La guerre des Malouines dans les relations internationales

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Annexes mantener largas conversaciones generalmente utilizan frases cortas en sus diálogos, manifiestan desconfianza e indiferencia ante todo extraño, características que se han acentuado desde la llegada aquí de unos 10.000 soldados argentinos. Fueron pocos los malvinenses que aceptaron ser entrevistados por este enviado especial, ya que la mayoría rehusó formular declaraciones contestando cortésmente pero en forma terminante “I don’t want to talk”. Temor. Una empleada del único supermercado de la ciudad, el “FIC West Store” que solo se identifico con el nombre de Kane, manifestó tener mucho miedo” ante la posibilidad de una gran guerra argentino-británica. “No queremos que haya una guerra tenemos mucho miedo. No sabemos que pasaría con nosotros si hay una guerra”. Contesto y luego pregunto: “¿Por qué tuvieron que traer tantos soldados? ¿Qué quieren hacer con nosotros?”. Kane utilizo algunas frases en castellano cuando fue entrevistada por este enviado y puso énfasis en destacar que ella es británica “pues mi madre y mi abuelo nacieron a la corona británica. Yo no tengo nada contra los argentinos, pero nosotros somos británicos”. La Prensa, 19 de abril 1982 Viajaran hoy al archipiélago los primeros cuatro médicos argentinos. [...] Dijo, entre otros conceptos el Doctor Rodríguez Castells que “el motivo de esta reunión es que deseaba personalmente y en compañía de los subsecretarios de mi cartera y de los delegados de las fuerzas Armadas, conocer personalmente a los primeros cuatro médicos que van a viajar pasado mañana a las Malvinas argentinas, y eso es motivo de legitimo orgulloso para nosotros. “En estos momentos, prosiguió de emoción patriótica, de emoción argentina, por haber recuperado nuestras islas, por haber defendido nuestra soberanía nacional, asistimos a diario a demostraciones de fervor patriótico y de sacrificio por la patria”. Amas adelante afirmo el ministro Rodríguez Castells que tenemos aquí a cuatro jóvenes médicos que, de inmediato, han respondido al llamado. Es realmente emotivo el comprobar como a las pocas horas de haber hecho de llamado teníamos más de 40 profesionales inscriptos para ofrecer sus servicios a la patria. La Prensa, 22 de abril 1982 Se habla mucho, oficiosamente, de las Malvinas y menos de los otros archipiélagos australes. Quizás uno tiene los oídos hipersensibilizados, pero, al pasar revista a lo que se dice, aquí o allá, acerca del conflicto austral, en los medios de difusión que pertenecen al Estado o dependen del gobierno, nos pareció detectar, recientemente, un cierto énfasis puesto en el 583

Annexes nombre de Malvinas, y poca o ninguna mención de los otros archipiélagos australes, igualmente reintegrados a la soberanía nacional después de la jornada nacional después de la jornada histórica del 2 de abril. Esperemos que no se trate más que de algo meramente circunstancial, o sea que, a través de la fuerza de la costumbre y debido a la natural tendencia hacia lo breve y lo sintético, comentaristas y expertos que se refieren al tema estén prefiriendo decir simplemente “Malvinas” a estar repitiendo la enumeración un poco engorrosa de Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur. Esperemos que sea esa la razón, aunque en tal caso, podría decirse simplemente “las islas Australes”, y que no haya ninguna otra causa, ninguna otra causa, ninguna “media palabra” dada por alguna autoridad de inducir al publico a no fijar tanto su atención en los otros archipiélagos y a concentrarla, en cambio, en el malvinense. Con medios de difusión controlados por el gobierno y por un gobierno que, en general, ha demostrado su poca inteligencia para manejarlos, uno siempre debe estar alerta. La pata de la sota como se dice coloquialmente, asoma con una facilidad asombrosa. Pero ojala nos equivoquemos en este caso. Las Georgias del Sur y las Sándwich del Sur. Porque, si nos equivocásemos y si efectivamente el síntoma aludido fuese indicio de qué ésta intentándose, oficiosamente, quitar importancia al tema de las Georgias del Sur y de las Sándwich del Sur, eso seria muy grave a nuestro juicio. Esas islas no-solo son tan argentinas como las propias Malvinas, y como otras de la región austral, a saber las Orcadas del Sur, las Shetland del Sur, las Cormoranes y las Rocas Negras, sino que además según se juzgue la situación en términos geopololiticos, pueden incluso tener una importancia mayor, al menos en lo que concierne a la política del país con respecto a la Antartida. De ahí que venimos diciendo desde el momento mismo en que el antiguo conflicto entro en la fase actual de su crisis, que no se debe descartarse la posibilidad de que toda la presión británica, unida a la norteamericana, tienda a terminar por zanjar la disputa, dejándole a la Argentina las Malvinas, y quedándose en cambio el Reino Unido con los otros archipiélagos menores o con parte de ellos. Un “quid pro quo” que se entiende, no se debe ser aceptado, ni siquiera como resultado de un conflicto armado en cuya primera etapa los británicos, en las Georgias o en las Sándwich del Sur, por ejemplo llevasen las de ganar. La Prensa, 23 de abril 1982 “No esperábamos otra actitud de los países hermanos”. En, declaraciones formuladas instantes antes de abordar el avión que lo trasladaría al archipiélago, el presidente converso con 584

