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habitat rupestre.pdf - Società Friulana di Archeologia

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A. Torres Barchino, J. Serra Lluch, A. García Codoñer, J. Llopis Verdú, I. de la Torre FornésEn las ciudades antiguas este color del territorio se trasladaba a laarquitectura, bien me<strong>di</strong>ante el uso <strong>di</strong>recto de materiales del lugar,bien me<strong>di</strong>ante las correspon<strong>di</strong>entes transformaciones técnicas quepermitían utilizarlo para pigmentar los morteros de revestimientode las e<strong>di</strong>ficaciones. No en vano, la denominación de muchos pigmentostra<strong>di</strong>cionales los vincula con una geografía concreta: Amarillode Nápoles, Tierra de Siena, Verde de Verona, etc.El Botánico Cavanilles describe a finales del s. XVIII los coloresdel paisaje de Bocairent, localidad donde se ubican las conocidascomo covetes dels moros 2 . Su texto es interesante porque pone enevidencia que las costumbres culturales de éste pueblo están íntimamentevinculadas a los recursos naturales de su espacio físicoinme<strong>di</strong>ato: “La tierra del valle, (…) por lo común es gredosa, deun blanco obscuro, y tan dura á un pie de profun<strong>di</strong>dad, que parecepiedra: en partes es arenisca roxa. La Providencia puso una cerca dela otra para que pu<strong>di</strong>esen mejorarse, mezclándose como se practicacon inteligencia por aquellos labradores. (…) Las [peñas] de otromonte contiguo son muy blandas y granugientas, que á pocos golpesse reducen a polvo grueso excelente para mezclarlo con cal y hacermortero. (…) Los montes restantes hacia el norte, aunque todos calizos,varían en color y dureza: hay peñas roxas que reciben muy bienel pulimento; y mármoles finamente puntuados de gris y roxo, conotros amarillentos con puntos colorados muy finos.”El color interior de las covetes dels moros es el de la roca desnuda,caracterizada geológicamente por la presencia de biomicritas conintraclastos negros y calcarenitas, es decir piedras calizas con restosfósiles, fáciles de excavar. A pesar de las <strong>di</strong>ficultades para sudatación, las evidencias arqueológicas parecen demostrar que estascuevas fueron realizadas en época andalusí (hispano-árabe, s. X-XI),y posiblemente servían como graneros o almacenes, siguiendo unmodelo trasladado del norte de África (los tazaghin del alto Atlas,por ejemplo). 3 El hecho de no haber estado habitadas permite explicarque no se trataran superficialmente con ningún acabado.En época de Cavanilles, sin embargo, ya existía una tra<strong>di</strong>ción deme<strong>di</strong>o siglo de arquitecturas subterráneas habitadas. Hay unanimidadentre los especialistas en ubicar el inicio de la ocupación decuevas en pueblos modernos a me<strong>di</strong>ados del s. XVIII, lo que se demuestrapor la ausencia de menciones al hábitat troglodítico en textosanteriores al s. XVII (como las Relaciones de Felipe II de finesdel XVI), mientras que sí que hay una profusión de noticias sobreellas en las relaciones y catastros del s. XVIII: Tomás López, Marquésde la Ensenada, Larruga, y posteriormente los Diccionarios deMadoz y Miñano.“Estas viviendas subterráneas proliferaron a la par que los aumentosde población desde el siglo XVII, constituyendo una soluciónbarata para los más pobres: los “cueveros”; pero nunca significaronuna alternativa a la arquitectura elevada sobre el suelo, sino quefueron un reme<strong>di</strong>o ante la escasez de recursos de muchos de sus habitantes.No hay que tomar, por tanto, la cueva-vivienda como unaadaptación al me<strong>di</strong>o per se, sino como una solución coyuntural alalcance de la mano, utilizada en los momentos de auge demográficopor la gente con menos recursos, tal como ocurrió en los años 20 y30, hasta la posguerra y la emigración a Francia y Alemania, quedejó definitivamente vacías las cuevas”. 