La Regulación de la Infraestructura de Transporte en el Perú - Ositran

La Regulación en Infraestructura de Transporte en el Perú
Un sexto punto consiste en incrementar las sinergias (básicamente, de
complementariedad), con la agencia de competencia del país, el Instituto Nacional
de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual
(INDECOPI), en aras de promover la competencia intramodal e intermodal, donde
sea posible. Por ejemplo, afrontar este reto será inminente cuando DPW y ENAPU
empiecen a mostrar una dinámica de un mercado duopólico en el Puerto del Callao, lo
que determinará un análisis de condiciones de competencia intermodal (por ejemplo,
entre la carretera central y el ferrocarril), y su interrelación con el marco regulatorio
en la actividad.
Por último, un séptimo punto es el de prestar atención a las conexiones de los
diferentes modos de transporte, es decir a los retos que demanda la multimodalidad
(por ejemplo, la de los puertos con las líneas férreas y carreteras). En efecto, el tránsito
o la distribución eficiente de los bienes desde su producción hasta su consumo, uso o
exportación requieren del empleo de diversas combinaciones o modos de transporte,
surgiendo la necesidad entonces del uso multimodal del transporte, sobre el cual
existe aún un vacío normativo en materia de regulación que debiera desarrollarse en
corto y mediano plazo para lograr los objetivos mencionados líneas arriba. Así, una
legislación multimodal debe permitir normar y facilitar la emergencia de operadores
multimodales, dándoles los derechos y responsabilidades adecuados para ejercer sus
funciones y proveer el servicio de puerta a puerta de una manera eficiente, fiable y
competitiva, y al mismo tiempo darle confianza a los usuarios (intermedios y finales)
de ese servicio.
Dicha norma o ley multimodal, también debe normar el desarrollo de redes y
de terminales logísticas y, en particular, el acceso intermodal a los servicios y a
facilidades esenciales para evitar comportamientos monopolísticos de forzar el
uso exclusivo de los modos de transporte. De ahí que se requiera una interacción
entre la jurisdicciones de las agencias reguladoras y de la libre competencia (es decir,
OSITRAN e INDECOPI), para evitar abusos de posición de dominio y/o exclusión
al acceso a los servicios. En definitiva, una buena ley Multimodal reduce costos de
distribución, costos logísticos y, como principal resultado, mejora enormemente la
competitividad de los productos, lo que dada la geografía y la distribución de la
producción de los productos peruanos y su énfasis en la exportación, podrían
generar beneficios substanciales a la economía del país (Guasch y Aguirre, 2008).
VI.- Conclusiones
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