������������������������ Hoy es el ascenso a los altares de Juan Pablo II, y las y los fieles <strong>del</strong> médico venezolano mantienen la esperanza de que su santo reciba el mismo reconocimiento. Pastoreñas y pastoreños piden que los restos <strong>del</strong> Venerable sean trasladados al templo de la parroquia Janet Queffelec Padrón Fotografía Miguel Gutiérrez “Es buen médico el que sabe curar a sus enfermos...”. Esta frase forma parte de una misiva que envió el doctor José Gregorio Hernández a su sobrino Benjamín, desde la ciudad de Nueva York, el 12 de noviembre de 1917. Sus palabras resumen la convicción que marcó su vida como médico que ayudó a las más y los más desposeídos. Entre el devoto pueblo venezolano se reavivó durante la Semana Santa la esperanza de que el Siervo de Dios sea beatificado por la Iglesia Católica, cuando el párroco de la Basílica de Santa Teresa en Caracas, monseñor Adán Ramírez, pidiera a los fieles orar con todas sus fuerzas para lograr su glorificación. También la agitó de nuevo la beatificación, prevista para hoy, <strong>del</strong> papa Juan Pablo II. El vicepostulador monseñor Jorge Luis Villasmil Torres, quien está encargado de la causa de beatificación y canonización ante el Vaticano, expresó que se han logrado importantes avances en el proceso que comenzó en 1949, gracias a la iniciativa <strong>del</strong> arzobispo de Caracas para ese entonces, monseñor Lucas Guillermo Castillo. En 1974 se le confiere el título de Siervo de Dios, en 1985 la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos aprueba la heroicidad de sus virtudes y el 16 de enero de 1986 es declarado Venerable por el papa Juan Pablo II. “Fue el primer venezolano que logró esa exaltación oficial de la Iglesia. Antes, incluso, que la Madre María de San José y la Madre Can<strong>del</strong>aria”, mencionó. Actualmente, el caso se encuentra en su segunda fase con “la búsqueda de una acción milagrosa de parte de Dios, atribuida a su intercesión. Debe tratarse de un milagro, no de un favor concedido por Dios. Ese milagro debe probarse, en una primera instancia, con documentos fehacientes y testigos fidedignos como algo que no tiene explicación científica. Y en una segunda instancia, la Iglesia lo confirma y lo declara como verdadero milagro”, explicó. A pesar de que al médico de los pobres se le han atribuido infinidad de milagros, éstos no han sido admitidos por la Iglesia. “Seguimos luchando, no nos desanimamos, nos contentamos con las beatificaciones que puedan darse, eso nos da más intercesores a favor de su beatificación. Favor es una gracia que se obtiene de Dios por su intercesión, pero que tiene explicación científica. Un milagro es, por ejemplo una curación instantánea de una enfermedad grave sin intervención médica ni tratamientos, que no tenga explicación científica. Para monseñor Villasmil Torres, la conclusión <strong>del</strong> proceso reviste una gran importancia, ya que mediante la beatificación de José Gregorio Hernández se logrará adorar a Dios “porque Él corona su propia obra. El hombre es la obra parte de FE más hermosa de sus manos, para rendirle culto público por el ejemplo de su vida, por la ayuda de su intercesión ante Dios y para que nos anime en la participación en su destino. Por supuesto que ese bautizado debió tener fama de santidad durante su vida”. Indicó que las y los creyentes pueden ayudar a su glorificación con el rezo. “Recordemos que es Dios el único que hace milagros. Él intercede. Hay que pedirle a Dios esa glorificación de parte de la Iglesia. Esto es lo principal, lo fundamental. En segundo lugar, hay que conocer su vida, imitarla y divulgarla. En tercer lugar, informar de los favores obtenidos por su intercesión y entregar por escrito el caso”. Hernández “se distinguió por su fe inquebrantable, su castidad perfecta, su humildad y sencillez profunda, su excelencia profesional, su tierna devoción a la Virgen, y su gran amor a Dios y al prójimo”, comentó. También pidió la colaboración de la feligresía para costear los gastos que ocasiona la oficina de la causa y las diligencias de los favores atribuidos a su ����������������������������������11 La Iglesia continúa en la búsqueda <strong>del</strong> milagro que permita su glorificación Devotos no pierden la fe para lograr beatificación de José Gregorio Hernández intención. Las colaboraciones monetarias deben hacerse a nombre de la Arquidiócesis de Caracas, Causa Dr. J. G. H. en las siguientes cuentas: Banesco, cuenta corriente N° 0134-0389- 94-389107371. Banco <strong>del</strong> Caribe, cuenta maestra N° 0114-0184- 83-1845000120. Banco Venezolano de Crédito, cuenta de ahorro N° 0104.0001.51-1010294181. PASTOREÑOS RECUERDAN AL INSIGNE MÉDICO Víctor Zambrano reside desde hace 59 años en la esquina de Amadores en La Pastora, lugar donde falleció José Gregorio Hernández el 29 de junio de 1919 al sufrir una fractura de cráneo tras ser atropellado por un automóvil cuando le llevaba medicinas a una mujer enferma. Comentó que en La Pastora debe incentivarse el traslado de los restos de Hernández de la iglesia la Can<strong>del</strong>aria, donde se encuentran desde el 23 de octubre de 1985, al templo de la parroquia. En la zona se recuerda al médico insigne. En la esquina de Amadores hay una farmacia que lleva el mismo nombre y que promovió hace 12 años la instalación de un nicho para llevarle flores y velas. El lugar no ha escapado a la acción vandálica y ha sido necesario el reforzamiento de la reja, la cual fue violentada hace unos años con la intención de llevarse las ofrendas. La alcancía también sufrió daños. El encargado de la farmacia, Douglas Piña, refirió que la imagen de José Gregorio Hernández la trajo directamente <strong>del</strong> pueblo trujillano Isnotú, lugar de nacimiento <strong>del</strong> Siervo de Dios. En el establecimiento resalta una fotografía tomada en vida al Venerable y que fue donada por la señora Carmen Luisa de Vargas en el año 1955, en agradecimiento a los favores recibidos. Sobre este retrato se colocan las prendas de valor que llevan las devotas y los devotos. A tan sólo 10 metros de la esquina de Amadores resalta un mural de Mervin Mármol hecho el 29 de junio de 2008, para recordar el arrollamiento de Hernández. En la esquina de Gobernador hay otra pintura en una pared que muestra los estragos <strong>del</strong> tiempo Caracas
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