Summaries / Resúmenes - Studia Moralia

LA DEI VERBUM, UNA CONSTITUCIÓN CLAVE PARA LA COMPRENSÓN DEL CONC. VAT. II 241sido al principio. ¿Cómo podría haber quedado, por ejemplo, laLG? Son preguntas ya puramente imaginarias.A nosotros nos queda el privilegio de poder leer la DV en elpuesto que le corresponde: al principio de los documentos conciliares,como clave de comprensión de todos ellos. De la Const.DV se puede afirmar, con plena razón, lo que Pablo VI decía detodo el concilio: que debía considerarse como “aradura querasga la tierra”, a la que debería seguir “la siembra ordenada ypositiva”. La “aradura” connota la acción de penetrar dandovuelta a la tierra para que, mientras la ya árida y estéril de lasuperficie desciende a la profundidad para reconquistar lafecundidad perdida, la profunda emerja en la superficie parasobre ella realizar la siembra 69 . La DV ha tratado de penetrar enlo profundo, de conectar con el principio auténtico de la revelacióny de la fe, con el Logos encarnado. Esa conexión con la“fuente” es la que permite lanzar una mirada hermenéuticamenteválida sobre todo el Concilio, para captar su espíritu, yaque, como decía Pablo VI al final del mismo, “desde ahora“aggiornamento” querrá decir “penetración inteligente del espíritudel Concilio” 70 .Esto impone el deber de conocer siempre mejor la DV y, conla DV, la Sagrada Escritura, que constituye su centro, para queésta sea realmente el “alma” de la vida de la Iglesia, particularmente“el alma de la teología” 71 . Estudiar y conocer. Nos lamentamosfrecuentemente de que los estudiantes de teología actualesapenas sienten interés por los estudios bíblicos. Puede habercausas internas, las mismas que esgrimieron los opositores de laDV durante su redacción y que ahora quieren hacer valer en elmomento de su recepción 72 ; pero hay también otras razones deorden más general, como el particular atractivo de los temas deperiferia, y por tanto, la preferencia por los mismos frente a los69PAULO VI, Insegnamenti, ib 631. Conviene recordar que la homilía fueleída en latín, que habla de “arationem solum proscindentem”.70PAULO VI, Insegamenti, Ib. 63871DV 24. La expresión se encuentra ya en León XIII, Providentissimus(EB 114) y en Benedicto XIV Spiritus Paraclitus (EB 483).72Cf. D. MENOZZI, “L’opposition au Concile”, en G. ALBERIGO – J.-P. JOSSUA(Eds), La réception de Vatican II, o.c., 429-457.