18 de Marzo 2011 - La Palabra Israelita

8 VIERNES 18 DE MARZO DE 2011
COMUNITARIAS
Boris Giltburg
Un destacado
El próximo jueves, a las 19:30, el pianista
judío Boris Giltburg deleitará a la
concurrencia con varias piezas de música
clásica interpretadas con la
genialidad que lo caracteriza. Esta
expertise que muestra al sentarse al piano
fue la razón por la cual recientemente
se ha ganado la distinción «Pnina
Salzman», el reconocimiento oficial
más importante que se le puede otorgar
a un pianista israelí, en manos del
Ministerio de Cultura del Estado de Israel.
En esta ocasión, fue el mismísimo
Zubin Metha quién decidió darle el
destaque a Giltburg. Así, tendrá el honor
de tocar junto a la Filarmónica de
Israel y ser dirigido por el maestro
Metha.
Este reciente premio se suma a los
ocho que ya tiene Boris, a sus 27 años.
El otro más destacable, quizás, es el
galardón que se adjudicó en el Concurso
Internacional de Pianistas de
Santander, en 2002, lo que lo llevó a
recorrer Latinoamérica. De ahí que habla
español. Nacido en Moscú, a temprana
edad emigra a Tel Aviv, en dónde
sigue con la tradición de su linaje:
ser pianista. «La música es mi vida y es
una de las cosas que más amo», dice,
pasión que lo ha llevado a tocar en las
filarmónicas más renombradas del
mundo en escenarios de Europa, Estados
Unidos y Sudamérica.
—¿Cuándo nace tu interés por tocar
el piano?
—Vengo de una familia de músicos.
Mi madre es pianista y profesora de
piano, como lo fue mi abuela y mi
bisabuela. Siempre tuvimos un piano
en casa y claro, desde pequeño me
LA PALABRA ISRAELITA
pianista israelí llega al CIS
POR IMAÍ KATANELLA
El próximo 24 de marzo
se presentará Boris
Giltburg, pianista judío
que acaba de ser
premiado por el Estado
israelí, de manos de
Zubin Metha.
Foto: Eric Richmond
Premio Pnina Slazman
El premio Pnina Salzman ha sido recientemente instituido por el Ministerio de
Cultura de Israel, en memoria de esta destacada pianista israelí. Este premio,
que se entrega cada tres años, es la máxima distinción que le puede hacer el
Estado de Israel a un pianista. Este galardón incluye el honor de tocar con el
maestro Zubin Metha y la Orquesta Filarmónica de Israel en 2012, así como
también en una serie de recitales y en la producción de un CD.
pareció natural que yo tocara el piano
también. Como a los cinco años comencé
a pedirle a mi mamá que me enseñara
¡y ella se rehusó! pensaba que ya
teníamos suficientes pianistas en la familia
y que yo podría hacer algo distinto.
Pero yo era terco y seguí molestando
a mi mamá hasta que accedió a
enseñarme.
—¿Cuál es tu especialidad en
piano?
—Trato de no especializarme en un
estilo o en un autor pues me encanta
ofrecer un programa variado a quienes
escuchan mis recitales. Sin embargo,
tengo una cercanía especial con los
compositores rusos. De ellos, mis favoritos
son Rachmaninov y Prokofiev
como intérprete. Como espectador, claro,
tengo otras preferencias: me encanta
la música de Bach y Mahler.
—¿Has venido alguna vez a Chile?
—Varias veces. Luego de haber ganado
la Competencia Internacional de
ENTRADAS. PARA ESCUCHAR A ESTE DESTACADO PIANISTA PUEDES
COMPRAR TU ENTRADA EN WIZO O DIRECTAMENTE EN LAS BOLETERÍAS
DEL CÍRCULO ISRAELITA DE SANTIAGO.
Piano Santander 2002 tuve una gira de
cuatro conciertos en el país. Luego, he
venido ya dos veces en los últimos años,
aunque nunca como turista, algo que
tengo por hacer.
—¿Por qué entiendes español?
—Luego de haber ganado el concurso
Santander, tuve una serie de invitaciones
a conciertos en España y
Latinoamérica. Por eso, comencé a familiarizarme
con el español. Luego,
mejoré muchísimo desde que comencé
a trabajar con mi actual mánager, que
es latina, la señora Ana María Gutnisky.
Con ella hablamos sólo en español, claro
que ¡con un diccionario en mano!
—¿Qué te parece venir a dar un
concierto al Círculo Israelita?
—La conexión con la comunidad
judía en el extranjero es algo muy reconfortante
para mí pues siempre me
hace sentir orgulloso de ser judío y de
pertenecer a nuestro patrimonio cultural.
Mientras más me alejo de Israel,
más reconfortado me siento de conocer
otras comunidades y tocar para diferentes
judíos del mundo. La última
vez que toqué para WIZO tuve una cálida
acogida por eso estoy muy ilusionado
con este próximo concierto.
—¿Cómo será tu próximo show?
—El programa del concierto que
daré en el Círculo Israelita abarca un
espectro amplio de estilos: desde lo clásico
(La Sonata para Piano N° 21, conocida
como la Sonata Waldstein, de
Beethoven), a lo romántico (El Carnaval,
de Schumann –una pieza encantadora
e ingeniosa, llena de colores y teatro)
pasando también por la música del
siglo XX (la Sonata N° 8, de Prokofiev,
uno de sus trabajos más fuertes –escrita
durante la Segunda Guerra Mundial–
y El Vals, de Ravel, una de las piezas
con más encanto que nunca se han
escrito pero con matices oscuros propios
de la época en la que fue compuesta,
en plena Primera Guerra Mundial).