La guerre des Malouines dans les relations internationales

Annexes
conmoverán los cimientos mismos de la asociación hemisférica, y por si ello fuera poco, los
propios presupuestos del tablero internacional (de las relaciones reales de nuestro mundo
contemporáneo), quedarían agraviadas. En otras palabras, el Reino unido no esta en
condiciones de retomar su vuelo colonial de otrora. Grandes estadistas ingleses aceptaron que
el águila imperial fuera plegando sus alas al compás de las circunstancias. Salvaron, eso sí, los
intereses económicos, mediante asociaciones que esta vez, tuvieron que ser planteadas en un
nivel de mayor equidad. Lo mismo ocurre en el caso de las Malvinas. No hay en la Argentina
una actitud cerril que se cierre a la negociación. Por el contrario, existe una flexibilidad, pero
sobre la base de un reconocimiento obvio de la soberanía. Los buenos oficios de estados Haig
y sus acompañantes podrán observar en Plaza de Mayo hasta que punto la reivindicación de
las Malvinas esta decidemente sostenida por todo el pueblo son plausibles y bienvenidos, es
más: pueden aportar una nota de realismo en un panorama decidamente influido en Londres
por la debilidad del gobierno en Londres por la debilidad del gobierno conservador de la
señora Thatcher, con respecto al actual problema malvinense es apenas un detonante una
situación en que la oposición laborista y sectores de su propio partido desean una testificación
de la inflexible política económica, que ha sido repudiada incluso por los propios “maestros”
de la escuela de Chicago. De manera que el camino de la negociación, sobre presupuestos
descolonizadores es la única alternativa a los graves males que podrían devenir de la falta de
madurez con el Reino Unido esta actuando. La Argentina ha llevado a cabo un acto
comprensible tras más de 149 anos de ocupación ilegal de un fragmento de su territorio, lo ha
reconquistado, tras 17 anos de intentar vanamente que la negociación con Londres,
recomendad por las Naciones Unidas, diera el más mínimo fruto, ha dejado esa negociación,
sin perjuicio de retomarla sobre bases más claras y honorables: el archipiélago que Londres
retenía a más de 12000 kilómetros de distancia, ya no esta bajo su administración. Salió de
ella como en su momento salieron tantos otros territorios que antaño constituyeron su imperio
y que hoy ilustran el paso irreversible de la historia. Enrique Alonso.
El Clarín, 12 de abril 1982
No hay petróleo. Washington, 11. La disputa entre la Argentina y Gran Bretaña por las islas
Malvinas es “fundamente una cuestión de orgullo nacional”, afirmo hoy el secretario de
Estado asistente para Asuntos económicos y empresarios, Robert Hormata. “Es una fuerte
cuestión nacionalista por ambas partes, y creo que se desarrolla de acuerdo con ello”, dijo en
una entrevista por televisión el alto funcionario, quien paralelamente sostuvo que “no hay
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