29.01.2013 Views

Untitled - Revista Pensamiento Penal

Untitled - Revista Pensamiento Penal

Untitled - Revista Pensamiento Penal

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

436<br />

FAUSTINO MARTÍNEZ MARTÍNEZ<br />

cas se presentan como pequeñas sociedades, pequeñas cristiandades, que<br />

han de regirse en sus perfiles generales por las mismas normas básicas<br />

que afectan a la totalidad del mundo cristiano. 128 Por eso, no extraña que<br />

veamos la referencia a nuestra regla áurea en la misma regla benedictina<br />

o en la regla dirigida a los maestros. Si Agustín asume esa regla como<br />

base teórica del cristianismo, como la regla primera que impulsa el primigenio<br />

mandato de la moral y del derecho, Benito de Nursia (480-550<br />

ca) hace lo propio en el campo práctico y la lleva a su máxima expresión<br />

material, a su realización específica en las múltiples comunidades<br />

que a lo largo y ancho de Europa serán fundadas. Como no podía ser de<br />

otra manera, la regla benedictina es aplicación al concreto reducto de los<br />

conventos benedictinos del elemento principal de la doctrina cristiana,<br />

ese amor al prójimo, que se traduce en dos preceptos muy claros dentro<br />

de la Regla Benedictina. En primer lugar, el deber de acogimiento de<br />

todos los monjes peregrinos: el abad de un monasterio tiene la absoluta<br />

obligación de acoger a cuanto monje le solicite allí asilo o protección. Se<br />

excepciona esta regla exclusivamente para el caso de que dicho monje<br />

llegue sin un carta de recomendación o sin el consentimiento de su abad<br />

respectivo, dado que está escrito “quod tibi non vis fieri, alio ne feceris”,<br />

es decir, trata al otro abad y a los suyos como éste te trataría a ti mismo<br />

y a los tuyos. Un regla de solidaridad y reciprocidad inspira la relación<br />

entre comunidades hermanas. 129 En el apartado de los castigos, se reitera<br />

idéntica regla: en caso de que algún monje castigase a otro o a un novicio,<br />

sin el permiso del abad, volverá hacia él el castigo de acuerdo con la<br />

regla porque está escrito “quod tibi …”, en un sentido análogo al anterior,<br />

ahora predicado respecto de los miembros internos de la comunidad. 130<br />

Para los maestros aparecen unas instrucciones educativas similares. La<br />

función de aquellos que merecen tal calificativo, como sucede con el<br />

abad para con sus discípulos, dentro de la comunidad de instrucción que<br />

conforman los monasterios benedictinos, es enseñar los mandamientos<br />

y expresamente enseñar la creencia, reverencia y temor a Dios, el amor<br />

al prójimo, los diez mandamientos, y el no querer hacer a los demás lo<br />

128 Véase el estudio de Guyon, G. D., “Un grand juriste européen: Saint Benoît de<br />

Nursie”, Cuadernos de Historia del Derecho, núm. 10, 2003, pp. 49-70.<br />

129 Benito de Nursia, Regla, lib. LXI, “De monachis peregrinis qualiter suscipiantur”,<br />

13 y 14, La Règle de Saint Benoit. II (CH VIII-LXXIII). Sources Chrétiennes, París, Éditions<br />

du Cerf, 1972.<br />

130 Ibidem, lib. LXX, “Ut non praesumat passim aliquis caedere”, 7, en ibid.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!