11.04.2013 Views

Cada um com a sua língua

Cada um com a sua língua

Cada um com a sua língua

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

– Agente Glass, hijoeputa! –, grité, feliz.<br />

Luego en seguida la viejita mató el último torero, volteó<br />

su cabeza y me miró. En la muesca: era elle, el Escritor<br />

Recluso travestido. Desapareció en la multidón<br />

– perdón, papito...<br />

Las semanas siguientes otros atentados acontecieran<br />

formando un padrón, lo que, <strong>com</strong>o sabe el Sub<strong>com</strong>andante,<br />

é algo dificil en Lo<strong>com</strong>bia, donde ni mesmo<br />

las mijones de maneras de salsar facen lógica,<br />

donde cada cosa quer dizer otra cosa. Mas de gringos<br />

que perdieran las orejas en asaltos en Villa de Neyva,<br />

freiras molestadas en las busetas de Medellín (lo que<br />

parece jover en el mojado), buembas explodindo nas<br />

mansiones de narcocaudillos de Cartago y trafico de<br />

cadáveres de cantores de pós-vallenato en maletas<br />

etc., los jornales estan llenos, hoy, mañana y siempre.<br />

Extrañísimo, sí, fueran los episodios de la Gallera San<br />

Miguel, en Bogotá, y de la Finca Paraíso, en un pántano<br />

pierto de Mompós.<br />

En el clube gallístico moriran uns cien – todos enbenenados,<br />

losers. Solamente restaran los gallos<br />

y don Claudio Tovar, el dono, que estaba en el<br />

bañero haciendo titica cuando la f<strong>um</strong>aza<br />

asasinou sus sócios. La policía tartamudaba<br />

de un veneno a que los supergallos<br />

son imunes.<br />

– Un silêncio extraño, povoado por cantos de gallos...<br />

Jo me senti acuerdando dentro de un pesadelo kafkiano<br />

–, el sobrevivente cacarejaba a la prensa, bañado<br />

en lágrimas, su ton paradojalmente gallináceo a<br />

lembrar un crítico literário.<br />

Ja en la Finca Paraíso facian otra pelea: telecatch de cachuerrones<br />

teleguiados. Nada se pasó con los canzitos<br />

mutantes, de mastins-sucuris a pitbulls de seis pernas<br />

hasta akitas cocainómanos, todos sin lengua, para no<br />

llamar atención de la ley. Mas los apostadores, propietarios<br />

y visitantes y hasta las tiazitas que venden chicha,<br />

aquella cachaza de millo horrible, unos 50 adictos por<br />

la pelea de perros fueran snifar coca pela raiz.<br />

Si de un lado el goberno notava un padrón en el gás<br />

que matava solo h<strong>um</strong>anos y no afectava animales, jo,<br />

entre una r<strong>um</strong>ba y otra, imaginava el proximo paso<br />

del ensandecido Agente Seymour Glass. Si estaba<br />

indo para el norte, mas cierto que se marchase para el<br />

Parque Tayrona, território militarizado de las reservas<br />

de robonobos, la espécimen de cibermonos creada<br />

con orgullo nacional – “Los Macacos Lo<strong>com</strong>bianos<br />

Do It Better” – para el marketing de porn snuff movies<br />

aditivados por la triptoheroina plantada en los contrafortes<br />

de la Sierra Nevada de Santa Marta.<br />

Alugué una barca y subi el<br />

Magdalena hasta salir por el Caribe,<br />

y atraqué en el Cabo San Juan de Guia.<br />

Como siempre, no pensaba que el más fácil<br />

fuese mesmo tan fácil, me olvidava da esquisita<br />

conexión entre los Agentes No-Lineares, aquejo<br />

iman que pulsa en nuestro sangue congelado que<br />

nos afasta y nos atrai y, claro, trai nuestra condición<br />

de pós-h<strong>um</strong>anos, nuestra maldición maçon de judeus<br />

errantes que desenbocan en la puta y mesma<br />

Jerusalém. El cielo estaba azul y el espacio, lleno de<br />

luz – y vi el Escritor Recluso, J. D. Salinger, aquejo que<br />

