos<br />

se entregam a um mundo social temporalmente partilhado,<br />

estabelecido e continuamente modificado pelos actos de<br />

comunicação” (1979e:10, cit. Wertsch, 1988:171).<br />

Quando os interlocutores iniciam um contexto<br />

comunicativo, podem ter diferentes perspectivas ou<br />

interpretar só vagamente o que parece explícito e o que<br />

as produções verbais tentam transmitir. Não obstante,<br />

graças à negociação semioticamente mediada, criam um<br />

mundo socialmente partilhado. Os artigos de Rommetveit<br />

e seus colaboradores demonstram que são muitos os<br />

aspectos que influenciam a forma como os interlocutores<br />

interpretam a situação de fala e que vão da confiança nas<br />

capacidades comunicativas dos outros e nas suas boas<br />

intenções ao modo como um referente determinado é<br />

categorizado e compreendido. Quando dois indivíduos<br />

107


que operam na ZDP trazem diferentes definições da<br />

situação numa tarefa determinada, podem enfrentar sérios<br />

problemas para estabelecer e manter a<br />

intersubjectividade. Durante as primeiras fases do<br />

desenvolvimento da criança não é possível criar a<br />

intersubjectividade ao nível das formulações verbais e<br />

das definições abstractas da tarefa. Contrariamente, a<br />

comunicação deve basear-se em signos referidos ao<br />

próprio contexto. Esta comunicação que opera a partir de<br />

um nível mínimo de definição da situação partilhada (ou<br />

seja, de intersubjectividade) constitui a base da transição<br />

para o funcionamento interpsicológico.<br />

Ainda sobre este tema, Wertsch argumenta que,<br />

além do funcionamento interpsicológico, é importante ter<br />

em conta que, sempre que se produz um aumento do<br />

nível de definição partilhada da situação, a<br />

responsabilidade da tarefa transfere-se para o<br />

funcionamento intrapsicológico do sujeito. Recorda,<br />

ainda, que esta relação recíproca foi estudada por autores<br />

como Wertsch, McNamee, McLane e Budwig (1980),<br />

Rogoff (1984, 1994), Sanmarco (1984), Wertsch, Minick<br />

e Arns (1984) e Brown e Ferrara (1985). Os<br />

investigadores centraram-se nas variações da forma e do<br />

estilo do funcionamento interpsicológico, ficando<br />

reflectido em todas as investigações o correspondente<br />

funcionamento intrapsicológico. Em suma, estes estudos<br />

assinalam que as crianças podem participar de formas<br />

bastante diferentes no funcionamento interpsicológico e<br />

que estas diferenças afectam o modo como uma criança<br />

participa a nível intrapsicológico na tarefa.<br />

108


A teoria da actividade<br />

A importância que Vygotski atribui à vertente<br />

generativa da aprendizagem constitui um elemento<br />

epistemológico importante na sua teoria. A fórmula<br />

racionalista tradicional que propõe a sequência “do<br />

pensamento à acção” é invertida pelo autor, considerando<br />

que é a existência da actividade psicológica que gera a<br />

função elaborada ou superior, ou seja, o<br />

“desenvolvimento evolutivo, do ponto de vista mental,<br />

consiste na formação de ideias no curso de actividades<br />

socialmente significativas” (De Pablos, 1996:142).<br />

Nas experiências e observações que Leontiev viria<br />

a escrever, após a sua ligação ao grupo de Vygotski,<br />

conclui que a explicação para o desenvolvimento das<br />

palavras não se enraíza exclusivamente na comunicação<br />

verbal. Para Leontiev, antes do desenvolvimento do<br />

significado, está sempre o desenvolvimento da actividade<br />

do indivíduo em interacção com a realidade objectiva.<br />

Por consequência, as mudanças na consciência da criança<br />

verificam-se na sequência das alterações registadas na<br />

sua actividade intelectual, sendo esta entendida como<br />

sistema de operações psicológicas (Kozulin, 1994).<br />

Kozulin afirma que a “a insistência [de Leontiev] na<br />

relação concreta com a realidade mediada por operações<br />

de carácter prático e não semiótico converteu-se numa<br />

discrepância fundamental do grupo de Jarkov em relação<br />

à teoria clássica de Vygotski” (1994:233) pois, em<br />

Vygotski, a consciência possuía um poder radical de<br />

transformação. O desenvolvimento dos instrumentos<br />

primários da consciência, os significados e os sentidos<br />

109


verbais dependiam essencialmente da interacção<br />

semiótica interpessoal. Leontiev, sem retirar importância<br />

a esta interacção, optou por privilegiar a interacção<br />

prática da criança com o mundo objectivo das coisas 48 .<br />

Este argumento, considerado por Leontiev como<br />

uma leitura possível do programa de Vygotski, acabaria<br />

por se converter numa crítica sem restrições à teoria<br />

vygotskiana. Zinchenko, que viria a juntar-se ao grupo<br />

de Jarkov, rejeitou a tese vygotskiana de que a fonte de<br />

desenvolvimento da mente humana reside mais na<br />

interacção da mente do sujeito com a realidade cultural e<br />

ideal do que na sua relação objectiva com a realidade.<br />

Esta discordância sobre o papel mediador da cultura<br />

traduzir-se-á na adopção de uma alternativa para o<br />

estudo das funções psicológicas, transferindo-se o foco<br />

de análise das funções psicológicas para a “actividade<br />

directiva”. Para Kozulin (1994), Zinchenko contesta,<br />

numa série de estudos, a ideia de Vygotski de que o<br />

signo mediador é decisivo na transformação da “mneme<br />

natural” em “mnemotécnica cultural”. Em Zinchenko,<br />

não é o signo mediador que transforma a memorização<br />

original numa forma superior de memória, mas a<br />

actividade dirigida para a meta que absorve os elementos<br />

da aprendizagem acidental; ao convertê-los nos meios<br />

desta actividade cria as estruturas da memória<br />

involuntária.<br />

48<br />

Kozulin (1994:284) recupera uma citação de Andrei Puzyrei onde<br />

se afirma que “a separação de Leontiev e Vygotski aconteceu<br />

pouco antes da morte do segundo. Vygotski, segundo alguns dos<br />

seus estudantes, sofreu muito com este facto” (Manuscrito inédito<br />

sobre a teoria histórico-cultural, Moscovo, 1987).<br />

110


A crítica global de Zinchenko à teoria de Vygotski<br />

assinala importantes lacunas na teoria. Em Vygotski, a<br />

noção de mediação incorpora três grandes classes de<br />

mediadores: signos e símbolos, actividades individuais e<br />

relações interpessoais. No entanto, estas três classes de<br />

mediadores não foram suficientemente exploradas. Se<br />

Vygotski e Leontiev (nos seus primeiros trabalhos)<br />

tinham privilegiado o papel mediador dos símbolos e<br />

signos, o grupo de Jarkov deu particular relevância à<br />

actividade, aproximando-se das investigações piagetianas<br />

(idem).<br />

Kozulin refere que, a partir dos anos trinta, o papel<br />

dos instrumentos psicológicos simbólicos e da cultura<br />

viria a ter um papel pouco representativo na psicologia<br />

soviética e a função mediadora das relações interpessoais<br />

não voltaria a abordar-se até à década de sessenta. O<br />

grupo de Jarkov viria a ampliar o conceito de actividade<br />

directiva, argumentando que cada faixa etária possuía a<br />

sua própria forma de actividade (directiva) que, por sua<br />

vez, possibilitava o desenvolvimento de capacidades<br />

intelectuais específicas 49 .<br />

49<br />

Kozulin, nas investigações que desenvolveu, chega às seguintes<br />

conclusões: a actuação do sujeito na actividade “relevante” não<br />

garante que chegue a controlar conscientemente os processos<br />

cognitivos dependentes; o grau de reflexão crítica espontânea dos<br />

sujeitos terá sido subestimado pela escola da actividade; o paradigma<br />

das ferramentas psicológicas apresenta limitações porque não<br />

contempla o papel repressivo dos mediadores sígnicos que “se<br />

mostraram capazes de alterar a informação cognitivamente<br />

dissonante” (Kozulin, 1994:236).<br />

111


Embora o grupo de Jarkov insistisse na<br />

determinação social do comportamento e da mente<br />

humana, as suas investigações centravam-se em “formas<br />

concretas de internalização de acções individuais”<br />

(Kozulin, 1994:238). Para dar a essas acções uma<br />

dimensão socialmente significativa era necessário<br />

elaborar uma teoria geral da actividade psicológica.<br />

Leontiev considerava que as acções diferem entre si em<br />

função do objecto que constitui o motivo de determinada<br />

actividade e “dado que todas as actividades pertencem ao<br />

âmbito da existência social, os seus motivos deveriam<br />

entender-se em função da análise marxista da produção e<br />

apropriação” (Kozulin, 1994:238). Em Leontiev, uma<br />

actividade, na sua relação com uma série de metas<br />

específicas, divide-se em acções. O que do ponto de vista<br />

dos motivos é uma actividade, do ponto de vista das<br />

metas específicas define-se como uma cadeia de acções.<br />

Por sua vez, as operações reflectem as condições<br />

específicas sob as quais tem lugar a acção. No entanto,<br />

Kozulin considera que Leontiev usava duas linguagens<br />

diferentes: uma para o nível de actividade e outra para o<br />

nível das acções e operações, ou seja, para analisar a<br />

actividade recorria às categorias da filosofia social<br />

marxista – produção, apropriação, objectivação e<br />

desobjectivação – e para analisar as acções e as<br />

operações recorria ao paradigma psicológico que se<br />

aproximava da internalização das acções externas, sob a<br />

forma de esquemas mentais piagetianas, despojando-se<br />

da vinculação directa com as categorias de ordem<br />

superior. O que faltava no modelo de Leontiev era o<br />

estrato da cultura, sublinhado por Vygotski, e que<br />

112


poderia proporcionar um vínculo entre a acção individual<br />

e os sistemas sociais em que essa acção adquire<br />

significado. Rejeitando a mediação semiótica e insistindo<br />

no papel dominante das acções práticas, Leontiev viu-se<br />

obrigado a empreender uma tarefa complexa que<br />

consistiu na elaboração de uma conexão entre as<br />

categorias marxistas de produção e objectivação e a<br />

categoria psicológica de acção.<br />

Quando, mais tarde, Leontiev tentou esboçar as<br />

formas da consciência humana que corresponderiam à<br />

actividade, em vez de optar pelas operações<br />

internalizadas, optou pelas categorias de sentido e<br />

significado. Assim, “quando o problema da consciência<br />

humana passava a ocupar o primeiro plano, o que<br />

adquiria importância era a interacção entre o sentido e o<br />

significado codificado socialmente, e não a interacção<br />

objectiva com a realidade” (Kozulin, 1994:240). Esta<br />

incoerência na posição de Leontiev constituiu um ponto<br />

de ataque explorado pelos seus críticos. Na terminologia<br />

marxista, os significados sociais pertencem à esfera da<br />

consciência social e não à prática social sobre a qual<br />

Leontiev tinha considerado basear a sua teoria.<br />

Na análise sobre o percurso da obra de Leontiev,<br />

Kozulin refere que, em finais dos anos setenta, a teoria de<br />

Leontiev começou a ser analisada numa perspectiva mais<br />

crítica e, a partir de então, passou a ser contestado o seu<br />

estatuto de doutrina psicológica geral. O manuscrito de<br />

Vygotski sobre “O significado histórico da crise em<br />

Psicologia” constituiu um elemento gerador desta crítica.<br />

Eric Yudin foi um dos investigadores que desencadearam<br />

113


esta atitude crítica, restaurando a ligação entre a noção de<br />

actividade e seu significado original, desenvolvido por<br />

Hegel e Marx. Yudin sublinhava que o conceito de<br />

actividade fora introduzido por Marx como alternativa ao<br />

modelo individualista do comportamento humano<br />

desenvolvido pelos empiristas britânicos. Na filosofia de<br />

Hegel, a actividade humana não pode reduzir-se às<br />

manifestações da consciência individual mas, pelo<br />

contrário, estas manifestações pressupõem a actividade<br />

como verdadeira fonte. Yudin desenvolve a sua<br />

argumentação referindo que a actividade humana<br />

também poderia converter-se em objecto concreto da<br />

investigação científica mas, neste caso, os elementos<br />

estruturais desenvolvidos para a actividade, como<br />

princípio explicativo, seriam irrelevantes. Os elementos<br />

estruturais (actividade-acção-operação e motivo-metacondição)<br />

foram propostos inicialmente como elaboração<br />

do princípio explicativo, mas posteriormente foram<br />

utilizados no momento da actividade como objecto de<br />

estudo. O momento crítico desta nova postura sobre a<br />

relação entre as ideias de Leontiev e a teoria de Vygotski<br />

culmina com Shredrovitsky quando este autor argumenta<br />

que a teoria da actividade se afastava da teoria de<br />

Vygotski e sublinha que o princípio da mediação<br />

semiótica constitui o alicerce da teoria sociocultural 50 .<br />

O panorama actual da investigação sobre a teoria<br />

sociocultural de Vygotski, Kozulin identifica três<br />

vertentes investigadoras. A primeira consiste numa<br />

50 Segundo Kozulin, a perspectiva de Shredrovistky foi revista por<br />

Levitin (1982).<br />

114


crítica construtiva da noção de conceito científico em<br />

Vygotski e no desenvolvimento de um novo programa<br />

para a análise da formação de conceitos teóricos nas<br />

crianças em idade escolar. A segunda corrente está<br />

associada ao retorno à crítica epistemológica da<br />

psicologia, baseada no modelo científico-natural, e o<br />

aparecimento de novas propostas de psicologia e<br />

psicoterapias humanistas. E a terceira explora a<br />

importância filosófica da obra de Vygotski em conjunto<br />

com a de Bakhtin.<br />

A vertente que privilegiamos nesta obra devolve à<br />

natureza dialógica da consciência humana o plano que<br />

primitivamente desempenhava na teoria de Vygotski e<br />

insere-se no desenvolvimento de novas propostas para<br />

uma nova “lógica baseada no diálogo entre diferentes<br />

culturas do pensamento” 51 (Kozulin, 1994).<br />

Aplicações pedagógicas da obra de Vygotski<br />

Vygotski realçou a dimensão social da formação<br />

das ideias pedagógicas, distanciando-se das ideias<br />

naturalistas ou das posições pedagógicas de senso<br />

comum: as pedagogias emergem e são configuradas em<br />

circunstâncias sociais particulares. A sua obra deu<br />

origem a um vasto leque de métodos e estratégias<br />

pedagógicas, sendo perceptível uma tensão entre as<br />

perspectivas que enfatizam a análise de conteúdo do<br />

51 Sublinhado no original.<br />

115


ensino e as que dão maior ênfase às formas de interacção<br />

e participação pedagógica Daniels (2007).<br />

O ensino, em Vygotski, significa dar suporte,<br />

conduzir o desenvolvimento de funções psicológicas. A<br />

cooperação e a colaboração são aspectos cruciais de um<br />

ensino efectivo (Vygotski, 1978). A diferenciação<br />

pedagógica, o desenvolvimento enraizado na dimensão<br />

social, a personalidade no seu todo, as emoções, a ênfase<br />

nos valores e o papel facilitador (em vez de dominador)<br />

do pedagogo fazem parte do discurso pedagógico do<br />

autor. Actualmente, o seu pensamento pedagógico,<br />

marcado pela presença constante da dimensão social dos<br />

contextos para a aprendizagem, tem dado origem a uma<br />

grande diversidade de métodos pedagógicos e projectos,<br />

de entre os quais se destacam o ensino recíproco<br />

(Palincsar & Brown, 1984), a aprendizagem cognitiva<br />

(Collins, 1991), as comunidades de aprendentes (Brown,<br />

Metz & Campione, 1996), a quinta dimensão (Cole,<br />

1996), a pedagogia do terceiro espaço (Gutierrez &<br />

Stone, 2000, cit. Daniels, 2007) 52 .<br />

Para Daniels (2003), a educação pode ser<br />

interpretada como uma forma elaborada de actividade<br />

sociocultural e, neste campo, a obra de Vygotski constitui<br />

um marco de referência que permite investigar o apoio à<br />

aprendizagem dos alunos e seu posicionamento dentro de<br />

estruturas de discurso específicas. Segundo aquele autor,<br />

há ainda um longo caminho a explorar sobre as<br />

52<br />

Na obra “Vygotsky y la Pedagogia” (2002) e em publicações<br />

posteriores (2007), Daniels apresenta e analisa as implicações e<br />

aplicações pedagógicas da teoria vygotskiana.<br />

116


epercussões pedagógicas da obra de Vygotski, pois a sua<br />

obra é um recurso cultural que deve ser desenvolvido e<br />

ampliado com intensa reflexão teórica e investigação<br />

empírica.<br />

117


118


Capítulo 2<br />

O EU E O OUTRO NOS DIÁLOGOS<br />

SOCIAIS EDUCATIVOS: A PERSPECTIVA<br />

DE MIKHAÏL BAKHTIN<br />

Neste capítulo, exploramos os elementos centrais<br />

do pensamento de Bakhtin e, posteriormente,<br />

referenciamos alguns construtos bakhtinianos que, do<br />

ponto de vista sociocultural, intersectam e<br />

complementam o pensamento de Vygotski. Para esta<br />

abordagem, recorremos a obras de autores<br />

contemporâneos como Wertsch (1988b, 1993, 1997),<br />

Silvestri e Blanck (1993), Kozulin (1994); Ramirez<br />

(1995) e De Pablos (1995a,1996), entre outros, que<br />

clarificam e enriquecem a entoação de uma voz - a teoria<br />

sociocultural - sobre as vozes da experiência humana, em<br />

geral, e dos discursos educacionais, em particular.<br />

BREVES TRAÇOS BIOGRÁFICOS E INFLUÊNCIAS<br />

RECEBIDAS POR MIKHAÏL BAKHTIN<br />

A compreensão e relevância da obra de Mikhaïl<br />

Bakhtin (1895-1975), cada vez mais reconhecida no<br />

Ocidente, têm sido condicionadas pela singularidade do<br />

contexto histórico em que o autor viveu. As vicissitudes<br />

119


académicas e pessoais que teve de enfrentar deram<br />

origem a uma divulgação fragmentada que dificultou a<br />

recuperação e reconstituição da sua vida e obra. Por este<br />

motivo, afigura-se-nos prioritário situar Bakhtin nas<br />

coordenadas espácio-temporais que o rodearam (De<br />

Pablos et al.1999).<br />

Se as primeiras publicações sobre Bakhtin, da<br />

autoria de Todorov (1981) e de Clark e Holquist (1984),<br />

constituem marcos importantes na divulgação da obra do<br />

autor, os trabalhos de Blanck (1993), Bubnova (1996) e<br />

Zavala (1991) proporcionam-nos olhares que se<br />

complementam e permitem descobrir um perfil<br />

complexo, multifacetado e, por vezes, contraditório do<br />

homem e da obra. Em Portugal, os estudos de Carlos<br />

Reis (1989a, 1989b, 1993) e seus colaboradores<br />

possibilitam a abordagem da teoria estético-literária de<br />

Bakhtin e a sua relação com a obra de outros autores,<br />

como a de Fernando Pessoa (Vila Maior, 1994).<br />

Mikhaïl Bakhtin emerge no panorama da ciência<br />

contemporânea como o mais importante pensador<br />

soviético no domínio das ciências humanas e o maior<br />

teorizador da literatura do séc. XX (Todorov, 1981; Clark<br />

& Holquist, 1984). Tendo iniciado a sua actividade<br />

investigadora na teoria do texto, o autor viu-se obrigado a<br />

longas incursões no domínio da psicologia e da<br />

sociologia que lhe permitiram desenvolver uma visão<br />

unitária do campo das ciências humanas (Todorov,<br />

1981). A sua produção científica integra trabalhos<br />

120


especializados sobre o vitalismo e o formalismo 53 , sobre<br />

Dostoievski, Freud, Goethe e Rabelais, abrangendo áreas<br />

tão diversas como a linguística, a psicanálise, a teologia,<br />

a teoria social ou a axiologia.<br />

Opondo-se às correntes de inspiração clássica que<br />

derivam de Saussure e Bally e à linguística romântica de<br />

Humboldt, Vossler ou Spitzer (Todorov, 1981), Bakhtin<br />

parte do princípio de que a “experiência se cria ao longo<br />

do discurso e, por conseguinte, carece de existência real<br />

fora do plano da expressão” (Ramirez, 1995:43).<br />

Subjacente a esta perspectiva encontra-se, também, a<br />

apologia de uma Teoria da Cultura centrada na<br />

construção da natureza especificamente humana ou, na<br />

linha do que afirmam Hirschkop e Shepherd (1989), uma<br />

proposta sobre a democracia e o tipo de linguística e de<br />

vida cultural que a caracterizam.<br />

Todorov (1981), citando um artigo de Kozhinov e<br />

Konkin (1973), refere-nos que Mikhaïl Mikhaïlovitch<br />

Bakhtin nasceu em 1895, em Oriol, numa família<br />

aristocrática empobrecida. Estudou Filologia nas<br />

<strong>Universidade</strong>s de Odessa e S. Petersburgo e depois de<br />

53<br />

A principal ruptura entre Bakhtin e o formalismo russo reside no<br />

sentido atribuído ao termo “ideológico” enquanto “visão do mundo”.<br />

A redução do sentido da percepção sensível a um fenómeno<br />

fisiológico e o isolamento da arte em relação à vida, numa atitude<br />

claramente “anti-filosófica”, conduz a uma visão ensimesmada do<br />

objecto artístico. Por outro lado, a concepção de que as palavras<br />

estão cada vez mais abertas ao tempo e ao espaço em que se articula<br />

o diálogo, o cruzamento da historicidade e a polivalência das<br />

palavras na criação de um sentido novo e diferente da literatura e da<br />

vida marcam a diferenciação de campos entre o círculo de Bakhtin e<br />

o formalismo russo (Rodríguez Monroy, 1994).<br />

121


concluída a sua formação, em 1918, iniciou a actividade<br />

docente em Nevel, uma pequena cidade de província. Foi<br />

precisamente em Nevel que criou o seu primeiro círculo<br />

de amigos que contava com as presenças de Valérian<br />

Nokolaévitch Voloshinov, poeta e musicólogo, Lev<br />

Vassiliévitch Poumpianski, filósofo e especialista em<br />

literatura, a pianista M. B. Youdina, o poeta Zoubakine e<br />

o filósofo Matveï Issaévitch Kagan. A par das discussões<br />

informais que promoviam no “Seminário Kantiano”, os<br />

membros do círculo participavam em debates e<br />

conferências públicas. Dois anos mais tarde, o autor<br />

transferiu-se para Vitebsk e, com sua a saída e, também,<br />

o afastamento de Kagan, o grupo foi obrigado a<br />

reestruturar-se. Mais tarde, em 1924, o regresso de<br />

Bakhtin a Petrogrado proporcionou o reencontro do autor<br />

com Voloshinov, Poumpianski e Medvedev.<br />

A pertença de Bakhtin a este grupo de especialistas<br />

em filosofia, direito, geologia, engenharia, música,<br />

culturas orientais terá exercido uma influência decisiva<br />

na posterior concepção multidisciplinar da sua obra. Na<br />

realidade, estas influências permitem vislumbrar o selo<br />

de identidade dos ambientes intelectuais do autor ao<br />

longo da sua trajectória de vida.<br />

Na primeira metade dos anos 30, Bakhtin foi<br />

exilado para o Cazaquistão por motivos políticos e só em<br />

1936-37 consegue um lugar afastado dos centros<br />

intelectuais russos, no Instituto Pedagógico de Saransk.<br />

Com a II Guerra Mundial, o autor retira-se para uma<br />

pequena vila perto de Moscovo e, mais tarde, regressará à<br />

Moldávia onde permanece até 1961 (Clark & Holquist,<br />

122


1984). Os últimos anos da sua vida foram passados em<br />

Klimovsk, perto de Moscovo, onde viria a falecer em<br />

1975.<br />

Apesar de os seus percursos de vida serem pouco<br />

divulgados e de só algumas das suas obras terem sido<br />

publicadas, Bakhtin mantinha uma intensa actividade<br />

intelectual. É conhecida a publicação de um pequeno<br />

artigo, em 1929, num desconhecido jornal de província e,<br />

nos finais dos anos 30, tentou a sua reentrada no círculo<br />

de intelectuais russos com a dissertação sobre Rabelais.<br />

No entanto, só mais tarde a sua obra viria a ser<br />

reconhecida. Depois da morte de Estaline, o autor tornou<br />

público somente um ou dois artigos. Ter-se-á afastado em<br />

1929 e assim terá permanecido até 1963, altura em que<br />

foi publicada a segunda edição de “Os problemas da obra<br />

de Dostoievsky”, trinta e quatro anos depois da primeira<br />

edição. A segunda edição desta obra e o reaparecimento<br />

do livro sobre Rabelais, em 1965, possibilitaram a rápida<br />

divulgação e reconhecimento da sua produção intelectual.<br />

Todorov (1981) propõe a organização da obra de<br />

Bakhtin em dois grupos (Todorov, 1981): as publicações<br />

póstumas e as publicações apócrifas. Além das obras já<br />

referidas, durante os dez primeiros anos da sua vida, o<br />

autor publica extractos dos seus manuscritos em dois<br />

jornais ortodoxos: “Voprosy literatury” e “Kontekst”,<br />

tendo sido compilados, posteriormente, na obra<br />

“Questões de Literatura e de Estética”. De entre as obras<br />

publicadas depois da sua morte, assinala-se a “Estética da<br />

criação verbal”, publicada em 1979, que terá um papel<br />

importante na investigação por nós desenvolvida.<br />

123


Os textos apócrifos reenviam para uma questão<br />

complexa que parece não estar ainda encerrada. A<br />

polémica associada à autoria de algumas obras de<br />

Bakhtin publicadas sob o nome de Medvedev e de<br />

Voloshinov foi despoletada por Ivanov, semiótico<br />

soviético, ex-discípulo e grande admirador de Bakhtin.<br />

Como sublinha Ivanov, embora Bakhtin nunca tenha<br />

reivindicado publicamente a autoria dos artigos: “O<br />

discurso na vida e o discurso na poesia”, “A estrutura do<br />

enunciado” e “Das fronteiras entre poética e linguística”,<br />

ou dos livros: “O Freudismo e Marxismo e Filosofia” de<br />

Voloshinov e “O Método Formal nos Estudos Literários”<br />

de Medvedev, é provável que o tenha feito em privado.<br />

No entanto, como Voloshinov e Medvedev faleceram nos<br />

anos trinta, Todorov (1981) considera que este será um<br />

segredo bem guardado.<br />

O dilema dos textos apócrifos é sintomático dos<br />

grandes conflitos e lacunas de informação relacionados<br />

com o material biográfico de Bakhtin. Uma das suas<br />

causas reside precisamente na escassez de informação<br />

fidedigna disponível – os amigos próximos já faleceram e<br />

os potenciais informantes que conheceram Bakhtin têm já<br />

uma idade avançada. Por outro lado, não existe um<br />

arquivo pessoal (diário) do autor e embora existam<br />

algumas cartas – Bakhtin não apreciava de modo especial<br />

esta forma de comunicar, a maioria remonta a 1920<br />

(Clark & Holquist, 1984). Existem alguns documentos<br />

soviéticos oficiais, nomeadamente o registo biográfico da<br />

profissão e o registo médico, mas também estes<br />

elementos são pouco fiáveis porque algumas das funções<br />

que neles constam não passam de meras estratégias<br />

124


inventadas pelos seus amigos para lhe facilitarem o<br />

acesso a determinadas regalias sociais.<br />

As críticas feitas a Bakhtin sobre o modo de<br />

divulgação da sua obra são contraditórias. Uma das<br />

razões desta contradição reside no facto de a sua obra<br />

permanecer sob o signo do pluralismo, do enigma “the<br />

one and the many” (Clark & Holquist, 1984:1). Bakhtin<br />

nunca se identificou com um movimento ideológico<br />

dominante. Os pensadores e movimentos associados ao<br />

seu pensamento caracterizaram mais o campo de forças<br />

em que este se movimentaria do que exerceram uma<br />

influência directa do seu pensamento. O autor<br />

apresentou-se ao mundo como contraditório, ilusório e<br />

enigmático. Distinguiu as actividades públicas das<br />

actividades privadas da mente, dando maior importância<br />

às últimas e, embora não tenha criticado aqueles que se<br />

comprometiam com o regime, os textos que produziu<br />

reflectem mais do que um mero exercício de<br />

acomodação. Estes textos proporcionam leituras diversas<br />

pois o autor era engenhoso na expressão das suas ideias;<br />

era um lutador pelos seus ideais e um insensível<br />

ventríloquo das afirmações politicamente aceitáveis. A<br />

maioria dos seus trabalhos são actos de erudição<br />

académica no campo da linguística e da literatura, no<br />

entanto, nestes trabalhos também estão latentes<br />

manifestações pessoais com mensagens políticas ou<br />

filosóficas (idem).<br />

Segundo (Todorov, 1981:24-25), a biografia<br />

intelectual de Bakhtin divide-se em seis grandes<br />

períodos:<br />

125


1) Obras produzidas até 1926 – integram produções<br />

de natureza teórica geral qualificadas por Bakhtin como<br />

estudos fenomenológicos ou de filosofia ética, na linha<br />

da grande tradição alemã de estética e filosofia (de Kant<br />

a Hegel); este período abrange, ainda, os cursos de<br />

história da literatura russa.<br />

2) 1926 a 1929 – Textos metodológicos e críticos<br />

que revelam um marxismo agressivo (nenhum deles é<br />