Annexes<br />

mantener largas conversaciones generalmente utilizan frases cortas en sus diálogos,<br />

manifiestan <strong>des</strong>confianza e indiferencia ante todo extraño, características que se han<br />

acentuado <strong>des</strong>de la llegada aquí de unos 10.000 soldados argentinos. Fueron pocos los<br />

malvinenses que aceptaron ser entrevistados por este enviado especial, ya que la mayoría<br />

rehusó formular declaraciones contestando cortésmente pero en forma terminante “I don’t<br />

want to talk”.<br />

Temor. Una empleada del único supermercado de la ciudad, el “FIC West Store” que solo se<br />

identifico con el nombre de Kane, manifestó tener mucho miedo” ante la posibilidad de una<br />

gran guerra argentino-británica. “No queremos que haya una guerra tenemos mucho miedo.<br />

No sabemos que pasaría con nosotros si hay una guerra”. Contesto y luego pregunto: “¿Por<br />

qué tuvieron que traer tantos soldados? ¿Qué quieren hacer con nosotros?”. Kane utilizo<br />

algunas frases en castellano cuando fue entrevistada por este enviado y puso énfasis en<br />

<strong>des</strong>tacar que ella es británica “pues mi madre y mi abuelo nacieron a la corona británica. Yo<br />

no tengo nada contra los argentinos, pero nosotros somos británicos”.<br />

<strong>La</strong> Prensa, 19 de abril 1982<br />

Viajaran hoy al archipiélago los primeros cuatro médicos argentinos. [...] Dijo, entre otros<br />

conceptos el Doctor Rodríguez Castells que “el motivo de esta reunión es que <strong>des</strong>eaba<br />

personalmente y en compañía de los subsecretarios de mi cartera y de los delegados de las<br />

fuerzas Armadas, conocer personalmente a los primeros cuatro médicos que van a viajar<br />

pasado mañana a las Malvinas argentinas, y eso es motivo de legitimo orgulloso para<br />

nosotros. “En estos momentos, prosiguió de emoción patriótica, de emoción argentina, por<br />

haber recuperado nuestras islas, por haber defendido nuestra soberanía nacional, asistimos a<br />

diario a demostraciones de fervor patriótico y de sacrificio por la patria”. Amas adelante<br />

afirmo el ministro Rodríguez Castells que tenemos aquí a cuatro jóvenes médicos que, de<br />

inmediato, han respondido al llamado. Es realmente emotivo el comprobar como a las pocas<br />

horas de haber hecho de llamado teníamos más de 40 profesiona<strong>les</strong> inscriptos para ofrecer sus<br />

servicios a la patria.<br />

<strong>La</strong> Prensa, 22 de abril 1982<br />

Se habla mucho, oficiosamente, de las Malvinas y menos de los otros archipiélagos austra<strong>les</strong>.<br />

Quizás uno tiene los oídos hipersensibilizados, pero, al pasar revista a lo que se dice, aquí o<br />

allá, acerca del conflicto austral, en los medios de difusión que pertenecen al Estado o<br />

dependen del gobierno, nos pareció detectar, recientemente, un cierto énfasis puesto en el<br />

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