AAS 80 - La Santa Sede
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1610 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros ». 28 Cristo nos ha abierto las puertas del cielo. El es el primogénito de los muertos y el primero de los que resucitan. La Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo, tiene ya.su Cabeza en el cielo y, con Cristo, están ya muchos de sus miembros. Es la Iglesia triunfante, descrita por San Juan en el Apocalipsis : « Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo. (...) Esta es la morada de Dios con los hombres : acampará entre ellos. Ellos serán su pueblo y Dios estará con ellos )). 29 Allí, gozando de la visión de Dios, están todos los que abandonaron « el anterior modo de vivir », 30 de que nos habla San Pablo y que han seguido su consejo : (( Dejad que el Espíritu renueve vuestra mentalidad, y vestios de la nueva condición humana, creada a imagen de Dios : justicia y santidad verdaderas ». 31 Allí están todos aquellos a los que el Señor, como justo Juez, dirá : . 32 Todos aquellos que han seguido el « angosto camino que lleva a la Vida », 33 desechando (( la entrada ancha y el camino espacioso que lleva a la perdición )). 34 11. Entre todos los que gozan ya de la visión de Dios, la Iglesia canoniza a algunos, proponiéndolos como modelos de santidad para todos los cristianos. Cada vez que esto ocurre, toda la Iglesia se llena de alegría porque uno de sus hijos ha conseguido el premio prometido por Cristo. Siempre que esto ocurre, cada cristiano se llena de esperanza, porque un hermano suyo —con todas las limita- 2í Ibid. 14, 2-3. 2 ' Ap 21, 2-3. 30 Ef 4, 22. 31 Ibid. 4, 24. 32 Mí 25, 34. 33 Ibid. 7, 14. 34 Ibid. 7, 13.
Acta Ioannis Pauli Pp. II 1611 ciones de la naturaleza humana,— ha « llegado a la meta en la carrera », 35 ha « conservado la fe )). 36 Esta canonización de tres mártires jesuitas es también un motivo de sano orgullo para toda la Compañía de Jesús. Roque González se encuentra entre los primeros jesuitas del Nuevo Continente, y Alfonso Rodríguez y Juan del Castillo pertenecen a aquel grupo de hombres generosos que, respondiendo a la llamada de Jesús para incorporarse a su Compañía, llevaron a Cristo por todo el mundo. 12. « ¡ Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra ! ». 37 La Virgen es, para nosotros, modelo de santidad. San Roque González de Santa Cruz, san Alfonso Rodríguez y san Juan del Castillo, como san Ignacio de Loyola y san Francisco Javier, fueron ejemplo de ferviente devoción a la Santísima Virgen —a la que invocaban como Virgen Conquistadora— en su anhelo por conquistar almas para Dios. La fe de vuestro pueblo y el celo de los primeros evangelizadores han dejado un elocuente testimonio de devoción a María en la multitud de advocaciones marianas que pueblan vuestra geografía y las regiones limítrofes. Sin aquella acendrada piedad y prácticas marianas, particularmente el rezo del Santo Rosario, no hubieran sido tan abundantes los frutos apostólicos por los que hoy damos gracias a Dios. Que la intercesión de la Virgen de los Milagros de Caacupé nos obtenga la fidelidad a su Hijo para que, finalmente, todos entremos en la nueva Jerusalén, donde ya « no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor ». 38 « Vi la ciudad santa », 39 «la morada de Dios con los hombres (...) Ellos serán su pueblo y Dios estará con ellos w. 40 (( Un cielo nuevo y una tierra nueva », 41 (( porque el primer mundo ha pasado )). 42 Así sea. * * # 35 2 Tim 4, 7. 36 Ibid. 37 Sal 8, 2. 38 Ap 21, 4. 39 Ibid. 21, 2. 40 Ibid. 21, 3. 41 Ibid. 21, 1. 42 Ibid 21, 4.
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haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo,<br />
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Cristo nos ha abierto las puertas del cielo. El es el primogénito<br />
de los muertos y el primero de los que resucitan. <strong>La</strong> Iglesia, Cuerpo<br />
Místico de Cristo, tiene ya.su Cabeza en el cielo y, con Cristo, están<br />
ya muchos de sus miembros. Es la Iglesia triunfante, descrita por<br />
San Juan en el Apocalipsis :<br />
« Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén,<br />
que descendía del cielo, enviada por Dios,<br />
arreglada como una novia que se adorna para su esposo.<br />
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Esta es la morada de Dios con los hombres :<br />
acampará entre ellos.<br />
Ellos serán su pueblo<br />
y Dios estará con ellos )). 29<br />
Allí, gozando de la visión de Dios, están todos los que abandonaron<br />
« el anterior modo de vivir », 30 de que nos habla San Pablo y que<br />
han seguido su consejo : (( Dejad que el Espíritu renueve vuestra<br />
mentalidad, y vestios de la nueva condición humana, creada a imagen<br />
de Dios : justicia y santidad verdaderas ». 31 Allí están todos aquellos<br />
a los que el Señor, como justo Juez, dirá : . 32 Todos aquellos que han seguido el « angosto<br />
camino que lleva a la Vida », 33 desechando (( la entrada ancha y el<br />
camino espacioso que lleva a la perdición )). 34<br />
11. Entre todos los que gozan ya de la visión de Dios, la Iglesia<br />
canoniza a algunos, proponiéndolos como modelos de santidad para<br />
todos los cristianos. Cada vez que esto ocurre, toda la Iglesia se<br />
llena de alegría porque uno de sus hijos ha conseguido el premio<br />
prometido por Cristo. Siempre que esto ocurre, cada cristiano se<br />
llena de esperanza, porque un hermano suyo —con todas las limita-<br />
2í Ibid. 14, 2-3.<br />
2 ' Ap 21, 2-3.<br />
30 Ef 4, 22.<br />
31 Ibid. 4, 24.<br />
32 Mí 25, 34.<br />
33 Ibid. 7, 14.<br />
34 Ibid. 7, 13.