assinado por Bakhtin), tratando-se do período sociológico<br />

em que se elaboram as ideias que serão os fundamentos<br />

das obras posteriores.<br />

3) 1929 a 1935 – Pesquisas teóricas sobre o<br />

enunciado e o dialogismo.<br />

4) 1935 a 1941 – Reinterpretação da história<br />

literária, nomeadamente do romance, estudos sobre o<br />

cronótopo 54 , o romance de aprendizagem (Goethe) e<br />

Rabelais, integrando-se também neste período um longo<br />

artigo sobre “A sátira” que nunca chegou a ser publicado.<br />

5) 1941 a 1952 – Embora não se registe qualquer<br />

artigo datado neste período, as informações biográficas<br />

disponíveis revelam que Bakhtin desenvolveu uma<br />

intensa actividade, abrangendo a docência no Instituto<br />

Pedagógico de Saransk (1945-1961), a apresentação de<br />

conferências; o autor terá mesmo escrito um livro sobre o<br />

sentimentalismo em literatura, cujo manuscrito terá<br />

54<br />

Para Bakhtin, o cronótopo é a correlação essencial das relações<br />

espácio-temporais, tal como foi assimilada pela literatura (Bakhtin,<br />

1994).<br />

126


desaparecido (em 1982, os artigos produzidos nesta fase<br />

não estavam ainda publicados).<br />

6) 1953 a 1975 – Neste período, o autor revê as<br />

suas obras, regressa aos grandes temas teóricos e<br />

metodológicos do início da sua vida e terá produzido os<br />

fragmentos mais brilhantes da sua obra.<br />

Ao longo de 52 anos de produção científica, os<br />

ideais de Bakhtin permanecem como um “ressassement<br />

éternellement recommencé” (Todorov, 1981:25).<br />

A TEORIA ESTÉTICO-LITERÁRIA DE BAKHTIN<br />

A obra do círculo de Bakhtin 55 revela uma grande<br />

profusão de assuntos, ideias, vocabulários e disfarces de<br />

autor. Esta diversidade justifica, porventura, o reduzido<br />

consenso em torno da sua obra, bem como as diferentes<br />

leituras a que tem sido sujeita pelo neo-marxismo, o<br />

estruturalismo ou a semiótica 56 . Alguns investigadores<br />

55<br />

Devemos a Todorov (1981) o termo “círculo de Bakhtin”. Esta<br />

expressão é introduzida no primeiro estudo sistemático sobre<br />

Bakhtin e seus colaboradores.<br />

56<br />

A interpretação da obra de Bakhtin não tem sido consensual; as<br />

circunstâncias da sua descoberta justificam estas diferenças. Por<br />

exemplo, as traduções dos livros sobre Dostoievsky e Rabelais<br />

apareceram em França em finais dos anos 60 durante a vaga do<br />

estruturalismo e, por isso, estas obras foram interpretadas no<br />

contexto do estruturalismo e da semiótica. A proeminência de<br />

Bakhtin no mundo anglófono tornou-o dificilmente pensável fora da<br />

crítica literária, no contexto da tradição formalista ou um "teorizador<br />

do carnaval e inversões de rituais da hierarquia”. Na União<br />

Soviética, era considerado um filósofo religioso dentro da tradição<br />

127


caracterizam Bakhtin a partir do livro sobre Dostoievski<br />

e da polifonia; outros, como antropólogos e etnólogos,<br />

definem o autor como o teórico do Carnaval e da<br />

contestação das hierarquias sociais, inspirando-se no<br />

livro sobre Rabelais; outros ainda – críticos literários,<br />

teóricos sociais e historiadores – privilegiam a obra<br />

produzida na linha da teoria marxista, dando particular<br />

relevância ao livro “Marxismo e Filosofia da<br />

Linguagem”. Clark e Holquist (1984) consideram, no<br />

entanto, que embora todas estas interpretações sejam<br />

legítimas, nenhuma delas esgota a complexidade do seu<br />

pensamento.<br />

No ocidente, Bakhtin foi divulgado numa<br />

conjuntura particular de “crise de sentido e da linguagem<br />

que questiona a abertura do significado, os problemas da<br />

mensagem codificada, da estrutura, da hermenêutica,<br />

num marco integrador anti-saussureano” (Zavala,<br />

1991:14). O horizonte de problematizações introduzido<br />

pelo círculo de Bakhtin constitui um excelente marco<br />

teórico para a filosofia da linguagem e a teoria da cultura,<br />

permitindo, entre outros, “reformular os problemas da<br />

inscrição textual das ideologias, a orientação social da<br />

comunicação, o uso da língua” (Zavala, 1991:16-17).<br />

O autor não se considerava um teórico literário. O<br />

campo que considerava mais próximo da sua actividade<br />

era o da antropologia filosófica. Embora seja difícil<br />

conceber Bakhtin como uma figura perfeitamente<br />

ortodoxa. Por outro lado, é interessante realçar o facto de Bakhtin ter<br />

expresso, desde muito cedo, a grande questão que orientou o seu<br />

pensamento ao longo da vida: o dialogismo.<br />

128


delineada, podemos considerá-lo um filósofo da<br />

diversidade – onde alguns encontravam semelhanças, o<br />

autor encontrava diferenças. Ao contrário do pensamento<br />

tradicional, que identificava a homogeneidade com a<br />

aparência de unidade, esta atitude levou-o a considerar<br />

sempre o mínimo de homogeneidade necessária para<br />

qualquer esquema conceptual. O desafio da<br />

heterogeneidade constitui uma dimensão fundamental da<br />

sua obra. Para Iris Zavala (1991), o que se torna difícil<br />

em Bakhtin não é a complexidade do seu léxico, mas a<br />

exigência que o seu pensamento impõe à nossa lógica de<br />

pensar, a exigência de mudança das categorias básicas do<br />

pensamento e da procura de alternativas para o<br />

pensamento sistemático.<br />

O pensamento e a vida de Bakhtin rejeitam os préjuízos<br />

da cultura europeia do séc. XVII inspirados na<br />

validade e cientificidade das formulações “puras” de<br />

categorias isoladas, aproximando-se em muitos aspectos<br />

do matemático revolucionário Kenneth Burke. Pode<br />

mesmo estabelecer-se um paralelo entre os dois<br />

pensadores pela ênfase comum na “perspectiva pela<br />

incongruência” (Clark & Holquist, 1984:7) 57 . Bakhtin dá<br />

o grande salto do pensamento dialéctico, ainda<br />

perspectivado a partir de universais, para o pensamento<br />

dialógico ou relacional. Em substituição da oposição<br />

57<br />

Sublinhado no original. Esta perspectiva consiste na capacidade de<br />

identificação de uma ‘coisa’, não de uma forma isolada das outras<br />

categorias, mas como uma variável contrastante com outras<br />

categorias que podiam, sob diferentes condições, ocupar a mesma<br />

posição. (Clark & Holquist, 1984:7).<br />

129


dialéctica ou/ou propõe-nos a oposição dialógica e/e<br />

(idem) 58 .<br />

No centro da obra de Bakhtin está o<br />

reconhecimento de uma actividade incessante, de uma<br />

enorme energia constantemente produzida pelas<br />

múltiplas forças que orienta. Esta energia pode ser<br />

concebida como um campo de luta entre forças<br />

centrífugas orientadas para a diversidade e as forças<br />

centrípetas dirigidas para a coesão. As forças centrífugas<br />

criam o movimento, o devir, a história; criam a vida nova<br />

e a mudança; as centrípetas resistem ao futuro, abominam<br />

a história e desejam a tranquilidade. O equilíbrio entre<br />

estas duas forças efectua-se em diversos níveis na relação<br />

entre campos magnéticos, químicos, termodinâmicos, no<br />

cosmos físico, no corpo humano e no universo das<br />

subpartículas atómicas. A obra de Bakhtin revela um<br />

longo trajecto orientado para o entendimento e a<br />

especificação do diverso, para a forma como o diálogo<br />

entre estas duas forças se manifesta noutras formas de<br />

diálogo.<br />

A neutralidade constitui uma impossibilidade para<br />

os participantes nesta luta entre forças centrípetas e<br />

centrífugas. Alguns pensadores como Aristóteles,<br />

58<br />

Zavala destaca também a proximidade entre Bakhtin e Michel<br />

Foucault fundada nas indagações do último sobre o discurso, a<br />

linguagem e a história, nas obras “Arqueologia do Saber” e “As<br />

Palavras e as Coisas”. No entanto, Zavala adverte-nos também que,<br />

para Foucault, a “inversão” (base do pensamento opositor) se<br />

aproxima mais da linguagem figurada da metalepse nietzscheana,<br />

enquanto o carnaval de Bakhtin aposta na inversão da realidade<br />

social (Zavala, 1991:17-18).<br />

130


Descartes e Hegel favoreceram a perspectiva ordenada<br />

das forças centrípetas; outros, como Heráclito ou<br />

Levinas, preferiram os poderes das forças centrífugas<br />

(idem). Bakhtin identificava-se com a segunda geração<br />

de pensadores, tendo-se dedicado a áreas específicas em<br />

que privilegiavam não o encontro cósmico de<br />

abstracções, mas os conflitos da vida do quotidiano, com<br />

todas as suas contingências, hesitações, desordens. O<br />

conflito constante entre forças centrípetas e centrífugas<br />

afecta, na perspectiva de Bakhtin, o devir histórico<br />

específico de cada indivíduo. A sua própria vida é um<br />

exemplo da aplicação do princípio da simultaneidade, a<br />

mais ampla das categorias que desenvolveu (ex. a<br />

polifonia no livro de “Dostoievski”, a diversidade social<br />

em “O Marxismo e Filosofia da Linguagem”, a<br />

heteroglóssia em “Imaginação Dialógica”). Um dos<br />

aspectos que marca a diferença de Bakhtin em relação a<br />

outros filósofos reside na definição de uma filosofia da<br />

linguagem com aplicação imediata não só entre linguistas<br />

e estilistas como também nas preocupações urgentes do<br />

quotidiano. Muitos pensadores chamaram a si os mesmos<br />

problemas, mas só Bakhtin defendeu a dinâmica social da<br />

prática observável da linguagem, como força específica<br />

que estrutura as relações interpessoais no Zwischenwelt<br />

ou no mundo entre consciências (Clark & Holquist,<br />

1984).<br />

O diálogo é perspectivado de uma forma<br />

compreensiva, como conjunto de condições que são<br />

imediatamente modeladas em qualquer interacção entre<br />

duas pessoas mas que não se esgotam nessa troca. Numa<br />

fase posterior, o autor atribui ao diálogo o significado de<br />

131


comunicação entre diferenças simultâneas. A questão<br />

permanente em Bakhtin é “o que faz as diferenças<br />

diferentes?” 59 (Clark & Holquist, 1984: 8). O clássico<br />

problema da identidade não é associado ao princípio<br />

igual a mas ao princípio ao mesmo tempo que; o autor<br />

medita sobre a interacção de forças que são consideradas,<br />

por outros, mutuamente exclusivas.<br />

O termo usado por Bakhtin capaz de abranger<br />

energias tão diferentes é o da enunciação. Este termo<br />

constitui umas das peças-chave da sua concepção de<br />

dialogismo. Um enunciado falado ou escrito é sempre<br />

expresso a partir de um ponto de vista, o que para<br />

Bakhtin constitui mais um processo do que um ponto<br />

definido. Criando respostas na actividade constante de<br />

diálogo com o mundo, estabelecemos a arquitectónica da<br />

nossa própria responsabilidade. Estes aspectos dão<br />

origem a uma filosofia da linguagem a que Bakhtin<br />

chama metalinguística e que Todorov (1981) traduz por<br />

translinguística 60 . Todorov (1981) assinala ainda que,<br />

tendo em vista o uso actual desta disciplina, o baptismo<br />

mais apropriado será o de “pragmática”, colocando assim<br />

Bakhtin como seu legítimo fundador (Silvestri, 1993;<br />

Lodge, 1989). A dimensão básica da sua filosofia da<br />

linguagem consiste na ênfase dialógica, na valorização da<br />

diferença e da alteridade, conceitos que nos possibilitam<br />

o encontro de conexões menos evidentes aos olhares<br />

59<br />

À semelhança da differance de Derridas.<br />

60<br />

Clark e Holquist, (1984) salientam que Todorov optou pelo termo<br />

“translinguística” por considerar que o termo “meta” está demasiado<br />

vulgarizado no ocidente prestando-se, por isso, a confusões<br />

metodológicas.<br />

132


acostumados a tais gradações de pluralidade extrema.<br />

Embora não exclua a sistematicidade que caracteriza a<br />

linguística pós-saussuriana 61 , Bakhtin centra-se também<br />

na compreensão da complexidade diversa dos enunciados<br />

específicos em situações particulares que considera terem<br />

uma sistematicidade diferente, mas, nem por isso, menos<br />

ordenada. Para o autor fica sempre algo por dizer que<br />

permanece para além da natureza dialógica da<br />

consciência e é esse algo desconhecido que está fora da<br />

reflexão hermenêutica. O não dito constitui a relação<br />

com o outro (Zavala, 1991). O processo de<br />

desenvolvimento ético integrado na actividade partilhada<br />

com o “outro” constitui simultaneamente actividade de<br />

libertação colectiva e pessoal. Se assim não fosse, as<br />

reflexões de Bakhtin “seriam pura sintaxe e não<br />

observações que transmitem responsabilidades<br />

colectivas” (Zavala, 1991:19) que subjazem à definição<br />

de um sistema de análise do discurso social enquanto<br />

diversidade de vozes.<br />

O amplo espectro de actividades desenvolvidas por<br />

Bakhtin é frequentemente aglutinado na figura de<br />

pensador, de filósofo da liberdade. Bakhtin defende que o<br />

indivíduo atribui significado ao que sabe, mas<br />

indirectamente, numa segunda transferência, por palavras<br />

que recolhe e devolve à comunidade de acordo com os<br />

61 Lodge (1989:89) considera que o pensamento de Bakhtin é<br />

essencialmente binário, na medida em que opera com pares de<br />

termos. Para este autor, embora Bakhtin se tenha oposto ao<br />

estruturalismo de Saussure, acabou por herdar esta característica da<br />

referida corrente.<br />

133


protocolos que ela observa. A voz do indivíduo pode<br />

significar mas só em conjunto com as vozes dos outros,<br />

por vezes num coro de vozes ou em diálogos. Neste<br />

quadro de análise proposto por Zavala (1991), o<br />

significado é construído pelas sociedades que defendem<br />

as suas tradições. Esta estratificação, diversidade, a que<br />

Bakhtin chama heteroglóssia é não só uma invariante<br />

estática na vida da linguagem, como também garante a<br />

sua dimensão dinâmica. As forças centrípetas,<br />

juntamente com as forças centrífugas da linguagem,<br />

desenvolvem o seu trabalho ininterrupto; com a<br />

centralização e a unificação coexistem os processos<br />

ininterruptos de descentralização e separação.<br />

As noções epistemológicas centrais da teoria de<br />

Bakhtin, como o carnaval político, a dialogia, o dado e o<br />

criado, a polifonia, a heterogeneidade discursiva, a<br />

alteridade, incorporam e identificam impulsos diferentes<br />

e, por vezes, contraditórios. Opõem-se ao pluralismo<br />

neutralizador que frequentemente aborda a dialogia como<br />

um diálogo complacente que não explora as oposições<br />

observáveis no campo social e que sintoniza com um<br />

pluralismo tolerante e repressivo que tudo assimila e<br />

abandona. A teoria do círculo de Bakhtin analisa a<br />

“totalidade” nas suas diferenças e heterogeneidades e,<br />

por consequência, não aponta para uma totalidade<br />

redutora. Sugere-nos, por um lado, a individualidade e,<br />

por outro, a intersubjectividade e a colectividade- “a<br />

tarefa epistemológica de Bakhtin fixa-se na relação entre<br />

o indivíduo e a sociedade, e está ligada, no que há de<br />

mais profundo das suas possibilidades, ao conhecimento<br />

134


histórico e futuro: o ‘terceiro’ empírico que une o<br />

presente ao futuro” (Zavala, 1991:19).<br />

O dialogismo<br />

Bakhtin propõe-nos, a partir dos conceitos centrais<br />

de dialogismo (ou dialogia) e de enunciado, uma teoria<br />

sobre a comunicação e o circuito comunicativo. O<br />

dialogismo bakhtiniano constitui-se como noção<br />

dinâmica que estabelece relação entre as vozes<br />

(enunciados) individuais e colectivas do passado, da<br />

cultura e da comunidade (Zavala, 1991). Abrange os<br />

modos de formação, compreensão e responsabilidade<br />

plural do discurso social, partindo da dupla pertença do<br />

discurso a um eu e a um outro. No mundo dialógico de<br />

Bakhtin não existem “nem a primeira, nem a última<br />

palavra e não existem fronteiras para um contexto<br />

dialógico, ascende a um passado infinito e tende para um<br />

futuro igualmente infinito” (Bakhtin, 1995:392). O autor<br />

atribui ao discurso uma dimensão multifacetada que se<br />

actualiza numa diversidade de contextos onde se revêem<br />

falantes e ouvintes 62 . Este construto associa-se a uma<br />

filosofia da linguagem, a uma translinguística que<br />

constitui uma espécie de “grande ocular” e que permite<br />

compreender todas as categorias enraizadas na<br />

linguagem. O dialogismo, enquanto intercâmbio e<br />

cruzamento, deslocação de contiguidades e alternância<br />

62 Segundo Bulger, o discurso crítico de Bakhtin sobre Dostoievski é<br />

“um discurso não totalizante que destaca o papel do sujeito-leitor em<br />

diálogo contínuo com o texto ... aproxima a crítica bakhtiniana das<br />

correntes de desconstrução propostas por Derrida ou Paul de Man”<br />

(1990:195).<br />

135


que constituem a trama do “texto cultural” (Rodriguez<br />

Monroy, 1994), estabelece uma relação dinâmica entre<br />

enunciados individuais e colectivos capaz de explicar a<br />

dimensão interpessoal e social da linguagem (Reis,<br />

1989a:55). Esta dimensão da teoria de Bakhtin diz<br />

sobretudo respeito à interacção entre sujeitos falantes,<br />

seja no interior da consciência, seja no mundo exterior.<br />

Na perspectiva bakhtiniana, um falante, ao produzir<br />

um enunciado, apela sempre a uma linguagem social que<br />

dá forma ao que o falante individual pretende dizer. Este<br />

processo de produção enunciados únicos na fala implica<br />

um tipo especial de dialogismo ou de “pluralidade de<br />

vozes” a que Bakhtin chamou ventrilocução (Bakhtin,<br />

1981; Clark & Holquist, 1981) e que consiste no<br />

processo através do qual “uma voz fala através de outra<br />

voz ou tipo de voz numa linguagem social. Converte-se<br />

em propriedade de um indivíduo somente quando o<br />

falante povoa com a sua própria intenção, a sua própria<br />

entoação, quando se apropria da palavra adaptando-a à<br />

sua semântica e intenção expressiva” 63 (Wertsch,<br />

1993:78).<br />

Ao realçar a indissociabilidade do tempo e do<br />

espaço e da sua função de marcadores que enquadram o<br />

texto nos seus marcos históricos reivindica a<br />

incorporação das vozes do passado, da cultura e da<br />

comunidade. A apologia da “pluralidade” e da<br />

“alteridade” em oposição à “voz monoestilística e<br />

monológica” que impõe a norma, a autoridade, o discurso<br />

do poder, delimita o espaço epistemológico da diferença,<br />

63 Itálico no original.<br />

136


da diversidade e das identidades e apresenta uma via<br />

integradora que questiona a violência, o totalitarismo e<br />

autoritarismo e as verdades únicas em argumentos<br />

literários, teóricos e filosóficos. Bakhtin insiste com<br />

frequência na ideia de que o dialogismo “não é<br />

simplesmente textual nem teórico, não é só uma maneira<br />

de ler nem um novo método ‘objectivo’ e ‘científico’, é<br />

uma forma de compreender o mundo e de o transformar”<br />

(Zavala, 1991:22). O conceito de dialogismo integra a<br />

sedimentação dos usos do passado, dos conflitos remotos<br />

e actuais, das dinâmicas da vida ideológica (Hirschkop,<br />

1989) e desafia a linguagem única.<br />

A ênfase bakhtiniana no tempo e no espaço<br />

dialógicos reenvia-nos para um conceito central: o<br />

cronótopo 64 . Os cronótopos assinalam os lugares dos<br />

acontecimentos e mostram a forma de organizar e<br />

materializar as suas representações. Revelam-se-nos<br />

como “instrumentos cognitivos que permitem<br />

compreender e abordar todas as axiologias que entram<br />

em jogo na reconstrução do contexto situacional, como as<br />

formas de pensamento ou mesmo o género, enquanto<br />

forma histórica de textualização” (Rodríguez Monroy,<br />

1994:27).<br />

A partir do conceito de dialogismo, Bakhtin<br />

repensou uma ampla variedade de conceitos,<br />

anteriormente associados a disciplinas separadas. As suas<br />

investigações no campo da psicologia, da linguística ou<br />

do criticismo literário propõem assuntos recorrentes que<br />

64<br />

Rodríguez Monroy (1994) considera que Bakhtin se inspira e<br />

metamorfoseia o conceito de cronótopo de Albert Einstein.<br />

137


defendem a importância de situar a dimensão semântica<br />

na especificidade dos discursos, a primazia do diálogo<br />

sobre o monólogo e a incapacidade dos sistemas<br />

descritivos baseados nos modelos lógicos para<br />

compreender a historicidade e variedade do significado.<br />

Bakhtin propõe o olhar particular de um filósofo<br />

conceptual, na expectativa de ultrapassar os limites das<br />

perspectivas disciplinares atomizadas. Nas obras<br />

“Marxismo e Filosofia da Linguagem” e “Estética da<br />

Criação Verbal” o autor desenvolve a dimensão mais<br />

compreensível da sua translinguística. Nestas obras,<br />

delimita os postulados centrais em que baseia a sua<br />

produção científica: o papel dos signos no pensamento e<br />

o papel da enunciação na linguagem. Cada um destes<br />

tópicos está relacionado com a forma como nos<br />

referimos, no nosso discurso, aos discursos dos outros.<br />

Bakhtin inicia a sua teoria com a abordagem<br />

precisa do problema: a noção de discurso 65 , entendida<br />

como linguagem viva e concreta. A única forma de as<br />

palavras significarem é a de serem compreendidas e a<br />

65<br />

Carlos Reis (1989a) sublinha a pertinência de esclarecer, em<br />

Bakhtin, as relações entre a produção do discurso e seu sujeito.<br />

Referindo-se à posição de Kristeva sobre este tema, o autor chama a<br />

atenção para as ambiguidades aqui detectadas: Kristeva, apontando<br />

alguns problemas de tradução da palavra slovo que correntemente<br />

significa “palavra” e menos frequentemente “discurso”, recorda-nos<br />

que o “discurso” é um conceito linguístico ausente na época. Esta<br />

palavra/discurso está distribuída por uma multiplicidade de<br />

instâncias discursivas (dialógico, polifónico) que o “eu” pode ocupar<br />

em simultâneo. Para Carlos Reis esta “pluralidade de instâncias<br />

discursivas” integra conotações de ordem social e ideológica “a<br />

partir do momento em que Bakhtin descreve a inscrição social da<br />

produção discursiva como prática ideológica” (1989a:56).<br />

138


única via para serem compreendidas é através de falantes<br />

e ouvintes particulares. Bakhtin centra a sua atenção no<br />

falante individual omitindo a quimera das “palavras em si<br />

mesmas” porque, segundo o autor, ao considerarmos as<br />

palavras como se ninguém jamais as tivesse pronunciado<br />

corremos o risco de transformar os signos dialógicos em<br />

signos monológicos. Mais importante do que considerar a<br />

palavra um sinal estável e auto-equivalente é considerá-la<br />

um signo modificável e adaptável. Do ponto de vista do<br />

falante, o centro de gravidade não reside na identidade da<br />

forma, mas nesse novo e concreto significado que requer<br />

um contexto particular (Zavala, 1991). Neste processo<br />

dialógico, a palavra é o produto da relação recíproca<br />

entre falante e ouvinte. Cada palavra faz referência ao eu<br />

em relação com o outro e constitui uma ponte entre este<br />

eu e este outro. A ênfase na falta de coincidência entre o<br />

significado da palavra e a palavra em si mesma, nos<br />

aspectos abertos e assistemáticos da linguagem e<br />

sobretudo nas relações entre falante e ouvinte, refinou a<br />

sua remota preocupação com as relações entre o eu e o<br />

outro – um discurso apropriado para a filosofia da<br />

linguagem.<br />

Na sua meta ou translinguística, o autor considera<br />

o enunciado a unidade mínima de estudo da<br />

comunicação. O discurso é uma acção e as actividades<br />

que envolve não se reduzem à acção de instrumentos que<br />

devem transmitir e receber sequencialmente. Um diálogo,<br />

no sistema bakhtiniano, é um dado da experiência e a fala<br />

é segmentada não só pelas palavras e frases, mas também<br />

por protocolos que determinam quem está a falar. A<br />

relação entre enunciados é sempre condicionada pelo<br />

139


potencial de resposta do outro. Estas relações, sendo<br />

parte integrante da comunicação, não podem ser geridas<br />

simplesmente no âmbito de um sistema isolado de<br />

linguagem. Pelo contrário, uma teoria do discurso com<br />

estes contornos incorpora de modo muito activo e<br />

consciente falantes e ouvintes.<br />

Bakhtin inverte os tradicionais valores da<br />

linguagem e do discurso. Ao contrário da eternidade<br />

leibniziana e da lógica cartesiana, insiste que a linguagem<br />

partilha a desordem da história e a fantasia da<br />

performance individual. A linguagem não se baseia no<br />

sonho platónico de ordem, mas no discurso do dia-adia<br />

66 . Os aspectos sistemáticos da linguagem estão para o<br />

discurso como o mundo material está para a mente; as<br />

duas séries interagem numa unidade dinâmica e não<br />

podem ser separadas. Em Bakhtin, o conceito de<br />

enunciado não coincide com o de parole, em Saussure 67 .<br />

66<br />

Saussure desligou a abstracção e a eternidade do sistema da<br />

particularidade da performance na linguagem. O mundo do sistema e<br />

da performance eram vistos meramente como diferentes níveis para<br />

o funcionamento do mesmo fenómeno cuja determinação dependia<br />

do nível mais elevado. Bakhtin defendeu que a ruptura não se<br />

processa exclusivamente entre sistema linguístico e performance do<br />

discurso, como também entre mente e matéria (objecto) (Clark &<br />

Holquist, 1984).<br />

67<br />

Bakhtin situa a linguística estruturalista na velha tradição<br />

filológica europeia do estudo das línguas mortas, tais como o grego<br />

arcaico ou as línguas indo-europeias - Saussure, por exemplo,<br />

privilegiou o abstracto, a linguagem extra-histórica. Até então, os<br />

linguistas não só tratavam a linguagem como se fosse algo morto,<br />

como consideravam as línguas nativas como línguas alheias. Em<br />

Bakhtin o lugar da linguagem está em qualquer lado, seja no espaço<br />

ou no tempo. A linguagem é sobretudo ‘o aqui e agora’; existe no<br />

enunciado concreto onde as marcas do passado estão representadas.<br />

140


No diagrama de situação discursiva de Saussure um<br />

falante activo envia uma mensagem a um ouvinte<br />

passivo. Para Bakhtin, o papel determinante do outro na<br />

comunicação discursiva revela que há um sistema fora de<br />

qualquer articulação da linguagem e que existe um<br />

sistema que governa todos os discursos, em particular<br />

(Clark & Holquist, 1984).<br />

O dialogismo apresenta-se-nos como um imenso<br />

diálogo multiplicado e multiplicador através do espaço e<br />

do tempo históricos. Propõe-nos um princípio<br />

metodológico para comunicar com a “alteridade” e com o<br />

“outro”; compreender significa captar o múltiplo, sentir<br />

as vozes na sua historicidade, captar o ouvinte, o outro 68 .<br />

O homem existe realmente “nas formas do eu e do outro”<br />

(Bakhtin, 1982:34). Em Bakhtin, a imagem do homem é<br />

a passagem do “outro” para o “eu” e, deste modo, o ser<br />

significa comunicar dialogicamente (Zavala, 1991).<br />

Nesta concepção de dialogismo identifica-se uma<br />

história em movimento, aberta, que não contempla<br />

qualquer forma de descrição conceptual metafísica, pois<br />

para o autor “interpretar supõe que o intérprete forme<br />

parte do objecto de interpretação” (Zavala, 1991:23).<br />

Neste quadro, a dialogia implica uma metodologia da<br />

compreensão viva, intersubjectiva e hermenêutica que<br />

pode libertar o conteúdo latente em todo o discurso e que<br />

68<br />

Zavala (1991:55) chama-nos a atenção para a distinção entre<br />

dialéctica, diálogo e dialogia. As duas primeiras fazem desaparecer<br />

as vozes, separam-nas, eliminam as entoações. Pelo contrário, a<br />

dialogia supõe a expressão do sujeito, a pluralidade do sujeito,<br />

múltiplo, e a necessidade do outro.<br />

141


se manifesta através do sentido expresso de um discurso<br />

pelo acto interpretativo (Zavala, 1991). Em síntese, no<br />

dialogismo bakhtiniano existem, pelo menos, três<br />

possibilidades: 1) a desintegração da estrutura rígida do<br />

tempo; 2) a libertação do passado como autoridade; 3) a<br />

libertação do simbólico. Esta concepção da linguagem,<br />

que possibilita uma aproximação crítica dos objectos<br />

