Modernización de las relaciones entre la Federación y los Estados ...

vigilancia nuclear, seguridad social) el panorama se caracteriza por una multitud ya no
abarcable ni reconocible de comisiones Federación-Estados federados que conciertan la
implantación administrativa 72 , por un sinnúmero de normas individuales y numerosas
disputas legales sobre la licitud de las mismas, así como por una infinidad de pautas,
manuales y reglas administrativas que deben ser tramitadas en forma consensuada con
enormes inversiones de tiempo y de recursos humanos por ambas partes (Federación y
Estados federados).
(3) No obstante, las estructuras de control y coordinación o consenso suelen no arrojar los
frutos esperados, tal como una y otra vez han mostrado los resultados de fiscalización del
Tribunal Federal de Cuentas. Las experiencias de fiscalización evidencian que es errado
pretender que la Federación con todo su instrumental de vigilancia estaría en condiciones
de ejercer un control siquiera aproximado sobre todos los ámbitos administrativos de los
Estados federados relacionados con la ejecución de sus leyes. Para ello hacen falta recursos,
pero a su vez el instrumental legal no está concebido para ejercer un control completo. Así
es que la Federación tiene la facultad de dictar instrucciones o normas en lo que respecta a
la gestión por delegación, pero básicamente sólo con relación a un caso en particular (art.
85 párrafo 3 inciso 1 de la Ley Fundamental). 73 Para dictar reglas administrativas, en
general se requiere el consentimiento del Consejo Federal, tanto en el caso de gestión por
delegación, como en el caso de implantación por parte de los Estados federados a título de
competencia propia (art. 85 párrafo 2 inciso 1 y art. 84 párrafo 2 Ley Fundamental).
También aquí el panorama se caracteriza por un denso entrelazamiento de los niveles
administrativos 74 que en la práctica por lo menos dificulta severamente la atribución
inequívoca de responsabilidades, como lo evidencia el mencionado ejemplo de la vigilancia
nuclear (cap. 3.3.2).
3.4 Línea directriz
Por lo antes mencionado, el Delegado se pronuncia en el marco de la pendiente Fase II
de la Reforma del Federalismo, siguiendo la misma línea que ha defendido hasta el
momento, por que se reúnan con mucha mayor contundencia que hasta ahora tarea,
competencia y responsabilidad financiera en un mismo nivel, y se lo considere la base
72 El Ministerio Federal de Hacienda calcula que tan sólo para la administración impositiva existen
actualmente unos 50 comités Federación-Estados federados; por detalles sobre los resultados de
fiscalización en el ámbito de la administración impositiva, véase la cuarta sección del dictamen, cap. 4.1.
73 De igual manera se ha establecido, por ejemplo en el ámbito de la administración impositiva (cfr. el cap.
4.1.1), la práctica de dictar normas para multitud de casos individuales. Sin embargo la licitud
constitucional de la norma general, como medio de vigilancia de la Federación en la administración por
delegación, es controvertida y hasta ahora pende al más alto nivel judicial; véase Apéndice I (cap. 3.3.2).
74 Si bien el Consejo Federal es un órgano federal, a través de éste los Estados federados participan en la
administración de la Federación cuando se trata del dictado de reglamentos administrativos en general
(art. 50 Ley Fundamental).
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