La guerre des Malouines dans les relations internationales

Annexes
acota “la Voz del Interior”, en un campo estratégico predeterminado para restar animo de
resistencia”. Agrega el diario que “por lo general, esta táctica, tan comúnmente utilizada,
conlleva en si, un cierto conocimiento del ser humano y por lo tanto es sutil, cuidadosamente
estudiado y puesto en practica, teniendo en cuenta que no puede caer en la torpeza. Eso, al
menos, agrega el editorial, es lo que dicen los conceptos básicos de los manuales sobre esta
especialidad y que al parecer, no han sido tenidos en cuenta por los británicos”.
La Prensa, 5 de Junio 1982
La lección de ayer: no confiar en la ONU, no confiar en negociaciones y no “dejarse correr
con la vaina”. Lo que sucedió ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU y lo que resulto de
las conversaciones entre el presidente Reagan y la señora Thatcher, nos imparte una lección
que, en cierto modo, ya los hechos previos hos habían enseñado, de modo que esta más
reciente evolución de los acontecimientos no hace más que confirmar una situación conocida.
Por lo pronto ha quedado una vez más a la vista la inoperancia de las Naciones Unidas y, en
particular, de su consejo de Seguridad. Y no podría ser de otro modo, si se piensa en este
ultimo, ya que se trata de un foro en cuyo seno se cumple el famoso juego de palabras
orwelliano: los estados miembros de la ONU que lo integran son todos iguales, pero hay
algunos que son más iguales que otros. Es obvio que aquellos que están dotados del poder del
veto hacen en el Consejo lo que les da la gana. Si hay algo que vaya siquiera levemente contra
lo que creen ser sus intereses, se valen de dicho poder. Y la cuestión, por importante que sea
queda abortada.
La Prensa, 8 de Junio 1982
La Argentina se define por Patricio H. Randle. La Argentina es un país visceralmente
anticomunista. El marxismo solo ha podido penetrar en las clases medias, especialmente en
las que, de un modo u otro se sienten “intelectuales”. El resto del país, sus dirigentes, aun
cuando muchas veces actúen como “idiotas útiles”, no pueden aceptar los presupuestos
marxistas, ni neomarxista, ni mucho menos encarnarlos. Esto pudo verse palpablemente, hace
un poco tiempo, cuando Perón, en su despecho, hizo un pacto con la guerrilla. Sea porque fue
un riesgo calculado cínicamente o porque el país se difundió con sus anticuerpos, naturales, lo
cierto es que, finalmente, se impuso lo que aunque sea impropiamente se llamo el “peronismo
de derecha”, una especie, si se quiere, contradictoria, ya que no hubiera necesitado bifurcarse
si no se hubiese coqueteado con la guerrilla de entrada. Como quiera que sea, y a pesar de que
muchos de los que se proclaman campeones del Occidente cristiano sean personajes que no
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