históricos no seu todo, é também associada a uma Teoria<br />

Cultural centrada na análise da especificidade dos<br />

fenómenos históricos concretos (idem).<br />

Signos e Ideologia<br />

Bakhtin entrecruza a produção textual com a<br />

ideologia e o signo com a dimensão ideológica e<br />

colectiva da vida social, apoiando-se numa série de<br />

conceitos que nos reenviam para a problemática da<br />

história e do futuro. A sua teoria discursiva estrutura-se a<br />

partir de três eixos essenciais: a) a consciência individual<br />

é ideológica; b) a criação cultural é uma actividade<br />

ideológica; c) todo o signo linguístico é ideológico<br />

(Zavala, 1991) 69 . A ideologia, conceito presente nestes<br />

três eixos, é concebida como sistema socialmente<br />

determinado de ideias, de valores e pontos de vista 70 .<br />

Para o autor, todo o signo é ideológico e toda a ideologia<br />

existe no material semiótico concreto:<br />

69<br />

Em O Marxismo a ideologia torna-se especialmente explícita ao<br />

“transformar-se numa superestrutura social e económica que se<br />

impõe à consciência humana” (Bulger, 1990:49).<br />

70<br />

Quando Bakhtin (1994) defende a necessidade de uma doutrina<br />

sociológica acerca da especificidade do material, da forma e dos<br />

objectivos de cada uma das áreas da criação ideológica, parece<br />

inspirar-se numa concepção marxista.<br />

142


“ Um produto ideológico constitui não só uma parte da<br />

realidade (natural ou social) como qualquer corpo físico,<br />

qualquer instrumento de produção ou produto para consumo,<br />

mas também, em contraste com estes fenómenos, reflecte e<br />

refracta outra realidade que lhe é exterior. Todo o signo<br />

ideológico possui significado: representa, figura ou simboliza<br />

algo que está fora dele. Por outras palavras, é um signo. Sem<br />

signos não há ideologia” (Voloshinov/Bakhtin, 1976:19) 71 .<br />

Os produtos da criatividade ideológica (obras de<br />

arte, trabalhos científicos, símbolos e ritos religiosos) são<br />

partes da realidade humana (Bakhtin, 1994:46). A forte<br />

interdependência entre signos e ideologia sugere-nos uma<br />

problemática antropológica mais ampla que integra os<br />

dilemas do homem, a sua vida e o seu destino, o seu<br />

mundo interior. Bakhtin/Medvedev (1994) considera que<br />

no processo de comunicação do eu com o outro não se dá<br />

a mera transposição mas a criação de valores.<br />

Ao introduzir o conceito de ideologema, o autor<br />

abre caminho para uma nova abordagem, para uma nova<br />

reflexão sobre a linguagem. O ideologema, enquanto<br />

concepção de tradução do real, do sistema de valores e do<br />

contexto situacional, constitui o elemento básico do<br />

horizonte ideológico:<br />

“Todo o produto ideológico (ideologema) faz parte da<br />

realidade social e material que rodeia o homem, é momento<br />

do seu horizonte ideológico materializado” (Bakhtin,<br />

1994:48).<br />

Nas suas produções escritas sobre o enunciado e o<br />

processo de comunicação, Bakhtin delimitou a noção de<br />

ideologia quotidiana que definiu como o conjunto das<br />

71 Sublinhado no original.<br />

143


sensações quotidianas e das expressões exteriores que<br />

lhes estão directamente relacionadas. O conjunto de<br />

signos ideológicos - sejam quotidianos, artísticos,<br />

filosóficos ou literários - configuram, em determinado<br />

momento, o ambiente ideológico e possibilitam o<br />

contacto da nossa consciência com essa realidade (idem).<br />

Nenhum signo reflecte, em toda a sua extensão e<br />

profundidade, um objecto já que o reflexo depende<br />

sempre de um sujeito real, situado em determinado<br />

momento histórico e social. As palavras, enquanto signos<br />

ideológicos, não se limitam a reflectir a realidade, mas a<br />

interpretá-la no intercâmbio comunicativo social<br />

(Voloshinov/Bakhtin, 1976). Para o autor, o signo<br />

submete-se aos critérios de avaliação ideológica. O<br />

domínio da ideologia coincide com o domínio dos signos,<br />

são equivalentes entre si. Onde quer que esteja presente<br />

um signo, está também a ideologia ou, se preferirmos,<br />

“tudo o que é ideológico possui um valor semiótico”<br />

(Voloshinov/Bakhtin, 1976:21).<br />

Além de sentido e significado, o signo possui uma<br />

orientação valorativa (Voloshinov/Bakhtin, 1976) 72 . O<br />

72<br />

Hirschkop (1989:4) recorda-nos que o conceito de valor tem, ao<br />

longo da obra de Bakhtin, diferentes concepções: enquanto nas<br />

primeiras obras de Bakhtin o valor significa intenção humana ou<br />

qualquer tipo de propósito (mesmo o discurso científico tem o valor<br />

de orientação na medida em que se dirige para a verdade, ocupando<br />

um lugar nos valores de beleza e de bondade), nas suas discussões<br />

estéticas o valor tem uma dimensão emocional, de resposta ao<br />

objecto estético. Se, numa acepção mais restrita, o valor é associado<br />

a desejo, Medvedev no Método Formal redefine o valor enquanto<br />

“avaliação social” de determinado grupo particular. Por sua vez, no<br />

Discurso na novela, o valor cede em parte o seu lugar aos conceitos<br />

144


juízo de valor incorporado no signo é de carácter social.<br />

Sentido, significado e valoração formam parte da<br />

complexidade semântica do signo e encontram-se<br />

vinculados na sua génese e no seu movimento a um<br />

factor essencial: o seu carácter ideológico (Silvestri,<br />

1993b). O facto de uma mesma palavra, depois de<br />

interiorizada, constituir o material semiótico da<br />

consciência explica a sua associação a todos os actos<br />

ideológicos. Quando Bakhtin afirma que tudo o que é<br />

ideológico tem valor semiótico pretende dizer-nos que<br />

todos os produtos da mente humana, dos mais simples<br />

instrumentos às mais elaboradas cosmologias, nasceram<br />

do pensamento (Clark & Holquist, 1984):<br />

“ O seu da ideologia verdadeiro lugar na existência está na<br />

matéria social específica dos signos criados pelo homem. A<br />

sua especificidade consiste na sua inserção entre indivíduos<br />

organizados para quem constitui o meio de comunicação. (...)<br />

Os signos só podem aparecer no território interindividual”<br />

(Voloshinov/Bakhtin, 1976:23).<br />

Esta concepção de ideologia histórico-social está<br />

fortemente imbricada na apologia da diversidade e<br />

heterogeneidade da teoria de Bakhtin. A sua dimensão<br />

práxica não se articula com as concepções unívocas,<br />

assépticas e individualistas mas com a sua<br />

irredutibilidade a concepções monológicas, resultando a<br />

multiplicidade de discursos num “pluralismo tolerante”<br />

de “interesse” e “ponto de vista”, valores enquanto entidades<br />

sociológicas, compreensíveis somente na perspectiva da teoria social<br />

e mudança histórica. Esta evolução conceptual justifica a existência<br />

de diferentes perspectivas de análise da teoria de Bakhtin nas<br />

vertentes filosófica (Clark e Holquist, Todorov), linguística (Titunik,<br />

Morson) ou sociológica (White), respectivamente.<br />

145


(Reis, 1993:2), que se operacionaliza num sistema de<br />

ideias e de juízos que descrevem, explicam e justificam a<br />

situação de determinado grupo e propõem orientações<br />

para a acção histórica desse mesmo grupo.<br />

Para Bakhtin, a produção do discurso é plural, “no<br />

sentido de que constitui uma interacção pelo menos com<br />

outro sujeito, também este implicado numa relatividade<br />

discursiva” (Reis, 1989a:56). A dimensão compreensiva<br />

e o poder dos signos manifestam-se primariamente no<br />

discurso falado: a palavra constitui o fenómeno<br />

ideológico por excelência (Clark & Holquist, 1984).<br />

A partir desta perspectiva é possível tecer algumas<br />

considerações sobre a concepção da ideologia em<br />

Bakhtin, conceito que nos reenvia para a pluralidade de<br />

discursos contextualizados social e culturalmente; o texto<br />

polifónico constitui um dispositivo onde se expõem e<br />

coexistem ideologias 73 . Neste sentido, Carlos Reis<br />

(1989a) recorda-nos que, embora partindo de um subgénero<br />

da novela, o autor consagra o princípio da<br />

polifonia, não só no plano da produção discursiva, mas<br />

também no campo da interacção ideológica, ao<br />

considerar que esta implica:<br />

“(…) não um ponto de vista único, mas vários pontos de<br />

vista, completos e autónomos, e não são directamente os<br />

materiais, mas os diferentes mundos, consciências, pontos de<br />

vista que se associam numa unidade superior, de segundo<br />

grau, se assim se pode dizer, que é a novela polifónica”<br />

(Bakhtin, 1970:.45, cit. Reis, 1989b:57).<br />

73<br />

Noção de ideologia citada e analisada por Reis (1993:7-9).<br />

146


As operações da mente e do mundo exterior são<br />

diferentes e, por esta razão, o encontro destes dois planos<br />

deve ser mediado pelo signo. Bakhtin rejeita o modelo da<br />

vida mental defendido por pensadores como Husserl,<br />

argumentando que falham na concepção de unidade das<br />

operações psíquicas. O autor insiste que não há<br />

diferenças ontológicas entre o discurso interno e externo,<br />

somente degraus de relativa partilha entre linguagem no<br />

nível mais profundo, onde esta se limita ao cérebro, ou a<br />

outro nível, onde o discurso exterior converge com a<br />

linguagem do sistema social envolvente. Esta oposição<br />

face à perspectiva excessivamente centrada no indivíduo<br />

foi reforçada pelo seu contemporâneo Lev Vygotski. Os<br />

dois autores insistiram que o ‘eu’ se articula com o<br />

‘outro’, ou seja, o ‘eu’ constitui-se em relação com as<br />

forças sociais (Clark & Holquist, 1984). Vygotski,<br />

contemporâneo de Bakhtin, defendeu também que, antes<br />

de adquirirmos a linguagem, a consciência e o<br />

pensamento assumem formas muito rudimentares; a<br />

consciência do ‘eu’ emerge somente depois de entrarmos<br />

no mundo dos signos.<br />

Ao considerarmos a ideologia como centro da<br />

pluralidade, enquanto fenómeno activo social e<br />

culturalmente, orientamo-nos pela concepção de um<br />

sujeito ideológico, como entidade que apela ao<br />

cruzamento de juízos, valores característicos desta<br />

concepção: “corpo de sentidos em virtual confronto com<br />

outra(s) ideologia(s)” (Reis, 1989a:57). O sujeito é, antes<br />

de mais, agente de um fenómeno contemporâneo que não<br />

é afectado pela suposta dissolução das ideologias.<br />

147


Consciência e discurso<br />

Voloshinov/Bakhtin afirma que “a consciência é<br />

consciência só quando se preenche de conteúdo<br />

ideológico” (1976:22) e defende que o verdadeiro lugar<br />

da consciência “está na existência, está na matéria social<br />

específica dos signos criados pelo homem” (1976:23).<br />

Para o autor, as investigações desenvolvidas sobre este<br />

tema converteram o conceito numa espécie de “asylium<br />

ignorantiae para todas as elucubrações filosóficas”<br />

(idem). Por não partilhar esta perspectiva, em vez de<br />

condenar a consciência a uma caracterização subjectiva<br />

convertida no receptáculo de todos os problemas não<br />

resolvidos, Voloshinov/Bakhtin apresenta uma proposta<br />

que consiste na procura de uma definição objectiva com<br />

uma dimensão sociológica 74 . A lógica da consciência é “a<br />

lógica da comunicação ideológica, da interacção<br />

semiótica de um grupo social” (Voloshinov/Bakhtin,<br />

1976:30) 75 .<br />

A entoação desempenha, neste contexto, um papel<br />

particularmente importante pela possibilidade de<br />

expansão das velhas palavras, quando se pretende<br />

encontrar novas e irrepetíveis situações. O poder da<br />

entoação para criar significados que são situações<br />

74<br />

Rodríguez Monroy (1994) afirma que o termo “sociológico” não é<br />

o mais exacto e mais adequado para traduzir as intenções do círculo<br />

de Bakhtin. O que Bakhtin e Medvedev propuseram foi uma poética<br />

social sem a vertente disciplinar e científicista que esta palavra<br />

comporta.<br />

75<br />

No que a esta esfera da natureza humana diz respeito, Bakhtin<br />

revela grandes semelhanças com a teoria de Lev Vygotski.<br />

148


particulares reforça em Bakhtin a tese de que os valores<br />

determinam a consciência.<br />

A especificidade da consciência reside no seu<br />

enraizamento entre indivíduos organizados - a<br />

consciência individual é social. A personalidade<br />

individual criada pelas relações sociais adquire aqui um<br />

status limítrofe, ou seja, sem a possibilidade de se revelar<br />

na linguagem (interna), a consciência não existe para o<br />

sujeito em si nem para os demais. Sobre esta dimensão<br />

do pensamento bakhtiniano, Silvestri (1993) afirma que<br />

uma experiência “interior” se configura como tal somente<br />

se for semiotizada, ou seja, se for expressável. Caso<br />

contrário, não será uma experiência humana, mas uma<br />

mera resposta fisiológica a um estímulo do meio que não<br />

se diferencia do comportamento animal. O que se<br />

expressa no enunciado como objectivação ‘externa’ é o<br />

produto das interrelações sociais. E a palavra<br />

desempenha aqui um papel central uma vez que tem<br />

presença obrigatória “em todo o acto consciente”<br />

(Voloshinov/Bakhtin, 1976:27), é gerada pelo<br />

intercâmbio social e comporta inúmeras acentuações<br />

“que cristalizarão na acentuação ideológica de uma<br />

personalidade” (Silvestri, 1993:102).<br />

Na consciência interior, a voz interna “refracta-se”<br />

numa teoria estética e numa teoria da cultura 76 (Zavala,<br />

1991:64). Na sua concepção da consciência, Bakhtin<br />

amplia o princípio dialógico ao campo da antropologia<br />

76<br />

Hirschkop (1989) considera que Bakhtin definiu a cultura não nos<br />

termos de uma ciência social neutra, mas como uma actividade com<br />

finalidades políticas, morais e objectivas.<br />

149


filosófica (Todorov, 1981). Este princípio aplicado à<br />

noção de cultura reenvia-nos para um espaço sem<br />

fronteiras. As diferentes formas culturais – a arte, a<br />

ciência, a religião, etc. – interalimentam-se da mesma<br />

forma dialógica que os enunciados. Por este motivo,<br />

Bakhtin considera que não existe território interno da<br />

cultura; tudo o que é humano é dialógico.<br />

A relação dialéctica entre o homem e a cultura,<br />

entre a consciência e a realidade retoma em Bakhtin o<br />

seu sentido etimológico, no sentido de “dialéctica”<br />

enquanto “produto abstracto do diálogo” (Bakhtin, 1995).<br />

Nesta perspectiva não deve subentender-se a supressão<br />

da diferença mas, pelo contrário, a existência de<br />

diferentes perspectivas ideológicas num mesmo signo.<br />

No enunciado, a dimensão dialógica reside na orientação<br />

social para um destinatário concreto, pois a relação da<br />

minha palavra com a do outro regista uma ampla<br />

gradação que vai do acordo à divergência total. Diferença<br />

e identidade são temas centrais no pensamento de<br />

Bakhtin (Clark & Holquist, 1984).<br />

Bakhtin valorizou os materiais semióticos, mas<br />

subestimou outras relações sociais. A comunicação não é<br />

a única actividade humana. Embora as actividades não<br />

comunicativas careçam de uma mediação semiótica<br />

(verbal, gestual ou outra), será importante ter em conta<br />

que nem todas as práticas sociais se reduzem à<br />

linguagem. Esta limitação não é homogénea em toda a<br />

obra de Bakhtin. Existem temas em que a categoria da<br />

actividade ocupa um lugar relevante, como acontece na<br />

definição de géneros discursivos em correlação com<br />

150


diferentes esferas da praxis. Esta perspectiva permite-nos<br />

estudar o “género discursivo enquanto mediação<br />

semiótica numa prática específica e investigar as<br />

influências mútuas entre enunciado e praxis” (Silvestri,<br />

1993:102). Os géneros discursivos abrem, assim, uma via<br />

para estudar de que modo as características específicas de<br />

uma prática modelam um género e como as modalidades<br />

genéricas de uma prática comunicativa influenciam esse<br />

género discursivo.<br />

Falas sociais e géneros discursivos<br />

Em Bakhtin, o género discursivo constitui-se como<br />

modelo de representação, como “modelo do mundo”,<br />

“modelo ideológico” ou “num sistema de modelização”<br />

(Cabanilles Sanchiz, 1995). As diferentes esferas da<br />

actividade humana estão relacionadas com o uso da<br />

língua e, por consequência, o carácter e as formas do seu<br />

uso “são tão multiformes como as esferas da actividade<br />

humana, o que desde logo não põe em causa a unidade<br />

nacional da língua” (Bakhtin, 1995:248). Cada esfera do<br />

uso de determinada língua elabora tipos relativamente<br />

estáveis de enunciados – unidades básicas de<br />

comunicação – a que Bakhtin chama géneros discursivos<br />

(Silvestri, 1993:95) 77 . Para Bakhtin, os géneros<br />

discursivos organizam a acção discursiva quase da forma<br />

como o fazem as formas gramaticais:<br />

77<br />

Assumindo as influências da teoria marxista, Bakhtin considera<br />

que os factores e as forças que determinam o aparecimento e o<br />

desenvolvimento da linguagem são “a organização social do trabalho<br />

e a luta de classes” (Bakhtin, 1982:287).<br />

151


“ (…) aprendemos a plasmar o nosso discurso em formas<br />

genéricas e, ao ouvir o discurso alheio, adivinhamos o seu<br />

género desde as primeiras palavras, calculamos o seu<br />

aproximado volume (ou a extensão aproximada da totalidade<br />

discursiva), a sua composição, prevemos o seu final, ou seja,<br />

desde o princípio percebemos a totalidade discursiva que<br />

posteriormente se especifica no processo do discurso”<br />

(Bakhtin, 1995:268).<br />

A concepção do autor sobre os enunciados e<br />

géneros discursivos corresponde a uma ênfase especial<br />

entre linguagem e praxis. Os enunciados que se<br />

produzem numa actividade determinada apresentam<br />

características comuns na forma, no estilo, nos<br />

procedimentos. Todos estes enunciados conformam um<br />

tipo (de enunciados) relativamente estável: o género<br />

discursivo. Os géneros discursivos são múltiplos e<br />

heterogéneos, mas a sua estabilidade introduz uma<br />

regularidade na comunicação (Silvestri, 1993:95).<br />

Bakhtin distingue dois tipos de géneros: primários<br />

(diálogo quotidiano, carta, documentos legais) e<br />

secundários (novela, drama, tratado científico). Embora<br />

admitam uma ampla variedade de combinações, os<br />

géneros não são combinações absolutamente livres.<br />

As objecções que o autor apresentou a outros<br />

modelos de comunicação residem na ênfase que atribuem<br />

ao receptor passivo. Na sua teoria, falante e ouvinte<br />

assumem uma atitude activa. O falante conta com a<br />

compreensão activa do ouvinte e constrói o seu<br />

enunciado tomando em linha de conta as possíveis<br />

reacções de resposta. O falante evidencia a sua<br />

actividade em vários planos de resposta: em primeiro<br />

lugar, em relação à esfera de objectos e sentidos que<br />

152


integrarão o conteúdo do enunciado; em segundo lugar, a<br />

actividade revela-se na expressividade que atribui ao<br />

enunciado; e, em terceiro lugar, orienta o enunciado para<br />

um (vários) receptor(es) concreto(s), tendo em conta as<br />

atitudes de resposta. Silvestri (1993) afirma-nos que, em<br />

Bakhtin, cada género possui a sua própria concepção de<br />

destinatário que se ajusta com maior precisão à situação<br />

comunicativa concreta.<br />

Para se referir à diversidade irredutível de tipos de<br />

discurso, Bakhtin introduziu o termo rasnorecie que<br />

Todorov traduz por heterologia, e que se situa entre<br />

rasnojazycie, heteroglóssia ou diversidade de linguagens,<br />

e rasznogolosie, heterofonia ou diversidade de vozes.<br />

Todos os enunciados estão orientados para um horizonte<br />

social composto por elementos semânticos e avaliativos.<br />

A estratificação da linguagem nos discursos não se<br />

verifica numa só dimensão, mas em cinco tipos<br />

diferenciados: género, profissão, estrato social, idade,<br />

religião e região (Todorov, 1981). Esta estratificação da<br />

linguagem abre espaço para a análise dos géneros<br />

discursivos.<br />

As práticas dos diferentes grupos e comunidades<br />

profissionais, religiosas, científicas, entre outras, dão<br />

origem a uma grande variedade de relatos que coexistem<br />

na sociedade ocidental. Desta diversidade de relatos<br />

emerge a necessidade de aprender a falar de determinada<br />

forma a língua que já possuímos (Ramirez, 1995). A cada<br />

uma das formas de falar uma mesma língua em função da<br />

actividade Bakhtin chamou linguagem social. Nenhuma<br />

língua tem um modo único de expressão, mas tantas<br />

153


formas de uso quantas as linguagens sociais que nela se<br />

desenvolveram: “a estrutura da fala é puramente<br />

sociológica” (Bakhtin, 1976:124). No entanto, Ramirez<br />

(1995) recorda-nos que o conceito de linguagem social<br />

não esgota a explicação da complexidade da acção<br />

humana que passa pelo uso da palavra em situações<br />

comunicativas particulares e, atendendo a esta<br />

especificidade de situações, Bakhtin propôs-nos o<br />

conceito de género de fala ou género discursivo. O que<br />

parece predominar no género face à linguagem social é a<br />

dependência da situação em que se produz a<br />

comunicação. No género discursivo detectam-se<br />

marcadores de superfície totalmente ausentes na<br />

linguagem social (Wertsch, 1993).<br />

Quando incorporamos a linguagem social e o<br />

género discursivo de Bakhtin nas diversas funções da fala<br />

de Vygotski, é possível desenvolver uma explicação mais<br />

ampla sobre os modos como os processos<br />

interpsicológicos e intrapsicológicos se situam<br />

socioculturalmente. Relativamente a esta questão, será<br />

importante recordar que Bakhtin não concebe o<br />

“utilizador individual da linguagem como um agente<br />

absolutamente livre com a capacidade de escolher<br />

qualquer palavra para lhe imprimir uma intenção<br />

determinada” (Wertsch, 1993:127) mas, pelo contrário,<br />

entende as linguagens sociais e os géneros discursivos<br />

como meios que organizam a acção comunicativa e a<br />

acção mental.<br />

Os géneros discursivos são muito mais flexíveis do<br />

que as formas de linguagem (nacional), mas têm uma<br />

154


significação normativa para o indivíduo falante.<br />

Diferentes géneros discursivos ajustam-se a diferentes<br />

situações de actividade ou esferas de vida:<br />

“Em cada época do desenvolvimento da língua literária são<br />

determinados géneros que dão o tom e estes não são só os<br />

géneros secundários (literários, jornalísticos, científicos),<br />

mas também os primários (certos tipos de diálogo oral:<br />

diálogos de salão, íntimos, de grupo, quotidianos e<br />

familiares, sociopolíticos, filosóficos, etc.)” (Bakhtin,<br />

1995:254).<br />

Examinando o uso de diferentes registos dentro de<br />

um âmbito geral, é possível perceber distinções<br />

pormenorizadas dessas situações de actividade. Apesar<br />

de não existir nenhuma lista de géneros discursivos orais<br />

nem mesmo um princípio em que tal lista se pudesse<br />

basear, Bakhtin referiu-se ocasionalmente a ordens<br />

militares, géneros quotidianos de cumprimento,<br />

despedida e felicitação, conversações íntimas entre<br />

amigos, géneros de conversação à mesa:<br />

“Juntamente com semelhantes géneros estandardizados,<br />

sempre existiram géneros mais livres de comunicação<br />

discursiva oral: géneros de práticas sociais de salão acerca<br />

de temas quotidianos, sociais, de práticas íntimas entre<br />

amigos ou entre membros de uma família, etc.” (Bakhtin,<br />

1995:269).<br />

Para Bakhtin, um género discursivo não é uma<br />

forma de linguagem mas uma forma típica (um tipo) de<br />

enunciado e, como tal, inclui também uma determinada<br />

classe típica de expressão que lhe é inerente. Os géneros<br />

correspondem a situações e temas típicos de<br />

comunicação verbal e, consequentemente, vinculam-se a<br />

155


contactos particulares entre o significado das palavras e a<br />

realidade concreta sob determinadas circunstâncias<br />

típicas. A escolha de um género discursivo “define-se<br />

pela especificidade de uma esfera discursiva dada, pelas<br />

considerações do sentido do objecto ou temáticas, pela<br />

situação concreta de comunicação discursiva, pelos<br />

participantes da comunicação, etc.” (Bakhtin, 1995:267).<br />

Em contraste com as linguagens sociais onde a dimensão<br />

distintiva é o extracto social dos falantes, os géneros<br />

discursivos caracterizam-se sobretudo em função das<br />

situações típicas de comunicação verbal (Bakhtin, 1995).<br />

Se estes dois fenómenos podem ser concebidos como<br />

analiticamente diferentes, na realidade encontram-se<br />

frequentemente interligados. Os falantes de determinado<br />

extracto social, por exemplo os militares, são os que<br />

apelam ao género discursivo das ordens militares<br />

(Wertsch, 1993).<br />

Os fonemas, a sintaxe e os géneros discursivos têm<br />

em comum a tendência para ‘limitar’ a liberdade<br />

individual dos falantes. Estão lá não só as palavras e as<br />

frases como também as formas de combinação nos<br />

discursos:<br />

“Dispomos de um rico repertório de géneros discursivos<br />

orais e escritos. Na prática utilizamo-los com segurança e<br />

destreza, mas teoricamente podemos não saber nada sobre a<br />

sua existência” (Bakhtin, 1995:267).<br />

Os géneros de discurso – unidades de comunicação,<br />

são menos normativos e menos limitadores do que as<br />

formas gramaticais – unidades da linguagem. O estilo<br />

individual da enunciação pode ser determinado pelo seu<br />

156


lado expressivo porque a entoação, a escolha da palavra<br />

ou a selecção do género discursivo são formas de<br />

comunicação mais abertas do que as formas da<br />

linguagem.<br />

Fonseca (1991) considera que a língua é uma<br />

complexa realidade histórico-cultural na medida em que<br />

se constitui como a memória dos usos que aos signos<br />

foram, e são, dados na diversidade dos discursos. Nessa<br />

memória, que a língua é, subsistem as vozes que nos<br />

discursos se fizeram ouvir e, até, os contextos em que<br />

essas vozes foram proferidas:<br />

“Essas vozes e o que elas testemunham da sua proferição -<br />

acontecimentos e seus protagonistas, tempos, espaços,<br />

ambientes, tensões, desacordos e acordos - habitam os signos<br />

em cada sincronia e constituem virtualidades disponíveis para<br />

de novo se darem a ouvir quer na interpretação dos discursos<br />

já produzidos quer na produção e na interpretação de novos<br />

discursos” (Fonseca, 1991:276).<br />

O silêncio e o calar<br />

Bakhtin (1981), na referência às condições de<br />

percepção do som, de identificação do signo verbal e da<br />

compreensão do sentido da enunciação, distingue<br />

claramente o “silêncio” do “calar”. Enquanto o “calar”<br />

reside nas condições da compreensão do sentido, o<br />

“silêncio” situa-se no contexto da percepção dos sons e<br />

as dimensões distintivas da língua e no “reconhecimento,<br />

identificação dos elementos iterativos do discurso, ou<br />

seja, dos elementos que fazem parte da língua, a nível<br />

fonológico, sintáctico e semântico” (Ponzio, 1995:28).<br />

157


O calar participa da “totalidade incompleta da<br />

logosfera” (Bakhtin, 1981) e revela-se uma condição da<br />

compreensão do sentido de cada enunciado na sua<br />

irrepetibilidade (idem). O silêncio do sistema da língua,<br />

convertido em “universo fechado de discurso” (Marcuse,<br />

1968, cit. Ponzio, 1995:33), permite a identificação de<br />

sons e a identificação das partes repetíveis do enunciado<br />

que constituem o sistema da língua. O calar está<br />

relacionado com a enunciação, com o sentido e o<br />

substrato humano, social e cultural. Refere-se à unidade<br />

concreta da comunicação verbal, à enunciação no seu<br />

aspecto irrepetível. O silêncio envolve os elementos<br />

físicos, os sons e as unidades abstractas da língua como<br />

sistema: os fonemas, os morfemas, as orações ou as<br />

frases (idem). No calar, a interpretação não se reduz à<br />

identificação ou ao reconhecimento, mas abre caminhos<br />

interpretativos ao sentido.<br />

No exercício de reflexão sobre a distinção entre<br />

