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C I E N T Í F I C O - Universidad Manuela Beltran

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UMBral científico 15<br />

y simultáneamente se porta una maleta, el centro de masa<br />

se eleva y se incrementa la energía potencial del cuerpo, lo<br />

que puede conllevar a un mayor balanceo postural, que resta<br />

estabilidad al cuerpo [5, 11]. En este punto, cabe mencionar<br />

que se ha descrito un incremento en el balanceo anteroposterior<br />

del cuerpo mientras de lleva una maleta o morral<br />

[5].<br />

Por otra parte, al hablar de postura corporal asimétrica,<br />

identifican factores intrínsecos y extrínsecos que la producen.<br />

Los primeros obedecen a características corporales propias o<br />

a patologías y otras alteraciones que afecten el balance. Los<br />

segundos corresponden básicamente a factores ambientales<br />

como el calzado, la base de soporte, el suelo, el acarreo de<br />

maletas o cargas, entre otros [5].<br />

Postura<br />

A lo largo de las investigaciones en torno a los límites<br />

indicados para la carga de peso en maletas, diferentes autores<br />

han señalado, que al añadir más peso a la parte posterior del<br />

cuerpo, el centro de gravedad se desplaza en el mismo sentido.<br />

En respuesta a este cambio, los sujetos desplazan su tronco<br />

hacia adelante a fin de mantener su estabilidad y contrarrestar<br />

la carga de la maleta. Es así como varias investigaciones<br />

han identificado que al incrementar la carga posterior, se<br />

incrementa el ángulo de inclinación anterior del tronco [3].<br />

En este punto se manifiestan diferentes comportamientos<br />

entre adultos y menores (incluye adolescentes). En los<br />

primeros, la flexión de tronco suele presentarse al llevar<br />

cargas equivalentes al 30% del peso corporal. En los<br />

segundos, el acarreo de cargas del 10%, 15% y el 20% del<br />

peso corporal, induce mayores efectos posturales, ya que en<br />

estas condiciones de carga, tienden a caminar con una flexión<br />

de tronco sostenida [3].<br />

Se ha identificado una significativa relación lineal positiva<br />

entre la posición protruída de la cabeza, la postura del<br />

cuello (ángulo craneovertebral) y peso de la maleta [2, 5].<br />

Así mismo, se han señalado asociaciones significativas entre<br />

los reportes de dolor de espalda y altas cargas de peso en las<br />

maletas utilizadas [2, 29].<br />

Abd. Rahman y cols (2009), indicando los resultados<br />

obtenidos por Goh y cols. (1998) así como por Hong y<br />

Cheung (2003), señalan que el cambio del tronco hacia<br />

una posición más adelantada, genera fuerzas anormales<br />

en la columna vertebral, puesto que el mantenimiento de<br />

la estabilidad y de una eficaz la progresión hacia adelante,<br />

ocasiona a su vez, un incremento en las fuerzas lumbosacras<br />

cuando los sujetos llevan una maleta. Si estas condiciones se<br />

presentan de manera prolongada, la tensión generada en los<br />

tejidos, puede dar lugar a problemas de espalda baja u otros<br />

trastornos musculoesqueléticos de espalda [3].<br />

Grimmer y cols, encontraron que ante un posicionamiento<br />

alto de la carga en adolescentes, es decir, localizada a la<br />

altura de la séptima vértebra torácica, se muestran mayores<br />

desplazamientos horizontales (alejándose del eje de gravedad<br />

del cuerpo) de los marcadores anatómicos para la cabeza,<br />

cuello, cresta iliaca y trocánter mayor [2].<br />

Por el contrario, un posicionamiento bajo de la carga, a<br />

la altura de la tercera vértebra lumbar, parece facilitar el<br />

mantenimiento de la posición del centro de gravedad, lo que<br />

a su vez, implica menos ajustes posturales para mantener el<br />

cuerpo en el espacio [2].<br />

Por otra parte, en relación con el ángulo de inclinación<br />

anterior del tronco, Singh y Koh (2009), compararon los<br />

resultados para este bajo condiciones estáticas y dinámicas,<br />

cuando niños de 9 años llevaban cargas del 0, 10, 15 y 20%<br />

del peso corporal. Identificaron diferencias significativas para<br />

los datos en condición estática, donde todos ellos distaron<br />

de lo medido bajo carga del 0%. También se encontró que el<br />

posicionamiento alto de la carga, por encima de la 8ª vértebra<br />

torácica, incrementa ligeramente más el ángulo de inclinación<br />

del tronco en condición estática que los posicionamientos<br />

por debajo de esta vértebra [11]. Esto es coincidente con lo<br />

reportado por [2] y otros autores para población escolar.<br />

Otro aspecto relevante, en lo que concierne a los factores<br />

extrínsecos de la postura, es la base de sustentación mientras<br />

se soporta una carga. En la investigación liderada por<br />

Zultowski y Aruin (2008) se observó que ante la reducción<br />

de la base de sustentación (manteniendo los pies juntos)<br />

se incrementaba el balanceo postural, lo que indica un<br />

decremento de la estabilidad postural ante esta condición, tal<br />

como se ha mencionado en otras investigaciones [4, 5].<br />

Marcha<br />

Para infantes que comienzan a caminar, Garciaguirre y cols<br />

(2007) señalaron al mantenimiento del balance dinámico<br />

como el principal reto que encaran los niños durante la<br />

ejecución de una caminata. Este balance es dinámico<br />

precisamente porque el desafío para estos niños es impedir<br />

la caída paso a paso, a partir del rápido desplazamiento del<br />

miembro inferior que se balancea hacia delante. Si a esta<br />

condición se adiciona el transporte de cargas, que como han<br />

identificado otras investigaciones, modifica la posición del<br />

centro de masa, podría esperarse que mantener el balance sea<br />

mucho más difícil para los nuevos caminantes [4].<br />

Ante esta posibilidad, Garciaguirre y cols, observaron la<br />

marcha de niños de 14 meses de edad, a quienes se aplicaron<br />

cargas del 15% de su peso corporal, localizadas justo debajo<br />

de sus hombros, para la vista anterior, y en la espalda alta,<br />

para la vista posterior. Los 27 niños (14 niños, 13 niñas)<br />

contemplados en el estudio, fueron expuestos a la misma<br />

distancia y condiciones de carga (simétrica y asimétrica) [4].<br />

Una carga del 15% del peso corporal suele desencadenar<br />

ajustes posturales y cambios en la marcha de adultos y niños<br />

mayores [4, 20]. Durante su investigación, Garciaguirre y<br />

cols, encontraron que para infantes, los cambios durante la<br />

marcha suelen ser mucho más evidentes o relevantes que en<br />

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