Modernización de las relaciones entre la Federación y los Estados ...

interpretación constitucional del fomento de la cultura entre la Federación y los Estados
federados. Se establecía que se consideraría competencia propia de la Federación el
fomento cultural en casos de representación del Estado en su conjunto. Sin embargo, no
pudo arribarse a una definición de dicho concepto, dado que los Estados federados temían
que la Federación expandiera sus actividades a casi todas las instituciones científicas y
artísticas de importancia.
La Federación expandió efectivamente de múltiples maneras su fomento del arte y la
cultura luego de que nunca llegara a entrar en vigencia el acuerdo de 1971. Esto lo
confirma la institucionalización en 1998 del cargo del Delegado del Gobierno Federal para
la Cultura y los Medios (BKM), así como su dotación con fondos presupuestarios (capítulo
presupuestario 0405, 0406 y 0407). Según datos del BKM, sus actividades abarcan 65
beneficiarios institucionales, así como más de 500 (en parte indirectos) fomentos a
proyectos y subvenciones.
El Tribunal Federal de Cuentas ha examinado en este campo, entre otros:
• el fomento cultural de minorías,
• el fomento de lugares conmemorativos,
• el fomento de la cultura de los desplazados y los refugiados, y
• el cuidado de instalaciones y jardines de los cementerios.
El Tribunal Federal de Cuentas ha objetado que la Federación interpretara extensivamente
la representación del Estado en su conjunto que le asigna el borrador del acuerdo de 1971,
y con ello haya lesionado las estrechas especificaciones del Tribunal Constitucional
Federal. Esto ocurrió, por ejemplo, cada vez que se justificó el fomento de determinadas
instituciones con la significación de las mismas para el Estado en su conjunto. Sin
embargo, en los hechos este fomento conduce principalmente a que se dispense en forma
permanente a determinados Estados federados de sus tareas financieras, cuando en éstos se
asientan, por ejemplo, determinadas instituciones o minorías.
A esto se suma que el fomento en el ámbito cultural que realiza la Federación no puede
justificarse normalmente con una competencia exclusivamente federal. Ocurre más bien
que coincide con las competencias regionales, más amplias, para la tarea. Esto determina
frecuentes financiamientos conjuntos entre la Federación y los Estados federados. Surgen
así formas de financiamiento mixto. De este modo, el ejercicio del Poder público se aleja de
lo establecido en el art. 91a y 104a párrafo 4 de la Ley Fundamental. 376
Los financiamientos mixtos acarrean otras formas de entrelazamiento, dado que los
niveles estatales involucrados deben coordinar entre sí, lo que genera esfuerzos y costos
administrativos adicionales. Como en otros ámbitos de entrelazamiento, también en el
fomento de la cultura se hace atractivo diferir a los otros niveles las cargas, en lugar de ser
más eficiente. El Tribunal Federal de Cuentas ha constatado, por ejemplo, que a menudo
los municipios dejan ciertas instituciones públicas en manos de minorías, con la
376 Maunz, en: Maunz/Dürig, “Grundgesetz”, tomo VI, art. 104a ítem 18.
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