“silêncio” e “calar”, Bakhtin afirma o seguinte num breve<br />

fragmento dos “Apontamentos de 1970-71”:<br />

“ No silêncio ouve-se algo (ou não se ouve), no calar<br />

ninguém fala (ou alguém fala). (...) O calar / o som dotado de<br />

sentido (palavra) / a pausa constitui uma logosfera especial,<br />

uma estrutura unitária e ininterrupta, uma totalidade aberta<br />

(incompletável). O entendimento -reconhecimento dos<br />

elementos iterativos do discurso (quer dizer, língua) e o<br />

entendimento produtor do sentido da enunciação não iterativa.<br />

Através da enunciação, a língua participa da não iteração<br />

histórica e da totalidade aberta da logoesfera” (Bakhtin,<br />

1981a:126).<br />

A partir da identificação e caracterização destes<br />

dois conceitos, Ponzio recorda-nos, na linha de Peirce,<br />

158


que não existem signos sem interpretantes, “na<br />

comunicação verbal cada elemento do discurso necessita<br />

de dois tipos diferentes de signo interpretante que,<br />

relacionando Peirce com Bakhtin, podem ser<br />

considerados interpretante de identificação e interpretante<br />

de compreensão respondente (Ponzio, 1995:28). O<br />

interpretante de identificação actua na dimensão<br />

fonémica ou gráfica dos signos verbais, na sua<br />

configuração sintáctica e morfológica; por sua vez, o<br />

interpretante da compreensão respondente actua no plano<br />

da enunciação, na sua dimensão irrepetível.<br />

A concepção de um enunciado associa-se ao<br />

significado da enunciação relacionado com o<br />

interpretante de compreensão respondente. A frase situase<br />

no nível do decomponível, dos elementos linguísticos,<br />

enquanto o enunciado se coloca no plano da integridade<br />

sígnica. O interpretante da compreensão respondente<br />

dirige-se ao enunciado como um todo unitário. Pelo<br />

contrário, o interpretante de identificação dirige-se aos<br />

elementos (como a frase) em que a enunciação é<br />

decomponível, nos planos morfológico, sintáctico e<br />

semântico.<br />

Uma frase repetida é sempre a mesma frase,<br />

enquanto um enunciado repetido não é o mesmo<br />

enunciado. Cada vez que se repete um enunciado,<br />

corresponde-lhe um interpretante de compreensão<br />

respondente diferente:<br />

159


“À enunciação, para ser identificada, faz falta um<br />

conhecimento (competência linguística) que é mathesis<br />

universalis; para ser compreendida de forma respondente,<br />

como enunciado, a enunciação requer um saber (uma<br />

competência comunicativa) que é mathesis singularis, um<br />

novo conhecimento para cada novo enunciado” (Ponzio,<br />

1995:30).<br />

Em síntese, Bakhtin afirma que é tão inviável<br />

produzir um enunciado sem recorrer a um género<br />

discursivo como produzir um enunciado sem recorrer a<br />

uma linguagem. O facto de o género ser uma forma<br />

prática da fala que permite novas realizações individuais,<br />

criativas, significa que estas realizações estão envolvidas<br />

pelo tipo de voz de um género discursivo e pela voz<br />

individual concreta. Susan Philips, etnógrafa da fala, (cit.<br />

Wertsch, 1993) agrega duas características à noção de<br />

género discursivo: 1) Os géneros discursivos são, com<br />

frequência, formas verbais determinadas ou lexicalizadas<br />

dentro da linguagem (nacional) utilizada pelos membros<br />

das culturas investigadas, de modo a poder garantir-se<br />

que existam como formas verbais diferentes nas mentes<br />

das pessoas estudadas; 2) O discurso que os constitui é<br />

tipicamente predizível e também contíguo e limitado por<br />

mecanismos de construção.<br />

A obra recente dos etnógrafos da fala ultrapassa,<br />

em determinados aspectos, a especificação bakhtininana<br />

de géneros discursivos. No entanto, alguns etnógrafos,<br />

como Baumer e Philips, diferem da posição de Bakhtin<br />

sobretudo na ênfase que o autor atribui ao conceito de<br />

dialogia. O fenómeno de ventrilocução e a<br />

direccionalidade (um dos aspectos definidores de um<br />

género discursivo), distinguem as ideias de Bakhtin das<br />

160


perspectivas destes etnógrafos. Como em outras áreas, a<br />

dialogia é a noção que torna único este aspecto do seu<br />

pensamento (Wertsch, 1993).<br />

A TEORIA DO ENUNCIADO EM BAKHTIN<br />

Afirmámos antes que “o uso da língua se leva a<br />

cabo sob a forma de enunciados (orais ou escritos),<br />

concretos e singulares, que pertencem aos participantes<br />

de uma ou outra esfera da praxis humana” (Bakhtin,<br />

1995:248). Estes enunciados evidenciam-nos as<br />

condições específicas e o objecto das diferentes esferas<br />

da acção humana através do seu conteúdo (temático), do<br />

seu estilo verbal e da sua composição ou estruturação.<br />

Conteúdo temático, estilo e composição estão vinculados<br />

à totalidade do enunciado.<br />

Ao considerarmos que toda a compreensão real e<br />

total tem um carácter de resposta somos confrontados<br />

com a dupla face do discurso humano que supõe, por um<br />

lado, que todo o enunciado exija a presença de um<br />

locutor e de um ouvinte e, por outro, que todo o<br />

enunciado esteja orientado para o outro. O enunciado<br />

constitui, aqui, a unidade real da comunicação discursiva,<br />

delimitada pela mudança dos sujeitos discursivos e<br />

concluída pela cedência da palavra ao outro. A este<br />

propósito, o autor considera:<br />

161


“ (…) por mais variados que sejam os enunciados segundo a<br />

sua extensão, conteúdo e composição, todos possuem,<br />

enquanto unidades da comunicação discursiva, características<br />

comuns e, sobretudo, fronteiras muito bem definidas”<br />

(Bakhtin,1995:260).<br />

A teoria do enunciado constitui, portanto, um<br />

importante pilar da obra do círculo de Bakhtin.<br />

Encontramos a formulação desta teoria em dois<br />

momentos diferentes. A primeira formulação aparece-nos<br />

nos textos dos anos vinte e a segunda, alguns anos mais<br />

tarde, em alguns textos dos anos sessenta (Todorov,<br />

1981). A primeira tentativa de definição da teoria do<br />

enunciado remonta a um dos artigos mais antigos de<br />

Voloshinov/Bakhtin (1926) – “Discurso na Vida e<br />

Discurso na Poesia” (cit. Todorov, 1981). Neste artigo,<br />

considera que a dimensão linguística constitui somente<br />

uma parte do enunciado e que, para além desta, existem<br />

outras características integradas na dimensão não-verbal<br />

do enunciado que correspondem ao contexto de<br />

enunciação. Embora este aspecto não fosse ignorado<br />

antes de Bakhtin, a sua abordagem não era visível nas<br />

análises desenvolvidas sobre o enunciado<br />

(Voloshinov/Bakhtin, 1926, cit. Todorov, 1981:68).<br />

162


A teoria do enunciado nos anos trinta<br />

Na primeira fase de abordagem desta teoria, o<br />

artigo “A estrutura do enunciado” 78 , publicado em 1930,<br />

apresenta-nos uma análise bastante detalhada desta<br />

unidade do discurso. Ao sublinhar a estrutura<br />

sociológica, Bakhtin define o fundamento de uma nova<br />

concepção do discurso que concebe a linguagem como<br />

um produto da vida social em constante devir, rejeitando<br />

concepções estáticas. O devir actualiza-se na relação<br />

social comunicativa que cada homem estabelece com o<br />

outro: “é na comunicação social que (...) se elaboram os<br />

diferentes tipos de enunciado, correspondendo cada um<br />

aos diferentes tipos de comunicação social” (Bakhtin,<br />

1981b:288). “Enunciação” e “compreensão” constituem<br />

os dois momentos da relação dialógica.<br />

Nesta primeira fase de desenvolvimento da teoria,<br />

Bakhtin presta sobretudo atenção às seguintes facetas do<br />

enunciado: 1. Orientação social; 2. Dimensão extraverbal<br />

(subentendida); 3. Situação e forma do enunciado;<br />

4. Estilística do enunciado quotidiano.<br />

1. Ao considerar que o diálogo é a forma mais<br />

natural da linguagem, o autor fundamenta sua concepção<br />

de enunciado no eu e no outro – todo o enunciado é<br />

concebido “em função do ouvinte, isto é, da sua<br />

compreensão e da sua resposta” (Bakhtin, 1981b:292). A<br />

orientação social está presente em qualquer enunciado<br />

verbal ou gestual, sob a forma de monólogo ou de<br />

78 O artigo faz parte da obra “Mikhail Bakhtin. Le principe<br />

dialogique”, 1981.<br />

163


diálogo: “a palavra, o gesto, a expressão do olhar e a<br />

postura do corpo são igualmente submetidos e<br />

estruturados pelo ouvinte” (Bakhtin, 1981b: 299). Neste<br />

domínio, o autor vai mais longe considerando que mesmo<br />

“os discursos mais íntimos são em parte dialógicos: são<br />

atravessados pelas avaliações de um ouvinte virtual, de<br />

uma audiência potencial, ainda que a representação de tal<br />

audiência não apareça claramente no espírito do falante”<br />

(Bakhtin, 1981b:294). Estes discursos têm implícitas<br />

relações de pertença de classe, profissão, cultura, família,<br />

entre outros.<br />

A orientação social está presente no enunciado<br />

verbal ou gestual, no monólogo ou no diálogo e<br />

manifesta a sua dependência do poder hierárquico e<br />

social do ouvinte. É precisamente nesta orientação social<br />

que o ouvinte se encontra reflectido no enunciado, seja<br />

através da sua dimensão verbal, seja na expressão<br />

gestual. Esta dimensão do enunciado constitui uma das<br />

forças vivas que, ao mesmo tempo, organiza o contexto<br />

do enunciado – a situação – e determina a sua forma<br />

estilística e a estrutura estritamente gramatical.<br />

2. Bakhtin identifica no enunciado duas dimensões<br />

diferentes: uma dimensão verbal, expressa, e uma<br />

dimensão extra-verbal, não expressa, mas que se<br />

subentende e que é formada pela situação e pelo ouvinte.<br />

Além da componente verbal do enunciado, importa<br />

valorizar a componente não-verbal (a situação, o objecto<br />

da conversação, a posição e a avaliação dos<br />

interlocutores) que determina o sentido atribuído à<br />

dimensão social do mesmo. Esta última dimensão (extra-<br />

164


verbal) implícita do enunciado não é mais do que a<br />

dimensão semântica, espácio-temporal e avaliativa<br />

(axiológica) do horizonte partilhado pelos interlocutores,<br />

ou seja, o contexto de enunciação constituído pelo<br />

horizonte espacial comum aos interlocutores (a unidade<br />

do visível), pelo conhecimento e compreensão comum da<br />

situação e pela avaliação colectiva da mesma. Estes<br />

aspectos determinam a dimensão extra-verbal do<br />

enunciado – o espaço e o tempo do acontecimento, o<br />

objecto ou tema do enunciado e a avaliação dos<br />

interlocutores face a determinado acontecimento. Ainda a<br />

propósito destas dimensões do enunciado, sublinha-se a<br />

diferença que Bakhtin estabelece entre significação na<br />

língua e significação no discurso (ou tema), reservando o<br />

termo significado para a língua:<br />

“Por significado entendemos todos esses aspectos do<br />

enunciado que são reproduzíveis e idênticos a si mesmos.<br />

Estes aspectos são naturalmente abstractos: não têm<br />

existência autónoma concreta numa forma isolada<br />

artificialmente, mas constituem simultaneamente uma parte<br />

essencial e inseparável do enunciado” (Voloshinov/Bakhtin,<br />

1976:128)<br />

Em oposição à significação, introduz a noção de<br />

tema que define como entidade única que resulta do<br />

reencontro da significação com um contexto de<br />

enunciação particular:<br />

“ (…) o tema de um enunciado é individual e irreproduzível,<br />

tal como o enunciado. O tema é a expressão da situação<br />

histórica concreta que engendrou o enunciado (...). Por<br />

conseguinte, o tema do enunciado é determinado não só pelas<br />

formas linguísticas que o contêm - palavras, estruturas<br />

morfológicas e sintéticas, sons, entoação - como também por<br />

165


factores extra-verbais da situação” (Voloshinov/Bakhtin,<br />

1976:129).<br />

Todorov (1981) considera que, enquanto o tema<br />

está povoado de valores (no sentido amplo do termo), a<br />

significação e, portanto, a língua são estranhas no mundo<br />

axiológico. Embora existam diversas formas de expressar<br />

a dimensão axiológica de determinada situação, através<br />

de meios não-verbais ou verbais, quando esses valores<br />

são partilhados pelos interlocutores, não têm de ser<br />

explícitos (Todorov, 1981). É a diferença de situações<br />

que determina o sentido do enunciado.<br />

Esta distinção entre tema e significado adquire<br />

especial importância na análise da compreensão porque,<br />

para Bakhtin, compreender um enunciado “significa<br />

orientar-se em relação a ele, encontrar o seu lugar<br />

correcto no contexto correspondente” (1976:128). A<br />

verdadeira compreensão conjuga a palavra do falante<br />

com a palavra do ouvinte, tendo por isso, uma “natureza<br />

dialógica”.<br />

3. O conteúdo e o sentido de um enunciado não<br />

podem actualizar-se sem a sua concretização numa<br />

forma. Os elementos fundamentais da forma do<br />

enunciado são a entoação (o timbre expressivo da<br />

palavra), a escolha da palavra e sua disposição no seio<br />

do enunciado. A entoação desempenha um papel<br />

fundamental não só no enunciado quotidiano ou no<br />

enunciado literário como no seio das relações sociais,<br />

numa dada situação. A entoação é perspectivada como<br />

um condutor particularmente sensível das relações<br />

sociais que se estabelecem entre o falante e o ouvinte em<br />

166


contextos específicos. Na entoação, enquanto expressão<br />

fónica da avaliação social (arrogância, servilismo, ironia,<br />

etc.), detecta-se a dimensão valorativa da significação. A<br />

análise desta dimensão do discurso está normalmente<br />

associada aos movimentos, aos gestos e à mímica do<br />

ouvinte:<br />

“Não esqueçamos que a entoação representa uma avaliação<br />

da situação e do ouvinte. Esta é a razão pela qual cada<br />

entoação exige a palavra que lhe corresponde, que lhe<br />

convém, e atribui a esta palavra este ou aquele lugar na<br />

proposição, e à proposição este ou aquele lugar na frase, e à<br />

frase este ou aquele lugar no enunciado completo” (Bakhtin,<br />

1981b:307).<br />

Em Bakhtin, a entoação situa-se nos limites do<br />

verbal e do não-verbal, do dito e do não-dito. Estamos<br />

perante uma dimensão eminentemente social, ou seja, o<br />

“som da expressão da avaliação social” (Bakhtin,<br />

1930:78, cit. Todorov, 1981).<br />

4. A situação e o outro determinam a orientação<br />

social do enunciado e o sujeito da conversação. A<br />

orientação social determina a entoação da voz e os<br />

gestos. Os gestos dependem não só do sujeito da<br />

conversação como também da relação entre falante e<br />

ouvinte e da avaliação que o falante faz, quer da situação,<br />

quer do ouvinte. A intencionalidade estilística projecta-se<br />

na forma de construção do enunciado, na acentuação e no<br />

ritmo de cada frase.<br />

167


A teoria do enunciado nos anos cinquenta<br />

Depois, de numa primeira fase, apresentar a sua<br />

concepção de enunciado, Bakhtin aborda esta temática<br />

alguns anos mais tarde. Enquanto nos anos trinta<br />

predominava a abordagem sociológica do enunciado,<br />

nesta fase o autor atribui uma importância superior à<br />

translinguística, cujo objecto reside no enunciado<br />

(Todorov, 1981). Em alguns dos artigos escritos nos anos<br />

cinquenta, publicados depois da sua morte, como “O<br />

problema dos géneros do discurso” 79 , “O problema do<br />

texto” e “Observações metodológicas” 80 , o autor enfatiza<br />

as diferenças entre as entidades translinguísticas e<br />

linguísticas e atribui ao enunciado o estatuto de entidade<br />

translinguística que participa de um universo de relações<br />

dialógicas. O enunciado constitui uma entidade da<br />

comunicação verbal (Bakhtin, 1976) revelando-se, no<br />

modelo de comunicação de Bakhtin, uma unidade de<br />

dimensão superior pertencente a um universo de relações<br />

dialógicas que ultrapassam as relações linguísticas<br />

localizadas em níveis inferiores. Neste sentido, “o ponto<br />

de chegada da linguística constitui o ponto de partida da<br />

translinguística; o que era um fim torna-se aqui um meio”<br />

(Todorov, 1981:79).<br />

Ao longo da sua obra, Bakhtin insiste na ideia de<br />

que o enunciado não reflecte algo pré-existente. Nele<br />

existe sempre uma dimensão reiterável que é própria da<br />

língua e uma dimensão inovadora e única que ultrapassa<br />

79<br />

Capítulo integrado na obra “Estética de la Comunicación Verbal”<br />

(1995).<br />

80<br />

Artigos referenciados por Todorov (1981).<br />

168


a dimensão linguística e que se associa a uma dimensão<br />

axiológica, especialmente relacionada com a sua natureza<br />

dialógica (Bakhtin, 1976).<br />

BAKHTIN E A TEORIA SOCIOCULTURAL<br />

Do conjunto de propostas que constituem o legado<br />

de Bakhtin, conceptual ou científico, podem derivar<br />

importantes consequências para o desenvolvimento de<br />

modelos de ensino-aprendizagem, o planeamento de<br />

situações de ensino ou o desenho de dispositivos<br />

pedagógicos (De Pablos, et al.1999).<br />

Do ponto de vista epistemológico, a teoria<br />

bakhtiniana marca a diferença no panorama da ciência<br />

social de hoje, pela apologia que faz aos modos de<br />

abordagem da realidade social numa perspectiva antinormativa,<br />

anti-genérica. O distanciamento de Bakhtin<br />

do formalismo (pela dimensão modernista e pela negação<br />

do passado deste último) e do desconstrucionismo<br />

derrideano (apesar das semelhanças verificadas entre as<br />

duas teorias em relação ao distanciamento do empirismo<br />

cego e da metafísica estética) constituem marcas<br />

identificadoras desta perspectiva dialógica. Para Zavala<br />

(1991), a desconstrução que Bakhtin nos propõe orientase<br />

numa outra perspectiva porque o seu dialogismo está<br />

muito distante do mero jogo ou fórmula textual. Neste<br />

contexto, a apropriação contemporâneas desta teoria 81<br />

81<br />

Zavala (1991:86) afirma que, do ponto de vista da dialogia de<br />

“vozes”, será conveniente rever a leitura de Kristeva que reduz<br />

Bakhtin a precursor do estruturalismo. A autora, apoia-se, por um<br />

169


constitui um desafio importante para a investigação<br />

contemporânea.<br />

Subjacentes à concepção bakhtiniana de silêncio e<br />

de calar estão universos comunicativos enraizados em<br />

fundamentos antropológicos e educacionais totalmente<br />

diferenciados. A prevalência de um ou de outro universo<br />

assume formas de acção mediadas por falas sociais e<br />

géneros discursivos distintos. No universo comunicativo<br />

dominado pelo silêncio (como parece ser o que<br />

predomina na nossa contemporaneidade), fala-se segundo<br />

as leis, as convenções, os costumes e o signo perde o seu<br />

carácter de provocação face à identidade e totalidade<br />

fechadas; a esfera comunicativa dos silêncios é uma<br />

comunicação unitária, compacta, monológica. A luta e o<br />

diálogo entre as ideologias foram substituídos pela<br />

monotonia dos pontos de vista daqueles que dominam a<br />

lado, na posição de Jameson (1981) que destaca o conteúdo marxista<br />

e a luta de classes enquanto elementos explícitos nos termos<br />

dialogia, ideologema e teoria da linguagem de Voloshinov/Bakhtin e,<br />

por outro lado, nas advertências de Clark e Holquist (1984) em<br />

relação às profundas diferenças entre a filosofia da linguagem<br />

bakhtiniana e a “personalista” de Wundt, Vossler e Croce. Esta<br />

autora sugere-nos também algumas semelhanças entre o conceito de<br />

carnavalização de Bakhtin e o de anti-linguagem de Halliday (apesar<br />

de o conceito de Halliday carecer de conteúdo ideológico); as<br />

analogias com Foucault e alguns aspectos do modelo de Benveniste<br />

(1969,1970), ou a teoria da enunciação de Ducrot (1972) sobre o<br />

discurso polémico; a teoria de Bourdieu (1982) e o nexo entre os<br />

enunciados performativos e as instituições sociais; as teorias da<br />

cultura de Walter Benjamin e a semiótica da cultura de Lotman.<br />

Estas marcas diferenciadoras propostas por Iris Zavala surgem no<br />

contexto de uma série de “advertências” sobre a necessidade de<br />

distinguir a teoria de Bakhtin de algumas perspectivas pósestruturalistas<br />

e pós-modernas (Zavala (1991:114).<br />

170


semiosfera. Este facto depende dos modos como a<br />

ideologia dominante pode impor-se e reproduzir-se<br />

silenciosamente, frequentemente, sob o lema da<br />

“democracia”. Neste universo, o silêncio é o lugar da<br />

reprodução, da totalidade onde predomina o processo de<br />

identificação sobre o da compreensão; é o lugar do<br />

significado, do dito (no sentido de Levinas), da lei, da<br />

ordem no discurso.<br />

O universo comunicativo do calar é o universo<br />

originariamente humano; é o universo da liberdade de<br />

escuta, da escuta aberta à polissemia. A reconquista da<br />

liberdade de calar e de escutar, como base efectiva da<br />

liberdade da palavra, passa pela crítica do signo (Ponzio,<br />

1995). O universo do calar é o lugar da alteridade, da<br />

plurivocidade, da plurilogia, do diálogo, da escuta como<br />

espaço interpessoal, da iconicidade do rosto do outro: “ O<br />

calar não é só mutismo. O calar não está fora do âmbito<br />

da linguagem. É também fala indirecta, palavra<br />

distanciada, palavra irónica, paródia e sorriso” (Ponzio,<br />

1995:39). Bakhtin adopta aqui, como ponto de partida, a<br />

exigência de uma fenomenologia da actividade<br />

responsável, de uma actividade estética dirigida para a<br />

alteridade, para a tomada de posição, da escolha sem<br />

coacção, da não indiferença, cujos momentos são “o eu<br />

para mim, o outro para si, o outro para mim e o eu para o<br />

outro” (Bakhtin, 1993:103-164, cit. Ponzio, 1995:40).<br />

Da teoria de Bakhtin sobressai um modelo de<br />

comunicação cujas virtualidades podem abrir novas<br />

perspectivas de análise da comunicação educacional, das<br />

teorias do ensino e da aprendizagem. Rejeita,<br />

171


intencionalmente, a terminologia do modelo da<br />

comunicação verbal, eliminando o risco de eventuais<br />

confusões com o modelo linguístico e sublinhando que,<br />

enquanto o último incide sobretudo nas mensagens já<br />

construídas, no discurso vivido as mensagens são criadas<br />

pela primeira vez no processo de comunicação.<br />

Embora Kristeva (1970) afirme que Bakhtin não<br />

desenvolve uma teoria do sujeito (porque o sujeito<br />

constitui um fenómeno epistemológico do campo<br />

psicanalítico), Zavala alerta-nos para a noção bakhtiniana<br />

de sujeito social, de sujeito semiótico e da linguagem,<br />

como interacção do horizonte ideológico – uma base<br />

consistente para o desenvolvimento de uma teoria do<br />

sujeito e da linguagem, a partir das diferenças de classe e<br />

diferenças sexuais.<br />

As teorias da recepção e da leitura actuais, quando<br />

combinadas com as noções centrais do círculo de<br />

Bakhtin, poderiam conduzir a uma possível teoria da<br />

recepção dentro das coordenadas de uma poética social e<br />

partindo da relação dinâmica entre enunciados e entre<br />

enunciados e falantes. O diálogo entre Bakhtin e as suas<br />

“vozes poderá constituir a génese de uma nova teoria da<br />

recepção de grande importância para a análise do<br />

discurso educativo. Esta perspectiva desoculta-nos uma<br />

nova episteme que proporciona uma interpretação da<br />

cultura (educativa e escolar) passível de ser conjugada<br />

com teorias reflexivas e críticas. O legado de Bakhtin<br />

para a teoria sociocultural pode traduzir-se, assim, na<br />

abertura de novas possibilidades de análise da acção<br />

172


discursiva e da mediação semiótica, no desenvolvimento<br />

da identidade colectiva e individual.<br />

Confluência e complementaridade das teorias de<br />

Bakhtin e Vygotski<br />

As obras de Bakhtin e de Vygotski apresentam, do<br />

ponto de vista sociocultural, uma relação de<br />

complementaridade com importantes repercussões na<br />

análise da acção educativa mediada. Nas páginas que se<br />

seguem iremos centrar-nos nos conceitos de contexto e<br />

de sentido, analisados por Wertsch (1985).<br />

A perspectiva de Vygotski sobre a mediação dos<br />

processos psicológicos superiores centra-se em dois<br />

aspectos básicos da organização semiótica que, por sua<br />

vez, desempenham um papel importante em dois tipos<br />

diferentes de funcionamento mental: por um lado,<br />

Vygotski identificou o sentido descontextualizado e<br />

categorial das palavras que medeiam a reflexão abstracta<br />

e, por outro lado, reconheceu “a significação ligada ao<br />

contexto, tanto nas formas indexicais extralinguísticas<br />

como intralinguísticas” (Wertsch, 185:67). O autor<br />

considerou que as relações indexicais extralinguísticas<br />

são essenciais para a comunicação inicial entre criançaadulto<br />

e que as relações indexicais intralinguísticas<br />

desempenham um papel central no discurso interno. Ao<br />

considerar o papel mediador do discurso interno,<br />

destacou a importância do papel da auto-regulação,<br />

característica inerentemente humana na actividade de<br />

resolução de problemas e de pensamento. Estes dois<br />

173


aspectos da organização semiótica são considerados por<br />

Vygotski como duas possibilidades mediadoras da<br />

linguagem humana. Enquanto a concepção de Vygotski<br />

sobre a mediação semiótica dos processos psicológicos<br />

superiores, analisada à luz das perspectivas da psicologia<br />

actual, revela algumas limitações. É neste contexto que<br />

alguns construtos da teoria de Bakhtin podem<br />

desempenhar um papel de relevo.<br />

Uma vertente importante da intersecção das teorias<br />

de Bakhtin e Vygotski refere-se às concepções de<br />

contexto e sentido. Vygotski, nos seus comentários sobre<br />

o predomínio do sentido sobre o significado no discurso<br />

interno, enfatizou a importância do contexto linguístico<br />

que rodeia uma palavra ou expressão. No entanto, em<br />

determinados aspectos da sua obra parece propor o<br />

alargamento da noção de contexto a textos mais amplos,<br />

abrindo novas possibilidades sobre os modos como o<br />

sentido de uma expressão do discurso interno pode ser<br />

influenciada pelo contexto. O autor sugere que o vasto<br />

conjunto de textos que constitui a estrutura simbólica de<br />

uma cultura pode compreender um contexto mais geral<br />

do enunciado e, portanto, pode determinar o seu sentido.<br />

Embora os comentários de Vygotski revelem a sua<br />

sensibilidade sobre este tema, o autor não chegou a<br />

aprofundar esta noção nas investigações que<br />

desenvolveu.<br />

Bakhtin, por seu lado, ao explorar intensamente<br />

este tema na história do discurso na novela, complementa<br />

a concepção do Vygotski, mais centrada nos processos<br />

psicológicos e menos centrada na inter-relação dos textos<br />

174


num determinado nível sociocultural. O primeiro<br />

sublinha a diferenciação entre sentido e significado<br />

referenciados por Vygotski e propõe duas abordagens<br />

analíticas diferentes: enquanto a “significação neutral” de<br />

um enunciado constitui objecto de estudo da linguística,<br />

o estudo da linguagem concreta na sua totalidade<br />

constitui objecto de estudo da metalinguística. Podemos,<br />

portanto, considerar que quer Vygotski quer Bakhtin<br />

referenciaram a distinção entre signos contextualizados e<br />

descontextualizados (Wertsch, 1985). Paralelamente a<br />

esta intersecção, sublinham-se também as diferentes<br />

concepções sobre ‘contexto’. Vygotski não se baseia no<br />

contexto referencial criado pelos signos linguísticos que<br />

envolvem o enunciado, mas na noção mais ampla de<br />

contexto cultural, historicamente situado, criado pelo<br />

discurso dos outros; aborda, ainda, o discurso dos outros<br />

enquanto sistemas de crenças verbais e ideológicas. Por<br />

este motivo, embora seja pertinente a interligação de<br />

alguns construtos da teoria de Bakhtin com esta vertente<br />

da obra de Vygotski, é necessário que essa integração<br />

seja feita de modo adequado. Os construtos de Bakhtin<br />

que melhor se adequam a esta relação de<br />

complementaridade são os de heteroglóssia, vozes,<br />

linguagens sociais e géneros discursivos.<br />

Em suma, meio século depois da sua formulação,<br />

