Modernización de las relaciones entre la Federación y los Estados ...

4.2.1.5 Propuesta para delimitar la gestión de las carreteras federales de larga distancia
(1) A fin de lograr los objetivos esenciales de la Reforma del Federalismo, esto es:
mejorar la habilidad decisoria de la Federación y los Estados federados, atribuir
responsabilidades políticas claras, así como aumentar la conveniencia y eficiencia del
cumplimiento de tareas, el Delegado propone modificar como sigue el art. 90 de la Ley
Fundamental:
• La Federación se limita a tener competencia sobre las autopistas federales
(Bundesautobahnen) con administración propia.
• Los Estados federados asumen propiedad y gestión de todas las carreteras
consideradas hasta ahora federales, con una compensación financiera para las
nuevas cargas financieras, sin afectar su finalidad.
De esta manera se eliminaría la gestión por delegación en las obras viales federales de
larga distancia, y se la sustituiría por una clara asignación de tareas, competencias y
responsabilidad financiera en el nivel estatal competente en cada caso. Esta asignación de
tareas se corresponde con el principio de subsidiariedad de la Ley Fundamental, según el
cual los Estados federados básicamente deberían tener la competencia para implantar y
ejecutar las tareas estatales. Las competencias de la Federación se limitarían así a la red vial
importante sobre todo para la vinculación con el resto de Europa y entre los distintos
Estados federados. Una red vial suprarregional que atienda aspectos nacionales e
internaciones es más fácil de planificar y de construir en una estructura de decisiones
jerárquica, que por el camino de la autocoordinación de los distintos Estados federados. 161
Para todas las demás carreteras, la competencia radica en los Estados federados, en cuyo
ámbito de tareas se hallan todas las carreteras de significación mayormente regional.
El Ministerio Federal no encuentra que los problemas descritos para las obras viales
federales de larga distancia obedezcan a una falla constructiva de la gestión federal por
delegación, sino a meras deficiencias en la ejecución, las cuales el Ministerio podría
enfrentar y reducir con sus posibilidades de control y de acción, así como con inspecciones
más intensas. El Delegado, por el contrario, considera que continuar desarrollando la
gestión por delegación en este ámbito no es una posibilidad adecuada para eliminar las
contradicciones de intereses estructurales entre la Federación y los Estados federados,
contradicciones que son inmanentes al sistema, y con ello las causas de los problemas
detectados.
(2) La propuesta del Delegado apunta a crear una nueva definición constitucionalmente
legal y fácilmente manejable que posibilite delimitar claramente entre tareas federales y
tareas regionales. El Delegado se siente en esto respaldado por numerosas investigaciones y
161 Cfr. Garlichs, “Grenzen staatlicher Infrastrukturpolitik”, págs. 114-115 y Wolst, “Die
Bundesauftragsverwaltung als Verwaltungsform”, pág. 131.
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