Summaries / Resúmenes - Studia Moralia

NUEVOS PRINCIPIOS MORALES EN ÉTICA CONYUGAL 403Juan Pablo II en su carta encíclica Veritatis Splendor (6Agosto 1.993) expresó la necesidad de “buscar y encontrar la formulaciónde las normas morales universales y permanentes másadecuada a los diversos contextos culturales, más capaz deexpresar incesantemente la actualidad histórica y hacer comprendere interpretar auténticamente la verdad” (53).Son diversas las razones que se pueden aducir para justificarla necesidad de unos nuevos principios técnicos. La parejahumana necesita más que antes de una guía que la oriente enmedio de la sociedad permisivista en que se encuentra.Entre los principios nuevos que plantea la ética postconciliarse pueden enunciar estos: el principio de ‘totalidad’, el principiode ‘gradualidad’, el principio del ‘valor prevalente’ y el principiodel ‘mal menor’.El principio de “totalidad”Se atribuye el origen de este principio a Pio XII quien endiversas ocasiones (al menos en cinco oportunidades) 5 dirigiéndosea profesionales de la medicina y del derecho, se refirió al‘principio de totalidad’. El motivo que hizo que el Papa intuyeraeste principio de ‘totalidad’, a juicio de Martín Nolan 6 , estuvo enla pretensión del Tercer Reich de hacer prevalecer el interés delestado sobre la vida e integridad de los individuos.Una de las formulaciones del principio de ‘totalidad’ enlabios de Pio XII es ésta: “a la subordinación de los órganos particularesal organismo y a su finalidad, se ha de añadir la subordinacióndel organismo a la finalidad espiritual de la personamisma. Algunos experimentos médicos de naturaleza física o5Cfr. Pio XII al Congreso de Histopatología (13 Sept. 1.952), alCongreso de Urología (8 Octr. 1.953), a la VIII Asamblea de la AsociaciónMédica Mundial (30 Sept. 1.954), a los donadores de córnea (14 de Mayo1.956), al Congreso Internacional de Neuro-psico-farmacología (9 de Sept.1958).6Cfr. Martín NOLAN, “El principio de totalidad en teología moral” enPrincipios absolutos en Teología Moral?, dirigido por Ch. E. Curran, SalTerrae, Santander 1.970, 237.