as teorias de Vygotski e de Bakhtin podem contribuir<br />

para criação de um modelo teórico poderoso sobre as<br />

mediações educativas, cuja metodologia passa pela<br />

integração de perspectivas teóricas de disciplinas da<br />

ciência social, artificialmente separadas (idem).<br />

175


Bakhtin e a concepção cultural dos discursos<br />

educativos<br />

A concepção bakhtiniana de significado, baseada<br />

na distinção entre linguagens sociais e géneros<br />

discursivos, permite-nos aceder às questões da<br />

heterogeneidade e ao papel dos instrumentos cognitivos<br />

na acção mediada. A aplicação destes conceitos à<br />

educação facilita o estudo da acção educativa, a partir das<br />

linguagens sociais e dos géneros discursivos que esta<br />

fomenta ou privilegia e dos tipos de ferramentas que nela<br />

participam. Como é referido anteriormente, a<br />

diferenciação dos géneros discursivos apoia-se nos<br />

critérios que definem os enunciados em jogo. Diferentes<br />

géneros discursivos têm relação com diferentes situações<br />

de actividade vinculáveis, por sua vez, a instrumentos<br />

cognitivos concretos e suas modalidades de uso.<br />

Do ponto de vista educativo, a noção de<br />

apropriação proposta por Bakhtin pode assumir um papel<br />

central enquanto instrumento que, juntamente com<br />

restantes construtos da teoria sociocultural, nos abre uma<br />

via interessante para a interpretação do discurso<br />

educativo. O estudo dos processos de domínioprivilegiação<br />

e reintegração-apropriação dos géneros<br />

discursivos dos estudantes desoculta-nos novas<br />

possibilidades de análise dos processos inter e<br />

intrapessoais numa perspectiva dinâmica, abrindo-nos<br />

uma nova opção para o estudo dos processos de<br />

aprendizagem.<br />

176


Vimos, antes, que as linguagens sociais e os<br />

géneros discursivos são construções culturais de origem<br />

social vinculadas a contextos específicos, criadas e<br />

utilizadas para facilitar níveis cada vez mais elevados de<br />

intersubjectividade entre indivíduos, em função dos<br />

cenários socioculturais em que actuam. Neste sentido, a<br />

noção de alteridade introduzida por Bakhtin, enquanto<br />

princípio organizador do discurso, constitui uma peçachave<br />

do ponto de vista educativo para a construção de<br />

um espaço de intersubjectividade e compreensão mútua<br />

necessárias à construção dos discursos sociais,<br />

característicos de contextos institucionais, e, entre estes,<br />

dos que estão vinculados à educação formal.<br />

A concepção cultural das linguagens centra-se na<br />

identificação de diferentes formas de uso para apresentar<br />

e representar mutuamente os significados culturais que<br />

marcam e definem um contexto sociocultural. Assim, ao<br />

propor ou incentivar os alunos a usar determinados textos<br />

ou materiais, em contexto escolar, criam-se zonas para o<br />

desenvolvimento de relações com esse meio. As noções<br />

bakhtinianas de dialogia, de linguagem social e de género<br />

discursivo permitem examinar as inter-relações que se<br />

produzem entre as acções mediadas e os cenários<br />

histórico-culturais ou, se preferirmos, entre os processos<br />

psicológicos e os contextos culturais de referência.<br />

177


Domínio, privilegiação, reintegração e apropriação de<br />

instrumentos mediadores<br />

Os instrumentos mediadores usados na acção<br />

humana devem ser concebidos não como um todo<br />

singular e indiferente, mas em função dos elementos que<br />

constituem um jogo de ferramentas. Quando Wertsch<br />

(1993) associa a noção de heterogeneidade à perspectiva<br />

bakhtiniana de significado, os géneros discursivos<br />

desempenham um papel importante enquanto jogo<br />

heterogéneo de ferramentas mediadoras. Ao adoptar uma<br />

perspectiva próxima de Tulviste (1987; 1988) em relação<br />

ao problema da heterogeneidade (apesar da hierarquia<br />

genética), Wertsch pretende salientar que “diferentes<br />

géneros discursivos ajustam-se a diferentes situações de<br />

actividade ou esferas da vida. Examinando o uso dos<br />

diferentes registos, dentro de um âmbito sociocultural<br />

geral, é possível perceber distinções muito detalhadas<br />

entre tais situações de actividade” (Wertsch, 1993:140).<br />

Esta concepção de heterogeneidade no pensamento<br />

constitui uma via que facilita a ampliação da mediação<br />

em Vygotski, realçando-se a existência de diferentes<br />

formas de representar a realidade, de diferentes vozes e<br />

convidando à reflexão sobre as razões que facilitam a<br />

produção de determinadas formas de falar e de pensar em<br />

determinados contextos (Tulviste, 1985, 1987, 1988), ou<br />

seja, leva-nos a reflectir sobre os motivos pelos quais<br />

determinada voz é privilegiada num cenário históricocultural<br />

específico (Wertsch, 1993).<br />

Na teoria da acção mediada de Wertsch, a noção de<br />

privilegiação relaciona-se com a dimensão psicológica de<br />

178


decidir e usar as linguagens sociais e géneros discursivos<br />

mais apropriados num determinado cenário sociocultural<br />

e reenvia-nos para a adequação de determinado<br />

instrumento à especificidade do contexto em que é<br />

produzido (Wertsch, 1993:146). O conceito de<br />

privilegiação insere-se no âmbito dos processos<br />

psicológicos e relaciona-se com o facto de os indivíduos<br />

considerarem determinados instrumentos mediadores<br />

mais apropriados do que outros em diferentes contextos.<br />

Em contraste com o termo dominação, fortemente<br />

vinculado ao estudo da estrutura social, a privilegiação<br />

aparece com menos bagagem teórica adstrita e, portanto,<br />

pode usar-se em sentido mais restrito.<br />

O uso do termo privilegiação envolve um grau de<br />

negociação dinâmica. Uma das fontes principais deste<br />

dinamismo deriva do facto de os modelos de privilegiação<br />

serem acessíveis à reflexão consciente e à mudança autopromovida<br />

(normalmente, só a análise comparativa pode<br />

confirmar que num âmbito particular possam ser usados<br />

instrumentos mediadores alternativos) 82 . O estudo da<br />

82<br />

Wertsch apoia-se em algumas investigações para melhor<br />

fundamentar o seu conceito de privilegiação e refere, para o efeito,<br />

as investigações de Kearins (1981,1986) sobre a forma como<br />

crianças aborígenes e crianças brancas se enfrentam numa<br />

actividade de memória visual. Esta investigação revela que os<br />

sujeitos podem diferir ao abordar uma tarefa no que se refere à<br />

mediação verbal. Por sua vez, Taylor (1985) expôs um caso<br />

semelhante na sua análise do aparecimento da racionalidade<br />

científica do Ocidente e ao explicar este exemplo recorre à noção<br />

de linguagem que, como no caso de Bellah et al., tem implícita<br />

uma forte semelhança com a ideia de Bakhtin de linguagem social:<br />

“A revolução no pensamento científico do séc. XVII rejeitou as<br />

linguagens científicas anteriormente dominantes e nisto teve uma<br />

179


privilegiação é passível de ser desenvolvido através da<br />

análise dos processos genéticos pelos quais os falantes<br />

chegam a dominar as linguagens sociais.<br />

Quando aplicada à análise do discurso educacional,<br />

a noção de privilegiação detém um papel fundamental<br />

porque abre inúmeras vias para a identificação das vozes<br />

que caracterizam este discurso. Ao privilegiar, o estudante<br />

usa, escolhe de entre muitas outras ferramentas que lhe<br />

são proporcionadas pelo contexto sociocultural, o<br />

instrumento que melhor se ajusta a um cenário específico.<br />

O estudo dos processos de privilegiação dos géneros<br />

discursivos nos estudantes abre-nos a possibilidade de<br />

analisar os processos interpsicológicos numa perspectiva<br />

dinâmica.<br />

No contexto dinâmico da acção mediada, o processo<br />

de privilegiação não esgota epistemologicamente a<br />

complexidade do processo de concepção e uso das<br />

ferramentas mediadoras. Se assim não fosse, no uso de<br />

determinados géneros discursivos em contexto<br />

educacional, correríamos o risco de atribuir ao estudante<br />

um papel menos activo do que o que se defende<br />

teoricamente; este limitar-se-ía a escolher e a aplicar, de<br />

entre os instrumentos que o contexto lhe proporciona, o<br />

instrumento mais adequado a determinada acção. Com<br />

efeito, não era esta a perspectiva de Bakhtin. Nas noções<br />

de dialogicidade e polifonia, Bakhtin abre espaço para um<br />

construto a que De Pablos chama reintegração e que<br />

parte importante o que se denomina a dimensão expressiva<br />

(Wertsch, 1993:147).<br />

180


envolve os transvases conceptuais que o sujeito pode<br />

fazer entre diferentes contextos culturais (De Pablos,<br />

1995). Neste âmbito de acção, e do ponto de vista da<br />

oralidade, o sujeito compõe o seu texto, integrando, na<br />

sua voz, as vozes dos outros.<br />

A preocupação pela identificação de elementos<br />

teóricos que, por um lado, aprofundem<br />

epistemologicamente a teoria sociocultural e, por outro<br />

lado, possibilitem a interpretação dos trajectos complexos<br />

que caracterizam os processos de desenvolvimento<br />

humano constitui um elemento transversal aos estudos<br />

socioculturais de hoje. Wertsch, na obra Mind as Action<br />

(1997), ao caracterizar a unidade de análise por<br />

excelência – a acção mediada – introduz-nos os<br />

construtos de apropriação e domínio. A integração e o<br />

desenvolvimento destes conceitos, no seio da teoria da<br />

acção mediada, permitirão, em investigações futuras,<br />

analisar com outros olhares os processos de<br />

aprendizagem. À semelhança do que nos propõe De<br />

Pablos, com a introdução do conceito de reintegração,<br />

Wertsch, a partir da noção de apropriação, enfatiza o<br />

papel activo do indivíduo na criação de novas<br />

ferramentas.<br />

A aplicação dos conceitos de privilegiação,<br />

reintegração e apropriação, no campo da comunicação<br />

educacional, suporta teoricamente uma grande finalidade<br />

educativa: a aquisição, por parte do educando, de um<br />

discurso próprio, resultante da evolução da sua identidade<br />

pessoal. Do ponto de vista da investigação educacional,<br />

estas ferramentas teóricas revelam-se potentes<br />

181


instrumentos de análise dos processos interpsicológicos e<br />

intrapsicológicos que acompanham o desenvolvimento do<br />

educando.<br />

Instrumentos mediadores e acção pedagógica<br />

Os referenciais teóricos apresentados ao longo dos<br />

dois primeiros capítulos desta obra renovam as<br />

perspectivas da investigação sobre a acção educativa e o<br />

papel dos instrumentos mediadores na aprendizagem,<br />

propondo alternativas às correntes que têm vindo a impor<br />

modelos e metodologias de investigação e de intervenção<br />

limitadas, sobretudo quando se trata de interpretar<br />

minuciosamente situações ou processos educativos<br />

particulares.<br />

Os instrumentos mediadores estão<br />

irremediavelmente vinculados à acção educativa. Na<br />

teoria sociocultural é possível estudar os processos de<br />

ensino, a partir de novas propostas, tendo como<br />

referentes as teorias de Vygotski e de Bakhtin. As<br />

investigações desenvolvidas por Ramirez (1995) e<br />

Gutiérrez (1995) centraram-se no processo de<br />

transformação que gera a introdução de um sistema<br />

complexo, como é o caso da escrita, no discurso oral dos<br />

indivíduos e no aparecimento de formas complexas como<br />

a retórica ou a oratória. A internalização destas formas de<br />

acção mediada por parte dos sujeitos é realizada a partir<br />

de actividades académicas que se organizam em<br />

instituições como a escola. A este propósito, Ramírez<br />

182


sublinha que os debates organizados nas aulas de<br />

educação de adultos constituem uma prática discursiva<br />

através da qual os alunos põem à prova formas de<br />

diálogo mais complexas cujo objectivo não consiste<br />

somente em produzir mudanças na audiência mas<br />

também no próprio autor do enunciado (Ramírez,<br />

Sánchez & Santamaría, 1996; Ramírez & Wertsch, 1997;<br />

Rebollo, 2001).<br />

Actualmente, contamos já com alguns trabalhos de<br />

investigação baseados na teoria sociocultural onde se<br />

transpõem algumas dimensões da perspectiva de Bakhtin<br />

para tentar compreender e explicar diversos fenómenos<br />

que originem modelos e pautas de acção na prática<br />

educativa. Fernándes (1996) apoia-se nos construtos de<br />

dialogia e intertextualidade para analisar os processos de<br />

aprendizagem de uma segunda língua por parte das<br />

crianças. Uemura (1996), partindo de uma perspectiva<br />

transcultural, centra a sua atenção no processo de<br />

socialização das crianças na cultura japonesa, observando<br />

as diferentes linguagens sociais e géneros discursivos<br />

adoptados na família e na escola e suas formas de<br />

utilização na transmissão de padrões culturais (De Pablos<br />

et al., 1999). Estes estudos revelam-nos como a mente<br />

humana em vez de interagir directamente com os<br />

problemas apresentados pelo meio circundante, participa<br />

em relações indirectas mediadas por sistemas de<br />

instrumentos simbólicos cada vez mais elaborados<br />

(Kozulin, 1994). Este facto tem profundas implicações na<br />

investigação sobre novas tecnologias e meios de<br />

comunicação que surgem e que rapidamente se vão<br />

incorporando como instrumentos mediadores das práticas<br />

183


sociais. O estudo destes novos instrumentos no ensino e,<br />

em geral, nas actividades promovidas pelas instituições<br />

educativas convocam novos horizontes no conhecimentos<br />

sobre e para a prática educativa.<br />

A definição do vínculo entre as acções que os<br />

sujeitos desenvolvem, sustentadas pelas produções<br />

culturais e pelos cenários socioculturais em que se<br />

realizam, constitui o objecto de análise das investigações<br />

socioculturais que exploram as relações entre<br />

instrumentos e contextos. As investigações de Curran<br />

(1998), Morley (1996) ou Silverstone (1994) analisam as<br />

relações entre produções culturais e contextos<br />

socioculturais, de um ponto de vista dinâmico. No que se<br />

refere aos usos televisivos, reconhece aos telespectadores<br />

a capacidade de acção para realizar diferentes leituras. As<br />

experiências em diferentes contextos e o contacto com<br />

diversos textos culturais anteriores sobre temáticas<br />

próximas são vozes que constituem materiais básicos<br />

para interpretação de programas por parte dos<br />

telespectadores.<br />

No que concerne ao papel mediador da linguagem,<br />

os conceitos desenvolvidos pelo círculo de Bakhtin<br />

sugerem a exploração de formas de mediação apoiadas<br />

em outras produções culturais e baseadas no uso de<br />

linguagens alternativas. As novas formas de comunicação<br />

introduzidas pelos diferentes instrumentos culturais criam<br />

novos contextos onde predominam a multilateralidade, a<br />

instantaneidade, a simetria, a flexibilidade (Rocha<br />

Trindade, 1990). Nesta perspectiva, é possível interpretar<br />

os processos de ensino-aprendizagem enquanto processos<br />

184


mediados por instrumentos culturais e proporcionar uma<br />

argumentação mais densa sobre os artefactos educativos<br />

(Cole, 1996), para uma compreensão mais aprofundada<br />

das reais incidências que meios, como a televisão, têm<br />

junto de quem os usa e deles se apropria (De Pablos et<br />

al., 1999).<br />

185


186


Capítulo 3<br />

A TELEVISÃO EM DEBATE NA ESCOLA<br />

No presente capítulo, apresentamos algumas<br />

reflexões teóricas sobre a Televisão, interpretada como<br />

instrumento cultural. Posteriormente, analisamos os<br />

resultados de um estudo empírico desenvolvido em<br />

quatro turmas do Ensino Básico Recorrente: 1º, 2º e 3º<br />

ciclo. Finalmente, reflectimos sobre o valor e a<br />

relevância da televisão, numa perspectiva sociocultural.<br />

A abordagem da televisão, numa abordagem<br />

explicativa, descritiva, interpretativa ou compreensiva<br />

transporta-nos para a reflexão sobre a natureza dos<br />

processos comunicativos mediados por este instrumento<br />

cultural. Pierre Bourdieu, no seu livro “Sur la televisión”<br />

(1996), afirma que “a televisão, através de diferentes<br />

mecanismos (…) representa um grande perigo para as<br />

diferentes esferas de produção cultural, arte, literatura,<br />

ciência, filosofia, direito; (…) contrariamente ao que<br />

pensam os jornalistas mais conscientes das suas<br />

responsabilidades, representa um grande perigo para a<br />

vida política e para a democracia” (1996:5). Embora<br />

sublinhe o modo abreviado como se refere à Televisão,<br />

Bourdieu não se coíbe de considerar este medium um<br />

inimigo público. Postman (1991), preconizando uma<br />

abordagem epistemológica dos media, tenta demonstrar-<br />

187


nos como o discurso público, por via da Televisão, se<br />

transformou num absurdo perigoso. Para este autor, a<br />

Televisão “não divulga nem amplia a cultura literária:<br />

ataca-a” (1991:88). Karl Popper e John Condry, no livro<br />

“Televisão: um perigo para a democracia” (1995)<br />

afirmam que “a televisão tornou-se hoje em dia num<br />

poder colossal; pode mesmo dizer-se que é<br />

potencialmente o mais importante de todos, como se<br />

tivesse substituído a voz de Deus” (1995:29-30).<br />

A estas vozes poderiam ser acrescentadas muitas<br />

outras centradas no papel demoníaco da televisão na<br />

nossa contemporaneidade. Gerbner et al. (1994)<br />

assinalam mesmo que a Televisão tem hoje o papel que,<br />

outrora, a religião protagonizava. Embora inseridos em<br />

contextos socioculturais diferenciados, estes<br />

investigadores parecem coincidir no discurso pessimista<br />

que produzem sobre a Televisão, quando lhe atribuem o<br />

poder de dominar negativamente a nossa vida colectiva e<br />

individual.<br />

Em oposição aos autores que analisaram o<br />

fenómeno televisivo com base num “catastrofismo<br />

apocalíptico”, encontram-se aqueles que consideram o<br />

aparecimento da Televisão um marco histórico na<br />

democratização e socialização da cultura ou,<br />

simplesmente, uma diversão gratuita e ideologicamente<br />

neutra. Apesar de situadas em pólos opostos, estas<br />

posturas têm em comum uma concepção reducionista que<br />

nos impede a análise da sua complexidade e<br />

ambivalência (Ferrés, 1996). Da diversidade de atitudes e<br />

de crenças associadas à Televisão, Pinto (1995) sublinha<br />

188


o predomínio das opiniões e propostas seguintes:<br />

lamentos baseados na relação da televisão com o<br />

desperdício de tempo; crenças no poder modelador da<br />

televisão sem atenderem ao papel dos contextos;<br />

abordagens unidimensionais das mensagens televisivas,<br />

privilegiando a violência em detrimento de outros<br />

elementos como a publicidade e consumo; explorações<br />

especulativas de dimensões da vida adulta como a<br />

sexualidade ou sentimentos de perda de estilos de vida e<br />

ordem social, originadas pelo aparecimento da televisão.<br />

As advertências feitas por Bourdieu, Popper ou<br />

Postman têm lugar numa grande diversidade de discursos<br />

sobre a Televisão. Consideramos, no entanto, que é<br />

necessário algum distanciamento quando se trata de<br />

estabelecer relações lineares entre este medium e os<br />

grandes problemas ontológicos do homem e da sua vida<br />

social e individual. Este debate deve ser inserido num<br />

âmbito mais amplo sobre o homem e a diversidade<br />

cultural, sendo desejável o aprofundamento de estudos<br />

compreensivos que desocultem as especificidades do uso<br />

que indivíduos e grupos particulares dão à Televisão, em<br />

diferentes contextos. Do ponto de vista educacional,<br />

interessa realçar que há ainda que um longo caminho a<br />

percorrer que passa pelo urgente reforço do debate sobre<br />

as relações da escola com os media, tornando audíveis as<br />

vozes dos diferentes agentes educativos.<br />

189


TELEVISÃO, INSTRUMENTO CULTURAL<br />

REPRESENTADO COLECTIVAMENTE<br />

A perspectiva de que a Televisão 83 constitui um<br />

instrumento cultural de grande poder na nossa vida<br />

quotidiana é partilhada por diferentes esferas da vida<br />

social 84 . Imersa nos múltiplos discursos da nossa<br />

quotidianeidade (Silverstone, 1994), a Televisão é<br />

pensada no quadro das interrelações culturais, sociais,<br />

psicológicas, educacionais, políticas e económicas da<br />

acção humana.<br />

Giddens (1991), ao caracterizar o conceito de<br />

“segurança ontológica”, elemento teórico básico para<br />

compreender a vida social no mundo de hoje, refere-se à<br />

importância da estabilidade dos contextos social e<br />

material na nossa estabilidade pessoal. Esta segurança,<br />

fenómeno mais emocional do que cognitivo, é<br />

fundamental para controlar a ansiedade activa própria da<br />

nossa participação no mundo. Para o autor, as<br />

circunstâncias em que experimentamos a nossa segurança<br />

ontológica modificaram-se substancialmente nos últimos<br />

tempos: as rotinas diárias 85 implicam, hoje, a existência<br />

83<br />

A palavra televisão associa-se aos diferentes usos da mesma: meio<br />

de comunicação, instrumento técnico, meio de entretenimento,<br />

diversão ou aprendizagem, instrumento político, cultural, etc.<br />

84<br />

No entanto, já o mesmo não se pode afirmar se nos centrarmos na<br />

presença deste princípio nos diferentes estudos realizados sobre este<br />

medium.<br />

85<br />

As rotinas, conceito central na abordagem da vida quotidiana,<br />

caracterizam-se a partir das seguintes dimensões: constituem a forma<br />

dominante da actividade social; garantem, do ponto de vista<br />

individual, um sentimento de segurança e de confiança ontológica;<br />

mantêm uma estreita ligação com os percursos (circulares)<br />

190


de redes e de mecanismos que não tocamos, não sentimos<br />

nem cheiramos no nosso espaço físico; trata-se de uma<br />

segurança ontológica mediada, em que a Televisão<br />

assume um especial protagonismo.<br />

A propósito da opacidade do conceito de<br />

quotidiano e da sua relação com a Televisão, Pinto<br />

(1995) refere-nos que a noção de rotinas diárias proposta<br />

por Giddens não esgota as condições e os processos de<br />

pensar a vida no dia-a-dia: a ênfase atribuída ao papel<br />

“domesticador” das rotinas pode conduzir-nos a uma<br />

leitura excessivamente rotinizada da actividade humana.<br />

Por esta razão, o autor considera importante recorrer a De<br />

Certeau (1990), a fim de “temperar” o conceito com<br />

outras dimensões mais lúdicas, livres e gratuitas do<br />

quotididiano. De Certeau privilegia a astúcia e a<br />

capacidade inventiva dos actores neste âmbito e atribui<br />

um papel central às redes sociais de vizinhança, de<br />

trabalho ou de associativismo na invenção deste<br />

quotidiano. Estes elementos teóricos detêm especial<br />

relevância na abordagem do fenómeno televisivo<br />

enquanto fenómeno social.<br />

A análise das dimensões socioculturais sobre os<br />

usos da Televisão não pode limitar-se a abordagens<br />

numéricas indicadoras dos volumes ou frequências de<br />

audiências, assim como não podem isolar a recepção dos<br />

individuais, a partir das formas de marcação/ocupação do espaçotempo;<br />

garantem à vida social um carácter de familiaridade e de<br />

previsibilidade; constituem traços institucionalizados de sistemas<br />

sociais; mantêm uma estreita relação com os quadros de interacção<br />

(“frames”) de Goffman que tornam possível a ordenação de<br />

actividades e de significações (Pinto, 1995).<br />

191


discursos, dos contextos sociais em que se verificam. As<br />

diferentes formas de uso da televisão adquirem sentido a<br />

partir das estratégias desenvolvidas pelos agentes sociais,<br />

na relação de pertença a grupos ou a comunidades<br />

alargadas. Não estando directamente ligada ao trabalho<br />

ou ao ócio, a Televisão ocupa um lugar sociologicamente<br />

difuso, na vida quotidiana. Callejo (1995) afirma que a<br />

Televisão não pertence originalmente à ordem da cultura,<br />

entendida em sentido estrito e elitista. Por esta razão, não<br />

tem sentido diferenciar o culto do popular, ao analisar a<br />

televisão; a sua percepção classificatória é de outra<br />

ordem. Ver televisão constitui uma acção onde aparecem<br />

legitimados todos os gostos, devendo falar-se de culturas<br />

da televisão (idem).<br />

Os dispositivos conversacionais abertos (como é o<br />

caso dos grupos de discussão) facilitam-nos o acesso às<br />

vivências dos sujeitos e às estratégias seguidas pelos<br />

indivíduos na acção mediada pelos diferentes<br />

instrumentos materiais ou psicológicos. Para Bourdieu, a<br />

acção desenvolve-se a partir do habitus 86 , ou seja, da<br />

posição comum que os sujeitos ocupam na estrutura<br />

social. Esta relação adopta uma dimensão pragmática, a<br />

partir do momento em que existe uma relação de<br />

86<br />

Bourdieu (1979) considera que o habitus se constitui na relação<br />

entre a capacidade de produzir práticas e obras classificáveis e a<br />

capacidade de diferenciar e desfrutar tais práticas. É nesta relação<br />

que se constitui o mundo social, ou seja, no espaço dos estilos de<br />

vida. A propósito deste conceito, Murdock (1989, citado por Morley<br />

(1996), sublinha a necessidade de diferenciar os habitus dos hábitos.<br />

Os habitus não implicam a aplicação de rotinas fixas mas, à<br />

semelhança dos músicos de jazz quando improvisam um tema,<br />

ministram a base para variações estruturadas.<br />

192


eciprocidade entre os significados proporcionados pelo<br />

meio que estruturam a acção individual e a acção social<br />

que constrói o significado da Televisão.<br />

Culturas televisivas em âmbito escolar<br />

Ao estudarmos a Televisão enquanto temática,<br />

numa perspectiva sociocultural e educativa, pretendemos<br />

identificar elementos sobre as culturas televisivas de<br />

grupos de estudantes, a partir dos discursos que sobre o<br />

medium, em contexto escolar. Foi neste sentido que<br />

definimos os seguintes objectivos para a investigação<br />

realizada:<br />

1. Conhecer a cultura televisiva de grupos naturais<br />

de alunos do ensino básico recorrente.<br />

2. Conhecer a(s) modalidade(s) de discurso que<br />

grupos específicos de estudantes adoptam sobre<br />

a Televisão, em contexto escolar.<br />

O desenho metodológico deste estudo, à<br />

semelhança de investigações anteriores (De Pablos, 1995;<br />

Rebollo, 1999; Garcia Perez, 2001), partiu do critério de<br />

casos múltiplos. Estudaram-se quatro casos – grupos<br />

naturais de estudantes do 1º ciclo (alfabetização inicial e<br />

alfabetização avançada), 2º e 3º ciclos do Ensino<br />

Recorrente para Adultos, no ano lectivo de 1996-97.<br />

Como especificação do modelo de pesquisa adoptado<br />

salientamos:<br />

193


- A caracterização das modalidades de discursivas<br />

(conteúdos e estrutura) em relação à televisão e às<br />

práticas quotidianas que lhe estão associadas;<br />

- A identificação dos “delimitadores socioculturais”<br />

dos debates sobre a televisão, em âmbito escolar.<br />

Os grupos de estudantes adultos do Ensino<br />

Recorrente apresentavam as seguintes características<br />

gerais:<br />

Grupos Média de Género Actividades profissionais<br />

Idades<br />

dominantes<br />

A1 34,5 anos Homens: 5 Construção Civil<br />

Mulheres: 4 Serviço Doméstico<br />

A2 77,35 anos Mulheres: 15 Aposentação<br />

B0 27,80 anos Homens: 5<br />

Mulheres: 7<br />

C0 23,07 anos Homens: 9<br />

Mulheres: 12<br />

194<br />

Comércio e Serviços<br />

Quadros Técnicos Médios<br />

Serviço Doméstico<br />

Comércio e Serviços<br />

Construção Civil<br />

Quadros Técnicos Médios<br />

Trabalhadores por conta<br />

própria<br />

Quadro 4: Caracterização dos Grupos/Turmas de Estudantes do<br />

Ensino Recorrente<br />

Os debates dinamizados a partir da metodologia de<br />

grupos de discussão foram integrados na planificação das<br />

actividades regulares em sala de aula e a sua realização<br />

contou com a participação de um docente de cada uma<br />

das turmas. A duração média dos grupos de discussão foi<br />

de uma hora e dez minutos.