4Las cuevas del Barrio de la Torre en Paterna son un ejemplo deestas viviendas excavadas que dan respuesta a un momento socialde escasez y en el que sí que encontramos las superficies del terrenorecubiertas con cal. Una solución cromática económica y funcionalpara aquellas arquitecturas destinadas a la habitación humana.El blanco de la calEl estado actual de la mayor parte de la arquitectura excavada dellevante español que ha sido habitada, a excepción de los abrigos naturalesocupados en periodos prehistóricos, se encuentra coloreadade blanco con cal, una técnica constructiva que se remonta a tiemposlejanos en la historia de la arquitectura. De hecho, el castellanomantiene dos términos de origen etimológico <strong>di</strong>verso para designarprocesos constructivos relacionados con la cubrición de las superficiescon cal. Así, enjalbelgar es una palabra latina (exalbicāre)sinónimo de encalar y supone blanquear las paredes con cal, mientrasque jaharrar proviene del árabe hispánico (ǧayyár) y denota lacubrición de un paramento con mortero de cal. La tra<strong>di</strong>ción de la calnos viene de ambas corrientes culturales.La cal es un material de construcción que se obtiene de manerasencilla al cocer la piedra caliza presente en la naturaleza. La calasí obtenida se denomina cal viva y resulta altamente corrosiva, demodo que requiere ser hidratada para obtener cal apagada en unproceso que libera gran cantidad de calor. La tecnología necesariapara obtener cal es económica y se cree que fue desarrollada porlos romanos alrededor del 300 A.C. De nuevo, cultura, territorio,materiales y colores, nos hablan de una vinculación tan estrechacomo elemental.La cal empleada como aglomerante en la fabricación de enlucidostiene la propiedad de ser muy resistentes y a su vez permitir la transpiraciónde la humedad del soporte. La cal apagada reacciona conel <strong>di</strong>óxido de carbono del aire para retornar a piedra caliza en unproceso de endurecimiento que puede tardar hasta tres años depen<strong>di</strong>endode las con<strong>di</strong>ciones climáticas.El propio Vitrubio advertía de las ventajas de un buen revoco paraasegurar la duración del enlucido. Primero se efectuaba el entesado,procurando que la superficie quedase áspera y rasposa; sobreesta trullisatio se añadían tres capas de arenado y otras tres deestuco de mortero de cal y grano de mármol bien batido, que permitíaque el color de la pintura tuviera lustre y persistencia. En lasviviendas con piso de tierra, desde el pavimento hasta una alturade tres pies, en vez de arenado se hacia un rodapié o trullisatiocon mezcla de mortero y grano de ladrillo cocido. 5 Los trata<strong>di</strong>stasespañoles del s. XVIII también recomiendan jaharrar para reforzarlos muros, a lo que debe sumarse una incipiente intencionalidad estética,pues la cal no sólo deja “vistosos por igual los tesos y hoyossino también fortifi ca la fábrica”. Nos informan también de quenuestros maestros solían rematar con yeso negro o blanco o biencon una “postrer mano de cal, por faltar yeso o por impe<strong>di</strong>rlo lahumedad, en tal caso mezclarla has con piedra molida, que suelehaber en las canteras o con cal sola habiéndola tenido en aguamucho tiempo, por lo menos dos o tres meses”. 6 Alberti ya recomendabaaplicar un mínimo de tres capas de cal para favorecer lapersistencia del enlucido 7 .Es poco probable que las cuevas estu<strong>di</strong>adas <strong>di</strong>spusieran la cal pormotivos estéticos, aunque es indudable que los espacios interioresresultaban mucho más luminosos y amplios de este modo. Suponemosque tuvo más que ver con aspectos fungicidas e insecticidas,ya que se trata de alojamientos algo insalubres, con unelevado contenido de humedad y escasa ventilación. La pared detierra, sin el enlucido de cal, está sometida a un deterioro constantepor efecto de cada fricción o choque con las paredes, quefuerza un despren<strong>di</strong>miento, y que genera despren<strong>di</strong>mientos terrosos,sobre los objetos o las personas que accidentalmente tropiezancon ellas. O sea, que puede prevalecer también un imperativofuncional en el uso de la cal.La elevada alcalinidad de la cal le confiere propiedades bactericidas,motivo por el cual ha sido empleada como me<strong>di</strong>da de higieneen lugares de habitación. Un ejemplo destacado de esta práctica delencalado se produce en Valencia en el año 1.885, cuando la ciudadsufre una de las más terribles epidemias de cólera de cuantas sehabían ido suce<strong>di</strong>endo en el pasado. El ayuntamiento <strong>di</strong>spone quelos vecinos encalen sus viviendas como me<strong>di</strong>da de desinfección,proveyendo a las gentes humildes de los materiales necesarios parallevar a cabo las citadas <strong>di</strong>sposiciones. En años posteriores, y unavez superada esta situación dramática, las casas se pintarán congamas ocres para borrar de la memoria colectiva el recuerdo detan dramático suceso. Casi con toda seguridad, la finalidad de la129volumeRicerca_OK_2012-11-15.indd 129 16/11/2012 15:02:13

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