Summaries / Resúmenes - Studia Moralia

LA DEI VERBUM, UNA CONSTITUCIÓN CLAVE PARA LA COMPRENSÓN DEL CONC. VAT. II 237vífica: desde su manifestación (revelación) a su transmisión(Escritura-tradición) e intepretación vital por parte de la Iglesia(exegetas, magisterio, fieles).En este contexto se comprende fácilmente el reconocimientopleno de la labor de los exegetas en orden a penetrar y exponerel sentido de la Sagrada Escritura, para que con dicho estudio(quasi praeparato studio) pueda madurar (maturetur) el juicio dela Iglesia 61 . El trabajo científico de los exegetas recibe aquí elmayor título de reconocimiento: contribuir a que madure el juiciode la Iglesia. La Iglesia, por tanto, al emitir su juicio “autoritativo”no podrá menos de mirar en forma “agradecida” a quieneshan sido colaboradores activos en el proceso de gestacióndel mismo.III. LOS DOCUMENTOS CONCILIARES A LA LUZ DE LA DEI VERBUMLa historia de la exégesis católica, sobre todo en los últimoscien años, ha estado marcada por la tensión. Basta consultar elEnchiridium Biblicum. La tensión marcó también la redacciónde la DV en la fase preconciliar y conciliar, y esa misma tensiónsigue subyacente en la época de recepción post-conciliar. Sinembargo, la DV ofrece elementos suficientes para superar cualquiertipo de monólogo, generador de tensión, al presentar laPalabra de Dios como llamada al diálogo y a la comunión 62 . Diosentró en contacto con el hombre desde la creación, pero lo hizosobre todo cuando la Palabra penetró entitativamente en lahumanidad, para escuchar desde el interior mismo de la humanidadlas palabras inarticuladas del dolor y de la angustia, de laansiedad y de la esperanza (GS 1) y darles respuesta.El misterio de Dios es el misterio de un Dios que se resiste aestar sólo; por eso se hace Palabra: expresión, llamada, diálogo.Este es el Leitmotiv de la Cons. Dei Verbum, y éste pensamos quesea el hilo conductor que guió a los Padres conciliares en la61Sobre el tema de la “maduración” del juicio de la iglesia, ver M.STOWASSER, “Damit das Urteil der Kirche reife”, Theologische Quartalschrift175 (1995) 202-214.62De deposito fidei pure custodiendo, n. 17, nt 1. a.c., 51.