Summaries / Resúmenes - Studia Moralia

162 SILVIO BOTEROles en la iglesia que deben compenetrarse y enriquecerse recíprocamentepara el servicio del pueblo de Dios” (40).CONCLUSIÓNNo es tarea fácil ofrecer una reflexión sobre la misión delteólogo moralista hoy. Se ha intentado explicar la razón de unacierta disensión en el postconcilio entre el Magisterio y los teólogos,que ciertamente no ha beneficiado tanto al pueblo deDios.Pablo VI y Juan Pablo II, hablando a los teólogos, y otrasinstancias de la iglesia como algunas conferencias episcopales,como la Comisión Teológica Internacional, pusieron de presenteque Magisterio y Teología son dos funciones diversas de laiglesia, pero que deben complementarse: el pastor necesita delteólogo y éste necesita también del pastor.Acerca de la figura del teólogo (dogmático) hay mucha literatura;en cambio, en torno a la figura del teólogo moralistaexiste muy poca. Juan Pablo II en la encíclica Veritatis splendor(109-114) ofreció elementos claves para estructurar lo que debeser la misión del teólogo moralista: una comprensión cada vezmás profunda de la palabra de Dios, en estrecha relación con elMagisterio, que se especifique como “reflexión científica sobreel Evangelio como don y mandamiento de vida nueva sobre lavida según la verdad en el amor”.Mirando de cerca la persona y la obra teológico-moral de S.Alfonso M. De Liguori –Patrono de los Moralistas- aparecenunos presupuestos que pueden ayudar a estructurar la teologíamoral postconciliar (Dios-Amor, la persona humana y la sabiaintegración de la ‘ortodoxia’ con la ‘ortopraxis’); igualmente,sugiere unas actitudes claves como son el espíritu de oración, elestudio asiduo y la acción pastoral. Una reflexión teólógicomoralque no se oriente a la salvación del hombre no tienerazón de ser.El Magisterio eclesial reconoce al teólogo una cierta autonomíay libertad, que no debe confundirse con la arbitrariedad.Una justa fidelidad a la Revelación Cristiana, al Magisterio dela iglesia y al pueblo de Dios exige del teólogo un gran sentidode responsabilidad, porque su tarea es una misión al servicio dela verdad y del pueblo de Dios.