Summaries / Resúmenes - Studia Moralia

234 LORENZO ALVAREZ VERDESmarco de transmisión que abre las puertas al proceso de investigacióndiacrónico. Pero, esto lo hace con una “Vorverständnis”,es decir, desde una fe consciente y vivida de su pertenenciaal pueblo elegido, y, por tanto, con la convicción de contar conlas promesas de Dios, promesas que el creyente del NT verá realizadasen Cristo.Este es el “Espíritu con que fue escrita” la Biblia, Espírituque, por haber actuado en los hagiógrafos, planea como “horizontede comprensión” sobre todos los escritos inspirados. Es elprincipio de “unidad de comprensión de toda la Escritura” que,en términos de fe, corresponde a lo que la DV 12c llama “analogíade la fe”. La aproximación, pues, a la intención del autorconlleva la aproximación simultánea a su horizonte de comprensiónintegral, explícito o implícito. Creemos justo insistir enque el texto a lo largo de la “tradición” se ha enriquecido connuevos horizontes de comprensión que deben ser críticamentevalorados. En lo que ya no estaríamos de acuerdo es en que lahermenéutica del texto deba limitarse al estudio de los lectoreshistóricos, como productores de sentido, mientras se margina al“autor” en diálogo con los primeros lectores, como parece suponerH.G. Gadamer.Este carácter orgánico de la Sagrada Escritura alcanza lavida entera del texto, desde que sale de la pluma del hagiógrafohasta que, tras un largo fluir vital a través de la tradición, llegahasta nosotros, los lectores de hoy. Estos lectores pueden acercarseal texto bíblico como individuos que leen, meditan y contemplanla Palabra de Dios, o como expertos que estudian demodo sistemático los textos, o finalmente como representantesautorizados de la Iglesia, organismo vital en el que la Palabraviva de Dios se encarna, se expande y genera nueva vida.Una hermenéutica en sintonía con la doctrina de la DV esnecesariamente integradora y dialogante. Por eso consideramosinadecuadas las posturas hermenéuticas que elevan la diferenciaa contradicción o negación. Aquí incluimos evidentemente lasposturas nihilistas de J. Derrida con su teoría de la “deconstrucción”de lo que él llama “un texto sin voz” 53 , o de un R. Barthes53J. DERRIDA, Marges – De la philosophie, Éd. de Minuit, Paris 1972, 25.29.