ultimo... lo nuevo, lo ultimo... lo nuevo, lo ultimo... lo ... - Marcelo Burlon
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MARCELo<br />
BURLoN<br />
Parece que todo el mundo necesita la visión y opinión de Marce<strong>lo</strong>. Desde Hong Kong<br />
hasta Los Angeles, no importa dónde estés, seguramente <strong>lo</strong> nombrás y la gente <strong>lo</strong> conoce.<br />
Es una persona que parece tener miles adentro de una. El New York Times le dedicó un<br />
video, es consultor de moda, b<strong>lo</strong>gger, PR y estilista; es videasta, es el creador de la fiesta<br />
internacional Pink is Punk, es dj, music designer y director creativo, pero por sobre<br />
todo es argentino: es un orgul<strong>lo</strong> patagónico, nacido en El Bolsón, lugar clave que iluminó<br />
esa gran cabeza. Sin exagerar, <strong>lo</strong> llaman “el Alcalde de Milán” y acaba de dirigir el video<br />
“La Sinfonía de Hong Kong” para la marca de productos de lujo Lane Crawford. Vivo con<br />
mucha alegría hacerle esta entrevista a Marce<strong>lo</strong> porque es un gran amigo. Un tipo sin<br />
prejuicios, que propaga buena onda y energía positiva y, por sobre todo, doy fe que <strong>lo</strong> que<br />
hace contiene un grado de seriedad que realmente sorprende.<br />
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TEXTO Jessica trosman<br />
Jessica: ¡Hola, amigo! ¿Cómo estás? Contame un poco de tu<br />
infancia, de tu pueb<strong>lo</strong>, tus raíces, Olga, Aluminé...<br />
Marce<strong>lo</strong>: Nacer y crecer en El Bolsón determinó muchas cosas de<br />
mi carácter y personalidad. Soy descendiente de libaneses radicados<br />
en la Comarca Andina a principios de <strong>lo</strong>s años 30, una familia de<br />
comerciantes. Mi madre, Olga Nasif, fue pionera del turismo en la<br />
zona del norte de la Patagonia. Mi padre, Gianfranco Bur<strong>lo</strong>n, nacido<br />
y criado en Italia, era hijo de un sastre, porteño de adopción desde<br />
<strong>lo</strong>s 13 años, tornero y comerciante. Mis padres tenían una agencia<br />
de viajes, Pulmari Turismo, la primera en El Bolsón, una tintorería,<br />
Mayama, y un kiosco fundado por don Antonio Nasif, mi abue<strong>lo</strong>,<br />
el turco. Mi infancia fue algo especial: crecí entre montañas y ríos,<br />
carreras de ski, cursos de natación en la cascada del Mallín Ahogado<br />
y <strong>lo</strong>s sábados, obviamente, la feria hippie. Los hippies, que tanto<br />
condicionaron mi crecimiento, mis ganas de ser uno de el<strong>lo</strong>s. Mi<br />
compañera desde primero hasta séptimo grado y amiga de toda la<br />
vida Aluminé Honik (hija del doctor del pueb<strong>lo</strong> que ayudó a mi<br />
madre en mi nacimiento e hija de hippies) no quería saber de nada<br />
con eso. Para mí era un sueño, una revelación absoluta, pero ella era<br />
“la hippie” del pueb<strong>lo</strong> y mis compañeros de escuela le hacían la vida<br />
imposible. Yo obviamente la defendía, pero cada tanto me dejaba<br />
llevar por <strong>lo</strong> que decían <strong>lo</strong>s otros. Con Aluminé, después de tantos<br />
años, seguimos siendo más amigos que nunca. Ella es un punto de<br />
referencia muy importante en mi vida. Estamos intentando constru-<br />
ir juntos un puente entre Europa y El Bolsón, turismo de calidad.<br />
En unos meses les voy a contar más sobre este gran proyecto.<br />
¿Cómo fueron tus primeros pasos en Italia y después en Milán?<br />
Llegué a <strong>lo</strong>s 14 años. Mis viejos tenían amigos en el centro de Italia<br />
y nos mudamos directamente ahí, a un pueblito de la costa del mar<br />
Adriático. Habíamos cruzado el charco, fue muy entusiasmante el<br />
cambio, pero fue justo cuanto yo estaba creciendo, entendiendo<br />
mi sexualidad, justo cuando uno pasa de la niñez a la pubertad. Un<br />
momento difícil. Pasamos de tener una vida re privilegiada a tener<br />
que laburar como <strong>lo</strong>cos cada integrante de mi familia. Habiendo<br />
estudiado poco y nada, a <strong>lo</strong>s 15 empecé a laburar en una fábrica con<br />
