Modernización de las relaciones entre la Federación y los Estados ...

administrativas especiales, que se ocupan exclusivamente de tareas de la administración por
delegación, o sea, no vale para autoridades de la administración general. 459
3.3.2 Facultades de la Federación para dictar instrucciones y vigilar
Como ya se mencionó, el art. 85 párrafo 3 de la Ley Fundamental concede a las
autoridades federales competentes, esto es, a aquéllas que no dependen de otra autoridad, la
facultad de dictar instrucciones, como norma general, sólo a las entidades administrativas
supremas de los Estados federados. En forma excepcional la instrucción puede ser dirigida
directamente a las autoridades subordinadas de los Estados federados si el Gobierno
Federal lo considera urgente (art. 85 párrafo 3 inciso 2, 2 de la Ley Fundamental). En el
ámbito de la administración financiera de los Estados federados, según el art. 108 párrafo 3
inciso 2 de la Ley Fundamental, el Ministro Federal de Hacienda participa en lugar del
Gobierno Federal. La facultad de dictar instrucciones abarca toda la actividad ejecutora del
Estado federado 460 , tanto en lo que respecta a la legalidad de la ejecución de las leyes, como
al ejercicio del poder discrecional.
Es controvertida la cuestión sobre si en el marco de la administración por delegación
sólo se permite dictar instrucciones individuales, o también instrucciones de tipo más
general. 461 Se aduce que el enunciado del art. 84 párrafo 5 inciso 1 de la Ley Fundamental,
autorizando al dictado de instrucciones especiales para casos particulares, difiere del texto
del enunciado del art. 85 párrafo 3 inciso 1 de la Ley Fundamental, que utiliza meramente
el término instrucciones. Por tanto, se sostiene que en la administración por delegación, a
diferencia de lo que ocurre en la administración propia del Estado federado, también
deberían ser posibles las instrucciones generales. Por otra parte, se plantea que las
instrucciones generales apenas pueden diferenciarse de los reglamentos administrativos en
general, por lo cual admitir las instrucciones generales equivaldría a eludir la facultad de
anuencia que cabe al Consejo Federal para los reglamentos administrativos según el art. 85
párrafo 2 de la Ley Fundamental. Por lo visto no ha prosperado hasta ahora el solicitar una
sentencia del Tribunal Constitucional Federal sobre la legalidad constitucional de la
instrucción general en la administración por delegación. Independientemente y más allá de
esta problemática, en la práctica es posible que se pongan de acuerdo las respectivas
autoridades de la Federación y de los Estados federados sobre la ejecución de determinadas
leyes federales, legitimando así la gestión administrativa en lo que ambas partes
consintieron. 462
459
Pieroth, en: Jarass/Pieroth, “Grundgesetz”, art. 85 ítem 5; Heitsch, “Die Ausführung der Bundesgesetze
durch die Länder”, pág. 327.
460
BVerfGE 81, 310 (335); 84, 25 (31).
461
Cfr. Heitsch, “Die Ausführung der Bundesgesetze durch die Länder”, pág. 279 y sgte.; Sommermann,
“Grundfragen der Bundesauftragsverwaltung”, DVBl. 2001, 1549 (1554).
462
Cfr. BVerfGE 100, 249 (254); Sommermann, “Grundfragen der Bundesauftragsverwaltung”, DVBl.
2001, 1549 (1554).
194