La guerre des Malouines dans les relations internationales

Annexes
pertrechos ofrecidos por Washington y otros incluidos en la lista de pedidos presentada por el
Ministerio de Defensa.
El Clarín, 4 de junio de 1982
Miret: “No negociaremos la dignidad de la Nación”. El brigadier Miret, que asesora, junto con
otros jefes militares, la gestión diplomática que se realizan en las Naciones Unidas, afirmo
que no será negociada la sangre de nuestra buena voluntad para hallar una paz justa, con
debilidad”. Aseguro que no llevaron a Nueva York “ninguna propuesta” y lamento que Pérez
de Cuellar, al informar al Consejo de Seguridad del fracaso de sus gestiones, no hubiera
explicado las causas, atribuidas a Gran Bretaña. “No negociaremos la sangre de nuestros
muertos ni la dignidad nacional”, aseguro el secretario de Planeamiento, brigadier mayor José
Miret, en el curso de una entrevista radial. Miret, que se encuentra en Nueva York, donde
asesora, junto con jefes militares del Ejército y de la Armada, a la delegación argentina que
actúa en las Naciones Unidas, pidió que “no confundan nuestra buena voluntad para hallar
una paz justa, con la debilidad, pues al algo tenemos, hemos demostrado que es firmeza. [...]
Indico que los argentinos “gozosos aceptaríamos el cese del fuego”, pero que no podemos
“cesar el fuego con la pretensión británica de que, previo a todo arreglo, retiremos nuestras
fuerzas de las islas. “Esto es inadmisible y seria entregar en la mesa de negociaciones la
sangre de nuestros muertos, por lo que jamás le vamos a hacer”, remarco el brigadier Miret.
La soberanía de Thatcher. Acerca de las opiniones que emitió anteayer la primera ministra
británica, señalo que ella “habla con la misma soberbia con que trato en toda oportunidad a
los Kelpers, a quienes ni siquiera consideré ciudadanos británicos sino simples súbditos”.
“Pretenderá seguir con ese enclave colonial de épocas ya pasadas pero no hay que ver el
resultado final”, dijo, agregando que “la Argentina ya triunfo por más que la señora Thatcher
esté dando esas muestras de soberbia” y qué “la situación de las Malvinas no volverá a ser
bajo ninguna condición, igual a la anterior al 2 de abril”. En cuanto a las declaraciones del
secretario del Estado norteamericano, expreso irónicamente “Haig demostró desde un
comienzo que era un buen amigo”, para añadir que, en realidad, “es un simple egocéntrico
que ha de querer que fracasen todas las negociaciones para que nosotros volvamos a él”.
El Clarín, 4 de junio de 1982
¡La Thatcher esta loca! “Yo soy la mujer maravilla”.
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