As dimensões de análise<br />

A interpretação das culturas televisivas nos quatro<br />

grupos estudados seguiu duas etapas interligadas. Em<br />

primeiro lugar, identificou-se um conjunto de categorias<br />

específicas, contextuais, dominantemente descritivas,<br />

sobre os usos quotidianos da televisão e das concepções<br />

associadas a estas práticas. Depois, procedeu-se à<br />

identificação da estrutura e das dinâmicas evolutivas dos<br />

debates nestes grupos. Nesta secção, apresentaremos com<br />

maior minúcia a primeira etapa da análise - as culturas<br />

televisivas nos grupos do ensino básico recorrente, por<br />

consideramos que esta é a que melhor se adequa à<br />

presente publicação.<br />

As categorias identificadas foram as seguintes:<br />

Quadro 5: Elementos caracterizadores de culturas televisivas grupais.<br />

195


Da grande variedade de narrativas grupais resultou<br />

um amplo conjunto de dimensões e categorias. A análise<br />

foi agilizada pelo programa NUD.IST.<br />

De entre estas, retomamos as narrativas que<br />

passamos a apresentar.<br />

Atitudes perante a Televisão<br />

Nos quatro grupos estudados, a Televisão tem uma<br />

forte presença nas rotinas diárias e constitui o medium<br />

com maior protagonismo:<br />

COO - Então se o televisor avariar, o que é que vocês fazem?<br />

E631<br />

101 - (Movimenta as mãos enquanto fala) Olhe, mandamos<br />

arranjar logo no outro dia. 632<br />

106 - Vai ao médico. E633.<br />

212 - É uma tristeza. Eu vivo sozinha. Estava ali pasmada a<br />

fazer o quê? E427<br />

COO - E como é que ocupava o seu tempo livre? E428<br />

212 - Assim, ligo a televisão e estou distraída um bocado.<br />

Mesmo até às onze horas. Chega às onze horas, deito-me.<br />

(212 fala, mas não gesticula muito) E429<br />

205 - Sabe o que é que aconteceu, menina, à maior parte das<br />

pessoas que não ligam a televisão? E430<br />

COO - Hum … E431<br />

205 - É ir deitar-se muito cedo, habituarem-se à cama e<br />

envelhecerem mais cedo possível.<br />

(a monitora levanta-se) E432<br />

205 - Porque a pessoa fica ali, sente vontade de ir para a cama<br />

porque não tem com que se distrair. Isso é verdade e isso<br />

envelhece cada vez mais (205 fala, encolhe os ombros) E434<br />

196


A rádio surge como instrumento de compensação<br />

para a eventual ausência da televisão. No caso do grupo<br />

A2, constituído por mulheres internas e semi-internas de<br />

um lar de terceira idade, a televisão minimiza a solidão e<br />

o abandono, elementos do processo de “envelhecimento<br />

social” (Gognalons-Nicolet, 1994; Esteves, 1994). Este<br />

grupo é constituído por de mulheres pertencentes à<br />

geração dos pré-televisivos (Pinto, 1995).<br />

De um modo geral, as atitudes em relação à<br />

Televisão variam consoante os grupos. Nos dois grupos<br />

do primeiro ciclo há um misto de aceitação e de rejeição<br />

do medium. Nos grupos de segundo e terceiro ciclo, a<br />

perspectiva inverte-se: a atitude dominante é a de<br />

rejeição. A uma concepção deste tipo não deverá ser<br />

alheio o facto de os grupos do segundo e terceiro ciclos<br />

estarem mais receptivos ao discurso corrente sobre as<br />

influências negativas da televisão e a fraca qualidade de<br />

alguns programas. Para estes dois grupos, este é o<br />

discurso apropriado ao contexto da discussão: a sala de<br />

aula.<br />

COO - O que é que pensam da Televisão em geral? (falam<br />

todos em conjunto) E35<br />

409 - Eu acho que a Televisão veio roubar o tempo das<br />

famílias; os serões que a família passava a conversar. Agora<br />

perdeu-se um bocado essa tradição. A Televisão absorve a<br />

atenção das pessoas. E36<br />

414 - A Televisão é praticamente o chefe das famílias. E37<br />

409 - Em casa temos de fazer qualquer coisa, então liga-se a<br />

Televisão, já é um hábito. E38<br />

197


Grupos ACE REJ<br />

A1 16.9 10.0<br />

A2 16.8 14.1<br />

B0 3.2 12.5<br />

C0 16.0 28.4<br />

Quadro 6: Atitudes – percentagens de unidades de texto, nas<br />

subcategorias ACE (aceitação do meio), REJ (rejeição do meio).<br />

Tipos de Programas<br />

Na categoria ‘programas’, evidenciam-se as<br />

dimensões das culturas televisivas dos grupos que<br />

passamos a apresentar.<br />

No grupo A1 (1º ciclo), com uma ampla variação de<br />

níveis etários, os programas mais referidos são os<br />

desportivos, sobretudo o futebol, e os programas<br />

recreativos. No grupo A2 (1º ciclo – alfabetização),<br />

constituído só por mulheres idosas, privilegiam-se as<br />

novelas, os programas recreativos e o cinema. No grupo B0<br />

(2º ciclo) salientam-se filmes de suspense, telenovelas e<br />

programas desportivos (futebol). E, no grupo C0 (3º ciclo),<br />

com uma media de idades inferior aos restantes três grupos,<br />

privilegia-se o cinema (filmes pornográficos) e os<br />

programas recreativos e musicais.<br />

Esta realidade aproxima-nos da teoria de Bourdieu.<br />

Na obra La Distinction (1979), Bourdieu considera que<br />

qualquer cultura está condicionada, em primeiro lugar, pelo<br />

nível, duração e qualidade da educação e, em segundo<br />

lugar, pelas origens sociais e habitus de classe. Na<br />

198


distinção que o autor faz sobre o gosto (que opera sempre<br />

como um agente diferencial no campo social), quando se<br />

refere ao gosto popular, enfatiza o prazer pelo movimento,<br />

cor, substância (em contraposição à forma). Na acepção de<br />

Giroux (1996), a cultura popular está onde se situa a acção,<br />

o território do prazer em que conhecimento e desejo<br />

circulam em íntimo contacto com a vida das ruas. Contra o<br />

rigor e a austeridade de vanguarda, o gosto popular<br />

caracteriza-se por uma disposição de ânimo de insolência<br />

carnavalesca, de inversão de categorias, próxima da análise<br />

bakhtiniana de Rabelais (1987). Diverte-se com o corpo,<br />

com as propriedades emocionais e sentimentais da vida e<br />

procura não o momento distanciado da vida, mas a perda<br />

da individualidade dentro do colectivo (Hebdige, 1998). As<br />

marcas das diferenças associadas aos grupos sociais de<br />

pertença dos homens e mulheres agentes nesta pesquisa, as<br />

experiências de vida, os níveis de escolarização e as<br />

características específicas dos contextos em que decorrem<br />

os debates são elementos fundamentais para a interpretação<br />

da polifonia latente não só nesta categoria, como em todas<br />

as dimensões do discurso produzido e interpretado ao longo<br />

deste estudo.<br />

Horários de uso da Televisão<br />

Os períodos ‘nocturno’ e, especificamente o<br />

‘jantar’, são os que reúnem um maior número de<br />

referências. Sendo três dos grupos constituídos por<br />

população activa, seria expectável que a disponibilidade<br />

para ver televisão se concentrasse nestes períodos do dia.<br />

199


No entanto, e apesar de o não mencionarem, as mulheres<br />

do grupo A2, quando realizam actividades de tempos<br />

livres, no lar/centro de dia, têm o televisor ligado<br />

inclusive de manhã.<br />

Grupos MAN ALM TAR JAN NOC<br />

A1 1.4 0.2 0.6 0.1 1.6<br />

A2 0 0.1 1.2 10.5 14.2<br />

B0 0 0.5 0.2 0.2 1.4<br />

C0 0.99 0.7 0.6 0.5 2.7<br />

Quadro 7: Horário de ver TV – percentagens de unidades de texto<br />

nas subcategorias MAN (manhã), ALM (almoço), TAR (tarde), JAN<br />

(jantar) e NOC (nocturno).<br />

Funções da Televisão<br />

Embora a função lúdica da Televisão predomine<br />

nos quatro grupos, os valores observados no grupo de<br />

terceiro ciclo (C0) apresentam-nos uma realidade<br />

diferente da que é possível restar nos restantes grupos.<br />

Neste grupo, os valores registados revelam um equilíbrio<br />

entre as dimensões lúdica, formativa e informativa,<br />

privilegiando uma perspectiva próxima da desejável, do<br />

discurso “oficial” escolar.<br />

200


Grupos LUD FOR INF<br />

A1 5.74 2.8 1.1<br />

A2 3.99 1.0 0.3<br />

B0 3.77 0.9 3.6<br />

C0 3.73 3.5 2.0<br />

Quadro 8: Funções da TV – percentagens de unidades de texto nas<br />

subcategorias LUD (lúdica), FOR (formativa) e INF (informativa).<br />

423 - Vejo muito pouca Televisão. Pois estou lá em casa e<br />

tenho de trabalhar. Gosto muito de ver notícias. Às vezes<br />

arranjo maneira de ver as notícias para saber o que se passa.<br />

(bate com a caneta na mesa e faz gestos com a mão) E187<br />

PR4 - Gosta de ser informada acerca do país ou do mundo.<br />

E188<br />

423 - Às vezes estão miúdos lá em casa e eles não gostam.<br />

Mas arranjo sempre maneira de ver as notícias. E189<br />

Âmbitos de recepção do medium<br />

Dos contextos privilegiados para ver televisão, a<br />

família é o contexto dominante nos grupos A1, B0 e C0.<br />

Esta realidade não é observável no grupo de mulheres<br />

idosas (A2) que frequenta o centro de dia e/ou o lar de<br />

terceira idade. Por esta razão, a subcategoria ‘outros<br />

grupos sociais’ detém o maior número de referências:<br />

201


Grupos TRA FAM ESC OGS<br />

A1 1.4 8.6 0 1.1<br />

A2 0 3.3 0 3.5<br />

B0 0 3.6 0 0.5<br />

C0 0.8 3.7 0 1.0<br />

Quadro 9: Âmbitos de recepção – percentagens de unidades de texto<br />

nas subcategorias TRA (trabalho), FAM (família), ESC (escola) e<br />

OGS (outros grupos sociais).<br />

Influências da Televisão, por temas<br />

A leitura do quadro seguinte sugere-nos que, de<br />

entre os temas associados à influência da televisão, a<br />

violência apresenta valores elevados em três dos quatro<br />

grupos do 1º, 2º e 3º ciclos do Ensino Recorrente para<br />

Adultos:<br />

Grupos<br />

POL<br />

VIO<br />

COM<br />

Quadro 10: Influências da TV – temas – percentagens de unidades de<br />

textos registadas nas subcategorias POL (política), VIO (violência),<br />

COM (comunicação), COP (consumo), PSI (auto-conceito), DRO<br />

(drogas), SEX (sexualidade) e COS (costumes).<br />

202<br />

COP<br />

SEX<br />

DRO<br />

PS I<br />

A1 0 0.7 6.6 0.2 0 0.2 1.5 0.3<br />

A2 0 4.1 0 0 1.1 0 0.4 0.5<br />

B0 0 4.2 0.7 4.3 0.5 0.3 2.5 1.6<br />

COS<br />

C0 3.87 4.2 4.5 0.7 2.6 0.4 2.6 1.8


A subcategoria ‘comunicação’ é também um tema<br />

privilegiado pelos grupos A1 e C0, o ‘consumo’ pelo<br />

grupo B0 e a ‘política’ pelo grupo C0. As influências<br />

sobre os agentes e seus ‘costumes’ têm maior prevalência<br />

nos grupos B0 e C0 do que pelos grupos A1 e A2.<br />

307 - Há certos filmes que dão na Televisão... por exemplo,<br />

deu na Televisão um americano que era de guerra, a feriremse<br />

uns aos outros, de violência. Programas de violência, não<br />

gosto de ver. E200<br />

PR3 - A SIC, a SIC transmitiu aqui durante uma certa altura<br />

um conjunto de filmes... daquele... (301 sopra de cansaço)<br />

E201<br />

307 - Violentos... (307 encosta-se) E202<br />

Vários - Aqueles do Schwarzenegger... E203<br />

Outro dado relevante associa-se ao facto de, no<br />

grupo A2 (constituído por mulheres que frequentam o<br />

centro de dia e o lar de 3ª idade), algumas vozes<br />

considerarem que a televisão não as influencia (exemplo:<br />

205, 207). Estes discursos reflectem uma postura de vida<br />

plena de sentido e de sabedoria, típica da idade adulta<br />

tardia (Erickson, 1968). Algumas destas vozes<br />

argumentam, ainda, que a influência da televisão se faz<br />

sentir sobre a juventude, salientando a sua preocupação<br />

educativa em relação aos mais jovens – elemento central<br />

do papel de educadoras e de mães:<br />

COO - Ai, isso é muito bom, de facto. Então acham que de<br />

facto a Televisão influencia as pessoas, ou não? (a mulher<br />

206 que estava a consultar a revista de croché está, agora,<br />

encostada para trás; 205 vai falando sem tirar os olhos do<br />

seu trabalho) E271<br />

203


217 - Ensina muito. E272<br />

207 - A mim não. E273<br />

205 - Eu acho que influencia a juventude para mal. E274<br />

213 - Para mim desperta-me um bocado. E275<br />

COO - E as senhoras não se sentem influenciadas pela<br />

Televisão? E276<br />

213 - Desperta-me um bocado porque não tenho com quem<br />

falar, falo para a Televisão. E277<br />

205 - Não. E278<br />

COO - Não? E279<br />

205 - Não. E280<br />

Formas de ver Televisão<br />

A recepção individual da televisão é o traço<br />

dominante dos grupos A1, A2 e B0. Esta realidade<br />

associa-se ao elevado número de televisores no espaço<br />

doméstico:<br />

102 - Eu tenho duas, uma no quarto e outra na cozinha. E157<br />

COO - Mas porquê? Porque às vezes há pessoas que querem<br />

ver uns programas... E158<br />

102 - (Faz gestos com a mão enquanto fala. 104 brinca com o<br />

lápis) Normalmente o meu marido gosta de ver futebol. Como<br />

eu não gosto, vou para a cozinha ver outras... enquanto estou<br />

ou a arrumar a cozinha ou a pôr a máquina a lavar ou a passar<br />

a ferro, a fazer qualquer coisa. Tenho de estar sempre a fazer<br />

qualquer coisa, ou a costurar... estou a ver, a assistir à<br />

Televisão. (sorrisos após a intervenção de 102) E159<br />

COO - E o Senhor, quantos televisores tem lá em casa?<br />

(dirige-se ao sujeito 108) E160<br />

108 - Três. (108 sorri após a sua intervenção) E161<br />

COO - Três também? Onde é que estão os televisores? E162<br />

108 - Uma na sala, está uma no quarto do meu pai e outro no<br />

meu quarto. E163<br />

311 - Três (faz o gesto de três com os dedos; risos) E220<br />

204


COO - Três televisores. Portanto, poucas vezes se cria a<br />

situação de ver determinado programa com mais alguém.<br />

(303 ri) E221<br />

311 - Vejo sozinho um programa, vai um para cada lado, não<br />

há problema. E222<br />

No grupo C0 (3º ciclo), os valores do ‘grupo’ e<br />

‘subgrupo’ estão relativamente próximos (0.9 e 0.7,<br />

respectivamente). Este dado pode estar relacionado com<br />

o grupo etário dos estudantes. No entanto, e à semelhança<br />

dos grupo A1 (1º ciclo) e B0 (2º ciclo), verifica-se um<br />

número elevado de televisores na família.<br />

COO - Consideram que é estritamente necessária a presença<br />

de quatro televisores lá em casa? E55<br />

412 - Não, mas... E56<br />

PR4 - Há dinheiro. E57<br />

COO - Diga? E58<br />

421 - É que às vezes, por exemplo, os nossos pais estão a ver<br />

um programa que não nos interessa e queremos ver outro.<br />

E59<br />

COO - E acham que não há possibilidade de chegarem a um<br />

consenso? Hoje abdica um de um programa, amanhã outro.<br />

E60<br />

411 - (Mastiga um chiclete e bate com a caneta na mesa) É<br />

um bocado difícil. (riem-se e falam todos ao mesmo tempo)<br />

E61<br />

412 - Principalmente o futebol. E62<br />

424 - Não só futebol. E63<br />

COO - Mas há futebol todos os dias? Não há. E64<br />

412 - Quase sempre. (falam todos ao mesmo tempo) E65<br />

205


Influências da Televisão na família<br />

No grupo A1, embora predominem as formas<br />

individuais de ver televisão, salienta-se a partilha de<br />

opiniões como elemento importante da influência da<br />

televisão sobre a família. No grupo A2, esta categoria<br />

tem um alto nível de privilegiação.<br />

205- E porquê? Porque quer um ver isto, outro quer ver<br />

aquilo. E358<br />

COO - Então as senhoras acham que é correcto pôr um<br />

televisor no quarto de uma criança? O que é que acham?<br />

E359<br />

213 - Bem, quem tem dinheiro faz o que lhe apetece (tom<br />

irónico; risos) E360<br />

205 - Sabe o que é? É que começam a berrar, era semelhante<br />

banzé, o meu filho é médico, vem cansado e ter que aturar<br />

aquilo. Diz ele: “vou para o meu quarto e vejo o que quero”.<br />

E está na sala se estiver alguém que queira ver, eu lá estou...<br />

(está tudo sentado a ouvir o que se diz e 212 começa a olhar<br />

para o lado). E361<br />

COO - Claro. E362<br />

205 - A esposa se quer ficar ali, se não quer vai para a cama<br />

(...) mas é tudo para não haver... (205 põe a tira da carteira<br />

para cima da mesa e continua a falar, compõe a roupa e<br />

volta a pôr os óculos e a fazer o croché) E363<br />

COO- Para não haver conflitos. (ri-se) E364<br />

205 - Hoje a canalha é criada de uma maneira que eu não criei<br />

assim os meus. E365<br />

208 - O pai está a ver a bola e a filha, que já é uma<br />

mulherzinha, quer ver um filme, não é? Àquela hora dá um<br />

filme e ela quer ir ver… (...) (fala sem se mexer, encolhendo<br />

apenas ligeiramente os ombros, com aparência tranquila)<br />

E366<br />

Em relação aos grupos do 2º e 3ºciclos, observamos<br />

que, se no grupo B0 a separação constitui a vertente com<br />

206


maior influência na família, no grupo C0 o conflito (1.2)<br />

e a separação (1.0) apresentam valores aproximados:<br />

402 - No café, lá onde eu vivo, tem três televisões, no meio<br />

do café e cada uma está em canais<br />

402 - Chegam lá casais ao café. A mulher está ali, não está<br />

em casa, quer ver a novela. Pede ao Senhor do café para virar<br />

e ele vira. Ora nós estamos ali entretidos a ver o que está a dar<br />

e ele muda, e a gente fica lixada. Sendo assim, eles põem<br />

duas televisões, uma dá a novela e a outra dá... E584<br />

422 - Aí acaba por haver um conflito muito grande. (ao<br />

explicar faz gestos) Repara: está um casal a ver Televisão, a<br />

mulher a ver a novela e o homem futebol. E diz ele: “Gosto<br />

daquele cara que está ali na mesa”, “Mas afinal, para onde é<br />

que estás a olhar?”... (riso geral) Acho que não é muito lógico<br />

ter ali duas televisões. Mais valia ter ali umas mesinhas como<br />

a Internet, para cada um. E585<br />

Grupos CON SEP DEM COT<br />

A1 0.3 1. 8 1.1 7.6<br />

A2 4.9 2.0 0 4.3<br />

B0 0 2.6 0.6 1.1<br />

C0 1.2 1.0 0 0<br />

Quadro 11: TV e incidências familiares – percentagens de unidades<br />

de texto nas subcategorias CON (conflito), SEP (separação), DEM<br />

(negociação democrática) e COT (Comunicação/comentários).<br />

Espaços domésticos de recepção<br />

O espaço doméstico privilegiado pelos grupos A1 e<br />

A2 para ver televisão é o quarto de dormir. É, também,<br />

no quarto onde, no grupo A2, os conflitos relacionados<br />

207


com a posse do televisor e a escolha de programas<br />

parecem dominar:<br />

COO - Então o que é que fazem para decidir sobre os<br />

programas que vão ver? (...) (falam várias pessoas). Há três<br />

pessoas no quarto? E344<br />

214 - Há três pessoas num quarto. E345<br />

Vários - É a dona. E346<br />

COO - Então e vocês não são capazes de convencer a dona e<br />

negociar... (...) (muitas falam ao mesmo tempo) E347<br />

207 - Olhe menina, o quarto tem uma televisão pequenina,<br />

(...) eu não vejo. Tenho de pegar numa cadeira e sentar-me ao<br />

pé delas para ver televisão. E348<br />

No grupo B0 observam-se valores aproximados nos<br />

três espaços domésticos referenciados: a cozinha, a sala<br />

(1.7) e o quarto de dormir (1.4).<br />

PR3 - O quarto é para dormir, não é para ver Televisão! E125<br />

302 - Pois, mas eu levo para o quarto. E126<br />

COO - Mas normalmente o televisor está na cozinha, na sala<br />

ou no quarto? Ou tem vários televisores? E127<br />

302 - Eu tenho um na cozinha, outro no quarto e outro na<br />

sala. E128<br />

COO - E cada um vê... E134<br />

308 - Um quer o primeiro, outro quer o segundo, outro quer<br />

a... telenovela, o outro... O rapaz mete-se lá no quarto dele, a<br />

rapariga também, a minha mulher vê na cozinha, eu na sala às<br />

vezes adormeço... E135<br />

PR3 - Adormece? E136<br />

Os espaços domésticos privilegiados pelo grupo C0<br />

são a cozinha (neste grupo há muitas falas de mulheres:<br />

alunas 404, 415), a sala e, em último lugar, o quarto. Ao<br />

contrário do que se verifica nos grupos A1 e A2, os<br />

208


valores observados nas três subcategorias estão<br />

relativamente próximos: 2.3, 1.7 e 1.3, respectivamente.<br />

414- Já vivi essa situação, é horrível. (risos) Parece que não<br />

estamos neste mundo… enxofrarmos uns aos outros, (todos<br />

riem) é...é... (dão gargalhadas) filhos com pais, é...é... “vai<br />

estudar para o quarto” e ele diz: “já estudei”. Quer dizer... eu<br />

tenho uma, duas, três, quatro televisões. (conta pelos dedos;<br />

risos). As minhas miúdas têm no quarto delas, na sala havia<br />

uma e não havia mais nenhuma. Agora mudei-me para um<br />

apartamento onde habitualmente... e agora queria meter na<br />

cozinha uma mesinha. A sala é que tem a televisão.<br />

Começamos a jantar, a almoçar, televisão à vida. Começam<br />

os nervos, os nervos, temos que ver... ouvir o noticiário, não<br />

é? Tivemos de comprar uma mini-televisão pequenina e<br />

pusemo-la num suporte para ter lá na cozinha o bichinho. É<br />

o dono da casa. Avariou-se, é horrível (sorri e movimenta as<br />

mãos ao falar). E363<br />

QUATRO GRUPOS, QUATRO VOZES COLECTIVAS<br />

Das categorias contextuais descritas surge uma<br />

realidade diversa, vinculada às experiências de vida, às<br />

dinâmicas familiares e à percepção que os grupos têm<br />

sobre o contexto em que decorre a discussão. Esta<br />

realidade permite desenhar itinerários diferenciados, no<br />

quadro de uma matriz que parece comum.<br />

209


Quadro 12: Síntese das dimensões dominantes nos 4 grupos.<br />

Se consideramos o postulado bakhtiniano que<br />

salienta a dimensão social da interacção discursiva, a<br />

importância dos contextos e o papel das imagens que o<br />

eu constrói do outro nesta interacção, observamos que<br />

este percurso analítico nos proporciona alguns eixos<br />

interpretativos decisivos para a compreensão do papel<br />

mediador da televisão. Estes eixos situam-se entre uma<br />

dimensão experiencial da vida quotidiana familiar e uma<br />

dimensão conceptual e argumentativa frequentemente<br />

210


vinculada ao discurso escolar. Algumas vozes<br />

(maioritariamente alunos do 1º ciclo) começam por<br />

delimitar um discurso que ainda não dominam e<br />

constroem imagens em que se privilegia o mundo<br />

experiencial e afectivo enraizado nos espaços da família,<br />

dos grupos de amigos, dos vizinhos ou dos conterrâneos.<br />

Outras vozes (sobretudo alunos do 2º ciclo)<br />

insinuam o domínio de instrumentos básicos que,<br />

segundo os seus pontos de vista, dão acesso a modos de<br />

negociação discursiva sobre as suas experiências com a<br />

televisão, com maior aceitação social em contexto<br />

escolar. Mas, como existe uma grande heterogeneidade<br />

de concepções sobre o contexto onde decorre a acção – a<br />

sala de aula – regista-se a privilegiação de temáticas<br />

contextualizadas por uns e descontextualizadas por<br />

outros. Momentos há em que o grupo manifesta tensão,<br />

desconcerto e mesmo incapacidade para conjugar na<br />

acção discursiva as dimensões contextualizada e a<br />

descontextualizada da relação com o medium.<br />

Outras vozes ainda (sobretudo as do 3º ciclo),<br />

depois de dominado e de razoavelmente ventriloquizado<br />

um discurso mais reflexivo, demonstram que a acção<br />

discursiva em contexto escolar não é asséptica,<br />

transcendental e impeditiva da presença de vertentes<br />

concretas e experienciais das vivências com a televisão e,<br />

seguindo esta lógica, integram no seu discurso grupal as<br />

dimensões contextualizadas e, com menor presença,<br />

descontextualizadas de acção estudadas.<br />

211


CONSIDERAÇÕES FINAIS<br />

A exposição e interpretação dos discursos<br />

negociados pelos diferentes grupos, ao longo dos debates,<br />

permitem-nos extrair uma série de elementos<br />

caracterizadores dos géneros discursivos sobre a<br />

Televisão em contexto escolar, nos quatro grupos.<br />

A par da afinidade de perspectivas identificadas<br />

nos referidos grupos de alunos do Ensino Recorrente para<br />

Adultos, existem também diferenças nos modos e<br />

