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ANDRES BISONNI MI AMADO ESPIRITU SANTO (1) (1)

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Con lágrimas en los ojos, la mujer dijo que quería entregar su vida a

Jesús. Tomé sus dos manos y la guié en una oración para recibir a

Jesús. Para mi sorpresa, cuando dijo: "Amén", comenzó a temblar

violentamente y cayó al suelo; su cuerpo comenzó a retorcerse y

girar, y ella comenzó a gruñir.

Cuando la miré a los ojos, eran una colina de maldad y odio. Sabía

que era un espíritu demoníaco que se manifestaba en ella, así que

dije: "¡En el nombre de Jesús, sal de ella!" El espíritu maligno me

habló con voz gruesa y dijo: "¡No!" En el nombre de Jesús, até al

espíritu maligno. Cuando la mujer volvió a sus cabales, le pregunté

si había algún pecado específico que necesitaba confesar al Señor, y

si había alguien a quien necesitaba perdonar. Ella confesó que estaba

usando drogas ilegales y que necesitaba perdonar a su padre. Esa

noche, tomó la decisión de perdonar a su padre y renunciar a las

drogas. Cuando oramos de nuevo, el espíritu maligno intentó

manifestarse una vez más. Pero esta vez cuando le ordené que se

fuera, ella asintió y comenzó a toser y vomitar cuando el espíritu

maligno la abandonó.

Fue entregada, y cuando oramos para que ella se llenara del Espíritu

Santo, volvió a caer bajo el poder de Dios. Pero esta canción,

pudimos ver una paz abrumadora en su rostro. Cuando se levantó,

era totalmente libre. Su padre acababa de llegar para ver qué había

pasado; ella abrazó a linn y lloraron juntos.

Cuando nos estábamos volviendo para irnos, los paramédicos, que

vieron todo lo que había sucedido, me pidieron que fuera a la

ambulancia para rezar también por la joven. Entré en la ambulancia

y le dije que el Señor le estaba dando una segunda oportunidad. Con

lágrimas en los ojos, decidió recibir a Jesús en su corazón. Luego

recé para que se curara su pie, y ella me dijo que todo el dolor había

dejado su pie. Al día siguiente era domingo, y en el servicio de la

mañana, los dos primeros en llegar al altar fueron la mujer y su hija.

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