mi vieja, despertándome a las 4 de la madrugada para ir a trabajar<br />
en una motito hecha polvo. Nieve, viento, frío… Después de un<br />
par de meses, empecé a ir a bailar <strong>lo</strong>s domingos por la tarde a un<br />
club que en <strong>lo</strong>s 90 era muy famoso en Italia y quedaba nada más<br />
que a 20 km de donde vivía, el Aqva Disco Village. Cada weekend<br />
hacía dedo para ir a bailar, hasta que un día la RRPP me preguntó<br />
si quería trabajar con el<strong>lo</strong>s. Al poco tiempo me vi trabajando viernes,<br />
sábados y domingos. Así fue como empecé a ganar plata. Mi<br />
padre era un poco severo en esa época y no quería que comenzara a<br />
40 arte<br />
MARCELO BURLON ENTERPRISE • Press Review • March 2012<br />
trabajar en boliches por todo <strong>lo</strong> que traía aparejado ese esti<strong>lo</strong> de vida<br />
y por el miedo a las drogas. Por suerte, mi hermano Gianni fue el<br />
que convenció a mi viejo para que me dejara hacer <strong>lo</strong> que quería,<br />
y así fue. Empecé a ganar buen dinero, dejé la fábrica y me volví<br />
un personaje de todo el centro de Italia. Era la imagen del club<br />
más importante y trendy de <strong>lo</strong>s 90. Vestíamos Junior Gaultier y nos<br />
teñíamos el pe<strong>lo</strong> de todos <strong>lo</strong>s co<strong>lo</strong>res. Caminábamos en plataformas<br />
altas de 25 centímetros. Tomábamos éxtasis y algún que otro ácido.<br />
Viví <strong>lo</strong>s años 90 a full, viajando por toda Italia, yendo a trabajar<br />
de club en club, era MC y estudiaba canto. Después de unos años<br />
de no haber realmente construido nada, mi madre me invitó a una<br />
reunión budista. Desde ese momento comencé a practicar la religión<br />
de la Soka Gakkai, dejé las drogas y fue un darme cuenta de<br />
<strong>lo</strong> poco construido ¡y de <strong>lo</strong> mucho que me había divertido! Había<br />
llegado el momento de dejar la provincia y partir hacia Milán. Al<br />
principio trabajaba como mode<strong>lo</strong>, era la cara rara del momento,<br />
con el pe<strong>lo</strong> teñido de rubio que a fines de <strong>lo</strong>s 90 era tendencia. Los<br />
fines de semana volvía a mi pueb<strong>lo</strong> para seguir facturando en esos<br />
boliches que me habían dado una cierta fama y seguían pagando<br />
buenas liras que ayudaban a poder bancarme. Hasta que un día en<br />
Milán organicé una fiesta en mi casa y fue una revelación total:<br />
había 100 invitados, parecía Studio 54, gente de toda clase, era un<br />
carnaval. Esa noche se me presentó un hombre de unos 35 años, era<br />
el RRPP que organizaba las fiestas más importantes de Milán. La<br />
organización se llamaba Primo Piano Gallery y me contrató para<br />
gerenciar la puerta de una fiesta llamada Jetlag. Era la fiesta más<br />
importante de Milán, era el año 1998 y yo entraba a ser parte de un<br />
momento histórico de la ciudad. Yo era el door selector y, frente a<br />
mí, en la fila te encontrabas con David LaChapelle, Róisín Murphy,<br />
Domenico Dolce, Stefano Gabbana, Dries van Noten, Martin<br />
Margiela (sin que nadie supiera que era él)… Así, atraje el interés de<br />
algunos diseñadores y otros PR’s y me propusieron ser el director de<br />
las relaciones públicas de una marca de sneakers cool llamada Nose,<br />
del hermano de Fornarina. Yo ya había hecho tres campañas como<br />
mode<strong>lo</strong> que empapelaban las vidrieras del mundo y miles de revistas.<br />
Este fue el punto de partida, donde empiezo a ser parte de un sistema<br />
diurno de la moda.<br />
Al poco tiempo, una amiga me presenta a un chico que recién había<br />
llegado a Milán, que venía de Londres, era italiano y se lla-<br />
maba Riccardo Tisci. Rápidamente nos hicimos íntimos amigos,<br />
compartimos muchos momentos emocionantes y miles de experiencias,<br />
l<strong>lo</strong>rábamos y reíamos juntos. Riccardo había terminado<br />
el Saint Martins School con el títu<strong>lo</strong> de diseñador y tenía la<br />
aspiración de ser parte de la historia de la moda. Yo comencé a