Francisco Garay - Bizkaiko Batzar Nagusiak
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CAPÍTULO XX<br />
<strong>Francisco</strong> de <strong>Garay</strong> El primer gran explorador vasco 155<br />
La herencia de <strong>Garay</strong>. Jamaica<br />
La muerte de <strong>Francisco</strong> de <strong>Garay</strong> no supuso la desaparición inmediata de las haciendas<br />
que tenía en Jamaica en sociedad con la corona. Su primogénito Antonio de <strong>Garay</strong> era,<br />
evidentemente, con apenas 11 años, incapaz de responsabilizarse de las tareas desempeñadas<br />
por su padre, pero el sistema de trabajo, explotación y comercialización de los productos<br />
que aquel había puesto en marcha mantuvo la inercia necesaria para permanecer<br />
todavía durante unos años. La mala gestión, cuando no el robo manifi esto, de los nuevos<br />
administradores, entre los que se encontraba el discutido tesorero Pedro de Mazuelo187 ,<br />
culminó en la disolución de la sociedad en el año 1534.<br />
Muerto <strong>Garay</strong>, se envió desde España al contador Juan López de Torralba para que informase<br />
del estado de la sociedad. Durante un tiempo, el comprendido desde junio de 1526 hasta<br />
octubre de 1531, en que se vendieron en almoneda, Pedro de Mazuelo y el citado Torralba<br />
tomaron a su cargo aquellas haciendas sin dar cuenta alguna de los benefi cios hasta enero<br />
del año 1534, en que fue enviado un nuevo pesquisidor y juez de residencia, el licenciado<br />
Gil González de Ávila, quien se dedicó desde aquel mes hasta mediados de junio -en que<br />
murió- a tratar de poner orden en el desaguisado, llevando a cabo una instrucción secreta y<br />
tomando testimonio de los criados, porque ni de los libros ni de los interesados conseguía<br />
sacar nada en limpio. Finalmente consideró que el valor de lo que se debía al rey y a los herederos<br />
de <strong>Garay</strong>, una vez repartido en igual porcentaje, ascendía a 4.989 pesos, dos tomines<br />
y dos gramos de oro. No se contabilizaban otras muchas propiedades deshechas o vendidas<br />
por Mazuelo y Torralba entre las que se hallaba la venta de 50 esclavos.<br />
Cuando Antonio de <strong>Garay</strong> alcanzó los veinte años de edad inició una sucesión de pleitos<br />
con distintas personas e instituciones con el fi n de recuperar parte de la fortuna que había<br />
quedado de sus padres. Especialmente signifi cativo es el que siguió desde el año 1530<br />
contra Hernando Cortés, quien había sido su tutor y administrador de bienes, a quien<br />
acusó de tenerlos secuestrados y de haberlos malversado, así como de haber apresado y<br />
robado a su padre, acusación que amplió a Pedro de Alvarado, Diego de Ocampo, Andrés<br />
de Tapia, Diego de Soto y <strong>Francisco</strong> de Las Casas 188 .<br />
No contamos con documentación que permita evaluar la dimensión de la herencia de<br />
<strong>Garay</strong>. Algunos historiadores que relataron su triste fi nal refi eren que había muerto fuera<br />
187 En 1523 la corona envió a Esteban de la Roca con provisión real para que tomase cuentas a Pedro de Mazuelo, a quien suspendió de<br />
su ofi cio. Con posterioridad fue nombrado teniente de gobernador de la isla de Jamaica, el mismo cargo que había desempeñado <strong>Garay</strong>.<br />
188 A.G.I. MEXICO,1088,L.1,F.205R-206R. Resulta curiosa la ausencia en dichos pleitos de menciones a su madre, lo que nos lleva a pensar<br />
que podría haber fallecido o contraído nuevas nupcias, porque en caso contrario lo normal es que hubiese fi gurado como tutora de sus<br />
hijos menores.