Francisco Garay - Bizkaiko Batzar Nagusiak
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<strong>Francisco</strong> de <strong>Garay</strong> El primer gran explorador vasco 41<br />
indios 45 . La razón de que este episodio se alargase tanto en el tiempo se debió a que el<br />
primer intento de conquistar la isla, ocurrido a mediados del mes de julio de 1510, resultó<br />
frustrado por la intervención de Juan Ponce de León, gobernador de San Juan, quien se<br />
hallaba indispuesto con Diego Colón, motivo por el que confi scó el navío de <strong>Garay</strong> y apresó<br />
a alguno de sus tripulantes enviándolos a España en el mismo barco 46 .<br />
Es probable que el título de capitán, con el que vemos que se nombra a <strong>Francisco</strong> de <strong>Garay</strong><br />
en los documentos de los años inmediatamente posteriores, sea debido a su cargo en la<br />
aventura de la Guadalupe.<br />
A fi nales de octubre del año 1512 localizamos a <strong>Garay</strong> en España, actuando -junto al<br />
burgalés Pedro García Carrión- como representante de los vecinos de la ciudad de Santo<br />
Domingo, con el encargo de llevar algunas cartas para el monarca y, sobre todo, 20.000<br />
ducados que, en palabras del rey don Fernando, llegaron “al mejor tiempo del mundo” 47 .<br />
Fue también <strong>Garay</strong> delegado de los vecinos de Santo Domingo para exponer al monarca<br />
varias demandas relacionadas con los repartos de indios, especialmente la de extender a<br />
tres “vidas” cada encomienda, y para solicitar la rebaja o exención de impuestos a los productos<br />
de la isla. Las peticiones, y lo que consiguieron, ha sido resumido por el historiador<br />
Manuel Lucena de esta manera: “…llegaron en 1512 a la Corte los procuradores <strong>Francisco</strong><br />
de <strong>Garay</strong> y Pedro de Carrión, el primero de los cuales era tan afecto a don Diego (Colón) que<br />
éste eligió su casa como alojamiento, a poco de llegar a la isla. Intervinieron ambos, como<br />
informantes interesados, ante la junta que redactó en Burgos las leyes que regulaban la encomienda.<br />
Pero su propósito, consistente en obtener entonces de la Corona un compromiso<br />
sobre el repartimiento, a fi n de evitar la desazón en que vivían, no pudieron verlo satisfecho.<br />
Lograron, eso sí, el aplazamiento de la percepción de alcabalas, la eliminación defi nitiva del<br />
medio castellano anual por cada indio llevado de las islas, así como que éstos quedaran vinculados<br />
a su posesor, hasta el extremo de poder transmitirles en herencia; el que los precios de los<br />
artículos llegados de Sevilla se supervisaran con intervención de un procurador de los vecinos,<br />
y también que se suspendiera el procedimiento de confi scación de bienes seguido por el virrey<br />
con los que se ausentaban de la isla.<br />
En cuanto a las encomiendas, obtuvieron el que cesara el sistema de entrega de indios a ausentes,<br />
con la excepción de cinco -los más importantes-, pero en cambio no pudieron conseguir<br />
que se anulara la resolución regia de que el número de indios encomendados no pasara<br />
el tope de 300, que se señaló en las ordenanzas hechas también entonces en Burgos para la<br />
regulación del repartimiento…” 48 .<br />
Fray Bartolomé de Las Casas criticó severamente la actuación de <strong>Garay</strong> en representación<br />
de los vecinos de Santo Domingo, por el nefasto resultado que supuso para los indios,<br />
45 Véase: Apéndice, documento 1.<br />
46 Ponce de León hizo apresar a Juan Cerón, Miguel Díaz de Aux y al bachiller Morales, acusándoles de no haber cumplido una provisión<br />
real. Posteriormente el rey ordenó al almirante Diego Colón que no se entremetiese en proveer cosa alguna contra el dicho Ponce de León<br />
(A.G.I. INDIFERENTE,418,L.2,F.143R-143V.)<br />
47 A.G.I. INDIFERENTE,419,L.4,F.77R-77V.<br />
48 LUCENA SALMORAL, MANUEL, “El descubrimiento y la fundación de los reinos ultramarinos: hasta fi nes del siglo XVI”, págs. 179 y 180.