Modernización de las relaciones entre la Federación y los Estados ...

5 CONCLUSIÓN
Los muchos puntos en que Federación y Estados federados se interconectan en la
administración dan paso a una serie de estructuras de entrelazamiento poco transparentes.
Esto ha generado abundantes deficiencias ejecutivas en la práctica estatal federativa en
muchos ámbitos de tareas del Estado. Así lo evidencian los ejemplos presentados en el
cuarto capítulo de este dictamen, tomados de la práctica auditora del Tribunal Federal de
Cuentas.
Por ello, el Delegado Federal opina que deben romperse las estructuras administrativas
de entrelazamiento entre la Federación y los Estados federados. Éstas determinan no
solamente que todos los niveles y organismos estatales involucrados actúen de manera
ineficiente, sino perjudican también la capacidad autorresponsable de cada nivel estatal
para tomar decisiones y actuar. Determinan estímulos negativos, por cuanto echan un velo
sobre la responsabilidad de cada uno, y retardan o incluso impiden la necesaria toma de
decisiones.
El objetivo mayor y declarado de todos los esfuerzos reformistas, a saber, modernizar el
orden estatal federal y adaptarlo a las modificadas condiciones marco, exige la mayor
depuración posible de las estructuras administrativas de la Federación y los Estados
federados. Esta depuración podrá exigir que las competencias y responsabilidades se
concentren, según el caso concreto y los objetivos definidos en la Constitución y en las
leyes ordinarias, ya en manos de los Estados federados, ya en manos de la Federación.
Hasta ahora no hay una solución estándar ni una receta para estados o sistemas federativos.
Allí donde (por el momento) no sea posible por motivos prácticos o políticos realizar una
depuración y concentración consistente de tareas, se debería al menos aclarar dónde
exactamente radican las responsabilidades en el sistema existente.
Cuando el Delegado Federal hace sus recomendaciones y plantea sus opciones de
deslinde, no ignora que la necesaria adaptación de los sistemas federativos a las
modificadas condiciones de acción y administración estatales representa un desafío para la
Comisión, para el legislador constituyente y para todos los responsables en la Federación y
los Estados federados, desafío superable solamente con la voluntad y el esfuerzo conjuntos
de todos los involucrados. Además, el Delegado Federal sabe que sus consideraciones,
formuladas desde la específica perspectiva del control financiero externo, han de sopesarse
junto con otras muchas opiniones y problemáticas que la Comisión también habrá de tener
en cuenta durante sus deliberaciones. De todas maneras, al haberse basado en un modelo
inspirado en los principios esenciales de la Ley Fundamental, el Delegado Federal abriga la
esperanza de haber dotado a sus recomendaciones individuales de un marco ordenador que
a su vez ayude a la Comisión en su tarea de reformar las relaciones entre la Federación y
los Estados federados.
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