Modernización de las relaciones entre la Federación y los Estados ...

El método más eficaz para fomentar la buena gestión es enfocar los intereses propios de
las partes que intervienen, y fortalecer su autorresponsabilidad. En cuanto a los diferentes
niveles de gobierno, esto significa lo siguiente:
La Federación y los Estados federados deberían ser dotados de más autonomía y
autorresponsabilidad. Las responsabilidades, tareas y competencias de financiamiento
deberían concentrarse en una mano, es decir en un único nivel de gobierno. De tal manera,
sería posible definir con mayor claridad los ámbitos de responsabilidad, delimitarlos de
forma más precisa y prescindir de trámites que abarquen a más de un nivel de gobierno
(trámites verticales o integrales).
0.1 Necesidad de delimitación
El presente dictamen se basa en el concepto de la delimitación de competencias
(cap. 3), y, por lo tanto, en el sistema federal establecido por la Constitución, un sistema
que cumple con los principios de subsidiariedad (cap. 3.3.1), democracia (cap. 3.3.2) y
transparencia (cap. 3.3.3).
El Delegado considera que el cumplimiento de dichos principios puede representar un
impulso considerable para la mejora de la gestión pública. Personas o entidades mejorarán
su desempeño si pueden beneficiarse de su propia buena gestión. Las estructuras del Poder
público podrán fomentar la autorresponsabilidad y la eficiencia si se fortalecen la
autonomía y los intereses propios de las entidades públicas. Este concepto ha perdido
importancia en el sistema alemán del federalismo interconectado.
Hace falta un orden político que recompense la buena gestión de los fondos públicos.
Para lograrlo, es preciso combinar el requisito de la buena gestión con los intereses propios
de las entidades públicas, apoyando así el bien común. El principio rector para conseguir
este objetivo es promover que las entidades administren sus propios recursos y que asuman
la responsabilidad por su propia gestión, y aumentar la transparencia de los sistemas
contables. Gestionar sus recursos propios, es decir disponer de fondos propios y
administrarlos de manera autónoma, es un factor clave para fortalecer la conciencia de
todos los entes territoriales sobre la gestión razonable de los fondos públicos. Las pruebas y
experiencias desarrolladas a través de la labor fiscalizadora confirman la veracidad de dicha
afirmación.
0.2 Impuestos
La ejecución de las leyes tributarias incumbe, en primer lugar, a los Estados federados.
Sin embargo, ellos no están lo suficientemente interesados en una recaudación completa y
realizada oportunamente, ya que la mayoría de los ingresos tributarios ha de ser transferida
a la Federación. Además, el hecho de que los Estados federados se encarguen de la
ejecución de las leyes tributarias federales contribuye a que las leyes sean aplicadas a los
ciudadanos y las empresas de forma heterogénea. Las estructuras burocráticas existentes
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