estratégias de negociação dos modelos de Televisão em<br />

contexto escolar. O grupo A1 (1º ciclo) negoceia, sem<br />

grandes tensões, um modelo de televisão fundado nos<br />

atributos: companhia, diversão, passatempo,<br />

acessibilidade, fonte de influências positivas e negativas.<br />

Neste grupo, o debate evolui da oralização de<br />

perspectivas individuais para a interanimação de vozes<br />

caracterizada por um elevado grau de tolerância e<br />

consenso face à opinião do outro. Apoiando-se em<br />

temáticas concretas 87 , os homens e mulheres do grupo<br />

revelam uma forte aceitação da televisão. Os programas<br />

que reúnem melhor aceitação são o futebol, os programas<br />

87 As temáticas concretas reenviam-nos para descrições e referências<br />

objectivas do fenómeno abordado; as temáticas intermédias partem<br />

da dimensão objectiva desse fenómeno, mas introduzem elementos<br />

de generalização acerca do mesmo. Por sua vez, as temáticas<br />

abstractas reenviam-nos para uma dimensão conceptual da realidade<br />

em análise, ou seja, envolvem relações semânticas de natureza<br />

descontextualizada. Se atendermos ao papel crucial da escola na<br />

aquisição de saberes abstractos e formais, esta categoria pode<br />

proporcionar-nos elementos sobre a influência da escolarização nas<br />

vozes dos alunos.<br />

212


ecreativos e as telenovelas e os de maior rejeição são o<br />

telejornal e o programa “Parabéns”, este último centrado<br />

na figura de Herman José. A RTP2 é o canal mais<br />

rejeitado. Para este grupo, a televisão influencia a<br />

comunicação, provoca mudanças nos costumes da família<br />

e dá-se primazia ao modo individual de ver televisão, no<br />

quarto de dormir.<br />

O grupo A2 (alfabetização, mulheres idosas)<br />

negoceia um modelo de televisão baseado nos papéis de<br />

companhia, substituto da família, fonte de actividade que<br />

impede o envelhecimento e elo de ligação com o mundo.<br />

De entre os programas referenciados, as novelas, os<br />

reality shows e os filmes portugueses ocupam um papel<br />

relevante. Os modos de interanimação de vozes deste<br />

grupo de mulheres apresentam algumas particularidades,<br />

a saber: a frequente ausência de domínio das regras<br />

básicas de comunicação em grupo e de debate, bem como<br />

a lenta evolução das perspectivas individuais para um<br />

discurso grupal. O discurso apoia-se predominantemente<br />

em temáticas concretas.<br />

Adoptando uma atitude de aceitação face à<br />

televisão em geral e de rejeição em relação à SIC, o<br />

grupo considera que o tema onde mais se regista o papel<br />

da televisão é o da violência e sua influência junto da<br />

família traduz-se sobretudo em conflitos. Os âmbitos de<br />

recepção do medium são a família e o grupo (de mulheres<br />

que permanecem no lar de terceira idade). Valorizam<br />

positivamente as telenovelas, os programas recreativos e<br />

os reality shows e rejeitam os filmes legendados (porque<br />

as legendas passam a um ritmo muito acelerado).<br />

213


O discurso negociado pelo grupo B0 (2º ciclo)<br />

gera-se a partir da tensão de um modelo televisivo<br />

enraizado nas experiências do quotidiano e um modelo<br />

distanciado, descontextualizado, caracterizado pelas<br />

dimensões educativa e informativa. Esta tensão revela-se,<br />

entre outros, no equilíbrio observado entre o uso de<br />

enunciados de temáticas concretas e temáticas<br />

intermédias. O grupo rejeita não só a televisão, em geral,<br />

como centra esta atitude nos quatro canais – RTP1,<br />

RPT2, SIC e TVI. O programa que reúne maior aceitação<br />

é o telejornal e os de maior rejeição são a telenovela e os<br />

filmes de terror. Estes estudantes atribuem à televisão<br />

uma função lúdica e informativa e consideram que os<br />

temas em que mais se observa a sua influência são a<br />

violência e o consumo. Vêem televisão,<br />

predominantemente, sozinhos, na cozinha, sala ou no<br />

quarto e consideram que este medium provoca sobretudo<br />

separação na família. Neste grupo, o professor que<br />

participa no debate recorre a um género de discurso<br />

provocador e polémico, incentivando constantemente os<br />

alunos ao debate e à defesa de uma postura crítica. No<br />

entanto, os incentivos à participação dos alunos e o<br />

número de perguntas vão diminuindo à medida que o<br />

debate evolui.<br />

O grupo C0 (3º ciclo) negoceia um modelo de<br />

televisão mais descontextualizado. Embora privilegie a<br />

importância da televisão no dia-a-dia e os programas<br />

emitidos pelas diferentes estações, o grupo insiste na<br />

crítica a estes programas e às estratégias de programação<br />

televisiva. O discurso grupal evolui rapidamente para<br />

uma maior interanimação de vozes, com um equilíbrio de<br />

214


temáticas concretas e intermédias. A professora do grupo<br />

que participa no debate adopta um tom polémico,<br />

provocador e instigador do debate, postura decisiva para<br />

a discussão gerada.<br />

A atitude dominante deste grupo de estudantes<br />

adultos face à televisão em geral é de rejeição. O olhar<br />

sobre a RTP é de aceitação e sobre a SIC é de rejeição.<br />

Os programas com maior aceitação são os recreativos e,<br />

de entre estes, os programas musicais; para os mais<br />

jovens, este tipo de programas é um elemento importante<br />

na relação e comunicação entre pares. Criticam<br />

negativamente os reality shows e os filmes pornográficos<br />

e, embora predomine a função lúdica da televisão, os<br />

valores das funções informativa e formativa estão muito<br />

próximos da função lúdica. A violência, a comunicação e<br />

a política são os temas em que a influência da televisão é<br />

mais notória e, na família, o impacto deste medium<br />

provoca separação. Vêem televisão sobretudo em<br />

subgrupo e os espaços familiares de recepção<br />

privilegiados são a cozinha e a sala.<br />

Em síntese, a análise destes elementos descritivos<br />

esboça modelos culturais televisivos e géneros<br />

discursivos diferenciados nos quatro grupos. As<br />

diferenças mais marcantes situam-se entre os dois grupos<br />

do primeiro ciclo (A1 e A2) e o grupo C0, do terceiro<br />

ciclo. O grupo B0, do 2º ciclo, apresenta ora tendências<br />

que estão próximas dos grupos do 1º ciclo ora do 3º. Os<br />

dois grupos do 1º ciclo (sobretudo o grupo A2) evoluem<br />

mais lentamente para um discurso grupal do que os<br />

grupos B0 e C0 e produzem um discurso de tipo<br />

215


experiencial. Os grupos B0 (2º ciclo) e, sobretudo, o C0<br />

(3º ciclo) aproximam-se mais de um discurso “desejável”<br />

do ponto de vista escolar, adoptando posturas mais<br />

críticas e orientando o debate, por influência do<br />

Professor, para temáticas mais abstractas. Um dos<br />

elementos que nos possibilita chegar a esta interpretação<br />

é o facto de os grupos A1 e A2 apoiarem o seu discurso<br />

dominantemente em temáticas concretas e os grupos B0 e<br />

C0 em temáticas concretas e intermédias.<br />

Os modelos de televisão negociados apresentam,<br />

também, algumas diferenças. Enquanto os grupos A1 e<br />

A2 apresentam atitudes de aceitação da televisão, em<br />

geral, os grupos B0 e C0 produzem um discurso de<br />

rejeição. Se as telenovelas têm uma avaliação positiva<br />

nos dois grupos do 1º ciclo, nos grupos B0 e C0 esta<br />

avaliação é negativa. Por outro lado, o telejornal tem uma<br />

avaliação positiva nos grupos do 2º e 3º ciclos e, no<br />

grupo A, a sua avaliação é negativa. A crítica à televisão<br />

e aos programas televisivos é fortemente incentivada pelo<br />

professor, nos grupos B0 e C0.<br />

Se, nos grupos A1, A2 e B0, predomina a<br />

perspectiva individual de ver televisão, no grupo C0<br />

predomina a perspectiva subgrupal. A idade do grupo C0<br />

pode ser determinante para este tipo de atitude. Por outro<br />

lado, se a função lúdica da televisão é reconhecida pelos<br />

quatro grupos, os grupos do 2º e 3º ciclos privilegiam,<br />

também, as funções informativa e educativa e<br />

informativa, respectivamente.<br />

216


Importa, ainda, acentuar a diferença de estratégias<br />

adoptadas pelos professores ao longo do debate. Se a<br />

professora do grupo A1 adopta uma estratégia<br />

facilitadora da expressão individual e grupal das ideias<br />

dos alunos, potenciando o desenvolvimento da oralidade<br />

e da comunicação, através de incentivos à participação e<br />

de perguntas, o professor do grupo B0, assumindo uma<br />

perspectiva provocadora e irónica com recurso a<br />

enunciados de temática abstracta, incentiva os alunos à<br />

adopção de uma perspectiva crítica e descontextualizada,<br />

embora nem sempre consiga o seu objectivo. No grupo<br />

C0, como os alunos parecem dominar estratégias básicas<br />

de comunicação em grupo e ventriloquizar<br />

moderadamente um discurso escolar, a professora do<br />

grupo adopta um discurso provocativo, irónico,<br />

polémico, para incentivar a participação no debate e o<br />

desenvolvimento da argumentação dos alunos.<br />

Face à realidade explorada, descrita e interpreta<br />

neste estudo, afigura-se-nos de crucial importância o<br />

complemento da análise que desenvolvemos, com a<br />

exploração de outras perspectivas da acção mediada pelas<br />

tecnologias digitais, na Educação de Adultos.<br />

217


218


Capítulo 4<br />

DA PRIVILEGIAÇÃO À REINTEGRAÇÃO<br />

DO DOCUMENTÁRIO TELEVISIVO:<br />

ESTUDO MICROGENÉTICO<br />

A perspectiva sociocultural facilita a abordagem<br />

dos media na aprendizagem, enquanto sistemas<br />

integrados em actividades contextualizadas (Scott, Cole<br />

& Engel, 1992). Esta perspectiva salienta a natureza<br />

dinâmica e variável da apropriação colectiva e individual<br />

dos media, em função dos contextos socioculturais, do<br />

tipo de experiências ou do nível de escolarização dos<br />

indivíduos (De Pablos, 1996).<br />

A complexidade dos processos de mediação das<br />

aprendizagens pela televisão, bem como a variabilidade<br />

dos mecanismos de resolução de problemas mediados por<br />

um género televisivo particular – o documentário,<br />

constituíram o objecto de estudo da investigação<br />

apresentada no presente capítulo. Esta investigação foi<br />

desenvolvida em dois períodos temporais distintos. O<br />

primeiro estudo realizou-se em 1996-1997, com<br />

estudantes adultos do Ensino Básico Recorrente e o<br />

219


segundo desenvolveu-se em 2004-2005 88 , com estudantes<br />

do Ensino Secundário Recorrente e do Ensino Superior.<br />

O visionamento e a discussão do documentário<br />

“Senhora Aparecida”, realizado por Catarina Alves Costa<br />

e transmitido na TV2, em Abril de 1995, constituem o<br />

ponto de partida. Adoptando como principal referente a<br />

investigação desenvolvida por De Pablos (1995),<br />

propusemo-nos analisar os processos de reintegração do<br />

documentário televisivo, em contexto escolar, a partir da<br />

aplicação da metodologia microgenética.<br />

Centrámo-nos no contexto comunicativo diádico<br />

investigadora-estudante, gerado em torno da resolução de<br />

três problemas sequenciais, para estudarmos estratégias<br />

de privilegiação e reintegração de um documento<br />

televisivo, em contextos escolares. Transversal a estas<br />

situações-problema está o estudo dos processos de<br />

apropriação observados no contexto da interacção diádica<br />

e segundo níveis de escolaridade diferenciados (Colás,<br />

1998).<br />

O método microgenético foi proposto por<br />

Vygotski 89 para observar, descrever e interpretar<br />

actividades e mecanismos de resolução de problemas e,<br />

ainda, analisar os processos psicológicos presentes nestas<br />

actividades. A investigação que actualmente se<br />

desenvolve nesta área associa-se aos estudos<br />

desenvolvidos por Siegler e Crowley (1991), por alguns<br />

88<br />

Investigações co-financiadas pelo Instituto de Inovação<br />

Educacional.<br />

89<br />

Vygotski propõe este método com base nos estudos realizados por<br />

Werner, em 1925.<br />

220


investigadores da escola de Genebra e, sobretudo, por<br />

Wertsch e Stone (1987). Actualmente, esta metodologia<br />

beneficia, também, da importância crescente da microetnografia<br />

da interacção.<br />

A investigação microgenética valoriza a acção<br />

comunicativa enquanto prática discursiva e tem como<br />

referentes teóricos, a par das obras de Bourdieu (1982),<br />

Habermas (1987) Foucault (1979) (Lecompte, Milroy &<br />

Preissle, 1992), a obra de Vygotski (1982, 1995) que, em<br />

conjunto com Bakhtin, constituem os pilares teóricos da<br />

investigação que apresentamos. A importância da<br />

interacção em contextos institucionais, na modelação das<br />

vozes do ‘eu’ e do ‘outro’, constitui um elemento a<br />

realçar. A metodologia microgenética permite-nos<br />

documentar, do ponto de vista educacional, os processos<br />

de aprendizagem, através da descrição e especificação<br />

das rotinas da interacção entre alunos e<br />

professor/investigador, observadas em espaços e tempos<br />

escolares. A informação recolhida revelará formas e<br />

estratégias de pensamento desencadeadas ao longo da<br />

resolução de problemas “vinculados a condições<br />

contextuais e que se tornam visíveis (observáveis) através<br />

da verbalização que [os agentes produzem] ao longo da<br />

entrevista” (De Pablos, 1995:109).<br />

Os três problemas propostos aos estudantes<br />

representam uma sucessão de cadeias de aprendizagem: a<br />

complexidade das actividades vai aumentando,<br />

gradualmente, do primeiro problema para o segundo e,<br />

depois, para o terceiro problema, permitindo a resolução<br />

221


sequencial de tarefas de abstracção crescente:<br />

sincretismo, análise e síntese.<br />

Os estudantes que participam nesta investigação<br />

frequentam o Ensino Básico Recorrente, o Ensino<br />

Secundário Recorrente e o Ensino Superior. Estes<br />

estudantes foram identificados depois de analisados os<br />

grupos de discussão promovidos a partir do documentário<br />

Senhora Aparecida, em contexto de turma. Estes debates<br />

foram dinamizados em 6 turmas de alunos que<br />

frequentavam diferentes níveis de escolaridade (A1 e A2<br />

– 1º ciclo e alfabetização do Ensino Recorrente; B1: 2º<br />

ciclo do Ensino Recorrente C1: 3º ciclo do Ensino<br />

Recorrente; SG: Ensino Secundário Recorrente; MC:<br />

Ensino Superior - Mestrado). O critério adoptado para a<br />

selecção destes estudantes foi o de variação máxima –<br />

casos discrepantes (Guba & Lincoln, 1989) – pois<br />

pretendia-se aceder a dados e informações afastados dos<br />

padrões frequentes ou usuais (De Pablos, 1995).<br />

Participaram na investigação 18 estudantes adultos –<br />

Ensino Básico Recorrente, Ensino Secundário Recorrente<br />

e Ensino Superior 90 .<br />

90 Os códigos que identificam estes estudantes são os seguintes:<br />

Estudantes do 1º ciclo do Ensino Recorrente (E.R.), 101, 103, 106.<br />

Estudantes do 1º ciclo do E.R.- Alfabetização: 205, 207, 213.<br />

Estudantes do 2º ciclo do E.R.: 301, 302, 316. Estudantes do 3º ciclo<br />

do E.R.: 414, 415, 422. Estudantes do Ensino Secundário do E.R.:<br />

1GC, 2GC, 3GC. Estudantes do Ensino Superior: Mestrado: 1MC,<br />

2MC, 3MC.<br />

222


APROPRIAÇÃO DO DOCUMENTÁRIO “SENHORA<br />

APARECIDA”: ACTIVIDADES DE RESOLUÇÃO DE<br />

PROBLEMAS.<br />

A proposta de resolução dos problemas apresentada<br />

aos estudantes foi precedida, nestes estudos, pelo<br />

visionamento do documentário “Senhora Aparecida” e<br />

pela posterior discussão em sala de aula, com recurso ao<br />

método de grupos de discussão. Estes grupos de<br />

discussão foram dinamizados por uma das docentes da<br />

turma e pela investigadora.<br />

Depois de realizada a análise do discurso grupal de<br />

cada uma das 6 turmas, identificámos três casos<br />

discrepantes em cada turma e convidámos os estudantes<br />

em questão a participarem em três situações-problema.<br />

Estas situações-problema foram reguladas pela<br />

investigadora e gravadas em suporte áudio e vídeo, para<br />

posterior transcrição e análise com o programa NUD.IST.<br />

A primeira situação-problema consistiu na<br />

reconstrução da narrativa do documentário “Senhora<br />

Aparecida”, mediada por 47 fotografias representativas<br />

das sequências e dos momentos centrais deste programa<br />

televisivo. As fotografias actuam, no processo de<br />

resolução de problemas, como mediadores scripto do<br />

documentário “Senhora Aparecida” e permitem um<br />

contexto de resolução de problemas de tipo “puzzle”,<br />

existindo ora como elementos autónomos, ora enquanto<br />

elementos integrados numa estrutura narrativa mais<br />

ampla: a história do documentário. Ao solicitarmos aos<br />

estudantes que contem a história do documentário<br />

223


“Senhora Aparecida”, em interacção com a professorainvestigadora<br />

e com o apoio de 47 fotogramas,<br />

esperamos a reconstrução da narrativa do programa<br />

televisivo, a partir dos conteúdos e da estrutura<br />

privilegiada por cada um dos estudantes.<br />

Na segunda situação-problema, depois de<br />

eliminarmos uma sequência central do documentário – “a<br />

procissão dos caixões”, solicitámos aos estudantes a<br />

narração da história sem esta sequência. Com esta<br />

proposta, os estudantes são convidados a reelaborar a<br />

narrativa original do documentário, elevando-se o nível<br />

de complexidade da actividade.<br />

Finalmente, na terceira situação, propusemos a<br />

criação de uma história totalmente nova, mantendo o<br />

instrumento mediador – 47 fotografias usadas no<br />

primeiro problema. Esta nova situação irá permitir-nos<br />

analisar o nível de reintegração do documentário, a partir<br />

das estratégias adoptadas por cada um dos estudantes. A<br />

variabilidade de estratégias adoptadas irá possibilitar um<br />

esboço valorativo da teoria que pretendemos contrastar.<br />

A perspectiva intra e interpsicológica dos processos<br />

de resolução de problemas, promovidos a partir da<br />

técnica de entrevista em profundidade focalizada,<br />

permitiu-nos acompanhar a evolução dinâmica da<br />

sequência de pensamento dos estudantes, uma vez que<br />

cada situação-problema apresenta, por um lado,<br />

autonomia em si mesma e, por outro, está relacionada<br />

com as restantes situações propostas.<br />

224


Em suma, o esquema básico deste estudo<br />

microgenético organizou-se a partir dos seguintes<br />

pressupostos:<br />

1) O documentário televisivo propõe uma história<br />

que se organiza a partir do relato de factos e de conflitos<br />

inseridos num contexto sociocultural específico e numa<br />

dinâmica espácio-temporal concreta;<br />

2) As três situações-problema apresentadas aos<br />

estudantes são de tipo conceptual e de complexidade<br />

crescente;<br />

3) O professor-entrevistador tem por missão<br />

facilitar a verbalização dos processos de resolução de<br />

problemas, apoiando-se numa série de perguntas e<br />

recomendações previamente preparadas e materializadas<br />

no guião da entrevista semiestruturada.<br />

Os dados e reflexões que apresentamos neste<br />

capítulo referem-se, somente, ao terceiro problema – a<br />

actividade de maior complexidade. A narração de uma<br />

história nova, mediada por instrumentos mediadores<br />

representativos dos momentos e sequências centrais do<br />

documentário (fotografias), obriga ao distanciamento do<br />

modelo original e faz apelo à capacidade imaginativa e<br />

de síntese dos estudantes. Optámos pela apresentação dos<br />

resultados do terceiro problema porque é nesta situação<br />

que se concentra uma maior complexidade e<br />

variabilidade de mecanismos de resolução dos problemas<br />

e, por consequência, é a etapa da investigação que<br />

proporciona maior densidade informativa.<br />

225


Neste estudo, a análise exploratória dos discursos<br />

produzidos pela díade investigadora-estudante realça um<br />

conjunto de dimensões que caracterizam a acção<br />

discursiva dos dezoito estudantes/casos discrepantes<br />

estudados. A análise das acções dos entrevistados, do<br />

género da narração, das sequências privilegiadas e das<br />

conexões entre sequências, no problema de maior<br />

complexidade permite o acesso aos modos de<br />

privilegiação e reintegração do documentário nas suas<br />

manifestações dinâmicas.<br />

Da análise dos discursos produzidos ao longo da<br />

resolução do terceiro problema, no contexto da díade<br />

investigadora-estudante, damos particular ênfase às<br />

seguintes categorias: Acções do Entrevistado, Género da<br />

Narração, Sequências e Código de Narração.<br />

226


Categorias Sub-Categorias<br />

Acções dos<br />

Entrevistados<br />

Género da<br />

Narração<br />

Sequências<br />

Código de<br />

Narração<br />

- Forma:<br />

. AFO – Organiza material<br />

. AFR – Reconhece/identifica fotografias, descreve temas<br />

. AFS – Selecciona fotografias<br />

. AFI – Insere fotografia<br />

. AFG – Comenta e critica fotografias<br />

. AFM – Verbaliza a meta/tema<br />

. AFC – Verbaliza conexões entre fotografias<br />

. AFX – Apresenta-se um conflito<br />

. AFP – Salta sequência<br />

. AFA – Solicita ajuda<br />

. AFT – Monólogo<br />

. AFE – Aceita solução da entrevistadora<br />

- Referente:<br />

. ARV – Acção que toma como referência o programa<br />

. ARS – Acção que toma como referência o sujeito<br />

. ARI – Acção que tem como referente a investigadora<br />

. DEI – descrição/informação sobre o documentário<br />

. NAR – narração da história do documentário<br />

. NEI – narração de experiência de vida<br />

. SE1 – Os preparativos da festa<br />

. SE2 – A negociação da prática de promessa dos caixões<br />

. SE3 – A festa<br />

. SE4 – A procissão dos caixões<br />

. SE5 – A procissão dos andores<br />

. Conexão de sequência x com a sequência y<br />

Quadro 13: Categorias e sub-categorias com valor relevante na<br />

resolução do terceiro problema.<br />

Acções dos Entrevistados<br />

Das formas de acção discursiva associadas à<br />

criação de uma nova história (mediada por 47 fotogramas<br />

do documentário Senhora Aparecida), resulta uma<br />

grande variabilidade de acções que possibilitará delinear<br />

o alcance da teoria que pretendemos contrastar. Esta<br />

situação-problema irá permitir-nos analisar o nível de<br />

reintegração e de apropriação do programa televisivo em<br />

227


cada um dos alunos participantes, no contexto<br />

comunicacional desenvolvido pela díade investigadoraestudante.<br />

A variabilidade das acções desenvolvidas<br />

pelos estudantes pode ser observada no quadro seguinte:<br />

Quadro 14: Acções do estudante – forma; percentagens de unidades<br />

de texto registadas nas subcategorias AFO, AFR, AFS, AFI, AFM,<br />

AFG, AFC e AFX 91 .<br />

91<br />

Para a melhor compreensão da análise, sugere-se a consulta da<br />

caracterização das “categorias e sub-categorias” no quadro 13.<br />

228


A descrição dos temas veiculados pelas fotografias,<br />

bem como a gestão de situações de conflito cognitivo são<br />

as dimensões dominantes do discurso dos estudantes<br />

entrevistados do primeiro, segundo e terceiro ciclos (de<br />

101C a 422C). No caso dos estudantes do Ensino<br />

Secundário e de Mestrado (1GC a 3MC), as formas de<br />

discurso adoptadas, embora variáveis, revelam uma<br />

prevalência do reconhecimento e descrição das<br />

fotografias, como podemos observar no quadro anterior.<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

