Poste Italiane SpA - Sped. in abb. post. - DL 353/2003 (conv. in L. 27 ...

APPROFONDIMENTI
Il servo di Abramo incontra Rebecca al pozzo - Mosaico 1180 circa - Duomo di Monreale - Sicilia
tiene el derecho, se la pide. La bendición
sin embargo no es dominio del
otro porque no humilla a nadie, da
señorío, llena de gratitud hacia el padre
y hacia la madre, eleva a guía de
los hermanos.
Todo esto es posible porque en
la bendición el protagonista no es el
hombre, sino Dios. Después de una
crisis, cuando todo se soluciona, ya no
es solo un equilibrio, es mucho más,
es una verdadera bendición, que nos
lleva hacia una profundidad desconocida,
íntimamente personal.
Rebeca pudo salvar a Jacob y también
ser ocasión de salvación para
Esaú, porque manifestó su desesperación
a Isaac y le pidió consuelo (27,46):
plenamente consciente de lo que había
hecho y temiendo una tragedia se
sobrepuso a su orgullo y también al
sentimiento de culpa y pidió ayuda
a su marido, no obstante haberlo engañado.
Llevar el dolor, la culpa ante la persona
que se ha herido es el primer paso
del perdón cristiano, cuya grandeza
se alcanza sólo si se logra pedir. Pues
quien consuela dona vida, pero poco
a poco la reconquista, ya sea a través
de uno mismo o a través de la relación
con los demás.
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