paró de escribir en 1963, la lenda, la piel enferma, la<br />

boca rota por copas y copas de mojitos, desdibujado,<br />

desangrado, <strong>com</strong>pletamente solo en la pequeña angra<br />

del Cabo, sob las palmas de coqueros, nu sobre<br />

una canga colorida en que se percebia el deseño de<br />

un caballo. En sus manos, una caneta, un cuaderno.<br />

Jo digo solo pues era el unico ser h<strong>um</strong>ano en la plaja<br />

tomada por los cibermonos que hacian sexo <strong>com</strong>o se<br />

no havia mañana, a dos, a tres, cuatro, cinco, octaedros,<br />

trenziños, mandalas de macacos lúbricos dando duro<br />

en su lenguaje requintada y obsesiva, pero ahora sin<br />

un director ditador. El Agente Seymour Glass miraba<br />

esto verdadero congreso politico y todo escribia en<br />

su cuadernito, rindo, rindose todiño el loko terrorista<br />

en su solitário labor libertário, un diós que pregase la<br />

anarquia para atingir el zen en la literatura, devolviendo<br />

su propio senso al mundo – mesmo que un senso<br />

mico. Esto observé de mi barca, mirando las piedras<br />

que pareciam gigantescas cobras, tortugas, peces, y el<br />

mar parecia el ciel, y el ciel parecia las montañas, y cada<br />

una desas cosas parecian símbolos de la civilización<br />

Tayrona... acá cada cosa quer dizer otra cosa.<br />

– Hace tiempo, Agente Stein –, mandó con su voz de<br />

tronco seco.<br />

– Hace tiempo, Agente Glass! Gran idea, jamás hé<br />

pensado en la ecologia sexual <strong>com</strong>o terrorismo político<br />

–, y andé hasta la canga de caballo con mi mano en<br />

el culo, con miedo de ser violado por <strong>um</strong> robonobo,<br />

mi mamá nunca me perdonaria, papito.<br />

Abrazamonos y el Agente Glass me ofereció un cachimbito.<br />

– Te acuesta al sol un poco, hombre. Mira! El ópio lo<strong>com</strong>biano<br />

és el mas relax del mundo –, y me estendió<br />

el fuego.<br />

Poco antes de tragar pensé en mostrar, <strong>com</strong>o un aluno<br />

estudioso, el librito de palabras cruzadas donde<br />

todo estava <strong>com</strong>pleto – minos la contesta para “Par-<br />

Si de un lado el goberno notava un padrón en el gás que<br />

matava solo h<strong>um</strong>anos y no afectava animales, jo, entre una<br />

r<strong>um</strong>ba y otra, imaginava el proximo paso del ensandecido<br />

Agente Seymour Glass.<br />

que donde se localiza Sierra Nevada de Santa Marta”:<br />

el Tayrona. Ni Jack Sparrow ni españoles imaginarian<br />

su Eldorado devastado por monos herosexômanos<br />

anestesiados en un toreo tántrico.<br />

Tragué el ópio y, tras olor de flores y amendoas y manos<br />

del viento, me recuerdo del Agente fejar el cuadierno y<br />

salir a pescar unas piedritas volcánicas; juntó sus cosas,<br />

guardó na canga y caminó lento sobre los lilases del<br />

Caribe. La trilha sonora en mi cabeza era mambo chocolate<br />

cuando empezé a cuentar el ritmo de las ondas.<br />

Series de tres, cinco, nove, cuatro. Tres, cinco, nove, cuatro.<br />

Un padrón. Todo quer dizer otra cosa. Mas fue nessa<br />

hora, cuando ja estaba cuase achando buena una bonoba,<br />

que jo mesmo <strong>com</strong>enzé a levitar.<br />

Ronaldo Bressane é jornalista e escritor. Publicou, entre<br />

outros, a trilogia de contos A Outra Comédia, entre 1999 e<br />

2003. Mantém o blog Impostor (impostor.wordpress.<strong>com</strong>).<br />

40 Continu<strong>um</strong> Itaú Cultural Participe <strong>com</strong> <strong>sua</strong>s ideias 41

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!