AFO AFR AFS AFI AFM AFG AFC AFX<br />

Quadro 15: Acções dos Entrevistados, no terceiro problema: (AFN)<br />

Comenta tema ou documentário; (AFO) Organiza material; (AFR)<br />

Reconhece / identifica fotografias / descreve temas; (AFS) Selecciona<br />

fotografias; (AFI) Insere fotografia; (AFG) Comenta e critica<br />

fotografia; (AFM) Verbaliza tema/meta; (AFC) Verbaliza conexões<br />

entre fotografias; (AFX) Apresenta-se um conflito (esta categoria<br />

resolve-se de 3 formas: (AFA) Solicita ajuda; (AFT) Monólogo;<br />

(AFE) Aceita solução da entrevistadora); (AFD) Dá informação,<br />

229<br />

101C<br />

103C<br />

106C<br />

205C<br />

207C<br />

213C<br />

301C<br />

302C<br />

316C<br />

414C<br />

415C<br />

422C<br />

1GC<br />

2GC<br />

3GC<br />

1MC<br />

2MC<br />

3MC


esclarecimentos; (AFF) Identifica elementos formais do documentário;<br />

(AFL) Pede esclarecimentos, informações.<br />

Os resultados globais nesta categoria apontam para<br />

uma maior utilização da descrição (AFR) e do<br />

comentário (AFG) de fotografias e temas por parte dos<br />

três estudantes do ensino secundário, em particular os<br />

estudantes 2GC e 3GC. Os estudantes de mestrado<br />

desenvolvem mais enunciados orientados para a meta<br />

desejada da actividade (AFM) e o comentário sobre o<br />

tema que apresentam na história (AFN), pese embora a<br />

relevância que a dimensão descritiva apresenta na acção<br />

da estudante 3MC.<br />

Quadro 16: Densidade das acções dos estudantes quanto à forma.<br />

Mais adiante, estes valores podem ser comparados<br />

com os dados relativos ao Género de Narração. Verificase,<br />

assim, uma maior incidência de um discurso de tipo<br />

Descritivo (DEI) nos estudantes do ensino secundário<br />

recorrente, com particular incidência nas entrevistadas<br />

1GC e 2GC. Ao mesmo tempo, no estudante 2G0<br />

230<br />

AFO<br />

AFR<br />

AFS<br />

AFI<br />

AFM<br />

AFG<br />

AFC<br />

AFX


podemos denotar o peso da Narração (NAR), enquanto os<br />

valores da Argumentação permanecem baixos (ARG). Já<br />

no que diz respeito aos estudantes de mestrado, os<br />

valores são elevados ao nível da Narração (NAR),<br />

principalmente em 2MC e 3MC, e ao nível da<br />

Argumentação (ARG) – dimensão contrastante com os<br />

estudantes de níveis de escolaridade inferior em que a<br />

narração-descrição, a verbalização das crises vinculadas<br />

ao desenvolvimento da actividade e o alto grau de<br />

privilegiação do documentário emergem claramente.<br />

Formas de resolução de crise adoptadas pelos<br />

estudantes entrevistados<br />

Na análise das formas de resolução de crise<br />

adoptadas pelos alunos é possível observar variabilidade<br />

intra e intergrupo. As formas de resolução dos conflitos<br />

vão mudando caso a caso, desde a mudança de tema<br />

(AFP), ao diálogo consigo próprio (AFT) ou ao pedido<br />

de ajuda (AFA). Ao longo das 36 situações de actividade<br />

registadas nos estudantes do ensino básico recorrente, as<br />

formas de resolução de crise dominantes são os pedidos<br />

de ajuda e a tentativa de resolução do conflito pelo<br />

diálogo consigo próprio. Verifica-se, ainda, que os<br />

entrevistados do terceiro ciclo resolvem mais<br />

rapidamente as situações de crise dos que os estudantes<br />

do 1º e 2º ciclos. Este facto pode ser suportado pelo<br />

domínio de instrumentos mediadores que facilitam o<br />

salto de actividades de raiz experiencial para actividades<br />

231


de raiz conceptual, nos estudantes com um nível de<br />

escolaridade superior.<br />

Estudantes AFA AFT AFE<br />

101C 1 1 2<br />

103C 1 5 0<br />

106C 19 23 3<br />

205C 3 2 0<br />

207C 2 1 0<br />

213C 0 3 0<br />

301C 4 2 1<br />

302C 5 10 0<br />

414C 2 7 0<br />

415C 13 4 0<br />

422C 7 0 0<br />

1GC 0 0 0<br />

2GC 0 0 0<br />

3GC 1 0 0<br />

1MC 0 0 0<br />

2MC 0 0 0<br />

3M C 0 1 0<br />

Quadro 17: Formas de resolução de crise, no terceiro problema –<br />

(AFA) Solicita ajuda; (AFT); Monólogo (AFE) Aceita proposta<br />

da entrevistadora.<br />

Ainda no que concerne à gestão das situações crise,<br />

quando os alunos destes níveis de ensino não conseguem<br />

apropriar-se do objectivo e resolver a actividade<br />

proposta, regista-se o aumento de situações de crise e<br />

optam pelo relato de experiências pessoais relacionadas,<br />

ou não, com a temática em questão, ultrapassando assim<br />

o conflito. Em relação aos estudantes do ensino<br />

232


secundário recorrente e do ensino superior (mestrado),<br />

podemos verificar que, ao longo da resolução do<br />

problema, as situações de crise estão praticamente<br />

ausentes (quadro 17). Se estes conflitos existem, não são<br />

verbalizados oralmente.<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

AFA AFT AFE<br />

Quadro 18: Formas de resolução de crise, na terceira situaçãoproblema.<br />

Referentes privilegiados pelos Estudantes<br />

Ao analisarmos os referentes privilegiados nas<br />

acções dos estudantes, encontramos, uma vez mais, uma<br />

forte variabilidade entre indivíduos. Apesar de a proposta<br />

de actividade, neste terceiro problema, não se centrar no<br />

documentário Senhora Aparecida, há estudantes do<br />

primeiro, segundo e terceiro ciclos do ensino básico e do<br />

ensino secundário recorrente que continuam a reintegrar<br />

a narrativa deste programa televisivo na história nova,<br />

enquanto outros estudantes distanciam-se da narrativa do<br />

233<br />

101C<br />

103C<br />

106C<br />

205C<br />

207C<br />

213C<br />

301C<br />

302C<br />

316C<br />

414C<br />

415C<br />

422C<br />

1GC<br />

2GC<br />

3GC<br />

1MC<br />

2MC<br />

3MC


documentário e inserem experiências pessoais na nova<br />

narrativa. Como se pode verificar no quadro seguinte,<br />

para os estudantes de mestrado, o vídeo (documentário) e<br />

as experiências pessoais não constituem referentes<br />

privilegiados. De entre estes estudantes, apenas uma das<br />

entrevistadas utiliza as fotografias como referentes<br />

(1MC), enquanto os estudantes 2MC e 3 MC não<br />

vinculam as suas narrativas ao documentário, nem às<br />

suas experiencias de vida. Pelo contrário, reflectem sobre<br />

referentes conceptuais ligados ao tema da religiosidade.<br />

Documentos ARV ARS<br />

101C 61 1<br />

103C 24 5<br />

106C 3 4<br />

205C 50 0<br />

207C 6 61<br />

213C 5 47<br />

301C 27 20<br />

302C 22 8<br />

316C 4 45<br />

414C 0 58<br />

415C 5 11<br />

422C 22 43<br />

1GC 14 0<br />

2GC 17 0<br />

3GC 21 5<br />

1MC 1 0<br />

2MC 0 0<br />

3MC 0 0<br />

Quadro 19: Referentes – ARV – Acção que toma como referência o<br />

programa; ARS: Acção que toma como referência as Experiências de<br />

Vida.<br />

234


Género da narração<br />

Na análise do tipo de narrativa dominante deste<br />

terceiro problema, regista-se uma forte prevalência do<br />

género descritivo nos estudantes do ensino básico e<br />

secundário recorrente - 101C, 103C, 106C, 207C, 213C,<br />

301C, 302C, 414C, 415C, 1GC e 3GC (à semelhança do<br />

que se verificou na análise do primeiro e segundo<br />

problemas) e, ainda, no estudante 1MC do ensino<br />

superior. Os enunciados de tipo narrativo vão emergindo<br />

com maior peso, a partir do 3º ciclo do ensino básico<br />

(exceptua-se o valor identificado nas entrevistadas 205<br />

do 1º ciclo e 316 do 2º ciclo). Os valores associados ao<br />

género argumentativo vão descolando do nível mais<br />

baixo, a partir do 2º ciclo. Este nível de escolaridade<br />

parece assumir o estatuto de zona de transição entre os<br />

discursos centrados na experiência vivida e na descrição<br />

da realidade e os discursos narrativos e argumentativos.<br />

No entanto, a variabilidade intragrupo não é despiciente<br />

também nesta dimensão de análise.<br />

O peso da narração e da argumentação vai<br />

aumentando com a progressão do nível de escolaridade e<br />

torna-se particularmente evidente a partir do ensino<br />

secundário recorrente. Constituem excepção nesta<br />

tendência as estudantes 2GC e1MC do ensino secundário<br />

e do ensino superior, respectivamente.<br />

235


Estudantes NAR DEI NEI ARG<br />

101C 0 85.1 0 0<br />

103C 1.8 61.5 0 0<br />

106C 6.7 24.4 0 0<br />

205C 32.2 9.4 0 0<br />

207C 0 1.5 85.4 0<br />

213C 0 2.6 31.0 0<br />

301C 0 6.6 23.6 20.9<br />

302C 0 19.4 0 3.1<br />

316C 71.0 1.9 0 0<br />

414C 40.9 6.5 0.9 0<br />

415C 0 65.6 0 4.8<br />

422C 2.1 5.3 50.7 8.0<br />

1GC 24.1 50 0 29.3<br />

2GC 45.2 40.3 0 8<br />

3GC 29.7 56.8 0 21.6<br />

1MC 47.4 63.2 0 0<br />

2MC 64.6 2.1 2.1 29.2<br />

3 MC 44.3 4.9 0 47.5<br />

Quadro 20: Género da Narração no terceiro problema: NAR –<br />

Narração; DEI – Descrição; NEI – Narrativas de Experiência de<br />

Vida; ARG- Argumentação<br />

A presença de enunciados argumentativos no<br />

discurso dos entrevistados do ensino básico é menor do<br />

que os demais géneros identificados. Considera-se, no<br />

entanto, que, além do nível de escolaridade, importará<br />

analisar outras dimensões, como é o caso das<br />

experiências de vida dos estudantes, bem como a<br />

natureza da tarefa proposta, para uma interpretação mais<br />

densa desta realidade.<br />

236


90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

NAR DEI NEI ARG<br />

Quadro 21: Distribuição do Género da Narração, pelos entrevistados,<br />

no terceiro problema: (ARG) Argumentação; (DEI)<br />

Descrição/Informação sobre o documentário; (NAR) Narração da<br />

História do Documentário e (NEI) Narração de Experiência de Vida.<br />

SEQUÊNCIAS E CONEXÕES IDENTIFICADAS NO<br />

TERCEIRO PROBLEMA<br />

Se considerarmos as características da actividade<br />

proposta – contar uma história nova, diferente da história<br />

do documentário “Senhora Aparecida” – observamos que<br />

o grau de privilegiação de sequências deste programa<br />

televisivo mantém-se alto em todos os casos, à excepção<br />

da estudante 3MC (mestrado).<br />

237<br />

101C<br />

103C<br />

106C<br />

205C<br />

207C<br />

213C<br />

301C<br />

302C<br />

316C<br />

414C<br />

415C<br />

422C


Estudantes Se1 Se2 Se3 Se4 Se5<br />

101C x x x x<br />

103C x x x<br />

106C x x x<br />

205C x x<br />

207C 92 x<br />

213C x<br />

301C x x x x<br />

302C x<br />

316C x x x<br />

414C x x x<br />

415C x x x x<br />

422C x x x x<br />

1GC x x x x x<br />

2GC x x x x<br />

3Gc x x x x<br />

1MC x x x x x<br />

2MC x x x x x<br />

3M C<br />

Quadro 22: Sequências do documentário presentes na história criada<br />

pelos estudantes (Se1; Se2; Se3; Se4; Se5)<br />

O salto desejável da privilegiação para a<br />

reintegração, que supõe a criação de um discurso próprio,<br />

dificilmente se dá, embora as estratégias discursivas de<br />

cada um dos alunos sejam diferentes. Por um lado,<br />

observam-se estudantes que, nesta actividade, mantêm a<br />

tendência para a descrição pormenorizada das fotografias<br />

(como é o caso da alunas 101C e 103C do primeiro<br />

ciclo). Por outro lado, verificam-se estudantes que, na<br />

nova história, privilegiam um tema que é também o tema<br />

central do documentário – a procissão dos caixões, (como<br />

é o caso de 205C ou 422C, do primeiro e terceiro ciclos,<br />

respectivamente), reelaborando esta tradição a partir das<br />

92 A entrevistada considera que as fotografias não se adaptam à sua<br />

história.<br />

238


suas experiências de vida. Outros, ainda, produzem<br />

juízos de valor sobre esta prática de promessa que<br />

consideram “arrepiante”, manifestando resistência<br />

perante esta tradição, mas nem por este motivo deixam<br />

de privilegiar a temática. Salienta-se, também, que os<br />

estudantes 106C ou 213C não reintegram o documentário<br />

na nova história.<br />

Estudantes Se1 Se2 Se3 Se4 Se5<br />

101C x x x x<br />

103C x x x<br />

106C x x x<br />

205C x x<br />

207C 93 x<br />

213C x<br />

301C x x x x<br />

302C x<br />

316C x x x<br />

414C x x x<br />

415C x x x x<br />

422C x x x x<br />

1GC x x x x x<br />

2GC x x x x<br />

3Gc x x x x<br />

1MC x x x x x<br />

2MC x x x x x<br />

3M C<br />

Quadro 23: Sequências do documentário “Senhora Aparecida”<br />

privilegiadas na história criada pelos estudantes Se1 – Preparativos<br />

da Festa; Se2 – Negociação da prática da Promessa dos Caixões; Se3<br />

– A Festa da Sra. Aparecida; Se4 - Procissão dos Caixões; Se5-<br />

Procissão dos Andores.<br />

93 A entrevistada considera que as fotografias não se adaptam à sua<br />

história.<br />

239


Em relação às sequências privilegiadas pelos<br />

estudantes do ensino secundário e superior, conservam-se<br />

as sequências 1, 2, 3 e 5 em cinco dos seis casos<br />

analisados e, em dois casos do mestrado, são<br />

privilegiadas todas as sequências do documentário.<br />

Em suma, nesta categoria, centrada nos processos<br />

de reintegração do documentário, não se observa<br />

qualquer padrão de regularidade. No entanto, é possível<br />

identificar um maior grau de conexões em alguns casos<br />

do ensino secundário e do ensino superior, associando-se<br />

a este dado uma maior flexibilidade no uso de<br />

instrumentos mediadores, capaz de se traduzir no uso e<br />

inovação em novas situações. Algumas investigações<br />

anteriores coordenadas por De Pablos (1995) detectaram<br />

também esta tendência, no plano das conexões entre<br />

sequências e salientaram que “o uso de um sistema de<br />

símbolos como a linguagem visual permite uma maior<br />

organização, flexibilidade e criatividade no uso de<br />

ferramentas práticas. Esta flexibilidade e criatividade<br />

juntamente com novas formas é o que se detecta nestes<br />

dados” (De Pablos, 1995:134).<br />

240


Quadro 24: Sequências do documentário “Senhora Aparecida” na<br />

nova história.<br />

No contexto geral das acções discursivas dos<br />

estudantes registadas na resolução do problema, observase<br />

um alto índice de privilegiação de sequências do<br />

documentário. O salto desejável da privilegiação para a<br />

reintegração que supõe a criação de um discurso próprio,<br />

por parte do estudante, dificilmente se dá nos casos<br />

estudados que frequentam o ensino básico recorrente.<br />

Reintegração das narrativas: conexões<br />

Na reintegração da narrativa do documentário não<br />

observamos também qualquer padrão de regularidade. No<br />

entanto, nos casos do ensino secundário e do ensino<br />

superior, o número de conexões é mais elevado,<br />

revelando uma maior flexibilidade, facilidade e<br />

criatividade na criação de novas estruturas narrativas.<br />

241


Quadro 25: Conexões de sequências narrativas privilegiadas pelos<br />

Entrevistados no terceiro problema<br />

Os preparativos da festa, a negociação do<br />

cumprimento da promessa e a celebração da festa são<br />

as temáticas que mais são reintegradas nas novas<br />

histórias individuais. A motivação com que os<br />

estudantes falam dos rituais da festa minimiza o<br />

impacto e a violência emotiva que se gera em torno da<br />

procissão dos caixões, abrindo-se um espaço de<br />

reflexão sobre a proximidade/distanciamento entre<br />

estes núcleos narrativos do documentário e o<br />

imaginário colectivo dos estudantes.<br />

242


40<br />

35<br />

30<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

Quadro 26: Distribuição de conexões do documentário na nova<br />

história.<br />

HETEROGENEIDADE NO DISCURSO E NA ACÇÃO<br />

O estudo dos processos de privilegiação e de<br />

reintegração do documentário “Senhora Aparecida”,<br />

observados nos dezoito estudantes (pertencentes a seis<br />

grupos de diferentes níveis escolares: ensino básico e<br />

secundário recorrente para adultos e ensino superior)<br />

sugere-nos um campo interpretativo de grande<br />

complexidade e densidade informativas.<br />

Como foi salientado antes, a comparação das<br />

estratégias de resolução de problemas revela um elevado<br />

grau de variabilidade das acções que, no entanto, se cruza<br />

com a identificação de alguns padrões de regularidade<br />

intragrupo que diferenciam os estudantes do ensino<br />

básico recorrente dos estudantes do ensino superior. Os<br />

estudantes do 2º e 3º ciclos parecem situar-se numa zona<br />

de transição.<br />

243


Nos padrões de regularidade identificados<br />

salientamos cinco tipos de acções: 1) Acções construídas<br />

a partir do apelo à memória e à reprodução acrítica do<br />

programa televisivo durante a resolução do problema; 2)<br />

Acções orientadas para a narração da história e a crítica à<br />

temática central do programa televisivo, traduzindo um<br />

maior distanciamento face ao documentário; 3) Acções<br />

que privilegiam as experiências de vida na resolução do<br />

problema, independentemente da sua relação com o<br />

documentário; 4) Acções dirigidas para a identificação<br />

dos elementos estruturais do documentário - personagens,<br />

temas centrais – dominantemente desencadeadas pelas<br />

perguntas formuladas pela investigadora; 5) Acções de<br />

natureza formal, distanciada e reflexiva na resolução<br />

individual da situação-problema.<br />

Esta tipologia de acções imbrica-se no uso de<br />

temáticas com diferentes graus de contextualização e de<br />

géneros discursivos distintos. O primeiro tipo de acções<br />

infere-se da presença de situações concretas, de<br />

enunciados de tipo descritivo e no apelo à reprodução<br />

“literal” do documentário; as acções de tipo 2 e de tipo 3<br />

vinculam-se a enunciados mistos (narrativos e<br />

descritivos); as acções de tipo 4 e 5 são suportadas por<br />

uma maior presença de temáticas abstractas, por um<br />

discurso narrativo enriquecido, em alguns casos, por<br />

enunciados argumentativos. As relações semânticas<br />

presentes nos três primeiros tipos de acções são<br />

dominantemente contextualizadas, enquanto as duas<br />

últimas conjugam os discursos contextualizado e<br />

descontextualizado, revelando a tendência para a<br />

aproximação a planos de resolução formal do problema.<br />

244


Pese embora a clara distinção entre os planos de<br />

acção adoptados pelos estudantes adultos que frequentam<br />

os ciclos iniciais de escolaridade (ensino básico) e os que<br />

frequentam o ensino superior (mestrado), verifica-se que,<br />

dentro de cada grupo de estudantes do mesmo ciclo<br />

existe uma forte variabilidade, realçando-se as diferenças<br />

individuais que parecem, em alguns casos, minimizar as<br />

proximidades da frequência do mesmo ciclo de<br />

escolaridade. Este dado enfatiza a necessidade de<br />

aprofundar o espectro de análise para outras dimensões<br />

intraindividuais, para além do nível de escolaridade de<br />

cada um dos estudantes.<br />

Se a descontextualização das acções de resolução<br />

de problemas não é passível de ser observada nos ciclos<br />

iniciais, os casos analisados do ensino secundário<br />

apresentam fortes discrepâncias neste nível de<br />

descontextualização, aproximando-se quer das estratégias<br />

resolutivas dominantes nas entrevistas do ensino básico<br />

(concretas, descritivas), quer das dimensões desejáveis<br />

nos estudantes de mestrado (com maior grau de<br />

abstracção e de argumentação). Esta dimensão sugere a<br />

necessidade de se aprofundar a pesquisa e de ampliar o<br />

número de casos deste nível de ensino. Os casos<br />

analisados que frequentam o ensino superior (mestrado)<br />

apresentam estratégias de abstracção e<br />

descontextualização que se conjugam com situações de<br />

descrição. Estas estratégias estão presentes nos<br />

enunciados narrativos, argumentativos e descritivos e<br />

relacionam-se com a ausência de manifestações de crise<br />

na resolução da actividade. O desenvolvimento de acções<br />

que incluem o comentário sobre temas de âmbito geral e<br />

245


a produção de enunciados que não se referem<br />

directamente ao documentário, mas à análise e reflexão<br />

em torno da problemática tratada no programa televisivo,<br />

traduzem, em alguns casos, uma clara diferença em<br />

relação aos demais grupos. Perante a situação-problema<br />

apresentada, os entrevistados de mestrado, embora<br />

mantenham grande parte das temáticas do documentário,<br />

não se limitam à reprodução acrítica do programa<br />

televisivo; pelo contrário, narram novas histórias em que<br />

reflectem sobre práticas de promessas, temática central<br />

do documentário. Aliás, os planos de resolução<br />

adoptados por estes alunos (com a excepção da<br />

entrevistada 1MC), corroboram estes dados, salientandose<br />

a presença de uma maior formalização e autonomia de<br />

pensamento em relação ao documentário e às fotografias<br />

– instrumentos mediadores primários usados na resolução<br />

das situações-problema. Neste grupo, à medida que<br />

aumenta a complexidade da tarefa, reduzem os modos de<br />

resistência e crise, sendo de salientar que este facto pode<br />

dever-se à capacidade de descontextualização e regulação<br />

de conflitos cognitivos que facilitam também o uso de<br />

estratégias menos emotivas e mais distanciadas de uma<br />

das temáticas centrais do documentário (a procissão dos<br />

caixões).<br />

Importa sublinhar, ainda, que o elevado grau de<br />

privilegiação do documentário, em todos os grupos, vaise<br />

traduzindo na forte presença de todas as sequências do<br />

programa televisivo, durante a resolução da tarefa e, em<br />

alguns casos, no enraizamento das temáticas em<br />

experiencias de vida dos estudantes, como é o caso das<br />

entrevistadas pertencentes ao grupo de alfabetização. Os<br />

246


estudantes do ensino secundário recorrente e, sobretudo,<br />

os do ensino superior, apresentam níveis de reintegração,<br />

objectivados pelas conexões entre sequências, que<br />

revelam o uso transformador e inovador do<br />

documentário, aspectos também visíveis na análise e<br />

reflexão sobre a religiosidade e as promessas. Esta<br />

vertente destaca o forte poder mediador do documentário<br />

e, como se pode verificar no estudo anterior, da televisão<br />

em geral. O papel dos diferentes géneros televisivos na<br />

aprendizagem, a importância da experiência dos agentes<br />

e dos contextos nestes processos, bem como a grande<br />

heterogeneidade dos modos de apropriação daqueles<br />

instrumentos mediadores constituem áreas a privilegiar<br />

em futuras investigações.<br />

Se nos centrarmos na realidade que nos é permitido<br />

observar e interpretar a partir da metodologia<br />

microgenética, assinalamos, por um lado, a importância<br />

do discurso oral no acesso aos processos<br />

intrapsicológicos dos estudantes durante o processo de<br />

resolução de problemas e, por outro lado, realçamos o<br />

interesse em aprofundarmos a aplicação da metodologia<br />

microgenética, dadas as potencialidades desta<br />

metodologia na interpretação dos processos de<br />

apropriação e internalização, em contextos formais de<br />

aprendizagem.<br />

Finalmente, importa salientar que, do ponto de vista<br />

educacional, uma das consequências mais amplas de<br />

investigações desta natureza consiste na definição de novas<br />

formas de diagnóstico educativo, mais centradas na<br />

interpretação da heterogeneidade do pensamento de cada<br />

247


um dos estudantes adultos e menos focalizadas numa<br />

perspectiva uniformizadora e estandardizada.<br />

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