La guerre des Malouines dans les relations internationales

Annexes
General (R) D.Carlos Alberto Rey y al brigadier Mayor (R) D. Francisco Cabrera por la
Fuerza Aérea.
Página 21: Ambito geoestrategico.
El marco geográfico Atlántico Sur comprende una extensa zona costera de tres continentes
(América, África y Antártica), que encierra una de las superficies oceánicas más extensas del
mundo.
Se comunica al norte con el Atlántico Norte a través del estrechamiento situado entre la
saliente Nordestina del Brasil y la zona del cabo Blanco en África, al Este con el océano
Indico entre la saliente Sudafricana y las costas de la Princesa Ragnhild en la Antártica, y al
Oeste con el océano Pacifico a través del Pasaje de Beagle y el estrecho de Magallanes.
Página 23: Al respecto, el control de los pasos interoceanicos del Cono del Sur puede llegar a
asumir una importancia significativa en caso de un conflicto regional o mundial que pudiese
afectar al Canal de Panama, via de comunicacion maritima vital entre el Pacifico y el
Atlantico, cuyo trafico se veria asi derivado el Estrecho de Magallanes, al Canal de Beagles y
particularmente, al Pasaje Drake.
Página 38: El dia 20 marzo 1982, el presidente Galtieri recibio al Doctor Eduardo Roca,
reciememente designado embajador argentino en las Naciones Unidas. En esa audiencia,
Galtieri le comunico “la decisión de ocupar las islas en el futuro, porque no quedaba otra
salida.
Méndez Costa Nicanor, Malvinas, esta es la historia, Editorial Sudamericana S.A., Buenos
Aires, 1993. 335 paginas. Biblioteca Mitre, Buenos Aires. Côte: 214-4-96.
Una carrera dedicada, entre otras muchas cosas, a la investigación y el análisis de los
conflictos entre Gran Bretaña, y una posición clave en abril de 1982, el ministro de
Relaciones Exteriores, hacen que el punto de vista de este libro resulte de importancia
decisiva para el entendimiento de la Guerra de las Malvinas.
Página 45: A partir de la decision que el parlamento tomo al finalizar el ano 68, quedo
definida la nueva estrategica britanica: las conversaciones podían continuar, pero ellas no
deberían conducir a ningún resultado positivo. La nueva conducta británica seria esta:
prometer y prometer, nunca ofrecer nada concreto, menos aun conceder, diferir todo acuerdo,
prolongar sin termino las negociaciones. Los deseos de los isleños deben ser escuchados,
afirmaban.
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