La guerre des Malouines dans les relations internationales

Annexes
seria larga y sangrienta y hasta leyó las mismas opiniones dadas por el vicealmirante John
Sandy Woodward en conferencia de prensa anoche, con el agregado de que el jefe militar
ansia detenerse y ceder el paso a las negociaciones diplomáticas.
El Clarín, 1 de mayo de 1982
Reagan: Argentina es el país agresor. Washington, 30. El presidente Reagan afirmo hoy que
en la disputa por las Malvinas el agresor fue la Argentina, y señalo: “el principio al que todos
debemos ajustarnos es que no se debe permitir que una agresión armada de ese tipo tenga
éxito. Reagan declaro durante el almuerzo con directores de diarios y emisoras del oeste del
país que todavía esperaba lograr una solución diplomática a la confrontación entre la
Argentina, y Gran Bretaña. “Estamos listos y ambas partes lo saben para ayudar si es
necesario”, dijo.
El Clarín, 2 de mayo de 1982
Galtieri: “confundieron prudencia con debilidad”.
Compatriotas. Las armas de la Nación han contestado hoy un nuevo acto de guerra de Gran
Bretaña en el Atlántico Sur. Han usado y siguen usando en estos momentos el fuego contra
nosotros, y les hemos respondido y responderemos con el fuego. Y esa será siempre nuestra
respuesta si el enemigo intenta convertir nuevamente en colonia la tierra argentina.
Previamente a este ataque, durante largos días y semanas enteras, se han ejercido sobre
nuestra voluntad nacional presiones inconcebibles. Se nos ha querido presentar como
agresores sangrientos, cuando la verdad por todos conocida es que al recuperar el territorio
irredento preferimos morir o matar, y Ali, en una operación militar sin precedentes, ni el
adversario ni la población malvinense sufrieron no una sola baja. [...] Se nos ha injuriado, se
nos ha calumniado y se ha empleado contra nosotros la intimidación, la amenaza, la intriga y
todas las maniobras de desprestigio imaginables. [...] Ello nos cuesta y costara seguramente
muchas vidas y perdidas materiales, pero será mucho más alto el precio que paga y pagara la
incalificable osadía del invasor que no ha atendido ningún razonamiento y que se ha cometido
el imperdonable pecado político de confundir la prudencia con la debilidad. En esta instancia
crucial, pide al pueblo de la Republica, mi pueblo, fe, coraje, y entereza para defender como
lo hicieron nuestros mayores, lo que por justicia pertenece a todas las generaciones argentinas
de ayer, de hoy y de mañana. Buenas noches”.
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