La guerre des Malouines dans les relations internationales

Annexes
Página 14: En verdad, me resulto extrano pisar esa tierra argentina, y septiembre apresado por
un ambiente tipicamente ingles. Extraño y al mismo tiempo chocante. Porque no se trataba
solamente del idioma. El estilo de las cosas, el compartimiento humano distinto al nuestro
más sosegado, menos llamativo, me avisan que estoy en un mundo distinto. Pero si en verdad
es chocante para nuestra idiosincrasia, no podemos eludir el hecho concreto que esa es la
realidad actual de las Malvinas. Hay que aceptarla como es, si se quiere intentar una
comprensión de la totalidad del problema suscitado por el atropello británico de hacer 145
anos.
Página 28: La gente: el malvinense es un tipo humano en el que se advierte su origen
británico, la mayoría de ellos es descendiente de escoceses, con él curtís curtido por la
intemperio isleña. Las mujeres son en general guapas, de ojos azules y cabellos claros. Los
domingos van religiosamente a la iglesa. El mayor numero concurre a la catedral anglicanica,
un centenar al tempo católico y algunas decenas de feligreses adonde se oficia el rito baptista.
No vive en las islas nadie que no sea cristino.
Página 32: “Hablo del relativamente elevado standard de vida que disfruta el malvinense en
general, tanto en la capital como en el campo. Y explico:
-cada estancia provee gratuitamente de techo, carne y turba para la calefacción a su personal
da, instrucción primaria a los chicos y les funciones cinematográficas una vez más por
semana.
(Página 33) Esto es importante, enfatiza creed, porque el campo absorbe un alto porcentaje de
mano de obra, alrededor de medio millar de trabajadores rurales, empleados
fundamentalmente en las tareas de cría y esquila de ovinos.
Página 36: En las islas existe un fuerte sentimiento en favor de Gran Bretana, especialmente
entre las mujeres…. Yo se le puedo decir con seguridad porque conozco a todo el mundo,
pues soy nacida en Puerto Stanley. Queremos a la Argentina, no vaya a pensar lo contrario.
Deseamos ser buenos vecinos, visitar Buenos Aires, comerciar en mayor escalar… pero
políticamente preferimos seguir siendo británicos.
Página 37: -Conoce la Argentina?
-Si estuve cuatro veces en Buenos Aires. No estoy acostumbrada a las grandes ciudades, pero
me gusta visitar las. Me pareció muy hermosa, terriblemente extensa. Y a una isleña le cuesta
acostumbrarse a ese ritmo, diría, enloquecedor. Fíjese que mis dos hijas mayores estudiaron
nivel secundario en Montevideo y extrañaban muchísimo a esta pequeña ciudad, que es
Puerto Stanley. ¡Es que pertenecemos a una familia con cuatro generaciones malvinenses!
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